Y seguía con aquellas palabras que ella detestaba, lo odiaba con todas sus fuerzas. Se dio prisa, y cuando terminó de recogerlo todo caminó hacia la puerta, sin embargo, él se adelantó y se apoyó contra ésta con los brazos cruzados mientras la miraba. El corazón de ella latió fuerte, estaba realmente asustada, era imposible creer que las intenciones de ese tipo fueran buenas sobre todo cuando él sabía cosas sobre ella. Ella metió la mano en su bolso y quitó su móvil para marcarle a alguno de sus amigos, sabía que irían por ella. El contacto de Víctor le apareció primero y le dio a llamar. Andrew arrugó la frente y se acercó rápido a ella.—¿Qué demonios crees que estás haciendo? —le arrebató el móvil y canceló la llamada, lanzó luego el aparato lejos de él, el golpe contra el suelo la hizo sobresaltarse.—¿Por qué has hecho eso? —preguntó casi sin voz, estaba asustada.—Porque estabas intentando arruinar nuestro precioso momento. Venga, deja esto en el suelo. —cogió el bolso que lleva
—Supongo que ya vinieron por ti.Insistieron con el timbrazo de la puerta, hasta le dieron golpes a la misma, ella se preguntaba si la habían escuchado. Le miró al hombre que seguía agarrándola.—¿Qué piensas hacer ahora?—¿Qué tal si te desnudo y abrimos la puerta? Será más fácil librarte de él. —ella lo miró aterrada, no podía permitir que aquello sucediera.Cuando él la soltó para intentar poner en marcha su plan, ella le dio un golpe en la barbilla y consiguió apartarlo de ella. Corrió hacia la puerta sin dejar de gritar por ayuda, habían dejado de llamar al timbre. Andrew estaba más furioso que antes, ya estaba harto con aquella situación, estaba siendo demasiado blando con ella, tenía que acabar con ello de una vez por todas. La agarró por el pelo y la jaló hacia él haciéndola quejarse de dolor. Intentó zafarse como pudo, y entre tanto forcejeo, él la lanzó hacia delante haciéndola perder el equilibrio, y antes de que él pudiera sujetarla de nuevo para evitar que se cayera, acab
Llegaron en la habitación 202, estaba abierta, dentro había un par de policías, uno estaba tomando notas mientras sobre lo que le estaba contando el recepcionista que había subido antes con Christian. Dos de ellos sacaban muestras de la escena mientras el otro al parecer estaba revisando algo en una esquina. Christian se acercó a los hombres. —¿Lograron atraparlo? —preguntó y los miraron. —¿Y ustedes son? —Soy su novio—contestó Christian—¿Atraparon a ese tipo? —Revisamos algunas cámaras, logró escapar cuando usted salió a pedir en la recepción que abrieran la puerta de la habitación. —¡¿Cómo?! ¿Entonces dejaron que se fuera así sin más? —preguntó Xavier consternado. — Tranquilos señores, tomamos la matrícula del auto en el que se subió y ahora mismo lo están buscando. Lo atraparemos. —afirmó el policía. A Víctor le llamó más la atención el policía que se encontraba revisando algo en la esquina, así que dejó a los otros para acercarse a él. —¿Ha encontrado algo? —le preguntó y e
A Xavier se le hizo un nudo en la garganta, le dolía ver a la chica por la que sentía algo inadecuado pasar por todo aquello, y solo por decidir salir con alguien le pasaba aquello, se le cristalizaron los ojos, ella no se lo merecía. A veces se preguntaba qué habría pasado si la hubiera confesado antes lo que sentía, tal vez ella acabara sintiendo algo por él y no estuvieran pasando por eso, pero nunca iba a saberlo, había dejado que esa oportunidad pasara y ya no podía hacer nada, ahora tenía que verla sufrir por estar con el hombre probablemente equivocado.Karen estaba sacando su móvil de su bolsillo y se ponía a marcar. Víctor se fijó en la hora de la llamada, fue justo cuando lo llamó, se le hizo un nudo en la garganta de solo pensar que ella pensó en él para ayudarla.―Te estaba llamando a ti―murmuró Christian. Víctor no pronunció palabra, ¿qué podía decir? Se estaba sintiendo culpable por no haberse dado cuenta de que ella estaba en peligro cuando lo había llamado, que confiab
