VirginiaDurante aproximadamente 15 minutos estuve parada en el área de urgencias de la autopista, esperando a que Izan regresara, luego comprendí que eso no iba a pasar y que en realidad me había dejado tirada en este peligroso lugar.Cuando Lorenzo, el chófer de Izan se detuvo a mi lado y me dijo quién era, me sentí realmente furiosa, a pesar de estar aliviada por no tener que pasar más tiempo en ese lugar— ¿Valeria y Victoria son mis hijas? — Me doy cuenta de lo impulsiva que he sido al preguntarle eso a Izan, en el hospital, tenía la intensión de hablar primero con Vera, porque aparte de ella, nadie sabe los problemas de memoria que sigo teniendo y es difícil de comprender por qué he olvidado a mis hijas. Ni siquiera yo lo entiendo.— ¿Eres consciente de la pregunta que me estás haciendo, Virginia? — Su respuesta es lógica y a pesar de que en realidad quisiera no hablarle más y seguir golpeándolo, tengo que averiguar la verdad, así él crea que soy la peor madre del mundo.— Solo
— Ve a hablar con él — mi hermana me empuja y casi me hace caer de la cama — ¡Ahora, Virginia!La abrazo rápidamente y corro fuera de la habitación, corro por los pasillos y lo veo cuando el ascensor se está cerrando.Imagino que va a ir directo al parqueadero y bajo las escaleras como una loca, cuando salgo al parqueadero, lo veo dirigirse hacia el auto. Llevo zapatos de tacón, así que no es muy fácil para mí correr.— ¡Izan, espera! — Logro llamar su atención cuando está abriendo la puerta del auto, no sé por qué he corrido de esta manera, simplemente que deseo saber algo de las niñas, así no pueda permitirme tenerlas y también de alguna manera, siento la necesidad de estar bien con Izan. De verdad que pienso que todo mi trabajo en el centro fue en vano — ¿Podemos hablar? — me atrevo a preguntar.Izan no se acerca, pero tampoco se sube al auto, Así que camino y me detengo al otro lado del auto.— Tienes 5 minutos — Su frialdad me estremece.— ¡Izan! — No entiendo por qué todo es tan
— Tita, creo que Valeria tiene hambre — Me quedo observando detenidamente a Mathis, no tengo la menor idea de lo que debo hacer. He venido a ver a los gemelos ¡Son tan hermosos! y a ayudarle un poco a mi hermana con Mathis, aunque en realidad, es él el que me ayuda y está enseñandome. Aprovechamos que Izan dejó a las niñas toda la tarde, para que yo pudiera verlas sin problemas. — ¿Qué hace ella aquí? — Escucho la ronca voz de Izan y mi cuerpo se estremece, se supone que vendría en la noche a recuperar a las niñas, ha llegado muy temprano. — Izan, lo siento — No logro escuchar lo que continúa diciendo Vera, mi hermana, porque al parecer se han alejado de la sala de juegos. Los niños y yo nos dirigimos a la cocina, donde Ana me explica como preparar la merienda y me ayuda a hacerlo, esto es nuevo para mí, pero al parecer no es tan difícil. — Pensé que era más complicado alimentarlos — le digo. Ana me mira extrañada, al parecer, nunca le he hablado de una manera tan familiar. Ella t
FlashbackTres años antesLa cárcel es impresionante, estoy bastante asqueada por todo el protocolo por el que he tenido que pasar para llegar aquí, Ronnie me pidió venir, su abogado insistió mucho. No recuerdo lo que ha pasado, solo sé que asesinó a Gigi, me atacó a mí, a Dante y a otra persona, porque Vera me lo ha contado, pero no tengo claro por qué o como lo hizo. También sé que este bebé no es de él. — Virginia — me saluda y me sonríe cuando me siento frente a él. — Ronnie, ¿para qué me hiciste venir aquí? — ahora me pregunto, que fue lo que yo le vi a este tipo. — Eres mi esposa, debería venir, como lo hacen todas las esposas — Mira a su alrededor — Yo pensaba que venías por la visita conyugal — Su sonrisa lobuna me estremece y no es de excitación. — Dime lo que tengas que decirme, no tengo mucho tiempo — La mano de Ronnie se mueve con rapidez y toma mi brazo y lo deja sobre la mesa. — Quiero que abortes, que no tengas ese bebé — Lo miro como si estuviera loco, aunque en r
