Virginia
Tres años antes— ¿Qué te pasa imbécil? — Hemos bajado al pueblo a cenar a un pequeño, pero muy exclusivo restaurante, no se puede tener todo en el campo, pero me encargué de que fuera el mejor.Un tipo de nuestra edad, aproximadamente o tal vez más viejo, acaba de pasar con un grupo de amigos y ha chocado contra mí, ¡Qué asco! Está asquerosamente vestido, no sé como lo han dejado entrar aquí. — Fíjate por donde caminas, imbécil — Le digo y mi hermana baja la mirada, quiero que todo salga bien, pero no voy a soportar este tipo de irrespeto — Al parecer este restaurante no es tan exclusivo como parece, deja entrar a todo tipo de gente rara — Termino mi comentario y sigo leyendo mi carta.— Cuidado con esa boquita, hermosa — Susurra el hombre y yo me quedo impresionada con este estúpido americano ¿Me está desafiando? ¿A mí? ¿En mi país?Mira a mi hermana que está completamente avergonzada, sus ojos se dilatan, esto es la locura, no puede ser que le ponga este vago.— No eres nadie para reprocharme algo, acabas de chocarte contra mí, al parecer no puedes ni controlar tus movimientos — Llamo su atención con mi comentario, ¿Por qué la mira a ella? Se vuelve y se inclina un poco hacia mí. Siento un vacío en mi vientre, que extraño, debo tener mucha hambre porque nunca me había pasado. — No es problema tuyo cómo pueda encontrarme en este momento – acerca su cara un poco más a la mía y levanto mi mentón con orgullo, tengo la boca seca — Francesa — dice, mientras pasa su mano por mi cabello y yo me retiro con fuerza. ¿Cómo se atreve a tocarme? Claramente no somos iguales.— No eres más que un vagabundo completamente alcoholizado, cuidado, tal vez tengas que lavar los platos para poder pagar la cuenta – Veo como mi hermana se lleva las manos a la boca ¡Es tan inocente! — ¡Virginia! — Vera intenta llamarme la atención — Creo que has sido un poco grosera con el señor — Ya volvemos a lo de siempre, ella con su amabilidad y tonterías. — No seas mojigata, Vera. Si estás pensado lo mismo que yo — Le digo, mi hermana no deja de mirar al chico, espero que ahora no vaya a decir que le gusta, Dante me ha dejado y está con ella, no puede simplemente cambiar de opinión.— Claro que no — Me contradice — No soy quien, para levantar ese tipo de juicios, que voy a saber yo si puede o no pagar — El chico la mira y le sonríe, volteo mis ojos, es que de verdad, Dios los cría y ellos se juntan. Aprovecho que el chico está mirando a mi hermana como idiota, para detallarlo, creo que es más alto que Dante, de contextura delgada, pero musculosa, sus ojos azules me dejaron impresionada cuando lo vi y su barbilla cuadrada y cara masculina, lo hacen un hombre completamente hermoso; tengo la impresión de haberlo visto antes. — Mira, ¿Podrías dejar de interrumpirnos y largarte? Estás robando nuestro oxígeno — He perdido la paciencia, no soporto que se concentre en mi hermana ¿Es que no se da cuenta de que es casada? Sé que he sonado muy agresiva, pero me importa una m****a.— Disculpe "My lady" Está claro que eso es muy importante para usted, casi como el valor de la cena — ¿Qué está diciendo este imbécil? — Debería aprenderle a su hermana "My lady" Hermosa y educada. Aunque hay un lugar en el que me encanta la agresividad en las mujeres. En la cama — Susurra y retira la mano y se erige con elegancia ¿En serio? Nunca alguien me había dejado sin palabras, cómo este tipo, la cantidad de desfachateces que puede decir por segundos — Aunque dicen que las mujeres suelen ser todo lo contrario en la cama, a lo que muestran en público — mira a mi hermana y ella claro, se sonroja aunque no es fácil verlo, yo puedo notarlo — así que, creo que si seguimos la teoría, su hermana sería perfecta para mí — parpadeo ¿Está coqueteándole?— Estoy casada — susurra Vera mostrando su anillo.— Lástima, al parecer siempre encuentro tarde a la mujer de mis sueños — inclina su cabeza para despedirse y me guiña un ojo — Aunque algunas teorías tienen su excepción "My Lady"— me dice — Que tenga buena noche — Estoy realmente impresionada, le ha coqueteado a ella y a mí me ha tratado así que como una frígida ¿Cómo se atreve? Levanto la mirada y mi hermana está observándome con una mirada muy extraña. No puedo creerlo, estoy pasando unos días en compañía de mi hermana gemela y en el restaurante he sido insultada por un imbécil que parecía un vagabundo, me ha dañado toda la cena.