Espero respuesta, el me observa mientras siento que la piel se me eriza y no por el frio. Que calor siento de un momento a otro. alguien encendio la hoguera a mi alrededor. Me confunde las sensaciones que se vuelven contradicctorias.—No te preocupes Rachel—aclara su voz—que no pienso tocarte.Se sintió feo que lo dijera de esa manera. No es que quisiera tener sexo con él, pero lo dijo como si yo no fuera una mujer atractiva. —Entiendo —estoy decepcionada y no sé por qué. Creo que la última vez que me sentí así, fue cuando el padre de mi hijo me dejo al enterarse que estaba esperándolo. Creo que me enamore de el, era mi profesor, un hombre con un conocimiento y experiencia que me llevo a la locura en ese tiempo que no medí las consecuencias, sin embargo, era una inexperta que se dejó envolver de sus palabras bonitas, hasta enterarme que no solo a mí, me hablaba así.Que traicioneros y malos son algunos hombres.Yo solo quiero un amor bien bonito y me encienda nuevamente la piel.—Y
—Cuando puedo hacer uso del dinero, me urge pagar la operación de corazón abierto a mi abuela. Soy intensa con el tema, pero es muy importante para mí.—No te preocupes por eso por ahora, ya sé después de casarnos es que puedes hacer uso del dinero—eso me decepciona—así que eso tomara un poco de tiempo, pero mañana hablaremos sobre el dinero y haz los trámites que por el momento yo me haré cargo—No yo... Me niego a deberle algo además, es demasiado. —Tranquila eso será como un préstamo si no quieres que yo pagué la operación, aunque me harias feliz ya que quiero ayudarte, Pero si es urgente no puedes esperar hasta recibir la herencia como te dije tomara tiempo. No veo otra opción. —Está bien, espero tu llamada. Me sonríe antes de subirme al auto que avanza de nuevo a mi casa. Llevo los documentos conmigo y creo que la noche no estuvo de un todo mal.Me siento feliz porque por ahora tengo el dinero para la operación de mi abuela qué es lo más existente en este momento. —No te
—Me puedes decir que hacemos en este restaurante, me intriga demasiado.Pregunta mi amigo Benjamín a quien le pedí que me acompañara. Tengo algo importante que resolver con el dueño y por ello nada más fue decir mi apellido, para que fueran por el sujeto. Tengo que controlarme, soy un hombre pacifico, odio la violencia, pero detesto a hombres como él.—Ya lo veras. El hombre sonriente se acerca organizando su traje el cual no sabe combinar. Cree que por tener un saco ya se cree elegante y en la cara se le nota lo malditamente cochino. Me controlo para no reventarle la cara como se lo merece.—Señor —me ofrece la mano que no tomo e incómodo mira a mi amigo que no entiende nada. No suelo ser así, pero no soporto el abuso hacia una mujer. Se sienta frente a mí y ya quiero reventarle la boca, pero prefiero ser más sutil. —¿Cuénteme en que lo puedo ayudar? —dice el maldito abusador, ella debió demandarlo— jamás me imagine que un hombre como usted, pidiera hablar conmigo y más aquí en
Ya no trabajo en el restaurante, lo que me da tiempo para visitar a mi abuela, estar con mi pequeño y procesar el hecho de ser millonaria como dice mi amiga. He leído tantas veces ese papel y aun me cuesta creer que ese señor me dejó toda esa herencia. Lo normal sería alegrarme, asustarme y preguntar ¿porque? ¿Porque yo? No tengo explicación o respuesta para eso, no tengo idea del porqué alguien le dejaría tanto dinero a una persona que no conoce. Cuál es ese motivo, no logro aun descifrarlo, es como si estuviera pagando una penitencia, una pena o condena. Cuando mis padres murieron mi vida cambió drásticamente, lo recuero bien, ya que ambos trabajaban, eres buenos conmigo y mi abuela que cuidaba de mí. Juego con mi bebe, en la sala, estos momentos lo disfruto y nunca los había tenido excepto los domingos que se los dedico ya que era mi día libre en el trabajo. Pienso mientras acarició su cabello, él me tiene solo a mi, mi abuela esta ya entrada en edad y si yo llego a faltar n
