Quiero que me escupan en marte. No tengo cara para ver a este hombre y siento que tengo piedras en mi garganta.—Lamento mucho el mal entendido—dice mi amiga—no quería tratarlo así, pero me asusté mucho cuando Sali del baño y no vi al niño y cuando lo vi en sus manos, pensé que deseaba llevarse al niño.—De acuerdo ya dejemos este incomodo momento a un lado—dice Max—lamento hablarle de la manera que lo hice.—Yo entrare con el niño—se lo entrego a mi amiga—discúlpeme nuevamente.Me deja en el pasillo con el millonario. Me siento un poco nerviosa cada que estoy a su lado. Nos quedamos mirando sin decir nada, siento que tengo las mejillas incendiadas y el no deja de repararme el rostro.Debo elevar mi cabeza, el millonario es demasiado alto, tiene hombros anchos y su aspecto deja claro que debajo de la ropa, aguarda un cuerpo tonificado.—¿Qué haces aquí? —rompo el silencio.—Vine hablar con un amigo—responde—por temas de mi fundación.Es buena persona, además Maximiliano no se ve como
Estoy enfadado, preocupado y e irritado. La situación me tiene estresado lo que me provoca estar cada día más insoportable con los empleados. Me desquito con los que no debo, pero estoy últimamente más exigente con los empleados ya que estoy detrás de un negocio grande.—Gabriel se supone que debías de tener ya los permisos para presentarlos, no entiendo porque no están aún listos. Es uno de mis trabajadores, su aporte es importante, tanto que me retrasaría si no obtengo rápido lo que requiero. Miro a mi secretaria la cual siempre está a mi lado en estas reuniones para tomar apuntes importantes por lo que no debo preocuparme después.—Sí, señor estoy trabajando en eso, pero esta vez no quisieron darnos prioridad por más que pedí que lo hicieran. Resoplo enojado, como un toro embarbecido porque estas cosas no me gustan. Estoy detrás de un gran proyecto y no quiere que nada le salga mal. —Necesito mas compromiso de parte de ustedes—le digo—Debiste decirme, quiero para mañana mismo
—Estas muy hermosa Rachel—se me incendia las mejillas con la pena repentina que me invade, sus ojos me escrutan de pies a cabeza y por el contrario a otros hombres no me desagrada que me mire así, con él se siente muy diferente y hasta me gusta—siéntate por favor. Me corre la silla amablemente y tomo asiento frente a el. Me siento muy nerviosa, pero trato de comportarme como una persona normal. Soy una mujer de 22 años, responsable y con un hijo, asi que las niñerías no tienen cabida.Sin embargo, es la primera vez que tengo una cita de esta índole. Espero no comportarme como una idiota en todo caso. Las palabras de mi tio no salen de mi cabeza, continua amenazandome con desaoljarme y es una presion mas que tengo.Estamos sentados en el balcón del restaurante, la noche es estrellada y el lugar perfectamente iluminado. Tiene orquesta en vivo y el piano interpreta una linda melodía, aunque soy más aficionada al Jazz. —Gracias Maximiliano—me apeno, quiero decirle que él también está m
Espero respuesta, el me observa mientras siento que la piel se me eriza y no por el frio. Que calor siento de un momento a otro. alguien encendio la hoguera a mi alrededor. Me confunde las sensaciones que se vuelven contradicctorias.—No te preocupes Rachel—aclara su voz—que no pienso tocarte.Se sintió feo que lo dijera de esa manera. No es que quisiera tener sexo con él, pero lo dijo como si yo no fuera una mujer atractiva. —Entiendo —estoy decepcionada y no sé por qué. Creo que la última vez que me sentí así, fue cuando el padre de mi hijo me dejo al enterarse que estaba esperándolo. Creo que me enamore de el, era mi profesor, un hombre con un conocimiento y experiencia que me llevo a la locura en ese tiempo que no medí las consecuencias, sin embargo, era una inexperta que se dejó envolver de sus palabras bonitas, hasta enterarme que no solo a mí, me hablaba así.Que traicioneros y malos son algunos hombres.Yo solo quiero un amor bien bonito y me encienda nuevamente la piel.—Y
—Cuando puedo hacer uso del dinero, me urge pagar la operación de corazón abierto a mi abuela. Soy intensa con el tema, pero es muy importante para mí.—No te preocupes por eso por ahora, ya sé después de casarnos es que puedes hacer uso del dinero—eso me decepciona—así que eso tomara un poco de tiempo, pero mañana hablaremos sobre el dinero y haz los trámites que por el momento yo me haré cargo—No yo... Me niego a deberle algo además, es demasiado. —Tranquila eso será como un préstamo si no quieres que yo pagué la operación, aunque me harias feliz ya que quiero ayudarte, Pero si es urgente no puedes esperar hasta recibir la herencia como te dije tomara tiempo. No veo otra opción. —Está bien, espero tu llamada. Me sonríe antes de subirme al auto que avanza de nuevo a mi casa. Llevo los documentos conmigo y creo que la noche no estuvo de un todo mal.Me siento feliz porque por ahora tengo el dinero para la operación de mi abuela qué es lo más existente en este momento. —No te
—Me puedes decir que hacemos en este restaurante, me intriga demasiado.Pregunta mi amigo Benjamín a quien le pedí que me acompañara. Tengo algo importante que resolver con el dueño y por ello nada más fue decir mi apellido, para que fueran por el sujeto. Tengo que controlarme, soy un hombre pacifico, odio la violencia, pero detesto a hombres como él.—Ya lo veras. El hombre sonriente se acerca organizando su traje el cual no sabe combinar. Cree que por tener un saco ya se cree elegante y en la cara se le nota lo malditamente cochino. Me controlo para no reventarle la cara como se lo merece.—Señor —me ofrece la mano que no tomo e incómodo mira a mi amigo que no entiende nada. No suelo ser así, pero no soporto el abuso hacia una mujer. Se sienta frente a mí y ya quiero reventarle la boca, pero prefiero ser más sutil. —¿Cuénteme en que lo puedo ayudar? —dice el maldito abusador, ella debió demandarlo— jamás me imagine que un hombre como usted, pidiera hablar conmigo y más aquí en
Ya no trabajo en el restaurante, lo que me da tiempo para visitar a mi abuela, estar con mi pequeño y procesar el hecho de ser millonaria como dice mi amiga. He leído tantas veces ese papel y aun me cuesta creer que ese señor me dejó toda esa herencia. Lo normal sería alegrarme, asustarme y preguntar ¿porque? ¿Porque yo? No tengo explicación o respuesta para eso, no tengo idea del porqué alguien le dejaría tanto dinero a una persona que no conoce. Cuál es ese motivo, no logro aun descifrarlo, es como si estuviera pagando una penitencia, una pena o condena. Cuando mis padres murieron mi vida cambió drásticamente, lo recuero bien, ya que ambos trabajaban, eres buenos conmigo y mi abuela que cuidaba de mí. Juego con mi bebe, en la sala, estos momentos lo disfruto y nunca los había tenido excepto los domingos que se los dedico ya que era mi día libre en el trabajo. Pienso mientras acarició su cabello, él me tiene solo a mi, mi abuela esta ya entrada en edad y si yo llego a faltar n
Los golpes de Maximiliano son fuertes, contundentes y no sé qué me da, que es lo que me hace sentir cuando lo veo como un animal incontrolable moliendo a Iván que no le da tiempo a reaccionar. Su fuerza, Dios, esta incontrolable desatando una serie de pálpitos descontrolados que me erizan la piel. Me da miedo que se pase de la raya, que esto se salga de manos y dejó a mi bebé en el sillón acercándome a Maximiliano. No quiero que reciba un golpe es peligroso lo que pienso hacer, pero no puedo quedarme de brazos cruzados porque puede cometer una locura, cometer un error que le cueste la vida. Matar a esta porquería no vale la pena y menos que un hombre como Maxi se vea perjudicado. —Máx por favor —le grito—Max vas a matarlo, ya, detente. No lo hace y el desespero, sumado al llanto de mi hijo me lleva contra su cuerpo abrazándola por la cintura. Nunca mi hijo había presenciado tal acto de violencia. Lo protegí siempre de estas cosas y ahora que las vive se asusta sobremanera. —Tra