Me quedé helado, era ella, esa chica con dos girasoles en las manos era Jessie, no cabe duda de ello pero ¿Por qué no me reconoce?¿Por qué no sabe quién soy?
La veo de pies a cabeza una y otra vez, cada detalle es igual al de mi Jessie...
—Oye, te estoy hablando —dijo sacándome de mi trance.
Sacudí la cabeza y cerré los ojos para poner más atención a lo que decía.
—¿Qué?¿Qué dijiste?
—¿Qué cómo sabes mi nombre?
Así que sí se llama Jessie... La tomé de la mano de una manera suave pero firme y la halé hacia un lado de la florería.
—¡Oye, sueltame imbécil!
—Jessie, soy yo, soy Chander —le dije de manera desesperada casi suplicando que me recordara —el chico tipo lobo. Soy tu amigo recuérdame.
—¿Tipo lobo?
—Sí, tipo lobo; nos iremos a Brankus pronto.
—¿Brankus? Oye, no sé de qué diablos estás hablando, creo que estás confundiendome con otra persona o algo... —sonrió incómoda —no entiendo lo que dices, disculpa.
Vaya
Sentí que mi respiración se cortaba por la fuerza que alguien tras mío ponía sobre mi cuello.Lo golpeé fuertemente con mi codo, exactamente en el estómago lo cual hizo que se apartara. Esta ves lo tomé yo por el cuello a él e hice que se cayera al suelo, cuando yacía tirado le di unos cuantos golpes en la cara. Lo golpeé tanto que comenzó a pedir que lo dejara en paz. Me levanté con la adrenalina corriendo por mis venas mientras la molestia y enojo hacia que mi respiración se acelerara.—Ya basta, lo vas a matar.Volteé a Fredd que me miraba como si nada hubiera pasado con sus manos dentro del bolsillo de su abrigo.Mi mirada volvió al humano arremetido en el suelo y lo miré con todo el odio del mundo, él era un estúpido humano al igual que mi padre... Merecía morir.Lo tomé del suelo con más odio que la primera vez y lo golpeé nuevamente pero solo le di dos golpes cuando unos brazos fuertes me alejaron del tipo.
Corrí hacia mi casa después de dejar a Fredd sentado en la banqueta sin decir palabra, tenía algo que hacer y no podía esperar más.—¿Por qué corres?¿Huyes de la policía?Mi hermano preguntó cuando entré corriendo para ir a mí habitación.—No, Louis —. Dije para seguir mi camino pero di más de dos pasos porque él volvió a hablar.—¿Entonces por qué corres?—Necesito hacer algo —hablé serio y vi a la dirección de mi hermano mayor y atrás había de él estaba un espejo circular donde me reflejaba. Tragué saliva nervioso.—¿Qué te pasa? Parece que viste un fantasma.El chico volteó hacia atrás y yo aproveché para salir huyendo. Nadie se podía enterar de nada.—¿Chander?Genial ¿Ahora qué?—¿Qué pasa mamá? —pregunté soltando el pomo de la puerta de mi habitación a la cual estaba a punto de entrar.—Tu papá me contó que estabas golpeado.<
Mis mejillas también adquirieron un color carmesí, muy parecido al de la chica. Tragué saliva y mi cuerpo parecía no responder porque no me alejaba, sentía la necesidad de estar unido a ella. Un golpe en mi entrepierna hizo que me olvidará de todo y me alejé de inmediato por el dolor que la rodilla de Jessie al impactar con mi parte baja había provocado.Mis ojos comenzaron a picar mientras mis manos estaban sobre la parte afectada.—Golpeas fuerte —dije intentando parecer lo más sólido posible.No me había percatado que ella estaba sin poder decir palabra recostada sobre la pared y con ambas manos en su boca sorprendida.Una vez me repuse y tomé aire me puse firme y sonreí un poco.—Lo siento —dijo apenada viendo al suelo.Tengo que empezar a tratarla como lo que es ahora, una humana.—Tranquila, yo no debí haberme acercado tanto.Hubo un silencio incomodo durante unos cuantos se
—¡Corre Alexander! —No te voy a dejar ahí tirada, ¿Estás bien? Te escuchas adolorida —dije preocupado. —Estoy bien, solo fue el tobillo, intentaré levantarme y... —la chica se interrumpió a sí misma porque comenzó a quejarse de dolor. —¡Tranquila! Ya voy a buscarte. —Usted no va a ninguna parte, lo llevaré a la policía —dijo el guardia en tono molesto. —Solo quiero ver a mi amiga, ¿Acaso no ve que está mal, está golpeada y seguro no puede caminar? —¿Por qué intentaban entrar por aquí en vez de entrar por la puerta principal? —No teníamos dinero y... —No se necesita dinero para entrar. Solo necesitan un poco para subir a cada juego. La comida es gratis también —dijo casi riendo. —¡Somos unos idiotas! —gritó la rubia desde adentro —Alexander llévame de aquí, levántame. —¿Puedo ir a traer a mi amiga? —dije viendo al oficial con una mirada suplicante.
