Para el momento que Lían llegó a la plaza principal esperaba encontrar cualquier cosa, menos a sus centinelas gruñendo al Anciano Hansen y rodeando a su Luna. Su instinto le ordenó detener aquello, su lobo rasgando en su interior pidiendo salir y poder arrancar la cabeza de aquel que se atreve a amenazar y menospreciar a su compañera y manada. Grande fue su sorpresa al ver la serenidad con la cual Anne ordenó a los lobos junto a ella, seguido del placer ante la forma en la cual respondió a las groseras palabras del anciano. — Hermano… — comienza a decir Allan, pero guarda silencio ante un gesto del mayor. Cuando Helen alzó la voz hacia Anne, adelantó unos pasos al resto de sus hombres, pero toda intención de hacer algo murió en el momento que escucho a su pequeña compañera, proclamarse orgullosa como la Luna de la manada y reclamar su derecho de autoridad sobre esta y su territorio. Pero lo que hizo sentir a su lobo como un pequeño cachorro y aceleró el latido de su corazón, fue el m
La frontera norte del territorio había estado en tensión la última semana. Mark estaba siguiendo el rastro de presas muertas que comenzaron a aparecer a lo largo de la ribera del río perteneciente a la manada. Una gran parte de las presas se encontraba despedazadas de una forma tal, que dejaba en claro que había sido un lobo quien las había atacado. Pero aquello no fue una cacería de alguien que buscara abastecerse, por el contrario, al ser dejadas para que los cuervos las devorasen y el resto se pudrieran, indica que quien fuese el cazador, solo desea mermar las piezas de caza, y eso no es bueno, menos ahora que el invierno está tan cerca. — ¿Pudiste encontrar algo? — pregunta una suave voz a sus espaldas. — Creí haberte dicho que te quedaras en el puesto de control. — responde mientras intenta olfatear el rastro del lobo causante de aquella carnicería. — No cambias, siempre queriendo resolver todo tú solo. — Ignorando el tono osco en que le llegó la respuesta de su hermano, Melish
Todo el circulo principal se encuentra realizando el plan de recolección y control de las cosechas para el invierno, los centinelas aprovechan en ese momento para bromear un poco con su líder y su comportamiento tierno cuando tiene a su compañera cerca. Lían les resta importancia y solo se defiende diciendo que ellos son iguales. — Te conozco de toda la vida y nunca pensé que supieras sonreír. — son las palabras de Zven. — Creo que si lleva su sonrisa a todas partes causará más terror que si solo mantiene su expresión seria. — se une su hermano. Ante las burlas de su mejor amigo y hermano, Lían solo se recuesta en la silla y los mira fijamente. — ¿Celoso hermanito? — pregunta con tono mordaz. — No gracias, prefiero pelear y desgarrar, tener una compañera no es para mí. Lían estaba por replicar aquellas palabras, pero cuando una corriente eléctrica recorre su cuerpo se pone en alerta, no tarda mucho en entender que aquella sensación tiene que ver con su compañera. Levantándose con
— Entonces, ¿la humana simplemente grito de la nada el nombre del Alfa y luego se desmayó? Brendan guarda silencio mientras observa con recelo al Anciano, él no va a negar que odia fuertemente a su líder, pero puedes asegurar que odia aún más a aquel hijo de perra de Hansen. — ¿Y bien? — insiste una vez más el inquisidor. — No es como si pudiera decir mucho sobre lo ocurrido. — Es la simple respuesta de Brendan después de pensarlo un poco, al final, no es como si él realmente pudiese decir algo más. Hansen sabe que no es mucho lo que podrá sacar de información por parte del doctor, es claro que, aunque el hombre ha dejado ver en más de una oportunidad su disconformidad con Lían, al parecer, al igual que cada miembro de aquella asquerosa manada, él tampoco siente agrado por el consejo y mucho menos por su presencie en el lugar. Sin decir nada más, el anciano simplemente se retira de la cabaña del médico. Una vez que se queda en soledad, Brendan reflexiona sobre lo ocurrido. Origina
