Conduzco hasta el club que me a dicho Zedd y entro sin
ningún problema. Siento varios ojos puestos en mi, pero las ignoro
y voy a la zona Vip.
Dejo caer mi trasero alado del rubio de ojos verdes y de inmediato tengo una cerveza en mis narices.
-¡Es bueno verte!.- Asiento y miro como Zedd saca unos
¿binoculares? ¿Qué demonios hace con eso? Lo miro arqueando
una ceja y él se encoje de hombros.
-No quiero preguntar -niego y él muestra su amplia sonrisa.
Doy largos tragos a mi cerveza hasta que la termino y aparece otra como por arte de magia. Sigo así por un largo tiempo hasta que me aburro y le pido los binoculares a Zedd.
Me los pasa y veo antes de apartar la mirada de él, como una
rubia falsa se sienta en sus piernas. Con los binoculares observo todo y me detengo en la pista de baile, bueno, más bien alguien.
Una chica de vestido negro se mueve de una manera envolvente...me atrae mejor dicho.
La forma en que se pierde en la música me hace mirarla por
mucho tiempo....
Recorro su cuerpo y me deleito con sus fascinantes curvas.
El vestido negro realza su menuda figura y de inmediato saco conclusiones. No debe de ser muy alta...uno metro sesenta y siete, delgada, buen cuerpo y solo quisiera ver su rostro...
Creo que el mundo se pone de mi lado en este momento, porque logró ver su rostro. Es hermosa. Muy hermosa.
Maldito Zedd, su perversión sirve de algo en este momento.
-¿Algo bueno?.- Solo muevo la cabeza en dirección a la chica
y le paso los binoculares.
Observó a mi alrededor y veo sus guardaespaldas a un par de metro
se nosotros. Hago una mueca y miro a mi amigo. Este me mira con una sonrisa ladeada.
-¿Quieres saber quién es ella?.- Asiento y él también asiente.
Doy largos tragos a mi nueva cerveza y observó a la chica. Solo rezo por que este plan si salga.
□■□■□■ DAYAN POV'S ■□■□■□
-¡Arriba, puta!.- Golpe. Grito.
Me retuerzo mientras me arrastra por el pequeño pasillo de la casa y tira con más dureza de mi pobre cabello.
Me lleva hasta la cocina, donde comienza a poner todo de cabeza y trato de mirar que hace.
Las lágrimas se deslizan por mis mejillas y lloro con más fuerza.
Definitivamente, ya no puedo vivir con esto. Ya no...
-Haber si con esto aprendes -gruñe.
Siento como tira con más fuerza y luego poco a poco siento
el cabello más ligero.
-¡NO! -grito y me retuerzo con más fuerza.- No. No. No. No. Mi cabello no...
Grito y lloro mientras tusa mi cabello. Me quedo tirada en el piso mientras lloro y miro con dolor los cabellos largos color castaño. Mi padre sigue gritando y grita más fuerte cuando no ve cerveza en el refrigerador.
Antes de que me pueda mover, estoy siendo, molida por golpe
tras golpe tras golpe.
Ya no puedo gritar. Ya ni puedo luchar.
-Eres una m*****a puta igual que tu madre.
Yo no soy como ella. Después de llegar del club al que fuimos regrese a casa sin ser vista, o eso pensé hace unas horas.
Estaba durmiendo cuando comenzó todo y de eso hace dos
horas. Llevo dos horas siendo golpeada por el hombre que me engendro.
Los golpes cesan cuando el timbre suena y mi padre me hace callar de una bofetada.
Me arrastra hasta mi habitación y desaparece por la puerta.
Lloro sin control tirada en el piso y me hago pequeña. Dios...ya no puedo con esto.
-Ya no puedo...
Escucho a mi padre hablar muy alto y me muevo para ver quien es. Por el hueco de la puerta veo a un hombre de traje...muy atractivo.
Esta hablando con mi padre y de la nada, nuestros ojos conectan.
De inmediato retrocedo y mi subconsciente me grita. Esto podría ser nuestro pase de salida. Que idiota soy.
-¡Dayan!.- Doy un respingo y me petrifico.- ¡Dayan! ¡Ven!.- Rayos...
Joder...
Limpio mi rostro, arreglo mi ropa y salgo con cuidado. Todo me duele. En verdad que todo.
Me acerco a la puerta y veo varios hombres vestidos de negro. Pero entre todos esos, me llama la atención uno en especial. El chico
que estaba hablando con mi padre. Si es atractivo. Lleva un traje azul, alto, cabello rubio y ojos verdes
- Hola, soy Zedd Mattews -se presenta.
Hago un movimiento de mano y él me mira con ¿sorpresa? Bueno, estoy segura que mi cara no es la mejor de todo. Debo de tener varios golpes en la cara.
-Alguien quiere hablar contigo.- Lo miro y mi mirada baja a su
mano. Me tiende el celular y camino titubeando hacia él. Lo tomo y lo
coloco en mi oreja.
-¿Hola?
-Buenos días -habla una voz fría. Frunzo el ceño.
-¿Quien es? -pregunto bajo y miro al tipo que esta a un metro de mi.