Los golpes de Maximiliano son fuertes, contundentes y no sé qué me da, que es lo que me hace sentir cuando lo veo como un animal incontrolable moliendo a Iván que no le da tiempo a reaccionar. Su fuerza, Dios, esta incontrolable desatando una serie de pálpitos descontrolados que me erizan la piel. Me da miedo que se pase de la raya, que esto se salga de manos y dejó a mi bebé en el sillón acercándome a Maximiliano. No quiero que reciba un golpe es peligroso lo que pienso hacer, pero no puedo quedarme de brazos cruzados porque puede cometer una locura, cometer un error que le cueste la vida. Matar a esta porquería no vale la pena y menos que un hombre como Maxi se vea perjudicado. —Máx por favor —le grito—Max vas a matarlo, ya, detente. No lo hace y el desespero, sumado al llanto de mi hijo me lleva contra su cuerpo abrazándola por la cintura. Nunca mi hijo había presenciado tal acto de violencia. Lo protegí siempre de estas cosas y ahora que las vive se asusta sobremanera. —Tra
Siento los latidos de mi corazón en la sien, esperando respuesta. —No, llegue hace cinco minutos, y no lo vi cerca, pero me encontré con la sala hecha un desastre, no te encuentro y me preocupe. Menos mal ese desgraciado está bien. —Mel, no te preocupes, estoy bien, lamento lo de la sala, pero no puedo explicarte ahora mismo nada. Cuelgo la llamada, le marco a mi Samantha para que no se preocupe y le digo que no podré ir a trabajar hoy, no quiero, no después de lo sucedido. —¿Me ocultas algo amiga? ¿dime que es? Ella es muy intuitiva y supongo que después de tanto tiempo, me conoce realmente muy bien. —No es nada —no quiero hablar de eso—mañana hablamos. —¿Dónde estas Rachel? No sé cómo engañarla, ya que nunca le he dicho mentiras. —Voy a decirte dónde estoy. Pero no quiero que me pidas explicaciones en este momento no estoy para dártela. —Que agresividad, pero está bien. Sigo acostada en la cama. —Estoy en la mansión de Maximiliano —¿Que? ¿porque? —empieza —¿qué h
Reparo el movimiento de su boca cuando come los espaguetis. Rachel es una mujer muy hermosa y no comprendo cómo alguien puede hacerle daño a una criatura tan tierna. Sus ojos por unos momentos se unen a los míos y comemos en silencio, no sé qué decirle a una mujer como ella. Es bella, y muy sensible, fuerte, además su cabello me fascina. —Maxi—es ella quien rompe silencio entre los dos—muchas gracias, por lo que hiciste esta tarde, yo... —No te preocupes Rachel, hubiera lamentado llegar tarde y de hecho lamento el no llegar antes. Asiente terminando de darme de comer a su hijo, la nana se lo lleva dejándome a solas con la madre con la cual comparto una copa de vino. Se nota nerviosa y supongo que es por estar a solas conmigo, apenas me conoce un par de días y ya está en mi casa. —Mañana iremos a casa de mi abuela, ella quiere conocerte, así que no podemos postergar más esto. Insiste en verla y conociéndola, es capaz de buscarla por sus propios medios, —El golpe de mi rost
No puedo olvidar las nalgas de Rachel. No es la. Primera vez que veo el cuerpo de una mujer. Conozco el cuerpo de muchas, pero ella, no sé, me genera demasiado curiosidad, su cuerpo es perfecto y soy hombre. Me gusta si trasero, me gusta lo poco que me dejó ver ayer. Mando la mano a mi hombría, la tengo dura y por ello, decido meterme a la ducha para bajar mis pulsaciones, y la dureza qué me está matando. Hacia tiempos no me sentía así por una mujer, ponerme duro con solo verle las nalgas. Sacudo mi cabeza saliendo de mi habitación ya organizado. Duerme frente a mí y me encuentro con ella, saliendo con el Matías qué apenas me ve, me abraza. Cargo al. Niño, no soy de niños, pero Matías me genera la sensación extraña y cedo ante él. —Hola campeón, como amaneciste. —Bien y tú. Es un niño muy educado y se nota que su madre lo ha educado muy bien. —Muy bien—miro a Rachel—como amaneciste. —Casi no pude dormir, pero todo está muy bien, gracias por preguntar. Caminamos directo