「 ✦ ME PERTENECES✦ 」En cuanto la pregunta salió de sus labios, el humor de Santino cambió y su cuerpo se tensó. El silencio se hizo entre ellos.―¿Santino? ¿Escuchaste?―Sí.―Entonces… ¿Quién es Kiara?Sophia esperaba una respuesta inmediata, pero al parecer había tocado un punto sensible, porque su marido estaba tardando en responder.―No es nadie, amore. No te preocupes.Esa no era la respuesta que Sophia esperaba.―¿Nadie? ¿No es nadie? Todos hablan de ella, por lo tanto, es parte de tu pasado. Primero fue Genevieve, luego tu madre y ahora Vivían. Incluso sé que vivió aquí, Santino. ¿Y dices que no es nadie?Él estaba comenzando a enojarse, y era un hecho que tendría una seria conversación con su madre y luego con Vivian.―Sophia… ya te dije que es algo de lo que no debes preocuparte, no quiero…―¿Por qué guardas sus cosas? ¿Por qué?Él se quedó mudo un instante y de repente sus cejas se apretaron.―¿Fuiste a mi antigua habitación?―Sí, lo hice ―ella se puso de pie ―y para mi mala
「 ✦ ARTEM LEWIS✦ 」La mañana se había despertado con el cielo teñido de un gris tormentoso, un presagio que Santino parecía llevar en el corazón. Su furia era palpable, una tormenta interna que no encontraba calma. Sin detenerse, su destino era la habitación de Vivian. La puerta se abrió de golpe, tomando por sorpresa a la mujer que aún dormía.―¿Santino… tú qué haces aquí?Con movimientos precisos y decididos, Santino empujó su silla de ruedas hasta el borde de la cama, y antes de que Vivían pudiera reaccionar, la tenía agarrada del cuello.―Escucha bien, Vivían, porque solo lo diré una puta vez. ―su voz era un gruñido bajo, cargado de amenaza. ―No vuelvas a entrometerte en mis asuntos con Sophia, ¿está claro?El miedo se pintó en los ojos de Vivian, quien luchaba infructuosamente por liberarse del agarre de Santino.―Sé lo que pretendes y te lo digo de una vez, la única señora de esta casa es Sophia. Ella es mi mujer, la que manda y está sobre ti e incluso sobre mi madre. ―Así que m
「 ✦ LA LLAMADA DE CLAUDIA✦ 」UNA SEMANA DESPUÉS…―¿Aún no tienes la información? ―preguntó André a un enojado Santino.―No, esa mujer es un hueso duro de roer, y ya me estoy hastiando de tener que cenar con ella, acompañarla a sus reuniones estúpidas, pudiendo estar con mi mujer en casa.André negó levemente y suspiró.―Te lo dije, teníamos que secuestrarla y sacarle la información a las malas. Pero fuiste tú quien dijo que podrías seducirla y sacarle la ubicación de Alexei.Santino se giró bruscamente y le dio una mirada de advertencia a su amigo.―La única razón por la que no hago eso, es porque no quiero a los putos federales en mi territorio. Me pareció que era la vía más fácil y menos escandalosa.―Aja, pero yo hubiera preferido tener a los federales detrás que tener que fingir que me gusta alguien. En fin, ¿la señorita tetas doble D siente algo por ti?Santino guardó silencio, evadiendo la mirada, y André alzó una ceja divertido.―No me jodas, ¿le gustas?Santino caminó hacia el
「 ✦ TRAICION DESCUBIERTA✦ 」 Santino contestó el teléfono con un marcado desagrado en su voz, esforzándose por sonar amable, a pesar de su evidente reticencia. ―Buenos días, Claudia. ―¡Santino, cariño! ¿Listo para nuestro almuerzo? ―La voz de Claudia era dulce, rebosante de confianza y afecto. ―¿Almuerzo? ―Santino frunció y miro a su amigo ―¿Qué almuerzo? ―Oh, ¿lo olvidaste? ―Claudia se rio, con coquetería. ―No te preocupes, sé que has estado muy ocupado. ―Ah, sí, claro. Mucho trabajo recientemente ―mintió Santino, rascándose la nuca en un gesto de incomodidad. ―Lo siento mucho. ―No hay problema, amor. Te espero en Lemons ―dijo Claudia, su tono aún impregnado de amor y expectativa. En ese momento, André no pudo contener su diversión y comenzó a burlarse imitando a Claudia con una voz aguda y melosa. ―Oh, Santino, ¿has olvidado nuestro amoroso almuerzo? ¡Qué corazón tan olvidadizo! La mirada fría que Santino lanzó hacia André solo sirvió para animar más la burla. ―¿Qué eso amo
