Capítulo 3

Cuando Selene pudo liberarse del anciano , lo primero que hizo fue ir asta donde estaba el hombre tirado, trato de levantarlo y echárselo al hombro para que este se apoyara de ella, su auto parqueado solo a unos metros fue la primera opción que tuvo para huir.

— ¡ acaso eres tonto!,¿porque me ayudaste?, sabes lo que te sucederá si esos hombres te encuentran— lo regaño Selene, pero por otro lado estaba totalmente agradecida.

—Quieres decir que entonces debería haberte dejado que esos hombres te llevaran, ¿sabes que hubieran echo contigo?— bufo Emmett con las pocas fuerzas que tenía.

—¿Y que se supone que haga contigo?— la desesperación de Selene solo hacía que su cabeza doliera de tanto pensar, seguramente a estas horas, Jason debería estar buscándola como loco, y por si fuera poco como si atrajera al diablo, pudo notar por el retrovisor como su auto se acercaba, instintivamente tiro de la cabeza del hombre hacia abajo, al instante que está también se ocultaba.

—Selene Callen,¿Que carajo haces en un club a estas horas?— grito Jason apenas y reconoció el auto y la mujer dentro de este, pero la única respuesta que obtuvo fue el acelerador del motor del automóvil y este desapareciéndose entre la carretera.

—¡La señora Lewis sabe manejar muy bien!— murmuro Emmett , en sus planes no tenía contemplado salvarla, solo quería observarla y conocer un poco más de sus gustos, pero por lo que veía, ella había escapado de su casa para venir a un club de noche y por si fuera poco con muchos hombres, eso realmente lo decepcionaba un poco, ¿pero porque lo decepcionaría?, se preguntaba a sí mismo.

—¿Dime a donde debería llevarte?— pregunto ansiosa, pero lo siguiente que miró fue el hombre completamente desmayado en el asiento del copiloto,—¡Que se supone que haga ahora?, debería botarlo fuera del auto— pero solo a unos metros el automóvil de su marido se acercaba a toda velocidad.

Selene piso el acelerador asta el fondo, y en menos de cinco minutos el auto entró por la villa de los Lewis, dos bofetadas aterrizaron en el rostro de Emmett haciéndolo despertar.

—Anda, ponte de pie ahora— grito con desesperación Selene, las luces de la villa permanecían apagadas y ella tampoco se atrevía a encenderlas, arrastró el cuerpo del hombre escalones arriba, pero sus ojos se posaron rápidamente sobre las gotas de sangre que caían desde la cabeza del hombre, una vez dentro de su habitación, Selene llevó a Emmett directo al baño, tomó uno de sus perfumes y lo arrojó al suelo haciendo esparcir los cristales rotos, en un momento de desesperación tomó uno y se lo pasó directo por la palma de su mano.

Aún con la puerta cerrada y el seguro puesto, los gritos desde el piso de abajo no tardaron en llegar a los oídos de Selene.

—Selene abre la m*****a puerta, carajo— gritó Jason.

Selene corrió asta el baño para cerrar la puerta, antes de que la otra puerta fuera abierta abruptamente.

Jason había perdido la cabeza y se veía como un completo loco,—¿Con quien estuviste?—se escuchó su grito esparciéndose por cada rincón de la habitación.

—No te interesa, solo limítate a firmar el divorcio cuanto antes—replicó ella.

Era cierto que no le interesaba, pero había estado persiguiéndola toda la noche, retrocedió un poco solo cuando sintió el celular vibrar en su mano, el nombre de Camila relampagueaba en la pantalla.

—Solo firma el divorcio, me marcharé mañana a primera hora— dijo Selene al darle una liguera mirada a la pantalla.

—¿Acaso quieres armar un escándalo?, crees que la prensa no publicará artículos mañana, y si tú no me dices ahora con quien estuviste, solo será cuestión de tiempo para que me entere.

—El escándalo lo haz echo tú desde que te vas a revolcar con esa zorra, o es que te gusta que la sigan llamando, amante, si tanto amor sientes por ella, entonces quítale ese título y dale la dicha de ser tú esposa— cada palabra que salía de su boca estaba llena de frialdad, incluso sus ojos estaban cristalizados, pero las venas rojas eran más visibles que las lágrimas.

