La vida de Ryan había cambiado mucho en los últimos meses. Nunca antes había hecho algo parecido, ni siquiera tenía en mente hacerlo. Pero la Luna se había ido, y ahora tenía que hacer algo. Instintivamente sabía que no podía confiar en nadie más, ni siquiera en un amigo.La visita a Tiberius le dejó marcado durante algunos días, sabía que el chamán chiflado estaba esperando a que volviera, pero en parte no se atrevía.Era como si el mundo se estuviera rompiendo en pedazos, y él solo fuese capaz de mirarse a sí mismo mientras eso pasaba. En muchas ocasiones se preguntaba si había sido lo correcto, si estaba haciendo lo correcto al intentar traer a Cleo de vuelta. Pero estaba seguro de que no podía volver atrás, y que el destino tenía que dejar que esto sucediera.Una mañana estaba en su despacho, admirando el viejo escritorio de su padre cuando su beta entró y lo arrancó de su ensimismamiento.-Señor, el chamán Tiberius está aquí. Se ha presentado hace un minuto. Le he dejado una nota
Cuando Alfa Ryan llegó a la guarida de Tiberius, este ya estaba preparando sus útiles con un ritmo frenético. Cargando cazuelas de un lado para otro.-Ya era hora, Alfa. Pasa y ponte cómodo.Ryan se fijó que en esta ocasión Tiberius había preparado dos futones junto a la hoguera. Tal vez pensara hacer una sesión más larga que la última y hubiera previsto un sitio para descansar, pensó Ryan. Sobre el fuego, había también dos brebajes crepitando, estos no se parecían en nada a la primera poción que había tomado Ryan en su primera visita, eran más refinados, más elaborados.El ambiente estaba cargado de un humo más denso de lo habitual, tanto era así que Ryan no se percató cuando Tiberius apareció a su lado.-Ya está.- Dijo Tiberius mientras Ryan daba un brinco. -Esta vez todo va a ser un poco diferente. Esta poción es un poco más potente, nos debería permitir mantenernos en el pasado aunque cambien algunas cosas.-¿Nos?¿A los dos?-Así es, esta vez iré contigo. Bueno no es exactamente,
Alfa Ryan despierta en su habitación de la casa de la manada, pero no es exactamente su habitación, tarda unos segundos en darse cuenta de que es su habitación de hace tres años. De pronto recordó que había viajado al pasado con Tiberius, pero no podía verle por ninguna parte. Ryan vislumbro por la ventana como el sol comenzaba a ponerse. Esa noche era la fiesta de la manada en la que había conocido a Cleo, a esa hora los invitados deberían estar llegando.-Alfa ¿dónde estás?- Resonó la voz de Tiberius en su cabeza.-Eh… estoy en mi habitación- Respondió mentalmente Ryan.-Baja, haz el favor, tus invitados ya están aquí. Te veo en el recibidor.Ryan se asomó al espejo de su cuarto para darse cuenta con asombro de que ya estaba vestido para la ocasión con unos pantalones chinos, una camisa y un blazer de sport. Sin más espera, salió corriendo de su habitación, lanzándose escalera abajo hasta el recibidor.Cuando llegó al recibidor, se quedó completamente anonadado. Sólo había una doce
Cleo le repitió a Ryan. -Bueno Ryan, no vas a mostrarme tus dominios.-Claro, pero son extensos, tendremos que transformarnos.Cleo se sorprendió inicialmente del atrevimiento de Ryan, pero su asombro pronto se transformó en una sonrisa pícara. -Por supuesto.Cleo se alejó un poco de donde estaba Ryan, ligeramente cubierta por los arbustos cercanos para que Ryan no la viera completamente desnuda, pero lo justo para que él pudiera apreciar que estaba desnuda. Ryan se dió cuenta de que estaba mirando más de lo que era educado, así que se apresuró en desnudarse él mismo y en completar la transformación. Le cuesta un poco más de lo que está acostumbrado, cuando era tan joven, no tenía tanto control sobre su lobo interior. Pero no le importa, sabe la fantástica noche que tiene por delante y está deseando saborear cada minuto.Poco después de completar la metamorfosis, aparece una delicada loba plateada, Cleo se había apresurado. Ryan le señala en una dirección y ambos comienzan a correr ad
