FINAL
MESES DESPUES
—Señorita, dos cafés y unos cachitos de mantequilla.
—Listo ya tomé su orden en unos minutos más está su pedido. —Anoto lo que me pidieron y me doy la vuelta, porque oigo que alguien me llama.
—DIANA la mesa cuatro, quiere más café y unas empanadas de carne.
—Claro Allison no hay problema, ya voy
Esto de ser mesera es mil veces mejor que cajera de un antro de mala muerte, no he tenido problemas con nadie y nadie se mete conmigo, estoy trabajando en un restaurante familiar, a veces los niños suelen ser algo especiales, pero algo que aprendí de mi niñez y gracias a mis padres es que si lo escuchas atentamente, los miras a los ojos y le das una sonrisa para calmarlos mayormente funciona no importa que tengas que buscarlos debaj
CINCO AÑOS DESPÚES—Papá ¿La extrañas mucho verdad?—Como notienes idea princesa, aun no logro acostumbrarme a la idea y nunca lo lograré, por más que el mundo opine lo contrario al respecto, sabes que tienes un viejo muy sentimental y a la vez un cascarrabias no me hagas caso princesa— Mientras meabraza y la nostalgia nos invade.****Solo somos almas pasajeras en este mundo donde el puerto no siempre es el lugar más seguro, solo hay que dejar buenos recuerdos para que nuestra imagen traspase el tiempo y no se borre con el mismo.ALAN—No corras Makensi — Esta niña vuela, pero tengo que practicar la verdad<
DIANACuando le anuncie a Alan de mi embarazo, se puso como loco y más cuando meses después le dije que sería bonito sirio para nuestro hijo ahora que después de todo sé que lo significa (Sirio: se trata de un cuerpo celeste que forma parte de la constelación Mayor. Es la estrella más brillante de la noche y una de las más próximas a la Tierra.)—Esto es perfecto para sirio, tiene muchos cohetes y estrellas con sonrisas mira y esto también— Está tan emocionado dice que en nuestra familia hay muchas niñas si a eso le sumo las hijas de gemelas de Adriana y la niña de un año de Catalina y mis revoltosas hermanitas menores porque la mayor es tan especial, aún recuerdo la conversación que tuve con papá hace unos días.—Pap&aa
—Ella es mi esposa y la voy a recuperar, voy a hacer que entienda que nos amamos, que tenemos una familia y eso es lo que debe ser primordial, yo sé que ella me ama lo sé. — El amor suele ser ciego, sordo y mudo decían, pero eso era algo que William no se daba cuenta.Aquel día decidió que cambiaría para demostrar a su esposa que valía la pena luchar por su matrimonio, empezó a llegar temprano a casa, traerle flores, cenar fuera como lo hacían antes del nacimiento de su princesa, por un momento pensó que había logrado recuperar su matrimonio hasta habían vuelto a hacer el amor como en los viejos tiempos o eso creía él, pero un día al llegar a casa con rosas en las manos, sintió que su mundo se caía a pedazos no valió de nada humillarse y aceptar que lo hayan engañado, simplemente a ella nada le importaba n
DÍAS DESPUÉS EN OLIVIER COMPANY—Señor Olivier una señorita de nombre Mariam Beltrán está esperando por la entrevista que puso en el diario — Sin dejar de observarla de manera despectiva de arriba abajo, mientras le entregaba el currículo de Mariam que contenía una fotografía muy formal que distaba mucho del desfile de supermodelos que se paseaba por el lugar hasta hace poco por otro aviso que habían puesto en el diario.—Dígale que pase — Rogando que fuera una mujer decente y no otra de las tantas mujeres vestidas como si de un casting para revista pornográfica se tratase y no para acompañar a una niña de ocho años.Cuando ella ingresó, quedo algo sorprendida por la hermosa vista hacia la ciudad, por la cantidad de premios que adornaba esas lizas y blancas
—¿Quieres ser mi esposa Carolina? — Estoy ante la mujer perfecta, hermosa, cariñosa y más paciente del mundo.—Claro que si William, acepto ser tu esposa.Luego de celebrar esa cena íntima donde le pedí ser mi esposa y ella aceptó, nos dirigimos al hotel más lujoso de la ciudad en la habitación presidencial queremos celebrar como se debe nuestro compromiso.—Eres perfecta Carolina— Mientras besos sus hombros y voy bajando su vestido negro de seda, su piel clara es realmente hermosa, cada uno de sus lunares que la adornan la hacen ver como una musa, tan hermosa y perfecta para mí.—Te deseo William, quiero que esta noche me lo hagas duro e intenso como a mí me gusta, como nos gusta— Ella se gira y puedo ver que esta sin sujetador en la parte de arriba, cuando todo el vestido ha caído
Mariam es una dulce chica de solo veinte un años, de estatura mediana, cabello Castaño oscuro, ojos grandes color caramelo, su cuerpo no es voluptuoso o demasiado delgado, ella era una chica común se decía muchas veces cuando se veía al espejo, pero con un increíble ángel para los niños pequeños, cuando estaba con ellos era como si todo a su alrededor desapareciera, gracias a ellos descubrió su talento y amor por el arte, con ellos se sentía como pisando nubes en el cielo, pero cuando esa parte de su mundo no estaba vivía su propio infierno a manos de quien hace unos años le prometió el cielo y las estrellas, de quien con el tiempo se vio imposibilitada de escapar el miedo era tal que ese valor que se necesita para escapar de tu verdugo no existía. Solo sabía obedecer, porque si no lo hacía sabia hasta qu&eacut
—Porque ella es muy bonita —Él tosió, aunque no era intención de Diana que Marian escuchara fue inevitable.—No princesa, ella trabajar para mí, ¿Recuerdas que te comenté de qué alguien te acompañara durante el día cuando yo no este contigo?Diana sonrió, algo en Mariam hacía que pequeñas mariposas pasearan en ella, no sabía exactamente que era, pero sentía que iba a ser muy importante para ella.—Hola, mi nombre es Diana Olivier Smith, mucho gusto, tengo casi así de años — Estirando su mano hasta el número nueve a lo que Marian se inclinó ligeramente hasta llegar a su nivel.—Mucho gusto, preciosa, mi nombre es Mariam, si gustas puedes decirme no sé, nana, Mariam y hasta amiga si gustas, tienes una sonrisa muy bonita ca
A la mañana siguiente, Mariam se despertó muy temprano, quería darle una sorpresa a la niña como lo era con un desayuno que la ayudara a estar muy activa, sin saber que Diana lo hacía normalmente en la escuela, cuando subió a la habitación de la pequeña con la bandeja llena de jugo, fruta picada, queso y un poco de leche, la pequeña princesa no podía creerlo, su papá a veces le subía el desayuno a la cama, pero nunca uno como este que hasta una carita feliz tenia dibujada sobre los hotcakes.—No puedo creerlo, amiga ¿Todo esto es para mí? — Acomodándose sobre la cama para que no se caiga ni una migaja.—Claro, o acaso yo veo otra princesa por aquí, no la verdad — Tratando de hacer como si buscara a alguien, haciendo que la pequeña empezara a reírse y aplaudir de la emoción.