Su hermano agarra la otra pata y se la come, esto hace que ella se moleste bastante y le quita un pedazo de helado a su hermano, ambos se ponen a discutir de forma infantil, para al final, terminar compartiendo sus helados. Ver su actitud y la forma en cómo se llevan, me hace compararme a mí y a mis hermanos, es verdad que sus vidas no me interesan ni me importan, ya que son lo suficientemente grandes para saber qué hacer con ellas, pero si me piden ayuda o si descubro que están en aprietos, no voy a dudar ni un segundo en irlos a socorrer... al final, son mis hermanitos.Terminamos de comer y me “ofrezco” a llegar a Tris a su escuela, su hermano me agradece y se va al igual que su amigo. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios por la clara ingenuidad de su hermano, hasta me siento un poco mal porque me dio las gracias.Esta noche decido pasarlo tranquilo, como era de esperar, a Tris se le ocurre hacer algo entre los dos, primero quería ir a la terraza a ver las estrellas y luego
Astrid guarda las cosas en la caja y lo vuelve a llevar a la habitación, tomo una gran bocanada de aire y la sostengo por un rato, tratando de tranquilizarme, pero es obvio que me va a costar mucho trabajo, en especial porque mi hermano me está desafiando de forma descarada. Parece ser que Mateo quiere sufrir en carne propia de lo que soy capaz.Durante todo el sábado estuvimos muy tranquilos, me siento muy aliviado de tener un día bastante tranquilo hasta la noche, que es cuando las cosas cambian de forma drástica. Para el domino, Tris y yo nos quedamos en el cuarto, ella está haciendo unas tareas mientras yo leo un libro, a ninguno de los dos nos apetece salir y me siento aliviado de que ella no sea una mujer de antros ni fiestas de fines de semana. Nuestra paz se ve interrumpida por el sonido de mi celular, busco el aparato con mi mano sin apartar la vista de mi lectura, apenas lo tocan mis dedos, lo acerco a mi oído al tiempo que contesto la llamada.Al otro lado escucho la voz de
Astrid. Me siento a completa merced de los hermanos de Derek y para empeorar las cosas, él se ha ido a no sé dónde, dejándome sola. Diana no deja de tirar de mi con mucho entusiasmo, su alegría es demasiado contagiosa, pero no puedo sacarme de la cabeza que no debo alejarme mucho de Derek, en especial con Mateo cerca. Mientras paseamos, no dejo de sorprenderme por lo hermoso que es el lugar, un ligero brillo se posa sobre mis ojos, haciendo que los entrecierre un poco. Estando algo aturdida busco el origen de la luz y para mi sorpresa, me encuentro con una enorme piscina algo escondida, el agua se ve tan clara que invita a darse un chapuzón. El sonido del agua siendo agitada me saca de mi pequeño deslumbramiento, en la orilla se encuentra su hermana.... no recuerdo el nombre de su hermana, aunque en realidad dudo que sea una, ya que no se parece en nada a ninguno de ellos. —Alexia ¿Quieres meterte? — Vocifera Diana desde la distancia. —Me encantaría, pero no he traído el bañador.
