Astrid. Me siento a completa merced de los hermanos de Derek y para empeorar las cosas, él se ha ido a no sé dónde, dejándome sola. Diana no deja de tirar de mi con mucho entusiasmo, su alegría es demasiado contagiosa, pero no puedo sacarme de la cabeza que no debo alejarme mucho de Derek, en especial con Mateo cerca. Mientras paseamos, no dejo de sorprenderme por lo hermoso que es el lugar, un ligero brillo se posa sobre mis ojos, haciendo que los entrecierre un poco. Estando algo aturdida busco el origen de la luz y para mi sorpresa, me encuentro con una enorme piscina algo escondida, el agua se ve tan clara que invita a darse un chapuzón. El sonido del agua siendo agitada me saca de mi pequeño deslumbramiento, en la orilla se encuentra su hermana.... no recuerdo el nombre de su hermana, aunque en realidad dudo que sea una, ya que no se parece en nada a ninguno de ellos. —Alexia ¿Quieres meterte? — Vocifera Diana desde la distancia. —Me encantaría, pero no he traído el bañador.
—Ya te dije que entre Astrid y yo no hay nada.Decido mantener la boca cerrada, lo que menos necesita el señor Baker es que su madre se haga ilusiones sobre esta... “relación” y que luego se lleve una decepción cuando lo “nuestro” termine. Antes de que salga del lugar, ella me dice que cuide de su hijo, que es testarudo y de un carácter reservado, pero que está segura de que yo sabré tratar con él.Estando a lado de Derek, le miro de reojo, pero no digo nada, un silencio algo incómodo se ha formado a nuestro alrededor, incluso el aire se siente pesado y cuesta respirar. Afortunadamente las cosas se relajan cuando Diana nos encuentra y nos dice que van a meterse a la piscina.—Tenemos que irnos, tenemos cosas que hacer.—¡Vamos Derek! — Exclama molesta. —Siempre estas pensado en trabajo.—No siempre, a veces piensa en follar— Interviene su hermana... Dennis, creo que se llama.Sus palabras hacen que una pequeña risita se me escape, porque ella tiene razón, si él no está pensando en el
La puerta está por cerrarse, pero el señor Baker lo impide, su profunda voz resuena por el ascensor mientras pronuncia mi nombre con firmeza, creí que podría escaparme, que lastima que se haya dado cuenta de que sigo aquí metida. Me encojo en mi lugar, esperando a que todo esto pase, pero al final termino resignándome y saliendo a tropiezos y pequeños empujones del diminuto espacio. Por estar apurada tratando de salir, me he vuelto a tropezar, gracias a los cielos que Derek tiene buenos reflejos y me ha agarrado del brazo, trato de incorporarme, pero no puedo, bajo la mirada hacia mi pie y alguien está pisando con fuerza mi cordón, además de que también está atrapado entre mi pie entre muchas personas. Al darse cuenta, se hacen a un lado, liberándome.—Dios bendito... hoy no es mi día— Murmuro para mí misma mientras me incorporo.Rose se ríe de mí de forma disimulada, luego acomoda su melena dorada y empieza a caminar hacia su escritorio, meneando las caderas como toda una diva, acomo
Una vez que estamos solos, un suspiro de alivio se me escapa, pero esa tranquilidad se ve ahuyentada cuando me doy cuenta de que ahora mismo estoy a merced del señor Baker, que apenas se escucha el sonido del ascensor cerrarse, aporrea las manos contra el escritorio con fuerza.—Williams, responde a mi pregunta ¿Qué fue lo que te dije? — Espeta con firmeza y rudeza.—Q-Que me quedara aquí a esperarlo porque tenía algo que discutir conmigo.—Bien— Regara la espalda contra el respaldo de si asiento, mirándome con superioridad. —Entonces dime, ¿Por qué cuando regrese a mi oficina estaba completamente vaciá? A no ser que tengas la habilidad de hacerte invisible, pero lo dudo mucho.Aprieto los puños con fuerza, no me atrevo a decirle lo que pensé en ese momento... no quiero tener que decirlo, en especial porque es algo que me duele y me lastima mucho, quiero dejar ir ese recuerdo, pero no puedo... no voy a poder olvidarlo hasta que confronte a Derek.—Yo... pensé que estaba demasiado ocup