— Vera, ¿Podrías adelantarte? Voy a caminar un rato, por favor no me esperes, descansa ¿Vale? — Mi hermana se detiene y me mira un momento.— Ten mucho cuidado, hace mucho frío y es noche cerrada — me responde muy seria.—Claro mamá, no te preocupes que todo va a estar bien — me abraza y luego retoma el camino hacia el chalet.Hace casi 7 años, mi hermana gemela y yo, nos enamoramos del mismo hombre y ese hecho casi destruyó por completo nuestra relación.Ella se quedó embarazada de él, pero fui yo quien se convirtió en su esposa, a pesar de que sabía que él estaba enamorado de ella y no de mí.Durante nuestro matrimonio, nuestra vida se convirtió en un calvario y a pesar de eso, yo luchaba para que él me quisiera, no entendía por qué no lo hacía y eso destrozaba mi ego.Me refugié en las drogas, el alcohol y los hombres y para poder soportar las infidelidades de mi esposo, estuve durante todo mi matrimonio, con Ronnie y con otros hombres más, en general compañeros de set. Ronnie, a quien conozco desde mi adolescencia, intentó que yo dejara a mi esposo por él, pero nunca pudo hacerme sentir de la misma manera.El día que mi esposo, logró divorciarse de mí, llené mi cuerpo de drogas y alcohol y salí a buscar a mi hermana, no sé por qué lo hice, fue un impulso; pero me arrepentí y terminé atropellando sin querer a su hijo, que es mi sobrino y también el hijo de mi esposo, o mejor dicho exesposo. Sin quererlo, reuní al hombre por el que he luchado toda mi vida, con mi hermana, la mujer que realmente ama y con su hijo, él que le oculté durante años.Cuando toqué fondo, a punto de perder mi carrera de actriz y todo lo que tenía, me di cuenta de lo despreciable que había sido con ellos tres, especialmente con mi hermana, que es la única familia que tengo y le pedí que me perdonase e intentáramos recuperar nuestra relación. Así que compré una casa en el campo en Francia, el país donde nacimos y crecimos y la invité a pasar una semana conmigo. Y aquí nos encontramos después de varios días, las cosas hasta ahora han ido bien y nos hemos divertido y recordado buenos momentos juntas, sé que debemos trabajar mucho más para volver a confiar la una en la otra y estoy dispuesta a hacerlo. En dos días ella debe regresar con su esposo (Mi ex) y su hijo y viene y pasa lo del estúpido del restaurante.— Fíjese por donde camina, my Lady — Lo que me faltaba, el imbécil vagabundo del restaurante y su grupo de amigos. No le dije a mi hermana que se adelantara, para volver a encontrarme con este tipo, a veces el destino es una putada. — Es de idiotas chocarse dos veces con la misma piedra — Le digo y sus amigos prefieren irse y dejarnos solos en medio de la calle y del frío.— Que conste, que no fui yo quien lo dijo — Me responde — Aunque no importa, a veces las piedras se abren y explotan — ¡Que imbecil!— ¿Ah sí? y ¿crees que tú puedes hacerme explotar? — Que tipo tan prepotente ¡Lo detesto! Sin embargo, vuelvo a sentir el vacio en mi vientre, como si necesitara algo, pero no sé qué exactamente. — No hablaba de usted mi Lady, hablaba de las piedras, pero con usted, seguro que puedo intentarlo — Esta muy cerca de mi, lo empujo y grito, me desespera que me llame así.— Virginia, mi nombre es Virginia, deja de llamarme así — intento golpear su pecho y cierra sus manos en mis muñecas. No sé porque este hombre me altera de esta forma.— Mira, hasta tu nombre está de acuerdo conmigo — me dice en un susurro.— Eres un maldito imbecil — Estoy perdiendo la concentración, mis ojos no dejan de navegar en sus hermosos y profundos ojos azules. Siento la necesidad de besarlo ahora mismo.— ¡Cuidado con esa boquita! — me repite como lo hizo en el restaurante.— ¿Que vas a hacer? ¿castigarme? — levanta la ceja y me mira inquisidor.