Capítulo 2

—No me interesan las mujeres alcohólicas, ¡además como podría ponerse celoso, si ni siquiera la quiere!, no te has dado cuenta que pasa de club en club con la joven Hill—dijo con desinterés Emmett.

—Bueno querido amigo, entonces seré yo quien vea que tan buena es en la cama— respondió Jayden, la joven era atractiva a simple vista, y su cuerpo lo era mucho más.

—No te atrevas a tocarla—grito furioso Emmett y su mira se tornó oscura.

Los pasos de Jayden se detuvieron en seco, pero al mirar el cuerpo de Emmett sentado sin prestarle la mínima atención a él, se dio cuenta que algo ocurría, desde cuando su amigo se enojaba por tonterías,¡no,no eran tonterías, era por mujeres!.

—¿Te gusto?— pregunto Jayden, pero no obtuvo una respuesta y se limitó a volver a su lugar.

—Solo me da curiosidad,¿porque una mujer casada vendría a este tipo de lugares?—respondió con calma, Emmett.

—Puedes ir y preguntarle tú mismo, sería imposible que una mujer te reconociera, nadie conoce el dueño detrás del Grupo Kattán , solo mancharon tu nombre y esos es todo— Jayden era su fiel amigo, tanto que si a él le llegase a gustar una mujer, el estaría dispuesto a olvidarla solo para que Emmett fuera feliz, o pudiera ser que sentía que le debía algo.

***

Selene no había bebido mucho, sin embargo sentía como su cabeza daba vueltas, la figura borrosa de una mujer acercándose en su dirección fue la que captó su atención.

—¡No deberías estar en casa, esperando a Jason regresar ebrio, gritando mi nombre!, mientras te besa, me gusta que siempre piense en mi —dijo en tono burlesco Camila, pero aún ver de cerca a Selene le hacía sentir celos.

—Querida porque no corres a casarte con él, al fin después de tanto tiempo es tan libre como tú— enfatizó Selene, su aura era firme y distante, pronunció cada palabra como si no doliera, pero aún así su corazón ardía por dentro.

—¿Le firmarás el divorcio?—le grito Camila a la espalda de Selene que se alejaba entre la multitud, pero no obtuvo respuesta, aún se sentía aturdida por la noticia, tampoco quería despertar a Jason y mandarle mensajes, así que lo único que hizo fue sentarse para tratar de digerir la noticia.

La visión de Selene cada vez se tornaba más borrosa, trataba de apartar a la multitud a su paso, pero solo cuando chocó con un hombre gordo quedó parada, antes de que ella pudiera levantar la mirada, el hombre la sujeto por la muñeca.

—¡Lo siento!— se disculpó Selene, pero el agarre que estaba ejerciendo el hombre sobre su mano, hizo que esta se hormigueara.

—¡Crees que con un lo siento puedes secar mi traje!,¡si quiera sabes cual es su valor!— grito furioso el hombre de mediana edad, el vino tinto había empapado su camisa blanca, las gotas escurrieron asta llegar a sus zapatos perfectamente boleados.

Selene levantó su cabeza, pero su respiración se agitó, cuando todo frente a ella era totalmente blanco,—Señor, yo…yo…puedo pagar…—.

—¡Puedes pagar 200 mil dólares!—gruño el hombre gordo, pero al instante una idea pervertida cruzó por su mente,—No…no quiero que lo pagues, quiero que lo laves, tú y yo iremos a una habitación, lavarás mi traje— escupió el hombre, pero lo único que tenía en mente era aprovecharse de esa joven hermosa de ojos azules.

—No…no suélteme— grito Selene intentando apartar al hombre.

Emmett había estado atento a cada movimiento que hacía Selene, bajo las escaleras para dirigirse asta donde estaban los hombres,pero antes de que él pudiera acercarse más a ella, uno de los secuaces del Señor Campbell le soltó un puñetazo,—Manténgase alejado— grito uno de ellos.

Emmett que nunca en su vida había sido golpeado, sonrió con locura, sentir el sabor metálico de la sangre emanado por su labio, solo hizo que este se enfureciera,—¿Y que harás si no lo hago!,— pronunciando cada palabra con ironía.

Lo que más odiaban los secuaces del Señor Campbell eran ser retados, soltaron a la mujer dejándola a la merced de su amo, y no tardo en que un escándalo se armara en el club, más de cinco hombres golpeaban brutalmente a Emmett, y aunque este también les daba pelea, sus energías se agotaban, su mirada viajaba de vez en cuando al segundo piso buscando a Jayden, pero era como si este se lo hubiera tragado la tierra, sin decir que los guardias de seguridad se negaban a entrometerse.

—Deberías irte mejor,¡no querrás ser arrojado a un río!— dijo el hombre al mirar el estado lamentable de Emmett.

—¡Quiero que sueltes a esa mujer!— grito furioso Emmett, aún intentando ponerse de pie, y lo único que lo reconfortaba era saber que no era el único que estaba en ese mísero estado lamentable.

Solo cuando Selene escuchó la voz de un extraño hombre, hizo que se girara instintivamente asta el lugar de donde provenía la voz , aunque seguía siendo sujetada por una mano, la otra aún podía utilizarla, se talló los ojos con desespero, y trato de relajarse, solo así pudo hacer que su vista regresara lentamente, pero en ese instante ya estaba siendo arrastrada afuera del club.

Aún podía notar la figura alta de un hombre que luchaba con desespero con esa bola de matones, y también tan visible para ver cómo lo sujetaban arrastrándolo fuera del club, siendo arrojado al lado de unos contenedores que solo estaban a unos metros cruzando la calle.

***

Momentos antes cuando Jayden salió del baño y escuchó el bullicio de las personas rápidamente se acercó para ver que sucedía,—¡A que tonto se le ocurre pelear con el señor Campbell !, ese viejo es terco— se burló el, como estaba un poco retirado le fue imposible alcanzar a ver algo, solo cuando subió a la mitad de las escaleras, la sonrisa que tenía se congeló, —¡ Emmett !— grito Jayden, apartó a las personas pero fue muy tarde, sus hombres le seguían detrás.

—¿Porque carajo no cuidaron del Señor Kattán?, son unos inútiles, sabían cual era su trabajo—grito desesperado Jayden.

Sus secuaces solo se limitaron a bajar la cabeza, pero los pasos de Jayden no se detuvieron asta llegar a donde estaba el señor Campbell.

—¿Donde está?— grito Jayden.

—Señor Thompson,¿de que habla?— tartamudeo Samuel y soltó el agarre que tenía sobre la mujer, que está sin dudarlo salió huyendo.

—Sabes de quien hablo,¿donde está el hombre que golpearon tus perros?— la paciencia de Jayden estaba llegando tope, su amigo podría ser un buen luchador, sin embargo enfrentarse a una multitud asta el mas increíble pierde.

Lo único que paso por la mente de Simón, fue una multitud de preguntas,¿había ofendido a un familiar de los Thompson?, pero el fue más astuto,—¿Donde está el hombre?—gritó el, haciendo recaer toda culpa sobre sus secuaces.

—E…en los contenedores— tartamudearon todos al unísono.

Jayden solo los miró con desprecio antes de dirigirse a toda prisa a los contenedores, juraba que si lo encontraba irreconocible, haría pagar al Grupo CB, pero al llegar al lugar lo único que encontraron fueron pequeños charcos de sangre.

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