Capítulo 71

Noah, después de comprar los dulces y golosinas, llegó al departamento de Estela, donde la sorpresa de un beso en la boca lo dejó aturdido.

—Has venido antes de lo que imaginé.

—Sí, he traído muchos dulces.

Ella sonrió.

—Gracias, Noah.

Mientras la película comenzaba a reproducirse, las miradas cargadas de deseo no faltaron.

De pronto comenzaron a besarse y sin poder resistirlo más, decidieron dejar el sofá y se dirigieron a la cama, donde ya no hubo control de nada. Estela se temía que volvería a ocurrir.

Otra vez pasaría.

***

Maxwell abrió los ojos con el alba y se dio cuenta de que si no se daba prisa, llegaría tarde al trabajo. Realmente se despertaba antes de que saliera el sol, pero había dormido como una roca, perdiendo la noción del tiempo. Se levantó rápidamente, se duchó y se vistió, mientras su mente seguía dando vueltas a lo que había sucedido con Aria.

Justo cuando estaba a punto de salir, su teléfono sonó. Era su padre, Máximo. Con un suspiro, Maxwell contestó la
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