Mia.
—Saquen los cuadernos, quiero que anoten este problema y lo traigan resuelto a la próxima clase. —Erior da media vuelta rápido y se pone en marcha con los números en la pizarra.
Podrá engañar a todos pero a mí no. Ese cuerpo suyo lo conozco demasiado bien, está teniendo una erección y dudo mucho que tenga conocimiento de que lo pillo.
Respiro hondo antes de tomar asiento.
— ¿Estás bien? —murmura Marie sin levantar la mirada de su libreta.
—Sí. No te preocupes, me suelen suceder cosas peores... —Argumento divertida y ella me mira como si tuviera algo en la cara.
Uh, Mar. Si supieras que he estado esperando este momento desde hace un largo tiempo. Porque debo de admitir que este torpe profesor que aparenta ser rudo y tiene en entrecejo fruncido mientras Erick arroja sus cosas desde el escritorio al suelo, me trae mal.
Un momento...
Abro los ojos de par en par volviendo a la realidad.
— ¿Qué se supone que está haciendo? —Erior se está enojando enserio, sus orejas se están colocando rojas y sus pupilas se dilatan.
—Empiece por pedir disculpas antes de exigir respuestas. —Erick saca pecho, recordando a las palomas. Erior por su parte achica los ojos y respira profundo.
— ¿Por qué debería pedirte disculpas cuando no te conozco? —Indaga, su voz cargada de ira hace que se me enchine la piel. Sé que es malo lo que está sucediendo pero mis hormonas están al borde de un colapso debido al tiempo que llevo sin ver a mi amor y el no tener más que fantasías con él durante nuestra distancia.
—No me refiero a mí, sino, a ella. —Erick me señala y la bonita ceja de Erior se alza.
De momento mira de mí a Erick repetidas veces hasta que al parecer se crea una imagen errada de los dos, porque aguanta la respiración y sus ojos se cristalizan.
Ay, mierda.
—Disculpe, señorita. No fue mi intención hacerla caer, podría decirle a su novio que tome asiento antes de que lo envíe a la dirección.
Pretendo explicarme de inmediato cuando la puerta es abierta, Sully camina con el rostro enrojecido hasta donde se encuentra Erior.
—Disculpen, pero me tendré que llevar a su profesor unos minutos. —La miro de inmediato, ha captado mi atención solo con eso, se nota que retiene las ganas de sollozar. — ¿Podemos hablar afuera, Erior?
—Sí. —Arroja el marcador en el escritorio y antes de salir ordena a Erick que recoja todo y lo coloque en su lugar.
Para sorpresa de todos, el chico hace lo que se le ordenó, siendo el típico chico con pocas neuronas y muchas hormonas me deja claro que debes en cuando suele usar el cerebro para algo.
De inmediato los cuchicheos se escuchan y Maríe me da un punta pie para que la observe.
— ¿Que fue eso? ¿Tú y Erick? ¿Enserio? —Ríe divertida, él mencionado pasa por un lado de ambas y toma nuevamente asiento. Elis me mira perpleja, aún no cree lo que ha visto y no la culpo, yo tampoco lo haría de no saber que su hermano lleva semanas persiguiéndome como un perro hambriento a su amo, en busca de lo que tengo bajo mi falda.
— Él y yo, nada de nada. —Aseguro, —Lleva semanas molestando, incluso a llegado al punto de embriagarme para que tengamos sexo... Por suerte Allek... un amigo, —acoto, para no dar más explicaciones. —Conoce el tipo de chico que resulta ser a veces.
Suspira y coloca una mano sobre su pecho de manera dramática. —Y yo pensando que tendría que ser la amiga que parece tóxica y al final termina teniendo la razón, pero ya veo que sabes el tipo de hombre que es. —Mira por sobre su hombro y luego a mí —Trata de no estar a solas con él si no quieres terminar violada.
Un escalofríos recorre mi espina dorsal en cuanto dice eso y un sabor amargo se instala en mi boca.
— ¿Por qué lo dices? —Erior entra y continúa su clase normal, pidiendo disculpas por las molestias ocasionadas. Todo eso sin siquiera echarme un vistazo.
—Erick... Es de esos que les gusta tener lo que quieres y cuando no lo tienen por las buenas... pues... —Muerde su dedo índice preocupada— lo toma a la fuerza. Y por el espectáculo que acabamos de ver, es probable que ya sienta que es tú dueño.
Ahogo un grito, las miradas se fijan de inmediato en mí incluida la de Erior.
—Una... am... araña. —Comento, fingiendo para no seguir siendo el centro de atención.
Se escuchan de nuevo las risas y la verdad poco me importan, pero lo que me sorprende es en sí, la mirada penetrante que Erior coloca sobre mí. Es como si él supiera que algo va mal, porque de inmediato su voz se hace presente.
—Señorita, ¿Mia? —disimula buscando en la lista con los nombres de todos en el salón, asiento, siguiendo el juego. —Bien, voy a necesitar que se quede después de clases ¿está usted bien con eso?
Suprimo una sonrisa y asiento.
La felicidad no me cabe en el cuerpo.