— No, porque sé que te mueres por que lo haga — acerca sus labios a los míos — Voy a tomarte.Sus palabras me confunden, lo miro sin comprender a lo que se refiere y mi cuerpo tiembla de la necesidad de sentirlo pegado contra el mío. Pero ¿Si es un vagabundo?Mi cuerpo no está de acuerdo con mi mente y en cuestión de segundos me inclino y paso mis manos por su cuello, mis labios tocan con fuerza los suyos y mi lengua exige entrar, las manos del vagabundo se deslizan por mi cuerpo hasta tomar mis glúteos y cerrarme contra sí mismo, siento su increíble erección presionar contra mi pelvis y suspiro.VirginiaEn la actualidadLos Angeles, California EE. UU— Princesa, ¡Levántate! — tengo días de días. Sé que le prometí a mi hermana intentar ser una mejor persona, y de verdad que lo hago, pero cuando tienes un vacío aquí adentro, en el alma, es muy complicado lograrlo — Vamos princesa, es importante que vayamos a los premios.Los putos premios Óscar, que nunca logré ganar, digo logré porque hace un momento que no logro conseguir un buen papel y el año pasado no pude ir.— Déjame en paz ¿Vale? — La voz de este chico me irrita, no sé por qué salgo con él, debí ser cinco años más grande y 10 años más madura, pero es aceptable en la cama y bastante tierno y preocupado por mí, así que luego de pasar casi dos años sola, decidí arriesgarme a estar con alguien, esperando no olvidarlo.— Princesa, no deseo llegar tarde. Te dije que no deberíamos ir a esa fiesta ayer — Es verdad, el chico a veces es sabio y tenía toda la razón, pero ayer me dolía y mucho.Fui a casa de mi hermana y estaban l
— Señora Levy ¿Se encuentra bien? Es su turno — miro desde el suelo al chico que me habla sin comprender lo que está pasando ¿Dónde estoy? ¿Acaso acabo de tener un recuerdo? ¿Cuándo fue? ¿Por qué Izan estaba ahí? Empiezo a tener un fuerte dolor de cabeza — Señora Levy, debemos entrar al escenario.— No te preocupes, yo me encargo — El chico de producción asiente e Izan se inclina y extiende su mano, estoy acurrucada en el suelo, como una niña pequeña. Sujeto su mano y me pongo de pie.— Gracias — No tengo el valor de preguntarle sobre lo que acabo de recordar, no ahora.— Vamos, my Lady — susurra — A veces las piedras también tienen fisuras — dice tan bajo que pareciera que hablara con él mismo.Levanto la mirada y lo observo, ahora estoy segura, ha sido un recuerdo, no estoy loca, me he acostado con Izan Davis y al parecer, por eso me odia. Estoy frente al auditorio, todos sonríen y tengo frente a mí el guion que sigo sin cambiar una coma, me pongo el traje de actriz y durante un p
El ambiente en el auto de Izan es tenso, él no me mira y conduce con maestría y parece totalmente concentrado en la ruta, pero puedo notar los nudillos de sus manos blancos de apretarlos contra el volante.— ¿Qué pasa? — le pregunto, me molesta su lenguaje verbal, como si estuviera todo el tiempo juzgándome.— No sé de lo que hablas — me responde y me mira un segundo para de nuevo concentrarse en la vía.— Desde aquí puedo escuchar tus pensamientos, juzgándome como si tuvieras todo el derecho de hacerlo — le digo con desprecio, no soporto su gran moralidad.— Tendría derechos, Virginia. Así que déjame tranquilo y concéntrate en tu hermana — me responde molesto, como si le fastidiara respirar el mismo aire que yo.— No sé quién diablos te crees para juzgarme, llegas, me besas y luego miras como su fuera la peor mujer del mundo — Debo pensar en mi hermana y no en las sensaciones que me provoca este idiota.— Me has besado y si yo hubiese querido, te hubiese desnudado y follado en esa pe
VirginiaDurante aproximadamente 15 minutos estuve parada en el área de urgencias de la autopista, esperando a que Izan regresara, luego comprendí que eso no iba a pasar y que en realidad me había dejado tirada en este peligroso lugar.Cuando Lorenzo, el chófer de Izan se detuvo a mi lado y me dijo quién era, me sentí realmente furiosa, a pesar de estar aliviada por no tener que pasar más tiempo en ese lugar— ¿Valeria y Victoria son mis hijas? — Me doy cuenta de lo impulsiva que he sido al preguntarle eso a Izan, en el hospital, tenía la intensión de hablar primero con Vera, porque aparte de ella, nadie sabe los problemas de memoria que sigo teniendo y es difícil de comprender por qué he olvidado a mis hijas. Ni siquiera yo lo entiendo.— ¿Eres consciente de la pregunta que me estás haciendo, Virginia? — Su respuesta es lógica y a pesar de que en realidad quisiera no hablarle más y seguir golpeándolo, tengo que averiguar la verdad, así él crea que soy la peor madre del mundo.— Solo
