—¿Qué has dicho? —Sophie no salía de su asombro.
—Que te cases conmigo — esta vez no se lo dijo en forma de pregunta, estaba decidido a casarse con ella.
—Es broma ¿no? — Alexis frunció el ceño, colocó sus brazos en el escritorio y se inclinó hacia ella.
—¿Me ves riendo? Lo dije muy en serio Sophie, pero si no quieres, no hay problema, ahora sal de mi oficina y no me hagas perder el tiempo.
—¿Por qué haces esto?, no puede ser de otra manera.
—Yo no soy el que le ha robado a tu padre, así que yo no he hecho nada, y no, no puede ser de otra manera, porque solo siendo mi esposa podría invertir e intervenir, porque como mi esposa tendré todo el derecho de echar a ese montón de parásitos. — no sabía el porqué, pero Sophie se sintió decepcionada al ver que para él era sólo negocios.
—Alexis, no sé si lo sabes pero estoy comprometida con Yael, me voy a casar con él — dijo levantando su mano y enseñando el hermoso anillo que Yael le había regalo.
Alexis tenía una pelea con sus sentimientos, el escuchar su nombre de la boca de la mujer que amaba y odiaba a la vez le hizo sentir una gran emoción, pero el ver en su preciosa mano un anillo que él no había puesto lo llenaba de rabia.
—Ya, bueno, entonces Sophie puedes irte de una vez, porque yo no tengo nada más que hablar, y le voy a pedir que cuando se dirija a mi lo haga como el señor Black. — Sophie lo miró con la boca abierta, ¿dónde había quedado aquel niño dulce y cariñoso, aquel chico de hermosos ojos color miel que con sólo sonreír iluminaba el día o la noche?
Sophie sabía que todo era su culpa, ella lo había rechazado tantas veces, al principio había aceptado sus regalos, le gustaba lo romántico y sencillo que era, pero después tuvo que alejarlo, era lo correcto sino quería ver a su hermana triste toda su vida.
—¿Por qué has cambiado tanto? — Alexis no esperaba esa pregunta de parte de ella por lo que se sorprendió.
—¿Qué? — la miraba directamente a los ojos.
—Alex… disculpa, señor Black — Sophie no pudo evitar poner los ojos en blanco — Eras dulce, cariñoso, romántico, atento, te gustaba ayudar a las personas sin importar nada más — Alexis furioso se levantó de su asiento y llegó hasta ella, quién del susto también se había levantado.
—Ese hace mucho tiempo creció y maduró, no existe y tú menos que nadie tiene derecho a mencionarlo. — Sophie lo miró a los ojos.
—Prefería mil veces al antiguo hombre que a ti — Alexis la agarró por sus brazos y la sacudió
—¿Preferías? Nunca, me hiciste caso Sophie, ¿a qué juegas?, siempre me ignoraste, me hiciste a un lado, y me dices que preferías, eres despreciable y una mentirosa.
—Eso no es cierto, siempre fui tu amiga, estuve para ti todo el tiempo, yo te quería mucho Alex — ese quería hizo que el corazón de Alexis se rompiera un poco más.
—Estuviste, hasta que esté estúpido te dijo que estaba enamorado de ti, al principio aceptabas mis regalos, incluso… — se quedó callado y acercó a Sophie más hacia él — te di tu primer beso, pero luego de eso me mandaste por un tubo, me usaste Sophie, ahora no pretendas venir a juzgarme, por que no tienes ningún derecho — la soltó como si le tuviera asco, como si lo quemara.
—No te usé Alex…
—¡Señor Black!, ¡maldita sea!, para ti soy el señor Black. — gritó interrumpiendo.
—¿De verdad ya ni siquiera podemos ser amigos? — dijo con dolor al ver el rechazo que él sentía por ella.
—No.
—¿Entonces para qué diablos quieres casarte conmigo?
—Simple, negocios, Russo —Sophie no podía creer lo que oía.
—Eres un maldito.
—No eres la primera que me lo dice, de hecho, cada mujer diferente que sale de mi cama por la mañana me lo dice — Sophie dio un paso atrás dolida por sus palabras, ¿pero que podía reclamar? ella misma había lo había arrojado a brazos de otra, tanto que lo rechazó para que Keyla no sufriera y al final, estuvo con muchas mujeres.
—Keyla está enamorada de ti— Alexis la observó sin comprender, y tampoco quería que la mencionara.
—Lo sé, me lo decía, siempre que salía de mi cama desnuda, pero la verdad me llegó a aburrir y tuve que decirle que no me interesaba seguir follandola — el jadeo que salió de la boca de Sophie fue doloroso qué Alexis lo sintió y eso hizo que se sintiera mal, un miserable pero no lo demostró.
