Para el momento que Lían y el resto de los centinelas dieron muerte a los últimos lobos malditos, el sol ya comenzaba a despuntar en el cielo. Volviendo a su piel humana, los lobos se mostraron jadeantes y los más heridos solo en ese momento se dejaron ver vulnerables. — ¿Cómo es posible que los malditos llegaron tan lejos? — Allan se acerca a su hermano con paso lento, su pecho dejando ver las marcadas heridas producidas por las garras de sus atacantes. — No lo sé. — Si bien su lobo se estaba encargando de regenerar las heridas de su cuerpo, Lían no puede negar que se encuentra agotado, por lo que dando unos pasos más se acerca a Zven, su mejor amigo es de lo que se ve más compuesto a pesar de sus heridas. — Revisa los flancos, quiero saber cuál rompieron. Sin necesitar escuchar nada más, Zven da un leve asentimiento con su cabeza para volver a su piel de lobo y encaminarse a los puestos de control. Al ver partir a Zven, Lían da la orden al resto de volver con la manada, debían re
Aquellas palabras hacen que el aire se torne pesado y casi difícil de respirar, aun así, Lían mantiene su mirada fija en los ambarinos ojos de su compañera. Para su lado humano, las palabras de Anne parecían no tener sentido alguno ¿cómo podía ella ayudar a aquel lobo?, pero su lobo le decía que guardara silencio y permita que sea ella quien se haga cargo de la situación. — Anne. Pero antes de que Lían pudiese decir alguna otra palabra, el ámbar de los ojos de Anne se intensificó. Adelantándose aún más al alfa, Annette se acercó al lobo rabioso y para sorpresa de todos este no se mostró agresivo hacia ella, por el contrario, comenzó a retroceder, como si la sola presencia de la chica le causara vergüenza. — Vamos mi pequeño, — Anne extendiendo su mano hacia el lobo, mismo que deja salir un lastimero chillido. — déjame curarte. Por un momento, el solo retrocede un poco más hasta dar con el topo de la pared externa de la cabaña por lo que todos esperaban que al verse acorralado se ab
Anne se abrazó a sí misma en busca de un poco de calor, en el cielo comenzaban a despuntar los colores del alba y ella no había logrado dormir ni un poco, por eso tomó la decisión de salir y sentarse junto a los centinelas que se encuentran en el pórtico. Lían dijo que la aparición de esos lobos a los que llamó malditos son un mal presagio, que lo mejor para ella era que se quedara en la cabaña bajo la protección de Zven y Scott. También dijo que esperaba que, aunque fuese por esa única vez, no pasara sus palabras por alto, pero es que estar en ese estado de reclusión la hace sentir más ansiosa e impotente de lo que ya se siente. — Si Lían regresa y te encuentra fuera de la cabaña, se volverá un dolor de cabeza. — Supongo que tendré que arriesgarme — responde con tranquilidad a las palabras de Scott. Ya habían pasado cuatro días desde que la manada sufrió el ataque de los lobos, y Lían no había pasado mucho tiempo en la casa después de eso. Durante el día, estaba ayudando a reconstr
El sol casi alcanzaba su punto más alto cuando Anne salió de la casa, Zven y Aidan la observaron detenidamente, la chica tenía un semblante totalmente tranquilo mientras se acercaba a ellos, pero ambos centinelas sintieron que aquella tranquilidad con la cual la chica se acerca a ellos, solo les traería un inmenso dolor de cabeza. — Iré con la manada. — afirma — Aquí no hago nada, y por lo menos allá soy de ayuda. Y efectivamente, aquellas palabras confirmaron las sospechas de los dos centinelas. La razón por la cual Lían no quería que Anne se acercara a la manada ese día a menos de que él estuviera presente, es debido a Alice le avisó que el día anterior había sido abordada por Helen. Al parecer el rumor de que Zacar había sido mordido por un maldito llegó hasta la centinela, por lo cual, después de interrogar a Brendan y que este le dijera que no puede asegurar algo así ya que el joven lo había dejado inconsciente, esta terminó hablando con Zacar. El joven se encontraba compartien
