Estoy viendo al frente analizando la mirada de Freddy, es de venganza, es odio que le tiene a Sanarty es tan obvio y no lo culpo ella le desgració la vida, le quitó lo que más amaba, a su familia y yo ahora también la odio por lo que le hizo a Jessie, la chica no le había hecho nada para que le hiciera algo tan malo.
—¿Me estás poniendo atención?
Asiento —Claro.
—Bien, recapitulemos, vas a hacer que la mayoría de brankunianos se acerquen aquí y se coloquen alrededor del castillo, tienen que ser muchas personas y debe ser rápido antes de que Sanarty recupere la conciencia ¿Entiendes?
—Sí, entiendo.
—Luego haremos que Sanarty se despierte, Sahori se encargará de eso. Frank regresará aquí y...
—Wow, un momento, eso no me lo habías dicho, ¿Cómo que Frank vendrá? Él está cuidando de Jessie, no debe venir, debe quedarse con ella.
—Necesitamos a Frank, lo que haremos no es un juego y entre más
Mi respiracón se acelera y resoplo al notar que el sonido se distorciona levemente. —Ya dejenme en paz, bien saben que se van a arrepentir sino se van de mi vista, malditos idiotas. —La voz de Sanarty suena clara en el altavoz. Todos en su forma humana escuchan con atención bastante confundidos. —Deja en paz a nuestro pueeblo y vete a Fonix, de ahí nunca debiste salir —Freddy suena enojado. Se escucha una risa sarcastica de parte de Sanarty —¡Jah! ¿Desde cuándo debo tú me das ódenes a mí? o peor aún ¿Desde cuándo debo seguirlas? Que no se te olvide que sigo siendo la diosa de Brankus —se escucha un gemido de dolor de parte de ella. —No serás la diosa de Brankus por mucho tiempo más y de hecho creo que nunca lo has sido realmente, una diosa jamás le haría daño a seres de su mundo, seres buenos e inocentes que fueron enredados por tus artimañas y mentiras, no te mereces nada, ni siquiera seguir viviendo, solo has tr
En un mundo muy parecido a la tierra pero con características de vida muy diferentes, se pueden encontrar cosas muy extrañas. Inimaginables cosas que a cualquier humano lo dejaría boquiabierto, tal vez estos seres desconocidos nunca lleguen a pisar nuestro planeta, pero ¿Qué sucedería si nosotros pusiéramos un pie en tierras Brankunianas? ¿Nos respetarían? ¿Nos esclavizarían? O... ¿Nos comerían? *** Hola, mi nombre es Alexander Gallardo, me puedes llamar Chander de aquí en adelante. Te estarás preguntando ¿Con quién está hablando este chico? Pues verás yo soy un personaje literario que vive en la imaginación de una niña llena de sueños muy alocados, en estos momentos me estoy riendo mucho porque ella crea personajes muy extraños a decir verdad, que yo sepa ella no tiene ningún trastorno mental pero aquí entre nos, es bastante rara...
Una luz naranja extremadamente fuerte iluminó todo el campo de entrenamiento, el chillido cada vez era más agudo, todos los que estábamos cerca nos pusimos en modo de defensa, cada uno convertido en un canino diez veces más grande que uno de tamaño promedio de la tierra. El campo de entrenamiento estaba aislado de la ciudad de Brankus, supuse que por eso no se habían acercado los otros de otro tipo, solamente estábamos la jauría. La luz se acercaba cada vez más rápido, pero no se notaba nada sólido por eso no sabíamos a quien o a que atacar, tanta fue nuestra confusión que aullamos en conjunto y corrimos hacia el interior de la luz, fuera lo que fuera estaba dentro de esa masa luminosa. Cuando yo estaba ya dentro, mi vista solo veía naranja y más naranja, no podía ver a ningún lobo
—¡Me duele mucho, Alexander! —gritó la chica tirada en el suelo mientras mientras su cuerpo emanaba una luz naranja muy brillante. —Eh... Jes... Jessie ¿Estás... ¿Te duele mucho? —tartamudee viéndola desde el umbral de la puerta. —¡No! ¡Me arde la piel! ¡Siento que me estoy quemando, ayudame! Tragué saliva y comencé a buscar algo que pudiera ayudarme pero no encontré nada útil. Me acerqué y la toqué con cuidado, ella sollozaba. —Ya sé, tranquila, vendré en seguida. Abrí un portal para ir a Brankus, directamente a la fuente Jadí, tomé un poco de agua en un jarra que había cerca. Abrí el portal nuevamente y en cuento llegué a la habitación, rocié a Jessie con el agua; en seguida e
Volteamos a ver hacia atrás confundidos. —¿Disculpa? —dije frunciendo el ceño. Era un hombre alto moreno y su condición física era envidiable, me sentí intimidado, yo parecía un tamal mal amarrado a la par de él. —Tranquilos, también soy Brankuniano, soy tipo zorro —dijo con un tono un poco egocéntrico. —¿Cómo sabe que somos Brankunianos también? —preguntó Jessie poniéndose de pie. —Será porque esa chica acaba de gritarlo a los cuatro vientos mientras todos los humanos se burlaban de ella —rió mientras negaba. Nos vimos los tres unos a otros por ser tan tontos, que pena dábamos.
Me puse ropa limpia después de darme una larga ducha. Era de madrugada pero el sol ya llegaba a la ventana de mi habitación eso quería decir que en Brankus tambien comenzaba a amanecer.Abrí un portal con una cuchilla y llegué a Brankus en seguida.—¡Buen día! —escuché gritar a mi amigo Frank desde una banca.—¡Buen día! ¿Qué haces aquí?—Estoy esperando a Sahori, dijo que vendrá como a las 6:00am.—¿Qué hora es?—5:30am—¡Gen
Corrí rápido hacia la primer habitación disponible e intenté cerrar la puerta sin éxito, esa mujer me da más miedo que cualquier brankuniano. —¡Yo sabía que usted no es de fiar! —grité cuando vi que se acercaba a mí peligrosamente. —¿Yo? —rió sarcástica —claro que soy de fiar, cariño, ven; hasta te daré un abrazo y un beso. —Usted está demente, ¿Por qué no se busca un brankuniano fuerte y poderoso?¿Qué tal Ned eh?¿Ya pensó en él? —No puedo pensar en otro que no seas tú. Caminó hacia mí y yo me coloqué del lado contrario de una mesa. —Pero míreme, soy muy débil y ni siquiera soy guapo —hablé con dificultad mientras comenzaba a
Ya era de noche, la luna y los pocos faroles alumbraban la calle poco transitada. Caminábamos Jessie y yo hacia el bar donde vinimos ayer y entramos en seguida.—Para mí solo una cerveza —pedí una vez llegué a barra.—Lo mismo —dijo la chica sentándose al lado mío.—Bien, ahora supongo que solo debemos esperar.Ella hizo una mueca y supuse que estaba pensando en algo.—¿Traes la tela?—Obviamente.—¿Para qué crees que la necesite?
Último capítulo