Respiro ondo y estiro mi cuerpo. —¿Qué te pasa? —Escucho a mi hermano mayor que esta en el humbral de la puerta. —Nada. Solo que no tengo ganas de hacer nada. Estoy acostado en mi cama, me siento cansado, traje a Jessie desde la feria hasta su casa cargada porque ella no podía caminar. Mi cuerpo como lobo es poderoso pero en mi forma humana es otra cosa muy distinta, me duele la columna, necesito descansar, aunque soy un brankuniano no se me olvida que soy hibrido tengo la habilidad de dormir a diferencia de los brankunianos de sangre pura pero no lo necesito generalmente. No me gusta dormir, no me gusta sentirme débil. —¿Seguro? Desde que llegaste de ver a Jessie estas así. —¿Tienes novia? —pregunto de golpe. —Sí. —¿Qué se siente? —¿Tener novia o estar enamorado? —preguntó el castaño acercandose a la cama para ponerse comodo en una esquina de la misma.
Estiro mi cuerpo y noto que me quedé dormido llorando anoche, mis mejillas se sienten con una costra semidura seguramente por mis saladas lágrimas secas. Me duele la espalda porque estaba en el suelo y porque ya desde ayer andaba con dolor por haber cargado a Jessie ¿Cómo estará ella? Me levanto del suelo y camino hacia mi pequeña mesa que está a la par de la cama perfectamente ordenada con sábanas azúles y blancas. Tomo mi celular y noto que está practicamente por descargarse por completo, solo le queda 4% de batería, pero creo que para una llamada es suficiente. Marco el número de Jessie y a los tres timbres contesta. —¿Hola? —Escucho al otro lado de la línea, su voz es tan bonita. —Jessie, hola ¿Te desperté? —pregunto, mi voz suena un poco aspera. —No, me desperte hace rato ¿Cómo conseguiste mi número? Recuerdo que ella olvidó todo y me doy un golpe mental, súspiro y ´me invento una mentira lo más rápido que pu
Busco café en polvo por toda la cocina de la casa de mi amiga, Jessie, ella está llorando desconsoladamente en su habitación por una tonta película. No se quien es esta chica, mi antigua Jessie solo se hubiera burlado del ciego amor de los protagonistas y se hubiera tomado unas cuantas cervezas pero esta niña lo que quiere es un café. —¿Dónde estás maldito café? —pregunto como si es polvo negro ese me fuera a decir ´´aquí estoy´´ Niego con la cabeza y rendido busco un vaso de vidrio para llenarlo con agua y tomarmela tal vez sirve para relajarme un poco, buscar algo y no encontrarlo es tan frustrante. Reviso la estantería donde estan los vasos y algunos platos azules y blancos. Me llama la atención una cajita de madera, parece ser fina y costosa. Abro la caja sin miedo y lo que encuentro es un polvo oscuro que instantaneamente su olor golpea mis fosas nasales, es el café que andaba buscando hace rato, me doy golpes mentales por no haber revisado e
Me quedo paralisado viendo a la chica frente a mí, mis vista cae sobre el piso de madera evitando verla directamente. —Cu... Cuanto lo siento. —Me excuso saliendo rapidamente de la habitación y cerrando la puerta atras mio. ¿Qué acabo de ver? Restriego mis ojos con mi mano derecha mientras que con mi mano izquierda sigo sosteniendo la taza de café con un pan dulce encima, no puedo creelo acabo de ver a Jessie sin su top, le vi los pechos desnudos y ni siquiera de porqué me puse tan nervioso soy brankuniano se supone que nosotros no sentimos ese tipo de atracciones pero tambien estoy consiente que mi padre es humano y que si pueden sentirlas. La chica sale de la habitación sonrojada. —Lo siento solo estaba acomodandome el top, no pense que regresarías tan rápido de la cocina, no me imagine que algo así pudiera pasar, cuanto lo siento en serio yo se que... Sus palabras salen con tanta rápidez de su boca que apenas l