—Creo que debería irse señorita Russo, la verdad esta conversación no está llegando a ningún lado, además mi vida privada no es de su incumbencia, ni tampoco veo de qué sirve mi experiencia sexual para ayudar a tu padre. — Sophie se limpió rápidamente una solitaria lágrima que resbalaba por su mejilla, ella quería al otro Alexis de vuelta, quería verse reflejada en esos hermosos ojos miel.
Sophie no dejaba de verlo a los ojos, no sabía si era un impulso o una corriente que la orillo acercarse a Alex, él se sorprendió verla tan cerca, ambos respiración el aliento del otro, Sophie llevó una de sus manos a la mejilla de Alexis y la acarició suavemente, él cerró sus ojos ante el contacto y los abrió de golpe al sentir los suaves labios de ella sobre los suyos.
—¿Qué… qué haces? —dijo separándose un poco de ella. Sophie lo observó con una dulce sonrisa.
—Besarte — Sophie colocó sus brazos alrededor de su cuello, Alexis sin perder más tiempo la tomó de su cintura y la besó, con ardor, con pasión, con dolor y con amor, mucho amor, él la amaba, y sentir sus labios eran la gloria, pero no podía confiar, no en ella, que tantas veces le rompió el corazón, que tantas veces lo despreció. Con todo el dolor del mundo se separó de ella y sin dejar de mirarla volvió a ponerse su máscara.
—Eres igual que todas, recuerda que vas a casarte, a menos que su novio no sirva para complacerla, en ese caso yo no puedo hacer nada, ahora señorita Russo, le suplicó que se retire, tengo mucho trabajo y usted me está haciendo perder mi tiempo. — Sophie sintió morirse en ese momento, deseaba golpearlo, pero no valía la pena, levantó su cabeza en alto y le sonrió.
—No, no soy igual a todas y de hecho Yael sabe complacerme y muy bien, solo quería demostrar lo resentido que eres por eso no ayudas a mi padre, ahora me voy señor Black. — agarró su bolso que había dejado en el suelo y salió de ahí. Quedando los dos con el corazón cada vez más roto.
En cuanto Sophie salió de su oficina, Alexis tiró todo lo que estaba en su escritorio, las palabras de ella lo torturaban.Yael la complacía, ¡maldita sea!, Yael no debía complacerla, eso sólo podía hacerlo él, nadie más, sería suya y nadie podría evitarlo.…Sophie llegó a su casa con el corazón en mil pedazos, ella lo amaba, siempre lo había hecho, y su comportamiento la dañaba, pero sabía que ella tenía la culpa.—¿Qué te ha pasado, para que llores de esa manera? — Sophie se giró hacia su hermana, mirándola a los ojos.—Nada, solo un dolor de cabeza.—Pues que dramática eres, bien ahora pienso salir. —Sophie vio como su hermana se giró hacia la salida, y no puedo evitar mirarla de pies a cabeza, parecía que iba prácticamente desnuda, saber que estuvo con Alex hizo que tuviera un ardor en su estómago.—Keyla — su hermana
Alexis estaba es su oficina revisando unos papeles, luego de que Elsa limpiara el desastre que había hecho, cuando unos toques a la puerta lo sacaron de su trabajo, frunció el ceño, porque le había dicho a su secretaria que no lo molestara y que no estaba para nadie, pero al parecer no podía acatar órdenes.—Adelante — dijo realmente enojado.—Señor, lo lamento, sé lo que me ha dicho, pero la señorita Alison dice que si no la recibe, entrará por la fuerza y hará un escándalo.—Lo que me faltaba — dijo Alexis irritado — hazla pasar. — se levantó de su silla y esperó a que la dichosa modelo entrara.Alison ni siquiera tocó, entró derrochando sensualidad, con una minifalda, sus zapatos de tacón era de más de 20 centímetros, su blusa tenía un gran escote que no pasaba desapercibido, era una mujer muy hermosa, y ¿para qué negarlo?, muy buena en la cama.—Hola cariño, ¿me has
—¿Por qué? — Alexis aún no salía de su asombro —¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? — él la miraba fijamente a los ojos.—Porque quiero ayudar a mi papá, y reparar algunos daños que he hecho. — Alex frunció el ceño.—¿Cómo cuáles?—Eso no importa, quiero aceptarte como esposo, siempre cuando siga en pie la propuesta para ayudar a mi familia. — Alexis no podía salir de su asombro, y aunque quiera gritar de felicidad no lo hizo, porque aunque sería su mujer, ella no lo haría por amor, simplemente lo iba hacer por ayudar a su familia.—Bien, ¿Cuándo se lo vas a decir a tu familia? Y lo más importante, ¿Cuando vas a dejar a Yael?—De aqu
En cuanto Sophie llegó a su casa, supo que la noche sería larga, el auto de Yael, se encontraba ahí, suspiró profundo, y decidió entrar, sería mejor dar el anuncio, de una vez, que alargarlo más. Con la frente en alto se dirigió hasta su casa, cuando entró, oyó unas risitas, y de inmediato supo que era Keyla, ¿Qué hacía aquí sí se supone que ella había salido con alguien? Una idea le cruzó por la cabeza que hizo que frunciera el ceño, muy en silencio se acercó a la sala, y en una esquina de la ventana, observó como Yael, le susurraba, cosas al oído a Keyla y ésta reía, esos dos andaban, no había duda, en especial cuando Yael le robó un beso a los labios de su hermana. Ella puso los ojos en blanco, ¿cómo no se lo imaginó? Al parecer Keyla siempre quería lo que ella tenía, ¿qué clase de hermana tenía? ¿Y con ese tipo se iba a casar?.Sophie vio cuando su padre y su madre se acercaban. Por lo que ella quiso hacerle frente de una por todas a la situación.
