Capítulo 4

Su mano temblaba incontroladamente en la perilla de la puerta, con los ojos cristalizados ella dio la vuelta para encontrarse con el hombre sentado al borde de la cama, no tardo mucho en que las lágrimas escurrieran por sus mejillas.

—Si no escuchas no duele, y si no duele no lloras— dijo Emmett antes de poner sus manos en sus oído y evitar que el sonido entrara, ese no era un hombre, era solo un niño inmaduro jugando a ser hombre, ahora lo comprobaba, pensó el, pero aún así también sintió un nudo en la garganta al ver como las lágrimas no paraban de caer del rostro de la mujer.

Solo cuando los gemidos cesaron Emmett retiró sus manos,—¿Te sientes mejor?— pregunto preocupado, pero los pasos acercándose no lo dejaron escuchar la respuesta de la mujer, en unos instantes estaba escondido en el vestidor como un ratón huyendo del gato.

Selene miró como la puerta se abrió y entró Jason solo en boxer, traía el cabello húmedo por el sudor, ella rápidamente pasó su mano por su cara y disimuló sus lágrimas,—¿Que necesitas?— pregunto como si no hubiera escuchado nada.

—Camila y yo estamos agotados, ve a preparar el desayuno y asegúrate de subirlo a nuestra habitación— ordenó Jason.

Selene sintió como la rabia subía desde sus pies asta su cabeza,¿Esto debe ser una broma?, la respiración se le escaseaba y trato de controlarse un par de veces antes de salir con su mejor cara y preparar el desayuno para la amante de su marido.

Habían pasado dos horas desde que ella había terminado de limpiar, solo entonces aprovechó su soledad para llevar comida y agua a su propia habitación, pero está no tardo en ser abierta.

— Selene Callen,¿por que carajos piensas divorciarte?— se escuchó el grito furioso de su padre resonando por cada rincón de la habitación.

—No era solo un contrato, ambas partes estamos de acuerdo, es justo que ya sea libre y deje de vivir en un maldito infierno — grito Selene sin el mínimo respeto por el hombre parado frente a ella, se suponía que un padre cuidaba a una hija, pero que había del que la vendió no solo una si no dos veces con hombres extraños, tenía suerte de ser muy buena escabulléndose.

—No me importa si tu vida es un infierno, tuviste la oportunidad de divorciarte y te aferraste a este hombre, ¡ crees que ahora puedes hacer lo que se te de la gana !, solo te advierto una cosa, si tú firmas el divorcio, estarás firmando él desterró de tu familia, olvídate de nosotros—.

— ¡No te das cuenta, trajo a su amante a vivir a esta casa!, ¿ si quiera tú sientes un poco de compasión por tu hija?, me aferre a este hombre porque pensé que podía llegar a amarme, pero solo soy una sirvienta más en su casa— gritó Selene con la voz entre cortada por el nudo en la garganta.

—¿ Crees que me interesa si tiene una amante?, te has puesto a pensar que dirían los noticieros de nosotros, que mi hija es una mujer divorciada, olvídate de ese maldito divorcio— fue el ultimo grito que dio Alejandro Callen, antes de salir de la habitación.

Selene cerró la puerta con seguro, no sabía si era resentimiento o tristeza lo que sentía, incluso su propio padre estaba en contra de ella,—Puedes salir — dijo con desgano.

—Deberías irte esta noche, el señor Thompson puede que esté buscándote— dijo Selene, al mismo tiempo que ponía un plato de carne y verduras frente a él.

—¿Quieres divorciarte?— pregunto Emmett, la vida de la chica era difícil y aunque una persona cometa muchos errores no merece esto.

Por la noche fingió dormir despreocupado, pero la verdad era que no pudo pegar los párpados, escuchó la voz de la mujer que llegó por la madrugada, también escuchó los fuertes gemidos, después de todo, lo que siempre dolerá más es la traición.

Selene desvió su mirada a la ventana, tan pronto había amanecido, el cielo se tiñó de nubes, las gotas no tardaron en descender, el clima estaba sombrío,—¡Crees que dejará que me divorcie de él!, supongo que le agrada verme sufrir y mendigar miserias de su atención, me aferre tanto a un hombre que no era para mi, y ahora no puedo alejarme tan fácil, de que sirve escapar de esta casa, ni siquiera tengo un solo dólar para pagar un abogado,¿O es que no escuchaste lo que advirtió el señor que se hace llamar mi padre?— sonrió irónica, había pasado de ser una heredera rica, a ser solo una simple mujer que ahora toda su fortuna le pertenecía a un cretino.

—Escapemos juntos — sugirió Emmett al sentir compasión por la mujer.

—¿Que dices?.

—Puedo ayudarte a divorciarte, me gradúe como abogado en la universidad de Oxford, no es por alargarme pero soy muy bueno en mi trabajo— sonrió Emmett, sabía perfectamente que solo bastaría una palabra suya para que él juez aprobara el divorcio de ella.

—Podría meterte en problemas— aún recordaba la última vez que escapó y un hombre anciano la ayudó a escabullirse, fue la última vez que pudo verlo con vida, su padre se negaba cuando ella le preguntaba de ese hombre, pero sabía que estaba muerto.

— Se como escapar de cada problema, escapemos juntos esta noche, puedo pedirle ayuda a mi jefe— sugirió Emmett, aún guardaba el celular en su pantalón.

Selene le sonrió con ternura,—¿Puedes ayudarme a escapar del país?,—.

—¿Tienes algún lugar en mente?, no es necesario que escapes, puedo ayudarte Selene—.

—Claro, puedo pedirle a Camila que me ayude a conseguir la hoja del divorcio, creo está en los cajones que hay en su habitación, el acuerdo ya está firmado por el juez, solo es cuestión de que firme yo — sonrió con astucia Selene, plantándose una nueva idea.

—Asegúrate de firmarlo antes de que anochezca, buscaré la manera de que salgamos de aquí—.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo