CAPÍTULO 91

El aire denso y cargado de humedad envolvía cada rincón de la vieja casa, como si guardara en sus paredes los susurros de una historia olvidada. Caleb, Fray y yo entramos con cautela, sintiendo cada crujido bajo nuestros pies mientras nos acercábamos al centro de la sala.

Allí, en la penumbra, un hombre de rostro curtido por los años y las batallas nos esperaba. Sus ojos oscuros y penetrantes se alzaron para encontrarse con los nuestros, conociendo de inmediato la urgencia que traíamos con nosotros.

—Ustedes buscan a Giafranco —dijo, su voz rasposa, como si el tiempo y los secretos que guardaba hubiesen consumido la suavidad de su tono. No era una pregunta. Sabía lo que estábamos enfrentando sin necesidad de más explicaciones.

Asentí, sintiendo cómo el miedo y la esperanza se entrelazaban en mi pecho. —Tiene a nuestros hijos —dije, intentando que mi voz no quebrara—. Los ha secuestrado, y no sabemos cuánto tiempo tenemos antes de que…

—Antes de que sea demasiado tarde —interrumpió el
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP