Ryan tenía delante de sí mismo uno de los mayores misterios que había presenciado nunca. La cueva que se habría delante de el exhalaba un extraño humo verde, pero no verdoso. Verde brillante, casi fosforescente. Esa era la cueva.
Temiendo que el humo pudiera envenenarle, cogió aire y se interno por el pasadizo. A los pocos segundos se dio cuenta de que tenía que respirar, el camino era más largo de lo que pensaba.
Con la primera bocanada esperaba sentir un olor fétido, pero resultó ser agradable y embriagador. Ryan no sabía exactamente a que olía, pero era como comida recién hecha, como flores de primavera y como el aroma que trae la brisa del mar.
Después de lo que a Ryan le parecieron doscientos metros, comenzó a vislumbrar una figura iluminada a lo lejos. Creyó que lo más educado era presentarse.
-Hola, soy el Alfa Ryan, hijo del Alfa
Antes de despertarse, Alfa Ryan sabía exactamente donde iba a estar. Afortunadamente, porque estaba encaramado en el alféizar de una ventana. No una ventana cualquiera, la ventana de la habitación de Cleo.El Alfa había aparecido ahí de repente tras desvanecerse en la cueva de Tiberius. Él sabía que había viajado al pasado, pero se veía real, se sentía real.Sabía dónde estaba, era la ventana de Cleo. La semana antes de la boda habían acordado no verse, como mandaba la tradición en su manada. Pero Ryan no había podido contenerse y a los cuatro días se había colado por la ventana de su cuarto. Ahora, estaba reviviendo esa noche.Tal y como ya había hecho tocó tres veces en el cristal y a la pobre Cleo casi le da un infarto. Pero se acercó a la ventana y lo dejó pasar divertida.-¿No se supone que un Alfa no debe ver a su Luna la semana antes de su rito de apareamiento?-Necesitaba verte.Alfa Ryan tomó un momento para mirar bien a Cleo, era ella, no había duda, el viejo chiflado lo hab
Una vez el Alfa volvió en sí, Tiberius comenzó a explicarle los riesgos de modificar el pasado. En su opinión, cambiar el pasado no resuelve nada y puede provocar más problemas que solucionar ninguno. El Alfa Ryan, por su parte, le replicó que es necesario volver atrás en las decisiones tomadas en el pasado para mejorar el futuro de su clan.-Mira chico, cambiar el pasado va contra toda regla ancestral, si sigues con ese camino, vamos a tener problemas.-No creí que tú precisamente fueras el mayor defensor de las reglas ancestrales.Tiberius titubeó un instante.-Yo soy un adalid del conocimiento, pero sé donde están los límites.-Entonces explícameloTIberius miró un instante al Alfa, valorando si merece la pena el esfuerzo, finalmente claudica.-Está bien, tú sabes tan bien como yo que lo que hago es peligroso. Mezclarte en el tejido del tiempo tiene consecuencias inesperadas, por eso los cabezas huecas de tu manada lo temen.-Entonces, ¿por qué lo haces?-Hay muchos motivos para vi
La vida de Ryan había cambiado mucho en los últimos meses. Nunca antes había hecho algo parecido, ni siquiera tenía en mente hacerlo. Pero la Luna se había ido, y ahora tenía que hacer algo. Instintivamente sabía que no podía confiar en nadie más, ni siquiera en un amigo.La visita a Tiberius le dejó marcado durante algunos días, sabía que el chamán chiflado estaba esperando a que volviera, pero en parte no se atrevía.Era como si el mundo se estuviera rompiendo en pedazos, y él solo fuese capaz de mirarse a sí mismo mientras eso pasaba. En muchas ocasiones se preguntaba si había sido lo correcto, si estaba haciendo lo correcto al intentar traer a Cleo de vuelta. Pero estaba seguro de que no podía volver atrás, y que el destino tenía que dejar que esto sucediera.Una mañana estaba en su despacho, admirando el viejo escritorio de su padre cuando su beta entró y lo arrancó de su ensimismamiento.-Señor, el chamán Tiberius está aquí. Se ha presentado hace un minuto. Le he dejado una nota
Cuando Alfa Ryan llegó a la guarida de Tiberius, este ya estaba preparando sus útiles con un ritmo frenético. Cargando cazuelas de un lado para otro.-Ya era hora, Alfa. Pasa y ponte cómodo.Ryan se fijó que en esta ocasión Tiberius había preparado dos futones junto a la hoguera. Tal vez pensara hacer una sesión más larga que la última y hubiera previsto un sitio para descansar, pensó Ryan. Sobre el fuego, había también dos brebajes crepitando, estos no se parecían en nada a la primera poción que había tomado Ryan en su primera visita, eran más refinados, más elaborados.El ambiente estaba cargado de un humo más denso de lo habitual, tanto era así que Ryan no se percató cuando Tiberius apareció a su lado.-Ya está.- Dijo Tiberius mientras Ryan daba un brinco. -Esta vez todo va a ser un poco diferente. Esta poción es un poco más potente, nos debería permitir mantenernos en el pasado aunque cambien algunas cosas.-¿Nos?¿A los dos?-Así es, esta vez iré contigo. Bueno no es exactamente,