Tras volverse del jardín, Tiberius guía a su nutrido grupo de compañeros dentro de la casa de la manada. Aunque, no le gustaba reconocerlo, no era la primera vez que se inmiscuye en el pasado y sabe que esa clase de situaciones son las más propicias para llevar a cabo su propósito. Reuniones con mucha gente, algo de alcohol… Probablemente ninguno de los asistentes le recuerde la semana siguiente. Eso le permite hacer preguntas sin alterar excesivamente los flujos del tiempo. Así que una vez llegan a la casa y todos han cogido una copa y algo para picar, se pone manos a la obra con su cometido.En primer lugar aborda a una de las chicas que iba con Cleo, su nombre es Isis y parece la más cercana a ella así que debería ser capaz de darle algo más de información, algo que se nos haya pasado. Para ser un huraño, a Tiberius se le da tremendamente bien socializar, tiene un encanto natural que le permite encandilar a cualquiera, así que simplemente se acerca a ella para charlar.-Hola guapís
El Alfa Ryan se encuentra en la casa de Tiberius, furioso por lo que acababa de presenciar en el pasado.-¿Cómo has podido hacerme esto, Tiberius? Me has dicho que no debía alterar el pasado, pero tú mismo lo has alterado al besarte con Titi en ese momento.Tiberius intenta explicarse, pero las palabras se le atraviesan en la garganta. Sabe que, pese a que no había actuado a propósito, había cometido un grave error, y que ahora tendría que enfrentarse a las consecuencias de su acción.-Lo siento, Ryan. No sé qué me pasó en ese momento, pero te juro que no volverá a suceder. Te prometo que haré lo que sea para reparar el daño que he causado, si lo hubiera.Pero Ryan no está dispuesto a calmarse tan fácilmente. Había confiado en Tiberius y en su sabiduría sobre el viaje temporal, pero ahora se siente traicionado.-No quiero saber nada más de tus promesas. Me has mentido y has traicionado mi confianza. Te daré una última oportunidad para reparar el daño que has causado, pero si no lo hac
Ryan llega a su casa y se dirige directamente a su habitación. Sabe que necesita relajarse y prepararse para su próximo viaje al pasado. Cierra la puerta detrás de él y se sienta en su cama, intentando calmar sus pensamientos.Se acuesta y cierra los ojos, tratando de concentrarse en su respiración. Después de unos minutos, siente que su cuerpo comienza a relajarse y su mente se tranquiliza.De repente, escucha un sonido en su habitación. Abre los ojos y se sienta en su cama, mirando a su alrededor. No ve a nadie, pero el sonido sigue allí, como un susurro en su oído.Ryan se levanta de su cama y camina hacia la puerta, intentando encontrar la fuente del sonido. Cuando llega a la puerta, la abre y ve una nota que pone: “Se lo que estás haciendo”.Por suerte si la nota estaba en su habitación, nadie más en su manada sabía aún lo que estaba pasando, pero debía ser cuidadoso, especialmente con el Beta Richard, que ya había mostrado ciertas suspicacias.Ryan siente un escalofrío recorrer
Ryan se sentía abrumado. La idea de viajar en el tiempo para salvar a Cleo lo había estado persiguiendo durante días, y ahora, finalmente, tenía que tomar una decisión. Se sentó en la cima de una colina, con la vista del bosque extendiéndose a su alrededor. El sol brillaba en lo alto del cielo, pero la luz parecía no llegar a su alma.¿Qué implicaciones tendría su viaje en el tiempo para él y para los demás miembros de su manada? ¿Cómo podrían los cambios que hizo en el pasado afectar el futuro? Ryan se estremeció ante la idea de alterar el curso de la historia, de cambiar el destino de aquellos que habían sido parte de su vida.Pero entonces, pensó en Cleo. Recordó su risa, su sonrisa, su cálido abrazo. Recordó lo mucho que la amaba, y cómo se había sentido cuando la había perdido. Se preguntó si podía vivir con la idea de no intentar salvarla.Sabía que viajar en el tiempo era algo peligroso, que podía cambiar el curso de la historia y tener consecuencias impredecibles. Pero también