KEVIN
Cuando me desperté al tocar la alarma de mi despertador, acaricie las sabanas donde se quedó dormida Lorena sorprendiéndome al ver que estaba completamente solo en la cama, ya que todas las mujeres que me he llevado a la cama las he tenido que echar de mi casa, pero cortésmente claro, me considero todo un caballero, pero con Lorena me sentía distinto, era la mujer perfecta para que engendrara un hijo mio. Me levanté de la cama, me puse unos pantalones de chándal, y me fui a buscarla creyendo que estaba en la cocina, pero no, yo estaba solo en mi casa, así que me duche, me vesti, me prepare un café y cuando ya me lo tome, cogi las llaves de mi casa y de mi coche marchandome de mi casa hacia mi empresa.
— Buenos días señor Miller — me dijo mi secretaria cuando iba a entrar en mi despacho
— Buenos días Catalina, dígale a Mario que necesito verlo urgente — le respondí
Abri mi ordenador, saque de los cajones los documentos que tenía que revisar, viendo a mi amigo Mario entrar por la puerta de mi despacho muy sonriente
— Buenos días Kevin, ¿qué tal la noche con Lorena? por tu cara veo que fue sensacional — me dijo Mario
— Es la mujer perfecta para que me de un hijo Mario, atenta, simpática, educada ¿sabes por casualidad donde vive o donde trabaja? — le pregunté
— No lo sé seguro, pero si quieres le puedo preguntar a su amiga Bianca, anoche conectamos muy bien ella y yo, aunque yo como tu, no nos imagino casados — dijo Mario riendo los dos
— Yo no quiero casarme ya lo sabes, no es lo mio, pero esa mujer siento que es especial y sería perfecta para mi propósito, que me de un heredero para ser el próximo presidente de esta empresa — le dije a Mario
— Eso si tu hermano Liam no se te adelanta, ya sabes lo conquistador que es — me contestó
Después de comer, me vestí, cogi mi bolso y las llaves de mi coche, marchandome de mi casa hacia el hospital, encontrándome cuando ya aparqué mi vehículo en el parking e iba a entrar en el hospital con mis dos amigas, Bianca y Melody.
— Buenos días Lorena, estamos deseando que nos cuentes que tal te fue con ese tal Kevin — me dijo Bianca
— Bueno fue una noche estupenda, pero recordar que estoy casada — les respondí
— Pero una canita al aire a nadie le va nada mal ¿verdad? — me dijo mi amiga Bianca, riéndonos las tres mientras íbamos a los vestuarios para cambiarnos de ropa
Después de quitarnos la ropa y ponernos los uniformes, nos marchamos hacia recepción buscando a la supervisora, para que nos diera nuestro plan de trabajo.
— Buenas tardes señoritas, Bianca tu iras a la planta tres, el doctor Meyers necesita ayuda, Lorena tu te quedaras en tu planta, hay pacientes que solo tu conoces y tu Melody, ves a urgencias, esto es todo niñas — nos dijo la jefa
Cada una nos marchamos a donde nos mando nuestra supervisora, quedando las tres en la cafetería para almorzar y contarnos cada una, como lo pasamos la noche anterior con los tres desconocidos que conocimos en aquel club. La tarde se me hizo muy corta por lo menos a mi, cuando me di cuenta de la hora que era, me marché hacia la cafetería ya que tenía mucha hambre viendo sentadas ya en las sillas que habían alrededor de una mesa a mis dos amigas, sentándome a lado de ellas.
— Bueno ¿qué tal? he deciros que yo con Mario congenie de maravilla, pero dinos Lorena ¿como es Kevin en la cama? cuenta anda — me dijo Bianca
— Mejor que con Erik, madre mia es una fiera, lastima que ya no vuelva a verlo, aunque tampoco quiero ya sabéis que soy muy feliz en mi matrimonio — les conteste
Estuvimos cenando la media hora que teniamos, contando nuestras historias, con esos hombres y riendo mientras cenábamos, marchandonos después a nuestros puestos de trabajo. A la hora de marcharnos, salimos las tres de los vestuarios donde nos cambiamos de ropa, ya en la entrada del hospital, salimos a la calle, despidiendonos las tres ya que Bianca y Melody se marchaban con el coche de una de ellas, mientras yo me acerque a mi coche, cuando ya había abierto la puerta de mi vehiculo, me quede inmovil al ver a mi lado al hombre que me volvió completamente loca de placer, la noche anterior
— Buenas noches Lorena, te fuistes esta mañana de mi casa sin despedirte de mí — me dijo Kevin
— Lo siento, no quería despertarte, pero oye ¿dime cómo me has encontrado? que yo me acuerde anoche no hablamos mucho tu y yo — le respondí
— No, la verdad es que no, creo que los dos estábamos bastante bebidos, pero siempre preguntando se llega a todas partes ¿no?, pues eso es lo que he hecho para encontrarte, preguntar — me dijo sonriendo con esa bonita sonrisa que tenía
— Bueno me tengo que marchar, me alegro de volver a verte — le dije
— ¿Te apetece que cenemos o tomemos una copa? — me preguntó
— No gracias, aunque te lo agradezco mucho, pero estoy muy cansada, adios Kevin — le dije subiendo a mi coche seguidamente
Cuando llegué a mi casa, con el mando del garaje abri la puerta metiendo mi coche dentro, entrando seguidamente a mi casa, viendo a Erik preparando la cena en la cocina, me acerqué a él dándonos un beso suave en los labios.