—Alex — la voz de Sophie salió en un susurro, los ojos de él se habían puesto oscuros de la ira.—Sí, nada más y nada menos que el cachudo y eso que aún no nos hemos casado. — Sophie se separó de inmediato de Yael.—No, espera, las cosas no son lo que parece — mierda se sintió estúpida al decirlo, pero es que en efecto no era lo que parecía.—¿A no? ¿Entonces no se besaban? Ya sé, te estaba dando respiración boca a boca. — la ira en su voz se podía notar.—No Alexis, Yael me besó sin yo esperarlo, ya le dije que lo nuestro no tiene arreglo y que vamos a casarnos, ya toda mi familia lo sabe. — Alexis se sorprendió pero no lo demostró.—Ya veo —Alex observó a Yael. — No te vuelvas a acercar a ella, porque no respondo.—¿Tienes miedo que te la vuelva a quitar?, ambos sabemos que Sophie nunca te ha querido, si está contigo debe de ser por algo, nunca
La semana había pasado, demasiado rápido para su gusto, mañana sería el día de su boda y se sentía aterrada, no sabía qué esperar de él, desde el día que Alexis había hablado con sus padres no lo había vuelto a ver, la había llamado unas cuantas veces para saber cómo iban los preparativos de la boda, en su voz no había emoción de nada, siempre le hablaba cortante, frío, y de verdad le estaba doliendo.Sophie se levantó de su cama, y se dirigió hacia la gran ventana que tenía su habitación, ella no podía dejar de pensar en cómo sería su vida si desde la primera vez que Alexis se le declaró hubiera dicho SI.Se limpió las lágrimas que salían de sus ojos, últimamente lloraba mucho, y ni siquiera se había casado, tenía tanto miedo de cometer un error, de no poder conquistar de nuevo su corazón. Alex había sido tan lindo con ella, que recordarlo le dolía, en especial, recordar como ella lo rechazó, había sido una tonta en creer que algún día
Sophie trataba de abrir sus ojos pero no podía, sentía los ojos pesados y el cuerpo liviano, como si estuviera flotando, pero se sentía muy aturdida, ella se encontraba más despierta que dormida, por lo que pudo sentir como un brazo se colocaba alrededor de su cintura, sonrió como tonta al imaginar a Alexis, así serían sus mañanas y sus noches a partir de ahora, pero algo en su mente se iluminó, ella aún no se había casado con Alex, ¿entonces quién mierda la estaba abrazando? De un brinco se levantó haciendo que su cuerpo despertara del todo y despertando a su acompañante, Sophie no hacía más que ver a su acompañante con cara de asombro.—Buenos días mi amor, ¿te gustó tu despedida de soltera? — Sophie no podía pronunciar ninguna palabra, estaba en shock. — Gracias por hacerme el hombre más feliz de la tierra. — ella no podía creer lo que escuchaba, tenía que ser una gran mentira—Yo… y… no puede ser… Alexis si se entera… — Sophie tratab
Sophie no dejaba de llorar, ¿cómo era posible que todo se complicara en un momento? ¿Cómo es que Keyla se había comportado como una maldita bruja?No era nada justo lo que le pasaba, pero ella hasta cierto punto lo merecía, sino hubiera sido tan estúpida y desde la primera vez que Alexis se le declaró le hubiera dicho sí, sí tan sólo no lo hubiera humillado tanto cada vez que le decía algo tierno y hermoso, nada de esto hubiera pasado, pero no lo hizo y ya no podía volver el tiempo atrás, ella sabía que estaba enamorada de Alex, y que nunca iba a poder olvidarlo, pero ya no estaba segura si haber aceptado su propuesta era lo correcto, Alex estaba lleno de resentimiento y sabía que eso la iba a perjudicar a ella, ya no estaba tan segura si podía conquistarlo, Alexis estaba herido, dolido y no creía en nadie.Pero ella también tenía derecho a ser escuchada, a poder defenderse, con el corazón dolido, y un dolor de cabeza inmenso, se levantó y se dio un baño