El tono de llamada seguía sonando, pero nuevamente nadie respondía. Ese era el tercer día que Aurora intentaba comunicarse con sus padres, pero estos no respondían a ninguna de sus llamadas ni mensajes. ¿Les había ocurrido algo? La pelirroja se sentía nerviosa y mentalmente agotada, tan solo deseaba saber cómo era que se encontraba su madre ahora que habían comenzado sus tratamientos, pero no tenía respuesta alguna.Angustiada, Aurora escribió aquel mensaje de texto pidiendo a sus padres que le dijeran al menos si se encontraban bien pues no había tenido noticias de ellos y estaba a nada de llamar a la policía para reportarlos como desaparecidos. Enviándolo, en menos de un minuto recibió un mensaje desde el celular de su madre junto a una fotografía de sus padres sonriendo sentados en alguna cafetería, pero las palabras eran todo menos amables.“Estamos bien, deja de molestar, estoy cansada por las quimioterapias y no tengo tiempo para atender tus delirios, no envíes más mensajes porq
—Juliana Hancock está en la ciudad, joven señor. — decía Giuseppe a Massimo, quien se estaba probando su costoso y elegante traje de novio hecho a medida por un demasiado importante diseñador.Massimo se mantuvo sereno a pesar de haber escuchado lo dicho por Giuseppe.—¿Y qué es lo que esperas que haga? Enviaron las invitaciones electrónicas, seguramente ha llegado para asistir a mí boda con Aurora. — respondió Massimo con calma.Giuseppe negó.—¿No le preocupa que intente hacer algo?, se me informó que el joven Julio hizo una gran compra por una mansión cercana a la suya, una lujosa limusina y muebles de alta calidad; parece que la señorita Hancock planea quedarse un largo tiempo en Palermo. También me dijeron que la señorita fue vista hospedándose en el Four Seasons Deluxe en el centro de la ciudad cuando arribó esta mañana a la ciudad. Lo correcto joven señor, es ir a visitarla, después de todo su familia es socia suya, y la empresa B&H les pertenece a ambos lados, los socios querr
Aquella mañana era diferente. Los sirvientes corrían apresurados terminando de alistar los últimos preparativos. Los pensamientos se fundían con el viento que entraba agradable entre las cortinas de aquella lujosa habitación de Massimo, quien sentía sus emociones pendiendo de un hilo e iban desde la alegría más sincera a la angustia repentina. Las personas iban y venían, quizás, con demasiada prisa, para que todo estuviese mucho más que perfecto, tal y como el amo y señor de aquella casa. Acomodando su corbatín negro, y aquellas flores blancas de su bolsillo, Massimo Bensiali le mostró una radiante sonrisa a su mentor y maestro de toda la vida.—Bueno, estoy listo, ¿Qué es lo que opinas maestro Giuseppe? — cuestionó Massimo disfrazando de arrogancia sus evidentes nervios.El viejo tutor asintió aprobatoriamente.—Me parece que luce tal cual debe de lucir un gran señor: simplemente perfecto. — respondió con honestidad el anciano.Massimo sonrió. Aquel era el día más importante de toda
—Lo siento madre, pero no iré. Yo no quiero tener nada que ver con ese mundo. — respondió Leandro.Su madre de nuevo se mostró decepcionada.—De acuerdo…pero menospreciar lo que eres, no te hace mejor que lo que tanto juzgas…tenlo en mente. — respondió la mujer.Leandro sintió un nudo lastimando su garganta en el momento en que vio salir a la hermosa mujer que le dio la vida de su departamento. En ese instante, el pelinegro deseo correr tras ella y abrazarla sin soltarse…deseo sentirse seguro en sus brazos como en aquellos ya muy lejanos días de su temprana niñez. Apretando los puños, sin embargo, se quedó estático en el mismo lugar sin ser capaz de moverse. Aurora se casaba con un despreciable magnate, y él había renunciado a serlo.En la mansión Bensiali.—Los padres de la señorita Bianco no asistirán, jamás respondieron a la invitación que les fue enviada, y apenas hace un momento avisaron en un correo que no asistirían, aunque no especificaron las razones de su inasistencia. — inf