「 ✦ CORREO ANÓNIMO✦ 」En la entrada del restaurante, Vivian observaba la escena entre Santino y Claudia, su sorpresa inicial rápidamente se transformó en una oportunidad. Con una destreza que solo la malicia podía afinar, sacó su teléfono y capturó el momento con unas cuantas fotografías.«Pobre Sophia, alardeando que tiene un marido fiel» pensó con una sonrisa burlona. «Esto va a ser divertido»Guardó el teléfono y se giró hacia Damiano, quien la acompañaba.―¿Qué pasa? ¿No vas a entrar?―No, Santino está dentro. No es bueno que te vea; si no, sabrá que tu padre y tú no están en Sicilia.Damiano no lo pensó más y regresó a su auto, pero Vivían estaba demasiado ocupada tramando su siguiente movimiento.«¿Santino y esa mujer…? ¿No se supone que está enamoradísimo de la estúpida de Sophia?», reflexionó, mientras una sonrisa maliciosa se formaba en sus labios. «Bueno, esto es algo que no voy a dejar pasar. Vamos a ver cómo te sientes cuando sepas que tu marido te engaña, Sophia» Adjuntó
「 ✦SOSPECHAS ✦ 」 ―Ahora, ¿vas a decirme qué te pasa? ―Santino preguntó, apenas entraron a la habitación. ―Estuviste callada durante todo el camino y sé que algo te pasa. A último momento, Sophia tomó la decisión de guardar silencio. No iba a hablarle sobre las fotos; primero, iba a proteger su dignidad, no se rebajaría a sí misma, preferiría soportar el dolor en silencio y, segundo, quería tener más pruebas para cuando finalmente lo confrontara. ―Nada, solo tuve un mal día en la universidad, eso es todo. Santino no le creyó ni media palabra; no era estúpido, sabía que algo le pasaba. ―Amore… ―dijo, moviendo la silla hacia ella ―…sabes que puedes decirme lo que sea. Yo lo solucionaré por ti. Sophia esquivó su mano con la excusa de ir al tocador y le dijo. ―No hace falta, estoy bien. Cuando dije un mal día me refería a que fue agotador, y después quise ir a casa de Janna. ¿Y tú? ¿Cómo estuvo tu día? Él la miró un instante y luego respondió. ―También tuve un día agotador. ―¿Est
「 ✦ AÚN NO SE SI ES ELLA.✦ 」En otra parte de Chicago…―¿Ya tienes información de la chica? ―Alexei Antonov dejó salir el humo de su puro.―No, pero estoy acercándome lo más que puedo. Ella aún tiene sus reservas; no puedo asegurarte de que sea la que buscas.Alexei se puso de pie y rodeó el escritorio.―Entonces sigue investigando, eres mi mejor hombre, Artem. Necesito saber cuanto antes si es la persona que estamos buscando, y una vez que estés seguro, debes traerla contigo, aun si ella no está de acuerdo.Artem le dio un asentimiento de cabeza a su amigo, y sus ojos brillaron cuando pensó en Sophia.[…]Después de que Santino se fuera a su supuesto viaje de negocios, Sophia optó por pasar tiempo con Ángelo, necesitaba encontrar algo en que distraer su mente o corría el riesgo de volverse loca de los celos.―Mamá, ¿papá y tú están enojados? ―preguntó el pequeño con la mirada cargada de tristeza.Sophia no supo qué decir en ese momento, así que trato de persuadirlo.―No, cielo, claro
「 ✦ NO TE ENTROMETAS✦ 」 En ese momento, Santino entró y su rostro era una máscara de furia contenida y preocupación. Sus ojos se encontraron con los de Sophia, y por un momento, todo el caos pareció detenerse. El alma le volvió al cuerpo a Sophia cuando lo vio sin ninguna herida. Puede que fuera el más mentiroso y desgraciado del mundo, pero era inevitable que tuviera sentimientos por él. ―¿Qué pasó? ―preguntó ella antes de que él pudiera inventar una buena excusa. No había tenido más opción que traerlo a la mansión; llevarlo a una clínica u hospital privado no era posible y, además, nunca había pasado ese tipo de situación, donde alguno de ellos saliera herido. Lo de esa noche había sido la primera vez. Así que dijo lo primero que se le vino a la mente. ―Intentaron asaltarnos. ―Las cejas de Sophia se apretaron con demasiada fuerza. ―¿Asaltarlos? ¿Me estás hablando en serio? ―Sí, no lo sé, de repente quisieron quitarnos los autos o qué sé yo, pero no te preocupes, lo importante e