— Que bien huele, mientras acabas de hacer la cena, me voy a dar una ducha — le dije
— Vale cariño, pero date prisa que la cena ya casi está — me respondió
Entre en el cuarto de baño, me quite la ropa dejándola en el cesto, abri los grifos, metiendome en la ducha, sentí las manos de mi marido en mi cintura segundos después, pero quise rechazarlo, ya que Kevin dejó en mí su esencia y aun sentía sus manos recorriendo mi cuerpo
— ¿Qué te pasa? se que te gusta que te sorprenda cuando te estas duchando — me dijo mi marido
— Es que estoy muy cansada Erik — le dije poniéndome frente a él rodeando su cuello con mis manos, acercando mis labios a los de él
Erik apretó su cuerpo con el mio, empotrando con los azulejos de la ducha mi cuerpo, pero yo no estaba por complacer, pensé que con Kevin fue solo una noche, pero me quede muy marcada con sus apasionados besos y sus suaves caricias y Erik era un poco más brusco en lo referente al hacerme el amor, pero para que mi marido no pensara nada y no se enfadara, deje que sus manos recorrieran mi cuerpo, haciéndome cerrar los ojos y gemir de placer, pero las imágenes que iban y venían en mi mente, era siempre él, era Kevin. Después de cenar, mi esposo se marchó a su despacho a leer unos documentos, mientras yo recogía la mesa y ordenaba la cocina, sentandome después en el sofá del salón para ver un rato la televisión, hasta que la melodía de mi movil empezo a sonar, lo cogi de encima de la mesita viendo que era mi amiga Bianca y contesté enseguida— Hola puton, te he visto hablando en el parking del hospital con Kevin — me dijo haciendo que me riera— La verdad es que me ha sorprendido verlo al
Abri la puerta de mi coche, marchandome de aquel lugar hacia la casa donde vivían mis padres, aparque el coche y bajando de él me pude dar cuenta de que el mercedes de Kevin estaba aparcado enfrente de la casa de mi madre, bajando Kevin de su coche acercándose a mi— Lorena por favor, no quería que te molestaras, ¿podemos ir a mi casa y hablar? — me preguntó— Kevin es que es una locura, no se puede tener un hijo si no se aman los padres para cuidar a ese bebe— le dije— Por favor Lorena, no te molestare mas, por favor vamos a mi casa y hablemos — me dijo, hipnotizandome sus preciosos ojos azulesSubimos a su coche los dos marchandonos de allí, cuando llegamos a su casa, Kevin sacó dos copas y una botella de vino, sirviendo en las dos copas aquel líquido, ofreciendo una a mi, pero nos quedamos mirándonos a los ojos haciendo que mi cuerpo respondiera a la caricia que Kevin me dio en mi mejilla con sus dedos. Nos tumbamos en su gran sofá, besandonos, acariciandonos y comiéndonos nuest
Abri la puerta del dormitorio, quedando inerte al ver a mi marido y una mujer que era desconocida para mí, desnudos y en una postura que claramente se notaba que estaban follando en mi cama, sorprendiendose mi marido al verme inmovil en la misma puerta de mi dormitorio — Hola Lorena cariño, ¿has vuelto pronto, quieres unirte a nosotros cielo? — me dijo mi marido mientras se acercaba desnudo hacia donde yo me encontraba — Fuera de mi casa, cabron como puedes hacerme esto — le grite Erik, me cogió el brazo con su mano, poniéndola en mi espalda con fuerza mientras me empotraba con la puerta del dormitorio — Por que tu en la cama no sabes moverte y me aburres, aparte de que no satisfaces mis deseos y te aclaro que como se lo digas a alguien, te mandó a tres metros bajo tierra y Lorena cariño, sabes que soy capaz de hacerlo, asi que calladita, y ahora ves a la cocina a prepararme la cena, que tengo hambre ¿entendido? — me dijo gritándome — Si te he entendido — le dije tartamudeando, ya
— Lorena, ¿dónde estás? — me pareció escuchar a Bianca una de mis amigas llamándome, pero, aunque quise gritar ya no tenía fuerzas para responder — Está aquí, correr está herida — escuche a Bianca gritar a mi lado, intentando ayudarme — Lorena ¿Qué ha pasado? Soy Kevin, dime algo ¿Quién te ha hecho esto? — preguntó — No lo sé, ayúdame por favor a levantarme— le dije intentando levantarme — Tranquila ya viene una ambulancia — me dijo Una vez que ya estaba en el hospital, me hicieron toda clase de pruebas, poniéndome un gotero con un sedante, entrando Kevin en la habitación con un agente de la policía de Miami cuando el médico se marchó —- ¿Qué te ha pasado?¿te acuerdas de algo? — me pregunto Kevin— Estaba todo oscuro y tenían un pasamontañas en la cabeza — le dije poniéndome a llorar, abrazándome a él.— Está bien Lorena tranquila, pero si te acuerdas de algo más por favor, llamanos — me dijo el policía que se llamaba Gino Me dieron el alta en la clínica y fueron los chicos qui
