Erior.
Subo los libros al escritorio mientras espero que todos se marchan de una vez por todas. Tiara queda para el final, nunca he logrado entender porque siendo la más popular de las estudiantes espera a que todos se marchen para luego hacerlo ella.
Respiro hondo.
De tan solo pensar que por la noche debo conversar con la detective, por cosas, sobre Aurora me siento algo decaído. No supe más de ella desde que se marchó aquel día, intenté por todos los medios comunicarme incluso llegué al punto de llamar a su madre pero lo único que obtuve fue un "vete al infierno mocoso malagradecido" supongo que ya su hija le había envenenado la mente con respecto a mí.
Alguien carraspea y me concentro de inmediato. La rubia de ojos verdes me mira con cierto brillo en ellos, como esperando algo, la verdad no tengo idea de por qué no se ha largado como cualquier otro estudiante normal.
— ¿Se te ofrece algo? —indago.
Hace un movimiento con su cabeza y se endereza, logrando que sus enormes senos reboten debajo del escote.
—Me preguntaba si da clases particulares, profesor. —Ronronea.
Ya pillo donde quiere llegar.
Me alaga un montón que se fije en mí, pero la verdad por muy buena que este, porque lo esta no lo niego. No voy a caer en sus redes y arruinarme de nuevo, porque sí, eso fue lo que hice al meterme con Mia aquel día y no volverá a pasar.
¿Motivo? ¿Razón? Es simple.
Al final termine en el lugar al que no deseaba volver jamás solo porque me enamoré de una chica inmadura, que no fue ni capaz de decirme a la cara un "adiós" o al menos ser sincera y decir que yo solo era un trofeo y que al tenerme se olvidaría de mí por completo.
—No. La verdad, no doy clases particulares, tutorías o como les digan hoy en día. —No es mi intención sonar áspero pero la verdad me trajo un amargo recuerdo que no es fácil de procesar.
Los ojos se le llenan de lágrimas, pero las retiene. Creo que di justo en el clavo y lo ha captado.
—Entiendo, entonces... Me iré. —Asiento.
Se devuelve a su puesto por las cosas que trajo pero justo antes de que se retire, lo hago yo. No quiero causar un drama innecesario, camino por los pasillos atestados de jóvenes hormonales que hablan de trivialidades.
Al pasar por la sala de profesores me sorprende notar que Lissa, la profesora de inglés está conversando de manera animada con Mark. Um, algo me huele mal por aquí.
Doy dos pasos atrás antes de enterarme o darme cuenta de cosas que no quiero, porque lo menos que deseo es estar en medio de una pelea de pareja. Porque estoy casi seguro que en cuanto mi cuñada se entere se va a armar una grande.
Sigo el camino para irme tan pronto sea necesario, solo una clase más y seré libre por este día. El salón 1-B está justo en frente, abro la puerta con más entusiasmo del normal. Oigo un estruendo, mi vista se fija en aquella chica de vestido floreado que soba su nariz.
Reprimo una risa cuando noto que sus pantis de conejitos están a la vista, su compañera de cabello morado la mira con lastima. En ese mismo instante las carcajadas se escuchan de casi todos los alumnos y digo casi, porque un chico del fondo la mira anonado como si no creyera que la chica hace el ridículo por no colocarse nada más bajo es corto vestido.
Respiro hondo antes de acercarme a ella, para ayudarla porque por sobre todo debo ser un caballero.
—Mis disculpas, no fue... —Y justo en ese momento, las palabras sobran.
Mia está frotando su nariz justo en frente de mí. Su mirada queda fija en alguna parte cuando nota quien soy y maldición como odio estar próximo a una erección en nuestro primer encuentro después de un mes y medio de saber que estaba en la misma universidad.
Te encontré.
