"Ella pagará por él..." "Ella pagará por él..." "Ella pagará por él..." "Ella pagará por él..." "Ella pagará por él..." Aquellas palabras hicieron eco en el cerebro de Jhon como si hubiera sido un pozo sin fondo. Agarró los documentos y comenzó a leer de inmediato la declaración de Chiara. Ella
Ella miró a un punto fijo en su camisa blanca y asintió por algunos segundos antes de despegar los labios. —Yo Chiara Keller, usé el nombre de Franco Garibaldi para abrir una cuenta ficticia de ciento treinta millones de euros con el objetivo de evadir... —¡Chiara! —Yo ya he tomado mi decisión.
Jhon no sabía lo que aquello significaba, pero sí entendía el concepto de "infierno". Los días que siguieron fueron de absoluta desesperación para él. La policía judicial de la Haya investigaba no si se debía juzgar o no a Chiara, sino simplemente dónde se le debía juzgar. Jhon estaba más que seguro
—¿Sabemos algo? —le preguntó a uno de sus agentes, que había dejado allí para que le avisara de cualquier cambio. —Nada nuevo, escuché decir a los investigadores que el caso aún no es concluyente, pero que todo dependerá de... ya sabes, nuestro jefe. Dicen que ni siquiera existiría este caso de no
Chiara respiró profundo mientras le daban aquella noticia. —Nos regresamos a Suiza —le dijo Noémi abrazándola—. Los abogados me lo acaban de decir y vine corriendo, Ara, quería que lo supieras lo más pronto posible. El caso va a pasar a las autoridades Suizas y allá todo será más fácil. Durante un
Chiara lo sabía, siempre había sabido que desde que diera el primer paso, la cadena de acontecimientos no tenía marcha atrás. —¿Entonces cuál es su trato? El fiscal le entregó los documentos y sus abogados comenzaron a revisarlo. —Puedo garantizarle completo anonimato —le dijo—. No involucraremos
Chiara sintió que algo en su pecho se desgarraba mientras veía a Jhon llorar frente a ella. —No puedes decirme eso... yo jamás quise... tú... —Jhon apretaba los puños con impotencia mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos y trataba de acercarse a ella—. Tú eres la persona más importante de
Chiara enmudeció y abrió los ojos mientras él sacudía su mano con un saludo delicado. —¿Hanover...? —No era un apellido muy común y ella conocía a un Hanover—. ¿De casualidad conoces a... Oskar, Oskar Hanover? Oskar Hanover había sido por muchos años uno de los gerentes regionales más importantes