Todos estaban atónitos por lo que acababa de suceder, no lo podían creer.
— ISAAC NOOOOO— Angélica dió un grito desgarrador y se sentó para poder acostar a Isaac en sus piernas.
Aquel joven estaba perdiendo mucha sangre.
De repente Angélica se arrancó un pedazo de la blusa y empezó a hacer presión sobre la herida de Isaac intentando que la sangre no siguiera saliendo.
De inmediato aquella joven llamo a la ambulancia.
— Por favor, vengan rápido, un joven se está desangrado — decía aquella chica con suma desesperación mientras les daba la dirección.
— Por favor, no me dejes, yo te amo— dijo Angélica mientras lloraba.
— Esto es lo que merezco por por tanto daño que hice — alcanzó a decir Isaac muy débil.
— Por por favor, señor y señora Pindu, Belén y su amigo, qui quiero, hablar con ustedes — dijo aquel chico para luego toser.
La ambulancia todavía no llegaba y Angélica estaba muy desesperada, cada segundo que pasaba era de
Después de todos los sucesos que pasaron, por fin todos pudieron estar felices y vivir una vida tan alegre junto a las personas que amaban.Y algunas otras personas obtuvieron su merecido.La mamá falsa de Harrison, después de tiempo por fin había sido atrapada y esposada, llevaban tiempo buscándola, hasta que la encontraron en las Vegas jugando unos juegos de apuestas, dónde la habían denunciado con la policía por robarles, ella fue llevada de inmediato a prision, en la cual fue sentenciada por 75 años por matar a dos personas y robarse a un niño.Después de un largo tiempo, por fin Harrison decidió hacerle frente, asi que aquel joven la fue a visitar a prisión, la fue a ver para poder saber que más le podría estar ocultando.— ¿Por qué les hiciste daño a los verdaderos padres de Belén?— preguntó Harrison mientras la miraba con seriedad.— Aquellas personas no te querían dar conmigo, así
—Belén, que hermosa estás cariño— decía aquella madre tan emocionada por su hija.—¿Estás ansiosa?, Mañana empiezas clases, que hermoso, mi bebe irá a su primer día en tercero de preparatoria, ya estás muy grande mi amor— dijo la madre con mucha ternura, era obvio que se notaba la emoción en ella.—Si mamá, estoy tan ansiosa, conoceré nuevas personas, espero hacer nuevos amigos— dijo la peli castaño muy alegre.Aquella chica estaba en pijamas y lista para dormir, pero antes de eso, guardaría todas sus cosas, quería que su primer día en un nuevo año escolar, fuera perfecto.Se sabía que al igual que su madre, Belén estaba demasiado ansiosa, esperaba que esté nuevo año, por fin pudiera hacer amigos, por lo menos uno, pero si no podía hacerlos, no le importaba, ya que por el momento eso era lo de menos, lo que más esperaba era que le fuera bien en este primer día, ella creía que si le iba bien el primer día de escuela, todo el año iría muy bi
—Si, lo sé papi— tomo un sorbo de su jugo de naranja, se paró y les dio un beso en la mejilla a cada uno — si quiero llegar temprano, me tengo que ir, los amo— dijo mientras salia.—Nosotros también te amamos— dijo la madre en un pequeño grito, se escuchaba muy alegre.Los padres vieron como su hija salía de la casa y se arreglaron para el trabajo, el Señor Arthur de aquella chica tenía una empresa, en la cual cuando él tenía que salir, algún encargado se quedaba, cuando estaba el señor Bayron Lonzelt, él era su mano derecha, eran mejores amigos, pero al pasar lo que pasó con su hija, esa amistad se quebró de inmediato, cambiando todo, contraseñas, etcétera, todo lo que el señor Bayron sabía, el señor Arthur lo cambio de inmediato y la señora Graciela era una escritora, un libro que nunca salió a la luz fue aquel libro que escribió con la señora Amanda Lonzelt, al igual que sus hijos y esposos, ellas eran mejores amigas, pero al pasar todo lo que pasó, todos l