Da miedo.
-Tu pase de salida.
-¿Disculpa?.- ¿En verdad dijo eso?
-Tengo un trato para ti -dice con el mismo tono de voz.
Miro nerviosa a mi padre y veo que sonríe ampliamente.
-¿Qué clase de trato?
-Uno que te sacara del infierno del que vives. Pero tienes que hacer
algo por mi.- Vale, me esta interesando esto.
-No tengo muchas opciones ¿cierto?
-Exacto. Entonces ¿que?... ¿Trato?.- Lo pienso y miro a mi padre. Zedd le entrega un maletín. Mi mejilla duele y me llevo de inmediato la mano a esa zona. No quiero seguir así.
-Trato.- Acepto y la llamada se corta.
Solo por salir de este infierno e aceptado algo que ni se de
que se trata y ni con quien me estoy metiendo.
Solo se que tiene una voz potente y fría. Camino de regreso
y le entrego el celular.
Antes de que me de cuenta estoy de nuevo dentro de la casa.
Caigo al piso y miro con odio a mi padre.
-Felicidades, zorra. Vivirás como una princesa.
Nunca entendí esas palabras. No en ese momento. Pero tan
poco sabía que mi vida cambiaría con esa llamada.
Vale, estaba enojada. Más que enojada estaba furiosa, era el mejor termino para como me siento en este momento.Y no es para tomarse a la ligera el hecho de que tu propio padre te haya vendido por un par de ceros...pero era esperarse de él.-Se supone que hoy es tu día querida, sonríe -me dice con dulzura Margaret.Margaret es algo así como...una segunda madre para el señor con el que me casare. Si, me casare y con un tipo que ni siquiera conozco. Acepté el trato, pero nunca me imagine que el trato sería casarme con él. No sé si matarlo o darle las gracias en el momento en el quelo vea. Me sacó del infierno del que vivía, pero ahora que lo pienso...creo que me he metido en otro. Solo rezo porque este idiota no sea un ogro gruñón, porque suficiente tuve con mi padre.Hace tres días que me fui de casa y me trajeron a "una casa" aunque, claro, a esto no se le puede llamar casa. Este lugar es una maldita mansión que tiene al menos diez o más habitaciones.-Diez minutos -medio grita la
La fiesta...me pone abrumada. No conocía a nadie, solo aAngela, la mamá de "amor" Y Ostin. Solo ellos tres. Pero hace media hora conocí a su hermana, Jane, me agrada.Jane me dijo que a pesar de que su hermano es un gruñón (vaya que lo es) es alguien bueno y dulce.Pues bueno, lo dudo. Pero estar con Jane tiene sus ventajas, se que su mamá se llama Lisa y su padre Thomas, y que son cinco hermanos en total y que ella es la única mujer, además de su madre claro. Jane esta casada con Peter desde hace unos meses y es la mayor de todos,—¿Vez a esa chica de ahí?.- Sigo la dirección que me indicaAngela y asiento. Esta metida en un diminuto vestido que no deja mucho a la imaginación y esta como perra encelo detrás de cada hombre. -Pues bien, hace media hora me habló y me dijo que la hermana de tu "amor" —dice y hace comillas con sus dedos.- Es una reverenda puta. Entonces me moleste y le dije puta a ella. Y se enojo.- Termina con el ceño fruncido y niego con la cabeza divertida. Tan dire
○●○●○ IGNACIO pov's ○●○●○Gateo hasta el otro lado de la cama y me subo de nuevo sobre ella. Doy leves golpes en sus mejillas y sus ojosse abren de golpe. Sus ojos cafe me miran somnolientos, pero luego se oscurecen de ira.—¡Mi madre va a entrar! -grito en un susurro.Sus ojos se abren de golpe, pero luego me mira burlona mientras desato sus pies. Quito el calcetín de su boca y me sorprende que no comience a gritar.Desato sus manos y meto las cosas en el cajón de la mesa dealado. Escucho la manija de la puerta moverse y me tiro junto a Dayan.Escucho un "clic" y de un movimiento subo a Dayansobre mi pecho.- ¡¿Pero que haces?!—medio grita.—Cállate y hazte la dormida -digo mientras me acomodo.Ella me mira con odio y luego cierra sus ojos. Cierro los ojos cuando la puerta se abre y enrosco mis brazos alrededor de su cintura.○●○●○●Dayan pov's●○●○●○Estaba poniendo de todas mis fuerzas para no reír. Vaya que le tiene miedo a su madre...podría sacar ventaja de eso ¿no?Su pecho sub