Habían regresado tarde al hospital, eran casi las once de la noche y no habían tenido éxito a la hora de interrogarle a Andrew, el tipo había evitado decir algo al respecto a pesar de todas las amenazas que se hiciera contra él.—Créeme, es por tu bien, no quieres saberlo—le había dicho a Christian el desgraciado, y recordarlo le enfurecía aún más.Estaban en el cuarto donde habían dejado a Karen después de la operación. Anna les explicó que ella estaba fuera de peligro, que habían extraído los trozos de cristal que le habían atravesado la nuca y que se recuperaría.Christian estaba sentado en una silla junto a ella, la tenía tomada de la mano, la estaba besando mientras la observaba inconsciente con una venda rodeándole la cabeza, daría lo que fuera por estar en su lugar.—Me avergüenza tener que decir esto pero…¿Y si Noha tiene algo que ver con esto? Desde el principio ella se estaba quejando de su trato hacia ella, y cuando le cambió de paciente así sin más, ella no hacía más que i
Christian estaba en el rellano, seguía incrédulo, ¿de verdad había sido su madre? ¿Cómo podía creer algo igual? No podía ser cierto, a ella le gustaba Karen, y aunque no fuera así, no la creía capaz de cometer algo igual, quizás su padre, pero ella no. Solo había una manera de averiguarlo. Con su móvil ya a mano marcó el número de su madre y se llevó el móvil al oído. Su madre contestó de inmediato.—Erick, por fin llamas. ¿Cómo estás cariño?—¿Contrataste a alguien para que le hiciera daño a Karen? —preguntó lo más calmado posible, esperaba tener razón y que su madre no hubiera hecho algo igual. Pero entonces hubo silencio después de la pregunta. —¡Mamá!—¿Le…hicieron daño a la chica?—¿Has tenido algo que ver con eso?—¿Por qué crees que le haría daño a tu novia? Ella es una buena persona.—¿Me negarás que no le llamaste al director del hospital hace unos días?—Sí, pero no era para…—No me lo puedo creer—llevó la mano a su pelo frustrado. — Fuiste tú la que dejó a la mujer a la que
Anna llegó temprano al hospital, quería ver a Karen, sabía que encontraría a Christian y estaría solo, había algo que él tenía que saber. Subió las escaleras hasta la planta donde se quedaba su amiga, se acercó a la habitación y se asomó por la puerta, Christian estaba dormido en la silla junto a ella, ¿debería despertarlo? Era probable que no volvieran a estar solos.Se acercó a él y le tocó el brazo en un intento de despertarlo. Christian abrió los ojos de par en par y levantó la mirada, Anna lo estaba mirando, miró alrededor y recordó dónde se encontraba y por qué. Soltó aire, se incorporó y se frotó los ojos con la palma de sus manos.—Buenos días—saludó ella suavemente como si tuviera miedo de despertar a alguien que ya estuviera despierto.—Me quedé dormido. —la miró de nuevo—¿Qué hora es?—Las siete. —contestó la chica. —Siento haberte despertado.—No, no te preocupes—soltó un suspiro y luego miró a Karen allí en la cama, quieta, con los ojos cerrados. —Todavía no se despierta.
Estaba cerrando la puerta después cambiarse. Caminó hacia el ascensor y cuando éste se abrió vio a la mujer del otro día, era la vecina de Karen, Delia, le había parecido escuchar llamarla. Esta vez venía acompañada de una joven de pelo castaño con mechones rosa. La mujer dibujó una sonrisa al verlo, mientras se bajaba del aparato.—Buenos días, joven.—Buenos días, señora—saludó él con educación.—A parte de bello es británico. —escuchó que susurraba la joven, quien al parecer no le había quitado el ojo de encima. —Hola—saludó ella levantando la mano mientras le sonreía.—Sonia, él es el novio de la doctora del que te hablé.—sonaba más bien a regaño que a otra cosa. —Christian ¿cierto?—Ah—dijo la chica sonando algo desilusionada. —Encantada.—Ha sido un placer verlas—dijo despidiéndose.—¿No está la doctora contigo? —escuchó aquella pregunta que internamente estaba evitando. Miró a la mujer.—No, está en el hospital—estaba diciendo la verdad, pero esperaba que no hiciera muchas preg