A un lado, descubro una sauna privada. Nunca había visto una en persona, y mucho menos había imaginado estar en una. Me detengo en la entrada. "Debería ducharme y salir de aquí, antes de que vuelva". No lo pienso más y me meto a la ducha, disfruto como el agua recorre y limpia mi cuerpo. Aún no recuerdo cómo o por qué llegué aquí, pero con la sensación del agua recorriendo mi cuerpo me relajo. Cuando termino, tomo una de las toallas y simplemente "Wow", otra vez. Son increíblemente suaves mientras seco mi cuerpo. Sigo observando y cada rincón de este baño está equipado con tecnología de última generación. Un sistema de sonido envolvente, controles de temperatura y humedad, todo se puede ajustar para crear el ambiente perfecto. Me siento como si estuviera en otro mundo, uno donde todo es hermoso, cómodo y perfecto."con un baño así cualquiera dejaría de oler a muerto" por eso él huele tan bien...Cuando ya estoy vestida y dejo de tocar y revisar todo, salgo del baño, tomo mi ropa y me
"Clara, la mesa dos, ya salió el pedido", me llama Carlos. Lo miro y le pido a Sam que lo lleve. Ella no dice nada, solo me cubre. ¿Qué mierda pasó? No puede haber sido yo, yo los hubiera... No, no puede ser."¿Qué te pasa?", Sam volvió y me mira interrogante."Ellos, ellos estaban conmigo anoche", le digo apuntando al televisor."¿Fuiste tú?" samantha me mira con curiosidad, jamás le he comentado que conozco a un vampiro, ni mucho menos le conté donde desperté esta mañana."No, no lo creo, no lo recuerdo", respondo, sintiendo un nudo en el estómago. Yo no lo recuerdo, pero sé quién sí debe saber qué pasó...Al terminar mi turno, me despido de Samantha y me voy directo al antro de lujo. Debo saber qué pasó. Es desesperante no recordar nada, es desesperante pensar que pude haber sido yo quien les hizo eso a esos tipos, pero no recuerdo una cabaña, no recuerdo nada. "¡Agh! ¿Por qué bebí tanto? Tonta, tonta, fui una estúpida", me regaño a mí misma afuera del antro, porque no me dejaron p
“Que te quedes tranquila”, me ordena una vez más. “Te dolerá un poco”, añade mientras me toma en sus brazos y me lleva hacia su auto.Conduce a toda velocidad, y yo intento contener las lágrimas por el dolor que siento y mi orgullo herido porque, una vez más, es él quien me está ayudando. Mi cuerpo intenta transformarse para sanar, pero no lo logra, y eso me hace desmayarme varias veces durante el trayecto en el coche.“En mi departamento, fractura de costillas, posiblemente pulmón comprometido, brazo quebrado, pierna con fractura expuesta. Lleva todo el equipo”, le dice a alguien por teléfono antes de que me desmaye de nuevo.Cuando abro los ojos, estoy en esa habitación otra vez, en esa cama blanda y cómoda. Intento moverme, pero todo duele.“No es recomendable que te muevas. Tu cuerpo está sanando, pero aún falta mucho”, me dice. Lo busco con la mirada y lo encuentro sentado en un sillón a los pies de la cama. Sigo mirando y veo que estoy vendada. “No te preocupes, yo no te toqué.