— Ve a hablar con él — mi hermana me empuja y casi me hace caer de la cama — ¡Ahora, Virginia!La abrazo rápidamente y corro fuera de la habitación, corro por los pasillos y lo veo cuando el ascensor se está cerrando.Imagino que va a ir directo al parqueadero y bajo las escaleras como una loca, cuando salgo al parqueadero, lo veo dirigirse hacia el auto. Llevo zapatos de tacón, así que no es muy fácil para mí correr.— ¡Izan, espera! — Logro llamar su atención cuando está abriendo la puerta del auto, no sé por qué he corrido de esta manera, simplemente que deseo saber algo de las niñas, así no pueda permitirme tenerlas y también de alguna manera, siento la necesidad de estar bien con Izan. De verdad que pienso que todo mi trabajo en el centro fue en vano — ¿Podemos hablar? — me atrevo a preguntar.Izan no se acerca, pero tampoco se sube al auto, Así que camino y me detengo al otro lado del auto.— Tienes 5 minutos — Su frialdad me estremece.— ¡Izan! — No entiendo por qué todo es tan
— Tita, creo que Valeria tiene hambre — Me quedo observando detenidamente a Mathis, no tengo la menor idea de lo que debo hacer. He venido a ver a los gemelos ¡Son tan hermosos! y a ayudarle un poco a mi hermana con Mathis, aunque en realidad, es él el que me ayuda y está enseñandome. Aprovechamos que Izan dejó a las niñas toda la tarde, para que yo pudiera verlas sin problemas. — ¿Qué hace ella aquí? — Escucho la ronca voz de Izan y mi cuerpo se estremece, se supone que vendría en la noche a recuperar a las niñas, ha llegado muy temprano. — Izan, lo siento — No logro escuchar lo que continúa diciendo Vera, mi hermana, porque al parecer se han alejado de la sala de juegos. Los niños y yo nos dirigimos a la cocina, donde Ana me explica como preparar la merienda y me ayuda a hacerlo, esto es nuevo para mí, pero al parecer no es tan difícil. — Pensé que era más complicado alimentarlos — le digo. Ana me mira extrañada, al parecer, nunca le he hablado de una manera tan familiar. Ella t
FlashbackTres años antesLa cárcel es impresionante, estoy bastante asqueada por todo el protocolo por el que he tenido que pasar para llegar aquí, Ronnie me pidió venir, su abogado insistió mucho. No recuerdo lo que ha pasado, solo sé que asesinó a Gigi, me atacó a mí, a Dante y a otra persona, porque Vera me lo ha contado, pero no tengo claro por qué o como lo hizo. También sé que este bebé no es de él. — Virginia — me saluda y me sonríe cuando me siento frente a él. — Ronnie, ¿para qué me hiciste venir aquí? — ahora me pregunto, que fue lo que yo le vi a este tipo. — Eres mi esposa, debería venir, como lo hacen todas las esposas — Mira a su alrededor — Yo pensaba que venías por la visita conyugal — Su sonrisa lobuna me estremece y no es de excitación. — Dime lo que tengas que decirme, no tengo mucho tiempo — La mano de Ronnie se mueve con rapidez y toma mi brazo y lo deja sobre la mesa. — Quiero que abortes, que no tengas ese bebé — Lo miro como si estuviera loco, aunque en r
— ¿Por qué diablos volviste? — ¿Por ti? ¿Por ellas? Quisiera responderle eso, pero sé que no va a creerme. Mi mente se queda en blanco, Izan ha susurrado esas palabras sobre mi boca y me ha desarmado por completo — ¿Por qué diablos no puedo sacarte de mi cabeza? — No tengo respuestas, solo tengo emociones y sensaciones que se desbordan y se baten por salir a la superficie. No tengo la menor idea de cuál de los dos toma la iniciativa, pero mi cuerpo se siente inmensamente aliviado cuando nuestras bocas se unen. Nuestro beso es desesperado, salvaje, exigente como si ambos quisiéramos ganar, tomar todo del otro. Llevo mis manos a sus pantalones, necesito sentirlo dentro de mí, me doy cuenta de cuánto lo he extrañado; sus manos tiran con fuerza de mi cabello y aparto mi boca de la suya, Izan me mira y acuna mi cuello con su otra mano, presionando suavemente en mi mentón. — Tan hermosa, pero tan fría y distante por fuera — Susurra y bordea mis labios con su lengua