Cuatro meses después
Virginia
— No entiendo la necesidad de hacer todo esto, te aseguro que las niñas no van a entender absolutamente nada y menos J., que ni siquiera puede sentarse — Miro a mi bebé que duerme tranquilo contra el pecho de su papá, Izan lo lleva en el portabebés, hoy es un día especial porque vamos a bautizar a mis tres hijos.
— Mi madre era católica y sé que hubiese amado conocer a mis hijos — Casi nunca hablo de ella, pero la recuerdo constantemente, ella fue una guerrera y yo la amaba con toda mi alma, al igual que a mi padre, lastimosamente, perdieron la vida, muy jóvenes en un accidente.
— Lo entiendo, pero Jared y yo podríamos entrar a la hora del baño — Dice Izan mirando hacia la entrada de la iglesia, Vera y su familia, Ximena y el cámara, los padr
Dos años despuésIzanEstoy promocionando mi nueva película, J.M. pronto cumplirá dos años y me parece increíble todo lo que ha pasado, el tiempo va tan deprisa que a veces nos cuesta detenernos a pensar en todo lo que sucede a nuestro alrededor. Hace más de un año, Dante nos propuso protagonizar la historia de amor de su amigo Jacob Wilding y su esposa Miranda Aguilar, una chica española que conoció después de un concierto en España y con la que se casó en las Vegas. La historia de esta pareja es hermosa, porque ella fue diagnosticada con cáncer estando embarazada y perdió su bebé, Jacob, bajista y cantante del famoso grupo Dejavu, se involucró por completo en la producción musical de la película y Vera realizó todo el diseño de vestuario, así que se convirtió en el primer filme donde trabajamos los cuatro, las hermanas Levy y sus esposos, lo que atrajo de inmediato a la opinión pública. A la película le fue muy bien en taquilla y continúa siendo un éxito rotundo y como esperaba
Advertencia de la autora : Antes de leer este epílogo, ten en cuenta que contiene spoiler del primer libro de la serie "Todo lo que necesito, eres tú " así que si no la has leído, te lo recomiendo.**********************************Algunas semanas despuésMarzoCeremonia de los premios Oscars Virginia — Chuuuuu —Izan cierra sus manos contra mi boca, no desea que haga ruido, pero es un poco complicado no hacerlo mientras está penetrándome con fuerza contra la pared de un cuarto de máquinas o algo así, no tengo la menor idea de donde estamos, lo único que sé, es que mi cuerpo está completamente complacido y perdido en sus caricias y embestidas, mientras lo siente moverse contra mí, con potencia. He chocado un par de veces contra algo duro, contra la pared, pero en este momento es lo que menos me importa, mis sentidos están extremadamente sensibilizados, mi cuerpo se estremece contra el cuerpo de Izan, mis piernas rodean sus caderas y el roce de su pelvis contra la mía está enloq
VirginiaDos años antesEn el sur de Francia"— Mami, ¿Por qué no nos quisiste? — dos hermosas niñas de cabello negro y ojos intensamente azules me miran y me señalan con sus dedos — ¡Te odiamos! Eres la peor madre del mundo.— Voy a llevármelas y nunca sabrás donde están — Ronnie me mira fijamente, su cara distorsionada por el odio — No son mis hijas, me engañaste y vas a pagarlo, van a morir Virginia, no me importa pasar mi vida en prisión ¡Morirán!— ¡Mami, ayúdanos! ¡Por favor, mami! No queremos morir, no dejes que nos lleve ¡Mami! — Abro los ojos y la oscuridad me sorprende, mi garganta se cierra de la ansiedad y siento la sangre en ella, el eco de mi grito, me ha despertado y todavía sigue en mis oídos". — ¿Virginia? — la pequeña lámpara de mi habitación se ilumina y veo mi propia cara frente a mí, la misma cara que veo todas las mañanas cuando me levanto y cada noche cuando me acuesto, la misma cara, solo que en esta ocasión, el pánico se refleja en sus facciones — Virginia ¿Q
IzanEn la ActualidadCerca a los Ángeles EE.UU"Salgo al exterior de la gran mansión y enciendo un cigarrillo, estoy cansado de estas fiestas. Sin embargo, era necesario que viniéramos, para que Jane pueda enfrentar sus demonios, sus celos enfermizos y podamos seguir nuestra vida de casados tranquilos.— Hola, guapo — Me vuelvo al escuchar la voz sensual de la mujer, estoy cansado de esto.— Me gustaría estar solo — Le respondo, no me interesa ser hipócrita o conversar de manera superficial con nadie.— Tal vez podría interesarte, Izan ¿Verdad? — sería increíble que no supiera quién soy. Sería una falacia, una mentira.— No, estoy seguro y estoy casado — Me alejo de ella y siento como me abraza por detrás.— No me enojo por eso, ella también puede participar — siento sus manos descender cuando me abraza y las tomo y las alejo de mi cuerpo.— ¿Qué haces Izan? — Lo que me faltaba, que Jane llegara y me encontrara en esta situación, cuando estamos luchando contra sus celos — ¿Para eso m