—Ya te dije que entre Astrid y yo no hay nada.Decido mantener la boca cerrada, lo que menos necesita el señor Baker es que su madre se haga ilusiones sobre esta... “relación” y que luego se lleve una decepción cuando lo “nuestro” termine. Antes de que salga del lugar, ella me dice que cuide de su hijo, que es testarudo y de un carácter reservado, pero que está segura de que yo sabré tratar con él.Estando a lado de Derek, le miro de reojo, pero no digo nada, un silencio algo incómodo se ha formado a nuestro alrededor, incluso el aire se siente pesado y cuesta respirar. Afortunadamente las cosas se relajan cuando Diana nos encuentra y nos dice que van a meterse a la piscina.—Tenemos que irnos, tenemos cosas que hacer.—¡Vamos Derek! — Exclama molesta. —Siempre estas pensado en trabajo.—No siempre, a veces piensa en follar— Interviene su hermana... Dennis, creo que se llama.Sus palabras hacen que una pequeña risita se me escape, porque ella tiene razón, si él no está pensando en el
La puerta está por cerrarse, pero el señor Baker lo impide, su profunda voz resuena por el ascensor mientras pronuncia mi nombre con firmeza, creí que podría escaparme, que lastima que se haya dado cuenta de que sigo aquí metida. Me encojo en mi lugar, esperando a que todo esto pase, pero al final termino resignándome y saliendo a tropiezos y pequeños empujones del diminuto espacio. Por estar apurada tratando de salir, me he vuelto a tropezar, gracias a los cielos que Derek tiene buenos reflejos y me ha agarrado del brazo, trato de incorporarme, pero no puedo, bajo la mirada hacia mi pie y alguien está pisando con fuerza mi cordón, además de que también está atrapado entre mi pie entre muchas personas. Al darse cuenta, se hacen a un lado, liberándome.—Dios bendito... hoy no es mi día— Murmuro para mí misma mientras me incorporo.Rose se ríe de mí de forma disimulada, luego acomoda su melena dorada y empieza a caminar hacia su escritorio, meneando las caderas como toda una diva, acomo
Una vez que estamos solos, un suspiro de alivio se me escapa, pero esa tranquilidad se ve ahuyentada cuando me doy cuenta de que ahora mismo estoy a merced del señor Baker, que apenas se escucha el sonido del ascensor cerrarse, aporrea las manos contra el escritorio con fuerza.—Williams, responde a mi pregunta ¿Qué fue lo que te dije? — Espeta con firmeza y rudeza.—Q-Que me quedara aquí a esperarlo porque tenía algo que discutir conmigo.—Bien— Regara la espalda contra el respaldo de si asiento, mirándome con superioridad. —Entonces dime, ¿Por qué cuando regrese a mi oficina estaba completamente vaciá? A no ser que tengas la habilidad de hacerte invisible, pero lo dudo mucho.Aprieto los puños con fuerza, no me atrevo a decirle lo que pensé en ese momento... no quiero tener que decirlo, en especial porque es algo que me duele y me lastima mucho, quiero dejar ir ese recuerdo, pero no puedo... no voy a poder olvidarlo hasta que confronte a Derek.—Yo... pensé que estaba demasiado ocup
—Con todo aclarado, regresemos al departamento, mañana tengo una junta muy importante.Con las pocas fuerzas que me quedan me levanto de mi lugar y camino detrás de Derek, tengo los ánimos por el suelo, me siento derrotada y pisoteada. Ahora entiendo mejor mi verdadera posición con la de Rose o cualquier otra mujer, yo soy un simple objeto y a ellas si las ve como mujeres. El regreso a casa pasa en completo silencio.Derek.Esta mañana tuve que salir muy temprano del departamento ya que tenía un desayuno de negocios, ni siquiera me dio tiempo de despedirme de Astrid. Tampoco quería despertarla, se veía muy hermosa durmiendo.Durante el desayuno, no presté mucha atención a lo que decían, me importaba más buscar un regalo adecuado para Astrid, mientras reviso la página, encuentro un hermoso collar con un dije en forma de rosa, muy seguramente las pequeñas incrustaciones de diamante sean mucho para ella, pero en definitiva, es algo que le quedará de maravilla. Encargo en regalo y sigo bu
Hoy no es el día de Astrid, ya que se ha vuelto a tropezar, parece ser que tiene mucho en la cabeza y no está centrada en lo que debe. Le digo que me espere en mi oficina mientras estoy en la junta, paso a lado de Rose y le digo que lleve café a la sala de reuniones.Durante la junta, no puedo dejar de ver mi reloj de mano, llevo una hora aquí sentado y Astrid ya debe de estar aburrida de esperar, no es que yo me la esté pasando de maravilla aquí metido, en especial porque no están diciendo nada nuevo. Una vez que tenemos todos los puntos abarcados y hemos tenido un acuerdo mutuo en cuanto a las siguientes inversiones, por fin me puedo ir.Casi con desesperación abro la puerta de mi oficina, pero no encuentro a Williams esperándome, le he preguntado a Rose donde se ha ido y ella me dijo que estaba en el baño y que acaba de regresar, resoplo con fuerza y cierro la puerta con fuerza, camino hacia mi escritorio y me tumbo sobre mi sillón, tomo mi teléfono y llamo a Astrid.La línea suena