El señor Pindu los ayudo a subir con mucho cuidado a los 2, para que por ningún descuido, se pudieran lastimar, en camino a casa, Belén por fin le pregunto su nombre.—Y dime, chico bicicleta ¿Cómo te llamas?— dijo Belén volteando a ver lo, mientras alzaba una ceja.—Harrison y ¿Tú? ¿niña audífonos?— dijo aquel chico haciendo la misma acción.— Belén— dijo con una leve sonrisa.—Aqui, ¿hacía dónde me dirijo?— dijo el padre de la chica interrumpiendolos.—Doble a la izquierda por favor— el señor Pindu, hizo caso a lo que el joven le dijo — en la casa azul por favor— dijo Harrison, mientras señalaba su casa.El señor Pindu, se bajó del carro y ayudo a bajarse a Harrison, mientras poco a poco, se acercaban a la puerta de la casa, le pregunto— A ¿Qué escuela vas?— dijo el señor Pindu mientras lo miraba.—A la escuela Hallson, señor, apenas entre al te
La madre suspiro, era muy obvio que si le enojaba que su hija no tuviera cuidado por andar con esos audífonos, dos personas que lastimaron, pero estaba tranquila, por qué su hija y aquel joven, estaban bien y no pasó algo más grave.—Cariño, desde mañana lleva a nuestra hija a la escuela, no quiero que mi pequeña bebe, le pasen más cosas como estas, y por favor, lleva también al chico, no quiero que también se accidente, de nuevo, quiero que ellos estén bien amor— dijo un poco más tranquila.Todos saben que aquella familia es muy amable y si es posible, es obvio que ellos te ayudarán.—Mamá, ya no soy un bebe — dijo mientras soltaba una pequeña risa — pero si estás más tranquila, está bien, dejaré que mi papá me lleve, para que no te preocupes— dijo la joven mientras se encerraba en su cuarto.La chica intento olvidar lo sucedido y se puso a escuchar música.Pero no podía olvidar a aquel chico, todo lo que pasará, si co
—Ahi está tu respuesta cariño— dijo mientras se subía de nuevo al carro.—Ash— dijo Belén mientras se bajó del carro, para luego acercarse a darle un beso, un poco enojada a su padre.—Y no me veas con esos ojos que parece que me quieres matar, sonrie, sabes que te amo— ella rodo los ojos para luego dar le una sonrisa a su padre.
Harrison solo se le podía quedar viendo con mucha ternura a Belén, a decir verdad, su actitud le parecía muy tierna, en realidad nunca se espero que Belén le dijera eso y reacciona tan madura e independiente a su edad, al parecer pensó que Belén sería todo lo contrario de lo que a visto que es, a decir verdad, Harrison y Belén a pesar de llevar muy poco de conocerse, en ese tiempo, él sintió que chocar con ella, aunque terminarán en ese estado, en un mal estado, ella con el brazo roto y él con la pierna rota, a pesar de no ser un muy buen primer encuentro para ninguno de los dos, podía sentir y creer que eso fue parte y obra del destino y quería que eso fuera cierto, él quería creer que el destino la había puesto en su camino por alguna razón, le gustaba pensar que eso pasaba, Harrison sentía que ella le daba tranquilidad, le daba el cariño que su madre le negaba, Harrison, empezaba a querer a Belén de una forma muy tierna y además de todo, le hizo una promesa a su padre, que
Las horas pasaron desmasiado rápido y por fin ya era la hora de salida, solo faltaba esperar a que sonara el timbre.Hasta que después de unos segundos más, el timbre sonó.Belén fue en busca de su amigo y cuando lo vio, lo ayudo a ir al carro de su padre, él cuál ya los estaba esperando con muchas ansias, ella planeaba que este chico, fuera a comer con ellos y ya se lo había dicho y esperaba que no se le olvidará.—Papi— dijo Belén, mientras se acercaba a su padre, pricediendo a dar le un beso en la mejilla al señor Pindu.— ¿Lo podemos llevar a comer a la casa? Por favor— dijo pestañeando rápidamente y muy tiernamente.Era obvio que el padre iba a preferir que tuviera un nuevo amigo, Harrison era un chico que a pesar de todo, le impartía confianza a las personas y al papá de Belén, le caía muy bien, por eso lo dejaba ser su amigo y más si a su hija le agradaba y se notaba que a Belén le agradaba mucho