VirginiaTres años antes— ¿Qué te pasa imbécil? — Hemos bajado al pueblo a cenar a un pequeño, pero muy exclusivo restaurante, no se puede tener todo en el campo, pero me encargué de que fuera el mejor.Un tipo de nuestra edad, aproximadamente o tal vez más viejo, acaba de pasar con un grupo de amigos y ha chocado contra mí, ¡Qué asco! Está asquerosamente vestido, no sé como lo han dejado entrar aquí. — Fíjate por donde caminas, imbécil — Le digo y mi hermana baja la mirada, quiero que todo salga bien, pero no voy a soportar este tipo de irrespeto — Al parecer este restaurante no es tan exclusivo como parece, deja entrar a todo tipo de gente rara — Termino mi comentario y sigo leyendo mi carta.— Cuidado con esa boquita, hermosa — Susurra el hombre y yo me quedo impresionada con este estúpido americano ¿Me está desafiando? ¿A mí? ¿En mi país?Mira a mi hermana que está completamente avergonzada, sus ojos se dilatan, esto es la locura, no puede ser que le ponga este vago.— No eres n
VirginiaEn la actualidadLos Angeles, California EE. UU— Princesa, ¡Levántate! — tengo días de días. Sé que le prometí a mi hermana intentar ser una mejor persona, y de verdad que lo hago, pero cuando tienes un vacío aquí adentro, en el alma, es muy complicado lograrlo — Vamos princesa, es importante que vayamos a los premios.Los putos premios Óscar, que nunca logré ganar, digo logré porque hace un momento que no logro conseguir un buen papel y el año pasado no pude ir.— Déjame en paz ¿Vale? — La voz de este chico me irrita, no sé por qué salgo con él, debí ser cinco años más grande y 10 años más madura, pero es aceptable en la cama y bastante tierno y preocupado por mí, así que luego de pasar casi dos años sola, decidí arriesgarme a estar con alguien, esperando no olvidarlo.— Princesa, no deseo llegar tarde. Te dije que no deberíamos ir a esa fiesta ayer — Es verdad, el chico a veces es sabio y tenía toda la razón, pero ayer me dolía y mucho.Fui a casa de mi hermana y estaban l
— Señora Levy ¿Se encuentra bien? Es su turno — miro desde el suelo al chico que me habla sin comprender lo que está pasando ¿Dónde estoy? ¿Acaso acabo de tener un recuerdo? ¿Cuándo fue? ¿Por qué Izan estaba ahí? Empiezo a tener un fuerte dolor de cabeza — Señora Levy, debemos entrar al escenario.— No te preocupes, yo me encargo — El chico de producción asiente e Izan se inclina y extiende su mano, estoy acurrucada en el suelo, como una niña pequeña. Sujeto su mano y me pongo de pie.— Gracias — No tengo el valor de preguntarle sobre lo que acabo de recordar, no ahora.— Vamos, my Lady — susurra — A veces las piedras también tienen fisuras — dice tan bajo que pareciera que hablara con él mismo.Levanto la mirada y lo observo, ahora estoy segura, ha sido un recuerdo, no estoy loca, me he acostado con Izan Davis y al parecer, por eso me odia. Estoy frente al auditorio, todos sonríen y tengo frente a mí el guion que sigo sin cambiar una coma, me pongo el traje de actriz y durante un p
El ambiente en el auto de Izan es tenso, él no me mira y conduce con maestría y parece totalmente concentrado en la ruta, pero puedo notar los nudillos de sus manos blancos de apretarlos contra el volante.— ¿Qué pasa? — le pregunto, me molesta su lenguaje verbal, como si estuviera todo el tiempo juzgándome.— No sé de lo que hablas — me responde y me mira un segundo para de nuevo concentrarse en la vía.— Desde aquí puedo escuchar tus pensamientos, juzgándome como si tuvieras todo el derecho de hacerlo — le digo con desprecio, no soporto su gran moralidad.— Tendría derechos, Virginia. Así que déjame tranquilo y concéntrate en tu hermana — me responde molesto, como si le fastidiara respirar el mismo aire que yo.— No sé quién diablos te crees para juzgarme, llegas, me besas y luego miras como su fuera la peor mujer del mundo — Debo pensar en mi hermana y no en las sensaciones que me provoca este idiota.— Me has besado y si yo hubiese querido, te hubiese desnudado y follado en esa pe