Mia.—Saquen los cuadernos, quiero que anoten este problema y lo traigan resuelto a la próxima clase. —Erior da media vuelta rápido y se pone en marcha con los números en la pizarra.Podrá engañar a todos pero a mí no. Ese cuerpo suyo lo conozco demasiado bien, está teniendo una erección y dudo mucho que tenga conocimiento de que lo pillo.Respiro hondo antes de tomar asiento.— ¿Estás bien? —murmura Marie sin levantar la mirada de su libreta.—Sí. No te preocupes, me suelen suceder cosas peores... —Argumento divertida y ella me mira como si tuviera algo e
Erior.No puedo con esto...¿Cómo puedo ayudar a Sully a desalojar sus cosas del apartamento cuando sé todo lo que mi hermano a tenido que pasar para tenerla?Peor aún, ¿Como el estúpido de Mark pudo mandarle mensajes de otro nivel a la profesora que conoce de hace nada? Enserio, su idiotez no tiene límites.Para colmo el noviesito de Mia tiene cara de querer follársela de mil maneras y yo aquí, deseando que sea solo un mal sueño todo esto.Respiro hondo en cuanto todos, menos ella se retiran.— ¿Desea algo profesor? &mdas
MiaQuiero morderlo, besarlo, abrazarlo. La verdad que ya ni se que es lo que quiero con él en estos momentos, Erior es el tipo de hombre que no se consigue en cualquier lugar ni página web.—Mia... — Murmura con la voz enronquecida mientras muerdo el lóbulo de su oreja derecha. Reparto besos por su cuello y cuando esta por subir mi vestido, alguien azota la puerta.Me aparto de él y Erior, de inmediato se cubre su miembro con un libro.— Oh, estaban ocupados. —Miro con disimulo a Sully, quien tiene la nariz y ojos rojos.— ¿Estas bien? —Sacando el lado donde me provoca dec
EriorRespiro hondo. Ayudo a Mía a subir las escaleras mientras aún se encuentra en alguna especie de trance, con la mirada perdida y el rostro lleno de lágrimas.¿Qué estará pasando por esa cabeza en estos momentos?Doy una mirada de soslayo a la habitación en la que Sully se encerró en cuanto Mark perdió la cordura y se fue a los golpes conmigo.Suspiro.Nunca antes habíamos llegado tan lejos con las riñas, casi siempre terminábamos jugando a la play o bromeando sobre quien lloro como niña y se rindió, pero hoy no.Escucho como mi hermano arroja la puerta al salir molesto, imagino que se irá para alguna
—Si abres bien la boca, para la próxima te daré más comida.—Arrojó el plato sobre la cama con tan solo un pan a medias y una rebanada de queso, mientras que él se iba con uno repleto con pollo, arroz, queso y ensalada.Suspiré.Porque era lo únicoque podía hacer para retener las lágrimas y soportar el dolor ahí abajo.A papá no le interesaba yo, solo le importaba el dinero que ganaba conmigo y sus amigos. Detestaba a mamá por haberme abandonado aquí y llevarse solo a Allek. Debió dejarlo a él, al menos no le habría tocado nada de esto, puesto que nuestro progenitor siempre pensó que obtendría buenas ganancias con su primogénitosi traficaba droga en el colegio.— ¿Mia?Abrace con fuerza la almohada, no quería q
Erior.Por más que busco y busco en la internet miles de soluciones para toda esta basura que le sucede a Mia, no encuentro una que sea por completo creíble. Digo, hablan incluso de hipnoterapia y la verdad que no me gustaría que se sometiera a eso.Suspiro.Me siento inútil, no sé que hacer y ya estoy metido en este lío. No es que me moleste, para nada, pero si quiero tener algo que aportar más allá de palabras y gestos para la mujer que trae mi mundo de cabeza. Sully se ha ido a dormir con las puertas bajo seguro, Mark no responde los mensajes así que supongo dormirá afuera en alguna cama con otra mujer mientras su borrachera lo domine.
Mia.Un sonido me despierta. Erior está abrazándome como un koala, haciendo puchero.Se ve hermoso no lo puedo negar, pero no es el momento para admirarlo. Siento unas nauseas enorme, con calma quito su brazo de encima tomo mi teléfono que no para de sonar y en cuanto puedo corro al inodoro dejándolo salir todo.— Que asco... —Murmuro. No quiero despertar al bello durmiente, mi teléfono vuelve a sonar y noto que es Allek quien llama, cuelgo y entonces noto que Erick me ha dejado por lo menos unos treinta y dos mensajes de textos, veinte notas de voz al whatsapp y setenta y tres llamadas perdidas.—Que mierda le pasa a este loco.
Erior.Respiro hondo mientras sobo mi brazo, estoy sentado junto al balcón que da una hermosa vista de las afueras de los departamentos. Por suerte a Mia le dieron uno cerca, en caso de que quiera quitar un poco de estrés mirando algo tan bello, como lo es el parque a las afueras.Resoplo.Al menos está circulando la sangre por todo mi cuerpo de nuevo, no comprendo como una mujer que se ve tan elegante y frágil, puede ser más ruda que un hombre.Mañana tendré que retomar mi rutina nuevamente, no puedo seguir faltando a las clases o seré despedido, Sully llamó hace poco diciendo que se mudaría a un departamento donde compartir