Capítulo 76 —La Revelación y el QuiebreNarrador:Alexandra entró en el despacho con paso decidido. Damiano no estaba en casa, y ella buscaba unos documentos que Gio necesitaba para su próxima cita médica. Aunque la estancia estaba ordenada a simple vista, una sensación de incomodidad flotaba en el aire, como si los secretos se escondieran en cada rincón. Abrió uno de los cajones del escritorio y comenzó a buscar entre las carpetas, cuando algo llamó su atención. Un sobre grueso, mal escondido bajo una pila de papeles. Lo tomó, extrañada por el peso y la forma descuidada en la que había sido guardado. En la parte superior, reconoció el logo del hospital donde había nacido Chiara. Alexandra frunció el ceño, sintiendo un nudo en el estómago antes siquiera de abrirlo. Algo en ese sobre le decía que contenía respuestas que no estaba preparada para recibir. Pero el impulso fue más fuerte. Al deslizar los papeles hacia afuera, lo primero que vio fue el encabezado: "Resultados genéticos prel
Capítulo 77 —Decisiones y TensiónNarrador:El sol apenas comenzaba a filtrarse por las ventanas cuando Alexandra entró en la cocina. Había pasado la noche en vela, con las palabras de Damiano resonando en su mente. A pesar de su enojo, sabía que no podían quedarse paralizados por la incertidumbre. Había tomado una decisión, una que necesitaba compartir con él. Damiano estaba sentado en la mesa, con una taza de café entre las manos. Parecía cansado, con la mirada perdida en el líquido oscuro como si buscara respuestas en él. Cuando Alexandra entró, levantó la vista, y algo en su expresión se iluminó, pero el ambiente seguía cargado de tensión. Alexandra se acercó con paso firme, su rostro sereno pero serio. Sin preámbulos, le dijo—He concertado una cita con el médico —su tono era neutral pero cargado de determinación —Antes de someter a Gio y a Chiara a las pruebas, quiero hablar con él y entender exactamente a qué nos enfrentamos.Damiano la miró, sorprendido. Su primera reacción fu
Capítulo 78 —Un RespiroNarrador:El día de las pruebas llegó con un aire denso que parecía envolver a la familia Zorzi. Alexandra y Damiano llevaron a Gio al hospital temprano en la mañana, queriendo que el pequeño pasara por el proceso sin demasiadas preguntas ni preocupaciones. Sin embargo, sus propias tensiones eran imposibles de ocultar.Gio, ajeno a la gravedad de la situación, caminaba de la mano de su madre mientras sostenía su peluche favorito en la otra. Damiano iba junto a ellos, con una mano en el hombro de su hijo, intentando proyectar una seguridad que no sentía.—¿Por qué vamos al médico otra vez? —preguntó Gio con curiosidad infantil, girando la cabeza hacia su madre.Alexandra le ofreció una sonrisa cálida, aunque un poco forzada.—Solo queremos asegurarnos de que estás muy sano, cariño. Es como cuando llevamos a Chiara para que la revisen.Gio asintió, aceptando la explicación con la confianza de un niño que no conocía el peso que cargaban sus padres. En la sala de e
Epílogo: Un Nuevo ComienzoNarrador:El sol bañaba las colinas de la Toscana con su luz dorada, iluminando los viñedos que se extendían hasta donde alcanzaba la vista. La finca Zorzi, luego de 3 años, completamente remodelada, era un testimonio de amor, trabajo arduo y esperanza. Damiano y Alexandra habían convertido aquel sueño en una realidad, y la paz que buscaban para su familia finalmente los envolvía. Chiara corría por los jardines, su vestido blanco ondeando mientras Gio la perseguía con risas despreocupadas. La niña, con sus mejillas sonrosadas y una energía inagotable, era la viva imagen de una infancia feliz. El tratamiento d resultado efectivo, permitiéndole llevar una vida completamente normal, y sus padres no podían estar más agradecidos. Damiano observaba a sus hijos desde la terraza, su mano entrelazada con la de Alexandra. Ambos estaban vestidos elegantemente; él con un traje azul marino y camisa blanca, ella con un vestido largo de lino, sencillo pero impecable.—Es i