Erior.No puedo con esto...¿Cómo puedo ayudar a Sully a desalojar sus cosas del apartamento cuando sé todo lo que mi hermano a tenido que pasar para tenerla?Peor aún, ¿Como el estúpido de Mark pudo mandarle mensajes de otro nivel a la profesora que conoce de hace nada? Enserio, su idiotez no tiene límites.Para colmo el noviesito de Mia tiene cara de querer follársela de mil maneras y yo aquí, deseando que sea solo un mal sueño todo esto.Respiro hondo en cuanto todos, menos ella se retiran.— ¿Desea algo profesor? &mdas
MiaQuiero morderlo, besarlo, abrazarlo. La verdad que ya ni se que es lo que quiero con él en estos momentos, Erior es el tipo de hombre que no se consigue en cualquier lugar ni página web.—Mia... — Murmura con la voz enronquecida mientras muerdo el lóbulo de su oreja derecha. Reparto besos por su cuello y cuando esta por subir mi vestido, alguien azota la puerta.Me aparto de él y Erior, de inmediato se cubre su miembro con un libro.— Oh, estaban ocupados. —Miro con disimulo a Sully, quien tiene la nariz y ojos rojos.— ¿Estas bien? —Sacando el lado donde me provoca dec
EriorRespiro hondo. Ayudo a Mía a subir las escaleras mientras aún se encuentra en alguna especie de trance, con la mirada perdida y el rostro lleno de lágrimas.¿Qué estará pasando por esa cabeza en estos momentos?Doy una mirada de soslayo a la habitación en la que Sully se encerró en cuanto Mark perdió la cordura y se fue a los golpes conmigo.Suspiro.Nunca antes habíamos llegado tan lejos con las riñas, casi siempre terminábamos jugando a la play o bromeando sobre quien lloro como niña y se rindió, pero hoy no.Escucho como mi hermano arroja la puerta al salir molesto, imagino que se irá para alguna
—Si abres bien la boca, para la próxima te daré más comida.—Arrojó el plato sobre la cama con tan solo un pan a medias y una rebanada de queso, mientras que él se iba con uno repleto con pollo, arroz, queso y ensalada.Suspiré.Porque era lo únicoque podía hacer para retener las lágrimas y soportar el dolor ahí abajo.A papá no le interesaba yo, solo le importaba el dinero que ganaba conmigo y sus amigos. Detestaba a mamá por haberme abandonado aquí y llevarse solo a Allek. Debió dejarlo a él, al menos no le habría tocado nada de esto, puesto que nuestro progenitor siempre pensó que obtendría buenas ganancias con su primogénitosi traficaba droga en el colegio.— ¿Mia?Abrace con fuerza la almohada, no quería q
Erior.Por más que busco y busco en la internet miles de soluciones para toda esta basura que le sucede a Mia, no encuentro una que sea por completo creíble. Digo, hablan incluso de hipnoterapia y la verdad que no me gustaría que se sometiera a eso.Suspiro.Me siento inútil, no sé que hacer y ya estoy metido en este lío. No es que me moleste, para nada, pero si quiero tener algo que aportar más allá de palabras y gestos para la mujer que trae mi mundo de cabeza. Sully se ha ido a dormir con las puertas bajo seguro, Mark no responde los mensajes así que supongo dormirá afuera en alguna cama con otra mujer mientras su borrachera lo domine.
Mia.Un sonido me despierta. Erior está abrazándome como un koala, haciendo puchero.Se ve hermoso no lo puedo negar, pero no es el momento para admirarlo. Siento unas nauseas enorme, con calma quito su brazo de encima tomo mi teléfono que no para de sonar y en cuanto puedo corro al inodoro dejándolo salir todo.— Que asco... —Murmuro. No quiero despertar al bello durmiente, mi teléfono vuelve a sonar y noto que es Allek quien llama, cuelgo y entonces noto que Erick me ha dejado por lo menos unos treinta y dos mensajes de textos, veinte notas de voz al whatsapp y setenta y tres llamadas perdidas.—Que mierda le pasa a este loco.
Erior.Respiro hondo mientras sobo mi brazo, estoy sentado junto al balcón que da una hermosa vista de las afueras de los departamentos. Por suerte a Mia le dieron uno cerca, en caso de que quiera quitar un poco de estrés mirando algo tan bello, como lo es el parque a las afueras.Resoplo.Al menos está circulando la sangre por todo mi cuerpo de nuevo, no comprendo como una mujer que se ve tan elegante y frágil, puede ser más ruda que un hombre.Mañana tendré que retomar mi rutina nuevamente, no puedo seguir faltando a las clases o seré despedido, Sully llamó hace poco diciendo que se mudaría a un departamento donde compartir
Mia.Entro a la habitación mientras Erior se decide por tomar un poco de aire fresco luego de lo que le hizo la Detective, pero estoy muy segura que es para pasar la vergüenza de que un mujer mucho más pequeña y delicada lo haya derribado como si nada.Por otro lado Allek y ella salen luego de un asentimiento de cabeza entre ambos, algo raro, muy raro.Resoplo y comienzo a buscar entre mi ropa algo, lo que sea con tal de quitarme esta que ya esta sucia y me da la sensación de que yo lo estoy también.Busco una blusa de encajes negra y una falda de cuero, me dan ganas de vestirme como me gusta por unos momentos a ver sí así se me pasan todos