Después de darme las recetas con varios medicamentos, nos fuimos de la clínica sintiéndome peor de cómo había entrado, preguntándome cómo se lo diría a Erik. — Es de Kevin ¿verdad? — me preguntó mi amiga — No sé qué voy a hacer Bianca, como se lo digo a Erik cuando vuelva de su viaje — le dije llorando — Vamos a tomarnos un zumo y ya encontraremos alguna solución, sabes que a Melodie y a mí nos tienes para lo que necesites — me dijo Seguí ocultando mis vómitos a mis padres, ya que al quedarme sola en casa porque mi marido se marchó de viaje por negocios, decidí marcharme a la casa de mis padres hasta que mi marido volviera de su viaje, porque no quería que se preocupan por mí,pero, mi madre me vio en el baño una mañana, haciéndome después cientos de preguntas . — Mama son los nervios, no te preocupes por mi — le dije — Lorena solo quiero saber una cosa hija, ¿estás embarazada? — preguntó — No mama y por ahora no entra en los planes de Erik y mío, tranquilízate por favor
Mi madre volvio al comedor con el semblante de su cara muy serio dirigiéndose a mí — Lorena hija, preguntan por ti dice que es un policía de Miami — me dijo dejándome inmóvil, sin saber que responderleCuando mi madre entró con el hombre que había tocado al timbre, me dio un pequeño mareo perdiendo el conocimiento por unos minutos. — Lorena cariño, qué te ha pasado, ¿estás bien? — me preguntó Erik — Si tranquilos, ya estoy bien — dije fijándome en el policía que había en la puerta— Espero que no te desmayaras por verme en casa de tus padres, ¿Cómo estás? — preguntó Gino —Estoy bien tranquilos todos, ¿Qué haces aquí? — le pregunté — Te iba a mandar un correo, pero como me dieron unos días de vacaciones he venido a verte y preguntarte como estas aparte de decirte que, en unos días tienes que volver a Miami para declarar en el juicio, hemos cogido a los sinvergüenzas que te intentaron violar — me dijo, — Lorena hija, ¿de qué habla? — preguntó mi madre — Mamá por favor, lu
Al día siguiente cuando me desperté, vi que estaba sola en la cama, me levanté de la cama y me duche, volví a mi dormitorio, me vestí acercandome después a la cocina para tomarme un vaso de zumo, me senté en una de las sillas de la cocina poniendo mi mano en mi vientre — Te prometo hijo que haré todo lo posible, por defenderte eres lo que mas quiero y mientras yo respire, nadie te hará daño, te amo mi amor — susurré, como si mi bebe me escuchara Despues de tomarme el zumo, me levanté acercandome al salón para coger mi bolso y las llaves marchandome de la casa hacia donde tenía mi coche aparcado para irme a la casa de mis padres. Cuando llegue y aparque mi coche, entre en la casa dirigiendome hacia la cocina donde estaba mi madre haciendo el desayuno para mi padre y para ella — Hola mama, yo ya he desayunado, pero me voy a comer un bollito de estos que tienes echos, ya que sabes cuánto me gusta — le dije — Come hija, ahora tienes que cuidarte y comer por dos, pero no engordes mucho
Cuando llegue a mi despacho, de un portazo cerré la puerta de mi despacho, me abri la corbata sentándome después en mi sillón,. No comprendía como Lorena me rechazaba después de lo que vivimos durante el mes que estuvimos en Miami los dos juntos. No, no iba a dejar marchar de mi lado a la mujer que amaba aunque no comprendía sus razones. Escuche como golpeaban la puerta de mi despacho, sacándome de mis pensamientos — Adelante — dije — Hola Kevin, te estaba esperando ya que tenemos que hablar — me dijo Mario sentandose en el sillon que habia delante de mi mesa — Pues bien aquí me tienes ¿que pasa? — le pregunté — Me he enterado de que tu hermano Liam se va a casar, te ha tomado la delantera amigo ¿que vas a hacer tu? — pregunto — No lo sé Mario, amo a Lorena, pero cada vez que intento acercarme a ella, parece que se aleja mas de mi — le dije — No será que tu vas muy despacio con ella y por eso te va dando largas, porque no fía de ti ¿le dijistes los planes que tiene tu padre para