𝓒𝓾𝓵𝓹𝓪𝓫𝓵𝓮

Emilia:

Qué bueno saber de ti, recién pude detenerme y ver lo que me enviaste. Reconozco muy bien a algunas de las personas. Te comento que estuve hace cuatro años en Chile, visitando a mi madre y ahí conocí a Andrés. A tu padre y madre también pude conocerlos.

Con respecto a los demás, no tengo información.

No puedo ayudarte más, lo lamento. Espero haber sido de ayuda para ti.

Atte.: Tomas Rodríguez.

Llegué al departamento, vi la cama y mi rubio sexi ya se había levantado. Fui al baño y desde la puerta me quedé mirando a lo que más amaba en el mundo. Era perfecto.

—¿Piensas quedarte ahí espiando hasta que termine? —me habló sin voltearse.

—¿Cómo supiste que estaba aquí? —Reí.

—Tengo ojos en la espalda. —Se volteó y sonrió mientras el agua caía por su cuerpo.

Me saqué la ropa y entré a la ducha con él. Un beso apasionado me recibió.

—¿Dónde estabas? Me asusté al despertar y no verte —dijo mientras me besaba el cuello.

—Olvidémonos por un momento de lo que ocurre afuera de esta du
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