¡Hola! Quiero agradecerles por su paciencia, sus reseñas y hemosos comentarios, me alegran el día. Gracias por amar la historia. Nos seguimos leyendo. Besos.
Karen revisó una vez más el correo que le había llegado sobre su nuevo paciente. Habían llegado en el lugar indicado, daban ya las seis, se bajó del auto y Christian también. Éste se acercó a abrir el maletero y sacó de él su bolsa, ella lo tomó.—Cuando termines avísame, estaré cerca, vendré a recogerte.—De acuerdo. —Dijo aceptando el beso que él la estaba dando.Se despidieron y se separaron. A ella le llegó una llamada de Ivonne mientras se acercaba al edificio.—Hola Ivonne. —la saludó.—Hola, desaparecida. ¿Cómo estás? Espero no estar interrumpiendo algo.—No exactamente, estoy a punto de asistir a un paciente.—¿A esta hora? Pensé que sería en la mañana.—Hubo un cambio de planes, cortesía de Noha, creo que lo hace adrede, intenta volverme loca.—No me lo puedo creer, ¿estará bien el pobre? Nunca había actuado así.—¿Todavía crees que tiene justificación? —escuchó cómo suspiraba al otro lado.—Está bien, tienes razón, dejaré de justificarlo. Dime, ¿te tomará mucho tiempo?—No m
Pasaron primero por el apartamento, ella tenía que cambiarse de ropa y ponerse algo adecuado para la ocasión.Compraron unos postres deliciosos por el camino y cuando llegaron aparcaron frente a la casa de Ivonne y su familia. Se bajaron del auto y atravesaron el portal. Christian soltó aire mientras caminaban hacia la puerta.—¿Estás segura de que es necesario que estemos aquí?—¿Es que tenías algo mejor que hacer? —él la miró con media sonrisa, era tan lindo.—Si me lo preguntas así, creo que se me ocurren muchas cosas. —ella se ruborizó en seguida pensando a qué se refería.—Contestando a tu pregunta, sí, es necesario que estemos aquí.Avanzó hacia adelante ocultando una sonrisa y una vez estuvo frente a la puerta, llamó al timbre, escucharon la voz de Ivonne desde dentro y en unos minutos se presentó ella con una gran sonrisa, su hija venía corriendo detrás de ella. Su amiga miró a Christian.—¡Bienvenidos!—Gracias. Esto es para ustedes—dijo ofreciéndole la caja de postres.—¡Oh!
Estaban los ocho en la mesa cenando mientras conversaban. Se reían por las charlas que tenían, procuraban pasarla bien, sobre todo que lo hiciera Christian, era su invitado y querían que se sintiera a gusto y aceptado.—¿Cuándo salimos a mostrarte la ciudad? —preguntó Ivonne fijándose en él. Los demás lo miraron y él se encogió de hombros.—¿Queréis mostrarme la ciudad?—Dudamos que la preciosa Karen lo haya hecho—Víctor miró a su amiga. —¿Qué habéis hecho en todo este tiempo? —Karen lo regañó con la mirada, Ivonne en cambio le dio un golpe por debajo de la mesa, él tuvo que contenerse el dolor. Christian se rio en lo bajo al escuchar la pregunta, justo lo que pensaba de Víctor, nunca se cortaba al decir lo que pensaba.—Aunque lo dudes, sí, ya conocimos algunos lugares juntos, lo llevé al Manhattan Deli y visitamos algunas zonas mientras me acompañaba a ver a mis pacientes.—Entonces no le has mostrado todavía lugares interesantes, ya sabes, para cuando tenga que regresar a su país,
Y seguía con aquellas palabras que ella detestaba, lo odiaba con todas sus fuerzas. Se dio prisa, y cuando terminó de recogerlo todo caminó hacia la puerta, sin embargo, él se adelantó y se apoyó contra ésta con los brazos cruzados mientras la miraba. El corazón de ella latió fuerte, estaba realmente asustada, era imposible creer que las intenciones de ese tipo fueran buenas sobre todo cuando él sabía cosas sobre ella. Ella metió la mano en su bolso y quitó su móvil para marcarle a alguno de sus amigos, sabía que irían por ella. El contacto de Víctor le apareció primero y le dio a llamar. Andrew arrugó la frente y se acercó rápido a ella.—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —le arrebató el móvil y canceló la llamada, lanzó luego el aparato lejos de él, el golpe contra el suelo la hizo sobresaltarse.—¿Por qué has hecho eso? —preguntó casi sin voz, estaba asustada.—Porque estabas intentando arruinar nuestro precioso momento. Venga, deja esto en el suelo. —cogió el bolso que lleva
