El sonido de la notificación iluminó la pantalla del celular de Selene Callen, dejo la franela aún lado y tomó su celular entre sus manos,(THE SEATTLE TIMES), había publicado un nuevo artículo, la portada y el encabezado no era nada más y nada menos que su marido, Jason Lewis, fotografiado en otro club, y por si fuera poco era la misma mujer de siempre.

Selene dejó caer el celular, y unas lágrimas rodaron por sus mejillas, sus ojos azules eran como unas nubes llenas de agua, llevaba al menos dos años mirando como su supuesto marido se iba de fiesta en fiesta con esa mujer, Camila Hill.

Sus labios se elevaron en una sonrisa amarga, aún podía recordar lo que había sucedido hace dos años.

Lewis Group, una de las empresas más grande había caído considerablemente a manos del Grupo Kattán , este no tardo en posicionarse entre las diez empresas más ricas del mundo y la número uno de Seattle.

El grupo Callen aún seguía siendo considerable a comparación de los Lewis, como primera señorita y heredera de la fortuna de su difunta madre, Selene Callen fue obligada a casarse con él heredero de los Lewis, su ahora esposo.

Selene no negaba que estaba enamorada secretamente de él, sin embargo el corazón de Jason seguía perteneciendo a Camila.

Y aunque Jason había regresado todo el dinero a los Callen, Selene seguía negándose a divorciarse de él, aún tenía la esperanza de que Jason lograra enamorarse de ella.

La puerta de la habitación había sido abierta bruscamente, y Jason entró tambaleándose asta donde estaba ella,—¡Bebiste mucho!— dijo Selene cautelosamente, pero antes de que pudiese sujetar a Jason, todo a su alrededor comenzó a dar vueltas, otra vez estaba sintiendo los mismos mareos que tenía desde hace casi un mes.

Jason la sujeto de su cintura y la arrojó contra la cama, para luego tirarse sobre ella y arrancar la blusa que cubría sus pechos, la respiración de Selene era opresiva, y aunque por instinto trato de besar los labios de él, esté instintivamente giro su cabeza,—No intentes besarme—gruño de forma hostil.

Selene mordió sus labios para contener las lágrimas que amenazaban por salir, pero sus ojos se posaron en la camisa blanca con manchas de labial en el cuello, y podía apostar que esas marcas las había dejado Camila, para que ella pudiese verlas.

Jason acerco su rostro asta el oído de Selene,—Tienes tantas ganas de que te arranque las bragas y te coj*, pero puedes seguir soñando con eso,¡ incluso si fueras la última mujer en el mundo jamás tocaría tu sucio cuerpo! —.

Cada palabras que salió de sus labios era como una bomba que explotaba directamente al corazón de Selene, había escuchado esa misma frase los últimos años, durante todas las noches.

Era cierto que Selene tenía tantas ganas de al menos ser acariciada por ese miserable y jodidamente perfecto hombre antes sus ojos, pero seguía siendo tan pura como el día en que nació.

—Es cierto que quisiera que tú me amaras, o que tus ojos al menos una vez se posaran en mi, ya han pasado dos años….—hablo Selene con un nudo en la garganta que le impedía decir las palabras con claridad.

—Han pasado dos años desde que hiciste miserable mi vida—interrumpió Jason,—Jamás podrás ocupar el lugar de Camila—dijo para luego separarse de ella, y sentarse al bordo de la cama.

—A partir de hoy mi amor por ti termina—susurro cabizbaja, pero las palabras fueron dichas de manera tan clara que por un momento hicieron que Jason la mirada con atención.

—¿Te divorciarás de mi ?— preguntó incrédulo, y solo observó como Selene asentía con la cabeza, había esperado esto por mucho tiempo, había pensado que cuando se divorciara festejaría, sin embargo no sentía emoción en su corazón, incluso las palabras que ella había dicho aún seguían resonando en su mente.

Quedó tan absorto que ni siquiera noto cuando Selene se había marchado de la habitación y solo el silencio atormentaba las paredes.

Selene se había dado un baño y se había puesto un vestido negro que llegaba asta sus muslos, eran justo las doce de la noche cuando ella salió de la villa de los Lewis, tomó uno de los tantos autos que permanecían parqueados ahí, y la única idea que tenía en mente ahora era irse a beber a un club.

Jason se paró en el balcón y solo miró como la mujer se alejaba a toda velocidad en el auto, durante estos años Selene jamás había salido de la villa, sin embargo esta noche por primera vez la mujer decidió salir, no se dio cuenta ni como paso, pero ya estaba siguiendo a la mujer, tenía curiosidad por saber a donde se dirigía tan aprisa, en una esquina un auto se atravesó adelante de él y perdió de vista el auto de Selene.

En el Club River, una mujer alta con cabello castaño ondulado, y unos hermosos ojos azules , se sentó en una de las mesas más alejadas de la multitud.

Dos copas de vino fueron puestas delante de ella, Selene no dudo ni un momento en beberse el líquido de ambas de un solo trago,—¿La traición le dolerá?— se preguntaba así misma, había sentido miles de agujas clavarse en su corazón a lo largo de los años, pero la pregunta que se hacía una y otra vez era,—¿Que sentirá el, si yo me envuelvo en una aventura?—.

Tenia tantas ganas de deshonrarse así misma, de olvidarse de Jason al menos por una noche, de demostrarle que ella era una mujer hermosa y deseable, pero cada que su mirada se posaba en un chico, simplemente su conciencia la obligaba a borrar todo acto indebido, y se reía así misma, ¡seguía siendo tan débil aún, tan devota, tan fiel!, y el miserable no lo merecía.

En el segundo piso del club, Jayden Thompson no despegaba la mirada de la joven que bebía copa tras copa, y solo se reía así mismo, uno de sus delgados dedos señaló a la mujer,—Emmet,¡ te apuesto que esa mujer de allá, solo beberá un par de copas antes de caer inconsciente ! —.

La mirada de Emmet se posó en la joven, pero solo la miró con desinterés y frialdad,— Estas tan interesado en jóvenes alcohólicas, deberías buscar una mujer decente— pero después de mirar con más claridad, sus labios se separaron y sonrió con ironía,—¿No es ella la esposa de Jason?—.

Jayden entre cerró los ojos y la observó un poco más,—Emmett, aún recuerdas como divulgó por los medios que tú eras gay, solo porque su empresa se fue a la ruina, ¡ deberías demostrarle con su esposa que tan hombre eres!,¿se pondrá furioso si se entera que pasaste la noche con su mujer?—sonrió malicioso Jayden, y estaba atento a la respuesta que diera su amigo.