—Todos están a la gran expectativa sobre la llamada boda del año. El joven Magnate multimillonario Massimo Bensiali, único hijo del ilustre y magnate de negocios Mauro Bensiali. La boda se realizará en privado dentro de la lujosa mansión Bensiali y fuentes informan que se han mandado a traer rosas de la india, así como el banquete estaría a cargo del famoso chef Ramsés Gordon, pero la pregunta que todos nos hacemos, es ¿Quién esa la misteriosa novia? Fuentes confidenciales afirman que la novia no es nadie más que la heredera de la familia estadounidense Hancock, Juliana Hancock, quien arribó ayer a la ciudad… —En las televisiones se escuchaba la nota del día que había acaparado todos los encabezados de los medios. Varias cadenas de noticias se hallaban apostadas fuera de la mansión Bensiali, intentando ser las primeras en obtener alguna primicia exclusiva de la lujosa boda que se había elevado por todo lo alto. Nadie sabía en realidad la identidad de la esposa de Massimo.En los herm
Todas las miradas en aquel hermoso jardín rodeado de rosas blancas, se habían quedado enteramente fijas en la hermosa pareja que se hallaba en el altar. El cielo celeste con algunas nubes blanquecinas se miraba precioso, y la mansión Bensiali, vestida para la boda, resplandecía bajo los tenues rayos del sol de otoño. Todos los días anteriores a ese tan especial, habían sido tan grises y lluviosos que presagiaban un panorama gris y entristecido, pero aquel día, como si el sol también deseara celebrar, el hermoso astro había salido a saludar a los novios.Aurora, ya al frente de aquel hermoso altar, para su gran sorpresa pudo ver a los niños del orfanato y las hermanas al frente ocupando asientos preferenciales; todos los niños estaban vestidos con vestidos y trajes elegantes, y mirando a Massimo con sorpresa y conmoción, Aurora se había quedado sin palabras. Aquellos invitados que eran tan apreciados por ella, sin embargo, eran observados extrañamente por los demás asistentes que se no
—En este momento se está llevando a cabo la celebración por el matrimonio del Magnate multimillonario Massimo Bensiali, una fuente dentro del lujoso evento nos ha informado que el nombre de la ahora esposa del magnate, es Aurora Bianco, nadie sabe quién es ella o como es que se conocieron ella y… —Leandro Fiore apagó el televisor. Dando un golpe seco sobre la mesa en su departamento, el joven estudiante se sintió frustrado. Aurora se había casado…y él no lo había impedido.Su madre debía de estar en aquella celebración sola pues su padre jamás tenía tiempo para asistir a eventos sociales. Leandro había renunciado al apellido Russo, y ahora en su lugar mantenía el apellido de soltera de su madre quien tan solo había sido, tal cual, como Aurora, una mujer de familia común. Su madre, en su juventud y aun en el presente, había sido una mujer hermosa, trabajadora e inteligente, y su padre la había conocido en un bar en el que trabajaba; se había enamorado de ella perdidamente, y haciéndol
El ambiente en aquella lujosa boda, se había puesto pesado. Massimo sabía que aquello era el plan de los Hancock, arruinar su boda a como diera lugar. Finalmente había conocido a la famosa y arrogante Juliana Hancock, y ahora más que nunca estaba convencido de que había hecho lo correcto al despreciarla, aquella mujer caprichosa era mucho peor de lo que le habían dicho que era.Aurora yacía sentada junto a Massimo esperando el comienzo del banquete; aquel ambiente no era para ella, jamás lograría encajar con gente tan horrible y pretensiosa. Los Hancock no dejaban de mirarla con desprecio, y recordando las palabras de Massimo, la pelirroja comprendió que aquella mujer había sido la prometida de su ahora esposo en algún momento; aunque jamás la había visto realmente. Mirando el elegante lugar, Aurora se sintió completamente fuera de lugar durante un momento. Todo aquello era extremadamente lujoso y costoso, y la pelirroja se lamentó por ello; con lo que Massimo había gastado en esa bo