Con eso, se giró y salió de la habitación, dejándome sola con mis pensamientos y el dolor de mis heridas. Sentía una mezcla de agradecimiento y odio hacia él, incapaz de decidir si lo odiaba más por salvarme o por hacerme sentir tan impotente. Pero una cosa era Clara: tenía que ser más fuerte. No podía seguir siendo una carga para nadie, mucho menos para alguien que me despreciaba tanto.Por lo menos ahora tengo la respuesta a lo que pasó esa noche que no recuerdo, pero sus palabras cargadas de desprecio me hacen sentir como basura. No soporto más y lloro largamente.Mis heridas sanan lentamente, y la señora que me atendió en la mañana es la que entra a darme de comer y revisar que me encuentre bien. Es una mujer mayor, de aspecto amable, que se mueve con una eficiencia tranquila y reconfortante. Ella cuida de mí todo el día, trayéndome comida casera que huele y sabe delicioso. Cada vez que me despierto de uno de mis sueños inquietos, ella está allí, ajustando mis almohadas o cambiand
Susurros en la OscuridadCassandra VossAl llegar a la entrada de la mansión, sentí la mano de Samantha apretando la mía, brindándome un reconfortante sentimiento de conexión y seguridad. Subimos juntas la amplia escalera de mármol blanco, que conducía a enormes puertas dobles de color caoba, adornadas con detalles dorados. La fachada de la casa brillaba bajo la luz de la luna, con sus paredes de piedra caliza y amplios ventanales, que dejaban entrever el resplandor interior. Dos imponentes estatuas de leones flanqueaban la entrada, añadiendo un aire de majestuosidad al lugar. Isabela jamás celebraría su cumpleaños por lo bajo.Unos atentos mayordomos vestidos de frac abrieron las puertas, y al entrar, nuestros sentidos fueron asaltados por la opulencia y el lujo. El vestíbulo era vasto, con un techo abovedado decorado con frescos que narraban historias mitológicas. Un gigantesco candelabro de cristal de Baccarat colgaba en el centro, iluminando el espacio con una luz cálida y relucie
La noche avanzaba y la atmósfera se volvía cada vez más animada. En el salón principal, un grupo de bailarinas apareció de repente, realizando un espectáculo deslumbrante que combinaba danza clásica y acrobacias. Aplaudimos juntas, maravilladas por la destreza y la gracia de las artistas.Finalmente, cuando la fiesta parecía estar en su apogeo, Isabela hizo su entrada triunfal, descendiendo por una escalera central junto a Jeanet, a quien tomaba firmemente de la mano, saludando a sus invitados con una sonrisa encantadora. Su presencia irradiaba carisma y poder, y todos los ojos se volvieron hacia ella, agradecidos por la oportunidad de ser parte de una noche tan mágica y lujosa."Oh, te amo, al fin viniste a una de mis fiestas. Creo que tendré que accidentarme más seguido para que aparez..." no terminó la oración porque Jeanet le soltó la mano con fuerza, llamando su atención."No seas estúpida diciendo eso," le regañó con los ojos acuosos."Pésima broma, no lo vuelvo a hacer, amor, p
Subimos a la camioneta y puse su dirección en el GPS. Conduje tranquilamente el camino a su casa mientras ella dormía en el asiento del copiloto. Se veía tan tierna, era como llevar un ángel a mi lado. Agradezco al infinito este momento y esta tranquilidad que me provoca. ¿Se puede estar más enamorada? ¿Se puede tener un momento más hermoso junto a ella que éste?"Cachorrita, despierta, ya llegamos," le dije tiernamente cerca del oído."¿Mmm ya, en serio? Recién cerré los ojos," murmuró ella, viendo hacia afuera con ojos soñolientos."Vamos, te ayudaré a bajar," le dije mientras desabrochaba su cinturón de seguridad."¿Te quedarás conmigo hoy? Por favor," pidió, poniendo esa carita de niñita castigada que hacía casi imposible decirle que no."Por supuesto, lo que usted quiera, pequeña," respondí con una sonrisa, sintiendo una ola de ternura y amor.Salimos de la camioneta y caminé a su lado hacia la puerta de su casa. La ayudé a entrar, y ella se aferró a mi brazo, todavía medio dormi
Mis gemidos llenan la habitación, y siento que mi control se desvanece con cada segundo que pasa, pum pum. Sus caricias se vuelven más rápidas, más intensas, y estoy al borde de la locura cuando ella se detiene abruptamente. "No tan rápido", susurra con una sonrisa pícara. "Quiero disfrutar de cada momento contigo."Me arde la piel por la necesidad mientras ella se inclina y desliza mis pantalones de pijama, dejándome completamente expuesta ante su mirada ardiente. "Eres tan hermosa", dice, sus ojos recorriendo mi cuerpo desnudo antes de inclinarse y besarme profundamente.Nos perdemos en la sensación de nuestras pieles entrelazadas, en el placer de cada caricia, el roce suave y constante de nuestros cuerpos, en cada susurro, cada beso. El mundo exterior se desvanece, dejando solo el ritmo de nuestros corazones y el susurro de nuestros nombres en la oscuridad.Finalmente, nos quedamos abrazadas, nuestras respiraciones volviendo lentamente a la normalidad. Siento su cuerpo relajarse co