Capítulo 1—El inicio de todoAlexandra ValenteAbriendo mi boca en busca de aire, sentí mis ojos cristalizarse ante la escena frente a mí. Todo era cierto, Bruno me era infiel, y permaneciendo estática, no podía creer.—Bruno—Musité en un hilo de voz.Sintiendo mis lágrimas rodar por mis mejillas, y retrocediendo un par de pasos, mi prometido salió de la nube de excitación en la que se hallaba al escucharme.—Alex... No es lo que creesBufando ante su descaro, lo vi salir del interior de su amante, con quien sostenía una faena de se*xo bastante entretenida, y chocando contra la puerta a mis espaldas, intenté huir, pero él me detuvo de mi mano, mientras intentaba sostener sus pantalones a medio caer.—Déjame explicarte... Ella, no es nada, Alex...Su frase quedó inconclusa, cuando llena de coraje, elevando mi mano la impacté en su mejilla, y sintiendo el ardor extenderse en ella, salí de ese lugar lo más rápido que pude.—Alex, ¿A dónde vas? Espera.Santiago, el barman del lugar, inten
Capítulo 2 —El encargo.Narrador:Damiano estaba parado en su despacho, observando la ciudad desde su ventana. La tarde caía lentamente, tiñendo el cielo de un anaranjado cálido. La puerta se abrió y su fiel guardaespaldas, Antonio, entró en la habitación con la misma discreción de siempre.—Disculpe que lo interrumpa, pero me dijeron que me estaba buscando.—En efecto, Antonio, necesito hablar contigo sobre un asunto delicado —dijo Damiano sin voltear a verlo.—Claro, señor. Estoy aquí para servirle —respondió a su jefe haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.Damiano al fin volteó, respondió al gesto de su guardaespaldas y caminó hasta su escritorio, tomando asiento en la silla de cuero que había presidido tantas reuniones importantes. Miró a Antonio con una seriedad inusual, lo cual hizo que el guardaespaldas se pusiera en alerta.Él había sufrido un desengaño amoroso años atrás. Una mujer en la que había depositado toda su confianza y amor lo había traicionado de la peor man
Capítulo 3 —La concepción.Narrador:Pasaron dos meses desde que Damiano le hizo la petición a Antonio. Durante ese tiempo, Antonio exploró todas las opciones posibles, buscando una mujer que aceptara las condiciones que Damiano había establecido. Finalmente, una noche, se encontró en un antro en los bajos de la ciudad, siguiendo un rastro que lo llevó a Bruno. El antro estaba lleno de humo y luces tenues, con la música a un volumen ensordecedor. Antonio se abrió paso entre la multitud hasta encontrar a Bruno, un hombre con la reputación de conocer a personas que estaban dispuestas a hacer cualquier cosa por dinero.—¿Eres Bruno? — Preguntó acercándose al desconocido.—¿Quién lo pregunta? —Mirando a Antonio con desconfianza.—Me dijeron que podrías ayudarme con un asunto delicado. Estoy buscando a una mujer que acepte llevar a cabo una inseminación artificial, y que esté dispuesta a entregar al niño después del nacimiento.Bruno levantó una ceja, sorprendido por la propuesta, pero tam
Capítulo 4 —La culpaDamiano:Había evitado conocerla. No quería involucrarme emocionalmente, prefería mantener la distancia y centrarme en mi objetivo; tener un hijo sin complicaciones sentimentales. Pero esa noche, después de tomar unos cuantos tragos, la curiosidad me llevó a la habitación donde ella se encontraba. Tropecé ligeramente al empujar la puerta y, al entrar, un escalofrío recorrió mi espalda. La habitación estaba silenciosa, excepto por el constante pitido de los monitores. Alexandra yacía en la cama, rodeada de cables, intubada y conectada a diversos dispositivos médicos. La visión me impactó de una manera que no esperaba. En el sillón se encontraba la enfermera. Al entrar me miró sorprendida.—Señor Zorzi, buenas noches, qué sorpresa verlo por aquí —me saludó poniéndose inmediatamente de pie. Pero yo fui descortés y no respondí su saludo —¡Dios mío... es peor de lo que imaginaba! —exclamé de forma espontánea —Sí señor, la señora Zorzi, está muy delicada —respondió a