—Con todo aclarado, regresemos al departamento, mañana tengo una junta muy importante.Con las pocas fuerzas que me quedan me levanto de mi lugar y camino detrás de Derek, tengo los ánimos por el suelo, me siento derrotada y pisoteada. Ahora entiendo mejor mi verdadera posición con la de Rose o cualquier otra mujer, yo soy un simple objeto y a ellas si las ve como mujeres. El regreso a casa pasa en completo silencio.Derek.Esta mañana tuve que salir muy temprano del departamento ya que tenía un desayuno de negocios, ni siquiera me dio tiempo de despedirme de Astrid. Tampoco quería despertarla, se veía muy hermosa durmiendo.Durante el desayuno, no presté mucha atención a lo que decían, me importaba más buscar un regalo adecuado para Astrid, mientras reviso la página, encuentro un hermoso collar con un dije en forma de rosa, muy seguramente las pequeñas incrustaciones de diamante sean mucho para ella, pero en definitiva, es algo que le quedará de maravilla. Encargo en regalo y sigo bu
Hoy no es el día de Astrid, ya que se ha vuelto a tropezar, parece ser que tiene mucho en la cabeza y no está centrada en lo que debe. Le digo que me espere en mi oficina mientras estoy en la junta, paso a lado de Rose y le digo que lleve café a la sala de reuniones.Durante la junta, no puedo dejar de ver mi reloj de mano, llevo una hora aquí sentado y Astrid ya debe de estar aburrida de esperar, no es que yo me la esté pasando de maravilla aquí metido, en especial porque no están diciendo nada nuevo. Una vez que tenemos todos los puntos abarcados y hemos tenido un acuerdo mutuo en cuanto a las siguientes inversiones, por fin me puedo ir.Casi con desesperación abro la puerta de mi oficina, pero no encuentro a Williams esperándome, le he preguntado a Rose donde se ha ido y ella me dijo que estaba en el baño y que acaba de regresar, resoplo con fuerza y cierro la puerta con fuerza, camino hacia mi escritorio y me tumbo sobre mi sillón, tomo mi teléfono y llamo a Astrid.La línea suena
Unas lágrimas se deslizan por sus mejillas, parecen pequeñas perlas, siento el impulso de tomar su rostro entre mis manos y besarla, decirle que... un carajo.... nada de lo que diga va a cambiar, ella ve esto como un simple contrato y nada más. Su persistente mirada me deja sorprendido.—Dígame, señor Baker ¿Tanto disfrutaba de la compañía de Rose que se olvidó de mí? — Sus palabras son tan amargas que me cuesta creer que provengan de ella.Ese tono de voz me desagrada, lo odio... me parece tan irritante que no puedo evitar curvar los labios, en estos momentos la desconozco por completo, no escucho ni veo a la Astrid con la que he convivido los últimos meses, tan dulce y tierna, ahora mismo solo veo a una mujer despechada y celosa.—Así que me viste— Es lo único que se me ocurre decirle a esta mujer, me siento muy decepcionado... al parecer, mi madre por fin se ha equivocado.—Quiero saber.... — Murmura con delicadeza, trayendo por unos instantes a Mi Astrid de regreso —No, EXIJO sabe
Carajo, mañana es su cumpleaños ¿¡Que se supone que haga ahora?! La he cagado, de eso no hay duda, pero no iba a permitir que ella se quiera salir con la suya, supongo que no me va a quedar de otra que obligarla a estar conmigo todo el día de mañana, justo lo que no quería hacer. El camino de mi oficina al estacionamiento es en completo silencio o al menos todo el silencio que se pueda, ya que Tris no deja de soltar pequeños sollozos que trata de ahogar tapándose la boca.De regreso en el departamento, me voy directo al cuarto a darme una ducha, necesito despejar mi mente, todavía sigo demasiado confundido y enojado. Apenas el agua toca mi cuerpo, siento como mis preocupaciones empiezan a abandonarme, que alivio. Mi relajación se ve interrumpida por los suaves y tímidos golpes de Astrid, quien me habla del otro lado de la puerta.—S-Señor Baker— Murmura con suavidad. —Mañana.... mi amiga me invitó a salir mañana ¿Puedo ir?Astrid.Me encuentro temblando en mi lugar, las cosas entre él