Alfa Ryan despierta en su habitación de la casa de la manada, pero no es exactamente su habitación, tarda unos segundos en darse cuenta de que es su habitación de hace tres años. De pronto recordó que había viajado al pasado con Tiberius, pero no podía verle por ninguna parte. Ryan vislumbro por la ventana como el sol comenzaba a ponerse. Esa noche era la fiesta de la manada en la que había conocido a Cleo, a esa hora los invitados deberían estar llegando.-Alfa ¿dónde estás?- Resonó la voz de Tiberius en su cabeza.-Eh… estoy en mi habitación- Respondió mentalmente Ryan.-Baja, haz el favor, tus invitados ya están aquí. Te veo en el recibidor.Ryan se asomó al espejo de su cuarto para darse cuenta con asombro de que ya estaba vestido para la ocasión con unos pantalones chinos, una camisa y un blazer de sport. Sin más espera, salió corriendo de su habitación, lanzándose escalera abajo hasta el recibidor.Cuando llegó al recibidor, se quedó completamente anonadado. Sólo había una doce
Cleo le repitió a Ryan. -Bueno Ryan, no vas a mostrarme tus dominios.-Claro, pero son extensos, tendremos que transformarnos.Cleo se sorprendió inicialmente del atrevimiento de Ryan, pero su asombro pronto se transformó en una sonrisa pícara. -Por supuesto.Cleo se alejó un poco de donde estaba Ryan, ligeramente cubierta por los arbustos cercanos para que Ryan no la viera completamente desnuda, pero lo justo para que él pudiera apreciar que estaba desnuda. Ryan se dió cuenta de que estaba mirando más de lo que era educado, así que se apresuró en desnudarse él mismo y en completar la transformación. Le cuesta un poco más de lo que está acostumbrado, cuando era tan joven, no tenía tanto control sobre su lobo interior. Pero no le importa, sabe la fantástica noche que tiene por delante y está deseando saborear cada minuto.Poco después de completar la metamorfosis, aparece una delicada loba plateada, Cleo se había apresurado. Ryan le señala en una dirección y ambos comienzan a correr ad
Tras volverse del jardín, Tiberius guía a su nutrido grupo de compañeros dentro de la casa de la manada. Aunque, no le gustaba reconocerlo, no era la primera vez que se inmiscuye en el pasado y sabe que esa clase de situaciones son las más propicias para llevar a cabo su propósito. Reuniones con mucha gente, algo de alcohol… Probablemente ninguno de los asistentes le recuerde la semana siguiente. Eso le permite hacer preguntas sin alterar excesivamente los flujos del tiempo. Así que una vez llegan a la casa y todos han cogido una copa y algo para picar, se pone manos a la obra con su cometido.En primer lugar aborda a una de las chicas que iba con Cleo, su nombre es Isis y parece la más cercana a ella así que debería ser capaz de darle algo más de información, algo que se nos haya pasado. Para ser un huraño, a Tiberius se le da tremendamente bien socializar, tiene un encanto natural que le permite encandilar a cualquiera, así que simplemente se acerca a ella para charlar.-Hola guapís
El Alfa Ryan se encuentra en la casa de Tiberius, furioso por lo que acababa de presenciar en el pasado.-¿Cómo has podido hacerme esto, Tiberius? Me has dicho que no debía alterar el pasado, pero tú mismo lo has alterado al besarte con Titi en ese momento.Tiberius intenta explicarse, pero las palabras se le atraviesan en la garganta. Sabe que, pese a que no había actuado a propósito, había cometido un grave error, y que ahora tendría que enfrentarse a las consecuencias de su acción.-Lo siento, Ryan. No sé qué me pasó en ese momento, pero te juro que no volverá a suceder. Te prometo que haré lo que sea para reparar el daño que he causado, si lo hubiera.Pero Ryan no está dispuesto a calmarse tan fácilmente. Había confiado en Tiberius y en su sabiduría sobre el viaje temporal, pero ahora se siente traicionado.-No quiero saber nada más de tus promesas. Me has mentido y has traicionado mi confianza. Te daré una última oportunidad para reparar el daño que has causado, pero si no lo hac