— Está más que claro que no conoces lo que es el respeto, humana. — Helen ignoró la advertencia dada por Dimitri y reniega su recomendación de guardar silencio, no pensaba quedarse en silencio después de que esa asquerosa mujer se atrevió a dejar salir aquella amenaza. Clavando el cuchillo con fuerza sobre la mesa, Anne se giró para encarar a la loba. En cada día de su vida, ha estado totalmente en contra de la violencia o de resolver las cosas de esa manera, pero que la palabra “humana” se usara hacia ella de forma tan despectiva, le despierta la misma ira que el ser llamada “débil” o “enferma” por las personas de su aldea. — ¿Quieres ver que tanto puede hacer esta “humana”? Durante mucho tiempo, y gracias a la relación secreta de Aisling con Wen, tanto su hermana como ella aprendió un par de cosas del cazador, entre ella, el uso de cuchillos y el combate cuerpo a cuerpo, y si bien, por su propia postura en contra de la violencia nunca ha sido buena en el último, algo que si aprend
Cuando la casa se mostró ante ella, Anne se apresuró en adelantar el lobo. Tomando algunas prendas de las que se encuentran en la estancia, sale al porche y las deja sobre la escalinata mientras ella regresa al interior del lugar. No pasa mucho antes de que Anne escuche los pasos de Lían ingresando en el lugar, pero, apenas si tuvo tiempo de hacer el amago de girarse cuando sintió unas fuertes manos tomar su cintura para abrazarla desde atrás. — Estoy bien. — son las palabras del contrario. Su aliento chocando contra la piel de su cuello la hace estremecer. — La sangre… — intenta decir, pero la lamida a su cuello corta sus palabras y da paso a un involuntario jadeo bajo. Desde la primera vez que la fragancia de su Luna llegó a él, Lían se volvió adicto a esta. En los días que llevan juntos, su casa rápidamente fue impregnada por esa misma fragancia, cada vez más fuerte, más presente, más territorial, pero es la primera vez que puede disfrutarla de una forma tan cercana y personal.
Las lágrimas no dejan de brotar de los ojos de Anne, después de días por fin había expresado sus sentimientos más profundos, mismos que dejaron al descubierto la lucha interna que estaba experimentando. Y es que a pesar de haber sido alejada de su familia y de todo lo que conocía, la extraña y naciente conexión que estaba mostrando con Lían y con aquel que varios insistirán era su nuevo hogar, la mantenían atrapada en un dilema emocional. El suave y efímero contacto que comparten, aunque breve, fue cargado de significado. Casi como si fuese un punto de inflexión en sus vidas, un momento en el que ambos se dieron cuenta de que habían encontrado lo que habían estado buscando durante tanto tiempo: el amor y la completitud ofrecido por aquello que otros llaman el verdadero amor. Las manos de Anne se cerraron con fuerza sobre los antebrazos de Lían, buscando una mayor seguridad, por su parte Lían toma igual la toma con una mezcla de delicadeza y fuerza. Su lobo negado a separarse de aquel
El crepitar de las llamas era totalmente hipnotizaste, pero ni siquiera eso es suficiente para quitar las preocupaciones de su cabeza y el miedo de su interior. No había logrado llegar muy lejos en su búsqueda de Anne y Aisling, en realidad apenas si logró llegar a tres días de viaje, y eso no es nada si tiene en cuenta que a cada paso dado prestó atención de revisar cada pequeño lugar posible donde pudiesen estar sus hijas. Las huellas de lobo que se mostraron a su paso y que estuvo siguiendo parecían llevarlo a un lugar que nunca antes había explorado, pero al final de estas dio con lo que parecía ser un campamento. La cabaña frente a él era pequeña, apenas lo necesaria para ofrecer resguardo a unas tres personas, pero al revisar los alrededores no se encontró con nadie. Su mirada se paseó por el interior de la estancia, o por lo menos lo poco que las empolvadas ventanas le permitieron, la comida servida en la mesa y lo cuidado del interior le indicó que el lugar estaba habitado.