Para el momento que Lían y el resto de los centinelas dieron muerte a los últimos lobos malditos, el sol ya comenzaba a despuntar en el cielo. Volviendo a su piel humana, los lobos se mostraron jadeantes y los más heridos solo en ese momento se dejaron ver vulnerables. — ¿Cómo es posible que los malditos llegaron tan lejos? — Allan se acerca a su hermano con paso lento, su pecho dejando ver las marcadas heridas producidas por las garras de sus atacantes. — No lo sé. — Si bien su lobo se estaba encargando de regenerar las heridas de su cuerpo, Lían no puede negar que se encuentra agotado, por lo que dando unos pasos más se acerca a Zven, su mejor amigo es de lo que se ve más compuesto a pesar de sus heridas. — Revisa los flancos, quiero saber cuál rompieron. Sin necesitar escuchar nada más, Zven da un leve asentimiento con su cabeza para volver a su piel de lobo y encaminarse a los puestos de control. Al ver partir a Zven, Lían da la orden al resto de volver con la manada, debían re
Aquellas palabras hacen que el aire se torne pesado y casi difícil de respirar, aun así, Lían mantiene su mirada fija en los ambarinos ojos de su compañera. Para su lado humano, las palabras de Anne parecían no tener sentido alguno ¿cómo podía ella ayudar a aquel lobo?, pero su lobo le decía que guardara silencio y permita que sea ella quien se haga cargo de la situación. — Anne. Pero antes de que Lían pudiese decir alguna otra palabra, el ámbar de los ojos de Anne se intensificó. Adelantándose aún más al alfa, Annette se acercó al lobo rabioso y para sorpresa de todos este no se mostró agresivo hacia ella, por el contrario, comenzó a retroceder, como si la sola presencia de la chica le causara vergüenza. — Vamos mi pequeño, — Anne extendiendo su mano hacia el lobo, mismo que deja salir un lastimero chillido. — déjame curarte. Por un momento, el solo retrocede un poco más hasta dar con el topo de la pared externa de la cabaña por lo que todos esperaban que al verse acorralado se ab
Anne se abrazó a sí misma en busca de un poco de calor, en el cielo comenzaban a despuntar los colores del alba y ella no había logrado dormir ni un poco, por eso tomó la decisión de salir y sentarse junto a los centinelas que se encuentran en el pórtico. Lían dijo que la aparición de esos lobos a los que llamó malditos son un mal presagio, que lo mejor para ella era que se quedara en la cabaña bajo la protección de Zven y Scott. También dijo que esperaba que, aunque fuese por esa única vez, no pasara sus palabras por alto, pero es que estar en ese estado de reclusión la hace sentir más ansiosa e impotente de lo que ya se siente. — Si Lían regresa y te encuentra fuera de la cabaña, se volverá un dolor de cabeza. — Supongo que tendré que arriesgarme — responde con tranquilidad a las palabras de Scott. Ya habían pasado cuatro días desde que la manada sufrió el ataque de los lobos, y Lían no había pasado mucho tiempo en la casa después de eso. Durante el día, estaba ayudando a reconstr
El sol casi alcanzaba su punto más alto cuando Anne salió de la casa, Zven y Aidan la observaron detenidamente, la chica tenía un semblante totalmente tranquilo mientras se acercaba a ellos, pero ambos centinelas sintieron que aquella tranquilidad con la cual la chica se acerca a ellos, solo les traería un inmenso dolor de cabeza. — Iré con la manada. — afirma — Aquí no hago nada, y por lo menos allá soy de ayuda. Y efectivamente, aquellas palabras confirmaron las sospechas de los dos centinelas. La razón por la cual Lían no quería que Anne se acercara a la manada ese día a menos de que él estuviera presente, es debido a Alice le avisó que el día anterior había sido abordada por Helen. Al parecer el rumor de que Zacar había sido mordido por un maldito llegó hasta la centinela, por lo cual, después de interrogar a Brendan y que este le dijera que no puede asegurar algo así ya que el joven lo había dejado inconsciente, esta terminó hablando con Zacar. El joven se encontraba compartien