Mia.
Una, dos, tres...
Son las veces que Erick golpea el suelo con su zapato, mientras la profesora habla de no sé qué sobre arte. Tengo unas ganas inmensas de golpearlo solo para que se detenga antes de que me cree un dolor de cabeza inhumano.
No deja de mirarme desde el otro extremo del salón y a su lado está Elis riendo con maldad.
Bien, voy a resumir esto de una manera que pueda entender que mierda les pasa a ese par de idiotas.
Mm...
Erick quiere sexo conmigo y está molesto porque lo dejé con una enorme erección antes de venir a clases y fingir que no existe. Elis, por su parte sigue enojada conmigo porque cree que pretendo algo con Allek, quien le comentó que soy una "buena amiga" para que ella no se fuera de soplona con todos en la Universidad y alrededores. Cosa qué, no debió hacer porque ahora su pretendiente anda tras de mí como una sombra tratando en lo posible de patear mi trasero en todo.
—Wuao, que vida la mía. —Resoplo, Maríe a un lado ríe por lo bajo.
—Enserio tienes un problema con eso de hablar sola, —hace una pausa y deja de escribir en su libreta para sacar algo de la mochila. Una pequeña hoja está en su mano la lee y luego me la extiende— Ten, es un buen psicólogo. No digo que estés loca porque de ser así te daría el de un psiquiatra, pero en definitiva si llegas a necesitar alguien con quien hablar pues ya ves, tienes a quien acudir sin gasto alguno porque es libre para los de esta Universidad.
Estoy por decirle cuanta grosería llega a mi cabeza cuando se acerca confidente.
—Además, es mi hermano y está pasando por una ruptura de espanto. Pero es un moreno que te va a dejar impactada.
Aguanto la risa, solo para no ser el blanco de todas las miradas. Pero enserio que esto está para llorar de la risa ¿Quien en su sano juicio le anda por ahí buscando novia al hermano mayor? Únicamente Maríe Suarez, solo ella hace eso.
En el momento en que llegué con el par hace un mes y medio. Y fui abandonada a mi suerte para que hiciera amigos, no pensé que fuera tan rápido, ni mucho menos que sería una chica con el cabello morado y ropa negra. Ella es todo lo que siempre he sido en otras ciudades, solo que esta vez no podré mostrarle mi verdadero vestir por precaución.
—Oye, Mar. —Gira su rostro para mirarme mejor. — ¿Te gustaría conocer a una amiga? Se llama Vicky, es un poco anormal pero dijo que vendría de visita y la verdad es que no conozco mucho el sitio y me agradaría llevarla a buenos lugares.
Hace una mueca. La sola mención de mi mejor amiga hace que se me revuelva el estómago, de solo recordar el sitio de donde viene y las personas con las que comparte en el instituto. Lo recuerdo a él, por sobre todos.
—Ya. Ya. No te preocupes, —coloca una mano sobre la mía, al parecer me perdí entre mis pensamientos— no tienes que temer de la sociedad, veras a mi también me gustan las niñas no por eso voy a andar triste de lo que piensen los demás acerca de ello. Prometo ayudarte para que les vaya muy bien en su cita.
¿Qué mierdas? Alzo una ceja, malinterpreto todo. Pero mejor callo y luego lo hablo con ella en un sitio más privado, no se le ocurra gritar alguna estupidez en el salón o los pasillos.
La profesora termina con su clase y por ende se acerca la hora de matemáticas, por suerte esta clase me la puedo saltar gracias a que solo bastan unos minutos para escapar antes de que entre el viejo aburrido de Sanders.
Me coloco en pie, no quiero tener que ver números en momentos depresivos. Maríe mira en mi dirección pero con un asentimiento de cabeza sabe que no estoy bien como para estar sentada escuchando problemas matemáticos.
Erick está por gritar mi nombre para que todos giren a verme cuando siento que caigo de bruces al suelo. Y en efecto, es así. Mi nariz se estampa contra la horrible cerámica.
—Mis disculpas, no fue... —Las palabras sobran cuando nuestros ojos se conectan. Mis labios se entre abren de tan solo ver como alza una ceja y saca pecho, tose para recuperar la voz y sin más comienza con su presentación, dejándome como una tonta en el suelo siendo la burla de todos mis compañeros.
Oh, esta me las va a pagar profesor.
Erior.Subo los libros al escritorio mientras espero que todos se marchan de una vez por todas. Tiara queda para el final, nunca he logrado entender porque siendo la más popular de las estudiantes espera a que todos se marchen para luego hacerlo ella.Respiro hondo.De tan solo pensar que por la noche debo conversar con la detective, por cosas, sobre Aurora me siento algo decaído. No supe más de ella desde que se marchó aquel día, intenté por todos los medios comunicarme incluso llegué al punto de llamar a su madre pero lo único que obtuve fue un "vete al infierno mocoso malagradecido" supongo que ya su hija le había envenenado la mente con respecto a mí.
