FlashbackTres años antesLa cárcel es impresionante, estoy bastante asqueada por todo el protocolo por el que he tenido que pasar para llegar aquí, Ronnie me pidió venir, su abogado insistió mucho. No recuerdo lo que ha pasado, solo sé que asesinó a Gigi, me atacó a mí, a Dante y a otra persona, porque Vera me lo ha contado, pero no tengo claro por qué o como lo hizo. También sé que este bebé no es de él. — Virginia — me saluda y me sonríe cuando me siento frente a él. — Ronnie, ¿para qué me hiciste venir aquí? — ahora me pregunto, que fue lo que yo le vi a este tipo. — Eres mi esposa, debería venir, como lo hacen todas las esposas — Mira a su alrededor — Yo pensaba que venías por la visita conyugal — Su sonrisa lobuna me estremece y no es de excitación. — Dime lo que tengas que decirme, no tengo mucho tiempo — La mano de Ronnie se mueve con rapidez y toma mi brazo y lo deja sobre la mesa. — Quiero que abortes, que no tengas ese bebé — Lo miro como si estuviera loco, aunque en r
— ¿Por qué diablos volviste? — ¿Por ti? ¿Por ellas? Quisiera responderle eso, pero sé que no va a creerme. Mi mente se queda en blanco, Izan ha susurrado esas palabras sobre mi boca y me ha desarmado por completo — ¿Por qué diablos no puedo sacarte de mi cabeza? — No tengo respuestas, solo tengo emociones y sensaciones que se desbordan y se baten por salir a la superficie. No tengo la menor idea de cuál de los dos toma la iniciativa, pero mi cuerpo se siente inmensamente aliviado cuando nuestras bocas se unen. Nuestro beso es desesperado, salvaje, exigente como si ambos quisiéramos ganar, tomar todo del otro. Llevo mis manos a sus pantalones, necesito sentirlo dentro de mí, me doy cuenta de cuánto lo he extrañado; sus manos tiran con fuerza de mi cabello y aparto mi boca de la suya, Izan me mira y acuna mi cuello con su otra mano, presionando suavemente en mi mentón. — Tan hermosa, pero tan fría y distante por fuera — Susurra y bordea mis labios con su lengua
Entro al bar con paso seguro y me siento en la barra y aunque interiormente me siento rechazada y cansada de luchar contra la corriente, sigo actuando, mostrando mi cara orgullosa y altiva.Hace mucho que no bebo una gota de alcohol, pero siento que hoy la necesito o no seré capaz de continuar. Me siento furiosa y sobre todo, excitada, muy excitada, ya que el muy imbécil me ha dejado al borde de la histeria.— Un Martini, guapo — Le pido al barista, lo tomo de un solo trago — Otro — le guiño el ojo y el chico me mira como si me tuviera lástima, levanto una ceja y espero el siguiente trago ¡No te pongas de listo, chiquillo!— Suave, princesa — Me giro hacia la voz de la persona que me ha hablado ¡Nada mal! El hombre es extremadamente bello y masculino, rubio de ojos verdes, para nada azules ¡Muy bien! Necesito ojos de color diferente.— Si deseas algo conmigo, te recomi
— ¿Virginia? ¿Qué ha pasado? — Abro los ojos y veo a Ximena, la bella Ximena, tiene una cara muy bonita, a pesar de no ser muy alta, ni con la figura de una modelo; Esta mañana su cabello es de color violeta, creo que se lo ha cambiado en dos o tres ocasiones en los quince días que lleva trabajando conmigo. — Eres Violeta — le respondo desde mi posición en el suelo, me duele hasta el alma, abro los ojos y observo todo el desastre en el elegante salón. — Soy Ximena y desde ayer tengo el cabello de color violeta, pero no lo notaste — Abro los ojos un poco más ¿En serio, desde ayer? — ¿Por qué quieres cambiar de casa? — Me pregunta, mientras pasa por encima de todo el desastre con sus elegantes zapatillas; Me estoy enloqueciendo, no considero elegantes unas zapatillas de deporte. — No sé de lo que hablas —Intento levantarme, me duele la estúpida pierna que me lesioné hace más de tres años en el accidente en el que casi le quito la vida a mi sobrino.&