Ignacio toma un libro que estaba en una pequeña mesa y sesienta en el sillónbque esta a lado de la mesita.Pasan tres minutos, o eso creo, en los que lo sigoobservando parada junto a la puerta y él sigue leyendo.—Hay muchos libros...toma uno-me dice sin apartar los ojos del libro.Suelto un suspiro y camino hasta unamhilera de libros perfectamente acomodados en una mesa.Tomo uno al azar y camino hasta el pequeño sillón individualque esta enfrente de Ignacio Me siento y miro el título del libro"Placeres de la vida". Comienzo a leer y la voz de Ignacio me hace mirarlo.—Leer es el segundo placer más grande la vida.- Lo miro con sorpresa y él sigue leyendo su libro.-¿Enserio? ¿Y cual es el primero?.- Sus ojos abandonan el libro y se clavan en los míos. Sonríe de lado y sus ojos brillan con malicia.—El sexo. O tú debajo de mi gimiendo...-Abro los ojos comoplatos y siento como el color sube por mis mejillas. Ignacio sonríe y sigue leyendo. Oh maldito hijo de...Respiro hondo y s
○●○●○● 1 SEMANA DESPUES ○●○●○●—¡Pero que bonitos ojos!.- Miro con horror al hermano mayorde Ignacio.Lleva una camisa rosa chillón, pantalones azul eléctrico y un sombrero con una pluma rosa. Ese es Carlo.—Carlo....- Ignacio lo ve boquiabierto, al igual que yo.- Dayan ¿cierto?-pregunta con una sonrisa. Asiento—. Encantadode conocerte.Estrecho su mano y me mira con un brillo extraño en sus ojos colormiel. Es gay.-Carlo, no la asustes.- Dice Ignacio, Carlo Pone los ojos enblanco y mira mal a su hermano menor.—Tranquilo, Ignacio ¿Me la puedo robar?Me rio al ver la cara que pone. Hace un puchero y pone cara de perritomientras sujeta mi mano. Los ojos de Ignacio vuelan de mí a su hermano. Lo hace al menos cinco veces. Al final asiente. Miro con terror a mi cuñado gay de colores chillones, mientras él, sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.– Te la regreso antes de las de las... - mira su reloj de muñeca-. Siete.-Collin asiente y Carlo me arrastra hasta
Me iba a divertir en grande... Dos meses con Ignacio como mi esclavopersonal ¡venganza!Había pasado una semana desde que lo encontré con esa mujer...fue extraño y muy vergonzoso.Cuando se cayó, un pecho se le salió del diminuto conjuntode ropa interior que juraría que explotaría en cualquier momento. En serio que fue muy penoso. Esa misma noche hablé con Amory le dije que no requería de sus servicios aún.Pero, hoy comenzaba mis clases y hoy comenzaba como miesclavo personal.Eso me saca una sonrisa malévola.--¿Por que sonríes?.- Parpadeo y mis ojos se conectan conunos ojos mieles muy claro. Ignacio me ve con el ceño fruncido y la boca de un modogracioso ya que esta comiendo.Son más o menos las siete de la mañana y estamos comiendo"tranquilamente" en el jardín. Aunque, claro, estas últimas semanasnos llevamos ¿bien?Bueno, si bien significa pelear con él cada dos por tres...entonces nosllevamos ¡super bien! Hace unos minutos estaba a punto de lanzarle mi desayuno por la
Camino hasta la puerta del copiloto que me abre él, entro ycierra de un azote. Esta enojado. Me abrocho el cinturón cuando él entre y apenas se pone el suyo salimos disparadas hacia la calle haciendo chillar las llantas.Clavo las uñas en el asiento y miro con horror como se pasaun semáforo en rojo.—¡Baja la velocidad! -grito y me sostengo de donde puedo. Maneja muy deprisa y con violencia. No soy muy fanática de querer morir joven. -¡Ignacio!Él me ignora y sube la velocidad ¡¿Nos quiere matar o que?! Cinco minutos insoportables después, se detiene al fin. Miro por la ventanilla y me encuentro con un Starbucks.Ignacio abre la puerta de un jalón y yo me quito el cinturón de seguridad. Mis manos tiemblan y torpemente me quito la mochila. Me bajo y camino junto Ignacio mientras él refunfuñe algo entre dientes.—Estúpido...teléfono...ya sabía yo...peor...jodido...-Y sigue así hasta que entramos y me sienta en un sillón.Se pone enfrente de mi maldiciendo. Pero ¿a este que le pasa? ¿
Fase uno completada. Fase dos en marcha- ¡Dayan!... ¡¿Pero que demonios haces?! -Me deshago de este delitocontra el arte.Y dejo caer el cerillo.Ignacio ahoga un grito y pone ambasmanos en su cabeza. Observo como las llamas sobresalen delpobre deposito de basura y sonrío de lado al ver como el lienzo comienza aconsumirse.-i¿Sabes cuanto me costó?!.- Ruedo los ojos y me cruzo debrazos mientras sigo observando mi obra de arte.-Ni idea... -respondo y me encojo de hombros. -Tienes mucho dinero, puedes comprar otra y ya. O yo te puedo hacer una mil veces mejor que eso.- Escucho que suspira y lo miro de reojo. Pasa una mano por su cabello y toma mi postura.-Bien, ahora que has quemado mi antigua pintura ¿Qué quieres ahora?.- Lo pienso y sonrió.-Parque de diversiones.-¿Eso quieres? -pregunta y asiento -. Bien. Cámbiate y te veo en quinceminutos en la entrada.- Me ordena. No está muy feliz y me alegro. Esa pintura era horrenda.Ignacio entra a la casa y río al ver la mano que d