Mia.—Saquen los cuadernos, quiero que anoten este problema y lo traigan resuelto a la próxima clase. —Erior da media vuelta rápido y se pone en marcha con los números en la pizarra.Podrá engañar a todos pero a mí no. Ese cuerpo suyo lo conozco demasiado bien, está teniendo una erección y dudo mucho que tenga conocimiento de que lo pillo.Respiro hondo antes de tomar asiento.— ¿Estás bien? —murmura Marie sin levantar la mirada de su libreta.—Sí. No te preocupes, me suelen suceder cosas peores... —Argumento divertida y ella me mira como si tuviera algo e
Erior.No puedo con esto...¿Cómo puedo ayudar a Sully a desalojar sus cosas del apartamento cuando sé todo lo que mi hermano a tenido que pasar para tenerla?Peor aún, ¿Como el estúpido de Mark pudo mandarle mensajes de otro nivel a la profesora que conoce de hace nada? Enserio, su idiotez no tiene límites.Para colmo el noviesito de Mia tiene cara de querer follársela de mil maneras y yo aquí, deseando que sea solo un mal sueño todo esto.Respiro hondo en cuanto todos, menos ella se retiran.— ¿Desea algo profesor? &mdas
MiaQuiero morderlo, besarlo, abrazarlo. La verdad que ya ni se que es lo que quiero con él en estos momentos, Erior es el tipo de hombre que no se consigue en cualquier lugar ni página web.—Mia... — Murmura con la voz enronquecida mientras muerdo el lóbulo de su oreja derecha. Reparto besos por su cuello y cuando esta por subir mi vestido, alguien azota la puerta.Me aparto de él y Erior, de inmediato se cubre su miembro con un libro.— Oh, estaban ocupados. —Miro con disimulo a Sully, quien tiene la nariz y ojos rojos.— ¿Estas bien? —Sacando el lado donde me provoca dec
EriorRespiro hondo. Ayudo a Mía a subir las escaleras mientras aún se encuentra en alguna especie de trance, con la mirada perdida y el rostro lleno de lágrimas.¿Qué estará pasando por esa cabeza en estos momentos?Doy una mirada de soslayo a la habitación en la que Sully se encerró en cuanto Mark perdió la cordura y se fue a los golpes conmigo.Suspiro.Nunca antes habíamos llegado tan lejos con las riñas, casi siempre terminábamos jugando a la play o bromeando sobre quien lloro como niña y se rindió, pero hoy no.Escucho como mi hermano arroja la puerta al salir molesto, imagino que se irá para alguna
—Si abres bien la boca, para la próxima te daré más comida.—Arrojó el plato sobre la cama con tan solo un pan a medias y una rebanada de queso, mientras que él se iba con uno repleto con pollo, arroz, queso y ensalada.Suspiré.Porque era lo únicoque podía hacer para retener las lágrimas y soportar el dolor ahí abajo.A papá no le interesaba yo, solo le importaba el dinero que ganaba conmigo y sus amigos. Detestaba a mamá por haberme abandonado aquí y llevarse solo a Allek. Debió dejarlo a él, al menos no le habría tocado nada de esto, puesto que nuestro progenitor siempre pensó que obtendría buenas ganancias con su primogénitosi traficaba droga en el colegio.— ¿Mia?Abrace con fuerza la almohada, no quería q
Erior.Por más que busco y busco en la internet miles de soluciones para toda esta basura que le sucede a Mia, no encuentro una que sea por completo creíble. Digo, hablan incluso de hipnoterapia y la verdad que no me gustaría que se sometiera a eso.Suspiro.Me siento inútil, no sé que hacer y ya estoy metido en este lío. No es que me moleste, para nada, pero si quiero tener algo que aportar más allá de palabras y gestos para la mujer que trae mi mundo de cabeza. Sully se ha ido a dormir con las puertas bajo seguro, Mark no responde los mensajes así que supongo dormirá afuera en alguna cama con otra mujer mientras su borrachera lo domine.
Mia.Un sonido me despierta. Erior está abrazándome como un koala, haciendo puchero.Se ve hermoso no lo puedo negar, pero no es el momento para admirarlo. Siento unas nauseas enorme, con calma quito su brazo de encima tomo mi teléfono que no para de sonar y en cuanto puedo corro al inodoro dejándolo salir todo.— Que asco... —Murmuro. No quiero despertar al bello durmiente, mi teléfono vuelve a sonar y noto que es Allek quien llama, cuelgo y entonces noto que Erick me ha dejado por lo menos unos treinta y dos mensajes de textos, veinte notas de voz al whatsapp y setenta y tres llamadas perdidas.—Que mierda le pasa a este loco.