— ¿Por qué diablos volviste? — ¿Por ti? ¿Por ellas? Quisiera responderle eso, pero sé que no va a creerme. Mi mente se queda en blanco, Izan ha susurrado esas palabras sobre mi boca y me ha desarmado por completo — ¿Por qué diablos no puedo sacarte de mi cabeza? — No tengo respuestas, solo tengo emociones y sensaciones que se desbordan y se baten por salir a la superficie. No tengo la menor idea de cuál de los dos toma la iniciativa, pero mi cuerpo se siente inmensamente aliviado cuando nuestras bocas se unen. Nuestro beso es desesperado, salvaje, exigente como si ambos quisiéramos ganar, tomar todo del otro. Llevo mis manos a sus pantalones, necesito sentirlo dentro de mí, me doy cuenta de cuánto lo he extrañado; sus manos tiran con fuerza de mi cabello y aparto mi boca de la suya, Izan me mira y acuna mi cuello con su otra mano, presionando suavemente en mi mentón. — Tan hermosa, pero tan fría y distante por fuera — Susurra y bordea mis labios con su lengua
Entro al bar con paso seguro y me siento en la barra y aunque interiormente me siento rechazada y cansada de luchar contra la corriente, sigo actuando, mostrando mi cara orgullosa y altiva.Hace mucho que no bebo una gota de alcohol, pero siento que hoy la necesito o no seré capaz de continuar. Me siento furiosa y sobre todo, excitada, muy excitada, ya que el muy imbécil me ha dejado al borde de la histeria.— Un Martini, guapo — Le pido al barista, lo tomo de un solo trago — Otro — le guiño el ojo y el chico me mira como si me tuviera lástima, levanto una ceja y espero el siguiente trago ¡No te pongas de listo, chiquillo!— Suave, princesa — Me giro hacia la voz de la persona que me ha hablado ¡Nada mal! El hombre es extremadamente bello y masculino, rubio de ojos verdes, para nada azules ¡Muy bien! Necesito ojos de color diferente.— Si deseas algo conmigo, te recomi
— ¿Virginia? ¿Qué ha pasado? — Abro los ojos y veo a Ximena, la bella Ximena, tiene una cara muy bonita, a pesar de no ser muy alta, ni con la figura de una modelo; Esta mañana su cabello es de color violeta, creo que se lo ha cambiado en dos o tres ocasiones en los quince días que lleva trabajando conmigo. — Eres Violeta — le respondo desde mi posición en el suelo, me duele hasta el alma, abro los ojos y observo todo el desastre en el elegante salón. — Soy Ximena y desde ayer tengo el cabello de color violeta, pero no lo notaste — Abro los ojos un poco más ¿En serio, desde ayer? — ¿Por qué quieres cambiar de casa? — Me pregunta, mientras pasa por encima de todo el desastre con sus elegantes zapatillas; Me estoy enloqueciendo, no considero elegantes unas zapatillas de deporte. — No sé de lo que hablas —Intento levantarme, me duele la estúpida pierna que me lesioné hace más de tres años en el accidente en el que casi le quito la vida a mi sobrino.&
— Está bien, pero no crees que podrás hacerlo cuando quieras y trata de no llamar mucho la atención, ya te he dicho que no quiero a mis hijas expuestas a la opinión pública.Durante el trayecto no me dirige la palabra y el ambiente es algo tenso. No me importa, soy la mujer más feliz y preocupada del mundo, estoy dichosa por poder ver a mis niñas y extremadamente mal porque Victoria está enferma.Izan vive en un pequeño pueblo costero muy cerca de los Ángeles, parece familiar y no toma mucho tiempo de trayecto, La casa de Izan es increíblemente hermosa y calurosa, un verdadero hogar.— Hola— Me saluda una hermosa mujer, mi estómago se contrae al verla, pensé que Izan no tenía a nadie— Soy Lisa, la niñera de las niñas y me ocupo de dirigir la casa también, pero lo principal son las niña