—Supongo que ya vinieron por ti.Insistieron con el timbrazo de la puerta, hasta le dieron golpes a la misma, ella se preguntaba si la habían escuchado. Le miró al hombre que seguía agarrándola.—¿Qué piensas hacer ahora?—¿Qué tal si te desnudo y abrimos la puerta? Será más fácil librarte de él. —ella lo miró aterrada, no podía permitir que aquello sucediera.Cuando él la soltó para intentar poner en marcha su plan, ella le dio un golpe en la barbilla y consiguió apartarlo de ella. Corrió hacia la puerta sin dejar de gritar por ayuda, habían dejado de llamar al timbre. Andrew estaba más furioso que antes, ya estaba harto con aquella situación, estaba siendo demasiado blando con ella, tenía que acabar con ello de una vez por todas. La agarró por el pelo y la jaló hacia él haciéndola quejarse de dolor. Intentó zafarse como pudo, y entre tanto forcejeo, él la lanzó hacia delante haciéndola perder el equilibrio, y antes de que él pudiera sujetarla de nuevo para evitar que se cayera, acab
Llegaron en la habitación 202, estaba abierta, dentro había un par de policías, uno estaba tomando notas mientras sobre lo que le estaba contando el recepcionista que había subido antes con Christian. Dos de ellos sacaban muestras de la escena mientras el otro al parecer estaba revisando algo en una esquina. Christian se acercó a los hombres. —¿Lograron atraparlo? —preguntó y los miraron. —¿Y ustedes son? —Soy su novio—contestó Christian—¿Atraparon a ese tipo? —Revisamos algunas cámaras, logró escapar cuando usted salió a pedir en la recepción que abrieran la puerta de la habitación. —¡¿Cómo?! ¿Entonces dejaron que se fuera así sin más? —preguntó Xavier consternado. — Tranquilos señores, tomamos la matrícula del auto en el que se subió y ahora mismo lo están buscando. Lo atraparemos. —afirmó el policía. A Víctor le llamó más la atención el policía que se encontraba revisando algo en la esquina, así que dejó a los otros para acercarse a él. —¿Ha encontrado algo? —le preguntó y e
A Xavier se le hizo un nudo en la garganta, le dolía ver a la chica por la que sentía algo inadecuado pasar por todo aquello, y solo por decidir salir con alguien le pasaba aquello, se le cristalizaron los ojos, ella no se lo merecía. A veces se preguntaba qué habría pasado si la hubiera confesado antes lo que sentía, tal vez ella acabara sintiendo algo por él y no estuvieran pasando por eso, pero nunca iba a saberlo, había dejado que esa oportunidad pasara y ya no podía hacer nada, ahora tenía que verla sufrir por estar con el hombre probablemente equivocado.Karen estaba sacando su móvil de su bolsillo y se ponía a marcar. Víctor se fijó en la hora de la llamada, fue justo cuando lo llamó, se le hizo un nudo en la garganta de solo pensar que ella pensó en él para ayudarla.―Te estaba llamando a ti―murmuró Christian. Víctor no pronunció palabra, ¿qué podía decir? Se estaba sintiendo culpable por no haberse dado cuenta de que ella estaba en peligro cuando lo había llamado, que confiab
Habían regresado tarde al hospital, eran casi las once de la noche y no habían tenido éxito a la hora de interrogarle a Andrew, el tipo había evitado decir algo al respecto a pesar de todas las amenazas que se hiciera contra él.—Créeme, es por tu bien, no quieres saberlo—le había dicho a Christian el desgraciado, y recordarlo le enfurecía aún más.Estaban en el cuarto donde habían dejado a Karen después de la operación. Anna les explicó que ella estaba fuera de peligro, que habían extraído los trozos de cristal que le habían atravesado la nuca y que se recuperaría.Christian estaba sentado en una silla junto a ella, la tenía tomada de la mano, la estaba besando mientras la observaba inconsciente con una venda rodeándole la cabeza, daría lo que fuera por estar en su lugar.—Me avergüenza tener que decir esto pero…¿Y si Noha tiene algo que ver con esto? Desde el principio ella se estaba quejando de su trato hacia ella, y cuando le cambió de paciente así sin más, ella no hacía más que i