Una ligera mirada recorrió el cuerpo de Selene y solo entonces pudo notar las gotas de sangre que escurrían por sus manos.

—¿Te haz estado viendo con alguien a escondidas?, es por eso que te urge divorciarte.

Una mueca se dibujó en el rostro de Selene,—Es eso lo único que te interesa,¿cierto?, tu reputación, que traicionen al inalcanzable Jason Lewis,—bufo ella, y solo entonces fue capaz de darse cuenta que era un total idiota, que en realidad su amor por él se había agotado, que aunque dolía ahora ya no sentía nada por el.

—Olvidó algo— Dijo Jason antes de cruzar la puerta,—¿Crees que puedes verme la cara de idiota?, si lo que quieres es jugar ambos jugaremos, tuviste oportunidades y las desaprovechaste todas,¡responsabilízate por tus actos!—.

Selene había quedado muda,¿A que se refería?, todo podía solucionarse tan simple, pero ahora él quería complicar las cosas.

Cuando Jason cruzó la puerta, Selene no tardo en correr a ella y ponerle seguro, abrió la puerta del baño y miró como el hombre ya se había limpiado la sangre.

—¿Sabes en qué problema me he metido ahora?— dijo Selene, —¿Como te sacaré de este lugar?—.

—¿El siempre te trata así?, tú sabías que él pasa cada noche con una mujer,¡ es por eso que fuiste a ese club!— interrogo Emmett ansioso por saber cada respuesta.

La mujer se sentó frente a él, traía una maletita de primeros auxilios, sacó algunos algodones para desinfectar las heridas en el rostro del hombre.

—Haces muchas preguntas, ni siquiera te conozco, no tengo porque decirte nada acerca de mi vida— dijo Selene aturdida por tanta pregunta,— Ahora que lo pienso podemos hacer un trato, me dices tu nombre y yo te digo el mío, un intercambio justo—.

Por primera vez en su vida Emmett se sentía como en una película romántica de esas donde los amantes se ven a escondidas, se sonrió a sí mismo, pero imposible verse desde el punto de Selene,— Solo soy un sirviente, trabajo para la familia Thompson, soy Emmett por cierto— extendió su mano para estrecharla con la de Selene.

—Selene Callen, ese es mi nombre, pago el precio por no quererme divorciar de un matrimonio arreglado por mi padre— dijo ella con una sonrisa pura en el rostro.

Emmett Kattán la observó con atención, prefirió guardar silencio al no obtener una respuesta para lo que ella le había dicho, estaba aceptando sus errores con sinceridad, nunca había visto a una mujer aceptar sus equivocaciones.

No supo cuánto tiempo se quedó absorto, si no hasta que Selene puso una camisa y un chándal en sus manos, y escuchó el sonido de la puerta cerrándose.

Cuando Emmett se miró al espejo quería darse unos golpes por estúpido, era su culpa que ahora llevara un chándal de mujer y una camiseta en la cual ni siquiera entraba su brazo, esto ya era una broma,—¡Aaaaa!, tan fácil que era golpear a esos hombres, pero ahora parezco un travestí—se reprendía así mismo, revolvió un poco su cabello antes de salir.

Selene solo se había cambiado, la pijama que llevaba era muy conservadora, miró como el hombre salía con gotas de agua escurriendo por su perfecto abdomen, su cabello quebrado le daba masculinidad, había quedado anonada y sus labios se habían separado un poco solo para tomar aire, sintió las mejillas calientes y se sonrojó,— Solo te dejare mi cama por agradecimiento de salvarme de esos hombre—.

—Está bien— dijo Emmett y sin tener la mínima consideración por la mujer que permanecía acostada en el suelo, él se tumbó en la cama y en menos de un minuto estaba completamente dormido.

Selene lo miró y frunció sus labios, por unos instantes había imaginado que él se negaría a dormí en la cama y le cedería el lugar, pero por lo que veía le importo poco.

Solo cuando ella apenas había pegado el ojo para dormir, los fuertes gemidos de una mujer provenientes de la habitación de alado llegaron a sus oídos como música para despertar, rápidamente se incorporó y camino a paso lento asta la puerta, la palma de su mano le dolía de tanto pellizcarse por unos momentos pensó que solo era una pesadilla, pero el dolor le decía que era realidad.

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