— Está bien, pero no crees que podrás hacerlo cuando quieras y trata de no llamar mucho la atención, ya te he dicho que no quiero a mis hijas expuestas a la opinión pública.Durante el trayecto no me dirige la palabra y el ambiente es algo tenso. No me importa, soy la mujer más feliz y preocupada del mundo, estoy dichosa por poder ver a mis niñas y extremadamente mal porque Victoria está enferma.Izan vive en un pequeño pueblo costero muy cerca de los Ángeles, parece familiar y no toma mucho tiempo de trayecto, La casa de Izan es increíblemente hermosa y calurosa, un verdadero hogar.— Hola— Me saluda una hermosa mujer, mi estómago se contrae al verla, pensé que Izan no tenía a nadie— Soy Lisa, la niñera de las niñas y me ocupo de dirigir la casa también, pero lo principal son las niña
IzanEsto va a ser un desastre, le advertí a Dante, pero no al parecer estamos aquí para cumplir lo quieren los guionistas y Virginia, no soporto la tensión, no puedo sacármela de la cabeza y me la paso excitado de tanto pensarla ¡Maldita sea! No puedo pasármela con una erección permanente. No puedo creer todo el tiempo que hace falta para finalizar la filmación y tendré que verla todo el tiempo.— Hola, Guapo— Me detengo un segundo al mirar a la pequeña rubia con curvas predominantes, totalmente diferente a ella, la mujer que está acabando con mi tranquilidad.Tomo a la chica de la cintura y la pego contra mi cuerpo, solo pienso en enterrarme en mi interior, desde que Virginia me besó, no he podido calmarme.— Estás muy travieso hoy— Giro a la chica y paso mi mano por su cintura y senos mientras
— ¡Corten! — Creo que Dante está desesperado, no logramos terminar la primera escena íntima que tenemos que hacer Izan y yo, me siento tensa y es imposible conseguir una escena fluida de esa manera. — Lo siento — Veo como Dante se toca la frente frustrado, Izan me observa desde la otra esquina de la sala. — Ustedes dos — Izan y yo miramos a Dante, espero que no me pida retomar la escena ahora mismo — Vengan conmigo — Lo acompañamos a una pequeña sala donde se pueden encontrar algunos tentempiés para el refrigerio. — Estoy cansado de esto, ustedes son excelentes actores, así que, resuelvan sus problemas o al menos lleguen a un acuerdo, pero no voy a perder tiempo ni dinero por vuestra relación personal — Nos dice sin dejarnos reaccionar. — No tenemos una relación — Acota Izan. — Me importa un comino, relación o no, resuélvanlo — Dante sale de la sala y yo me arriesgo a mirar a Izan. — Él tiene razón,
Tenemos que grabar en exteriores en un pequeño puesto pesquero cerca de Miami, he venido con Ximena, hace mucho calor, a pesar de no haber comenzado el verano. Mañana empezamos las grabaciones muy temprano. — Todos van a cenar juntos, ¿Quieres ir? — Me dice Ximena que al parecer ha tenido muy buena aceptación con todo el grupo de producción. — ¿De verdad quieres que yo vaya o solo quieres ver a Scott? — La he descubierto mirando muy entusiasmada a uno de los cámaras, como si este fuera un sol que la encandila. Ándale, ya parezco la guionista. En realidad yo nunca me hubiese fijado en eso, no tenía mucha idea de lo que hacían mis asistentes o de sus vidas privadas, le sorprende ser consciente de algo así ¿A eso se refiere Vera al hablar del interés por los otros? — No sé de qué hablas — Me responde rápidamente, creo que será mejor que comas aquí y descanses —Empiezo a reírme, de verdad, con ganas. Recibo un mensaje en mi teléfono portable. Reviso rápidamente el remitente y es de Ad