La fiesta...me pone abrumada. No conocía a nadie, solo a
Angela, la mamá de "amor" Y Ostin. Solo ellos tres.
Pero hace media hora conocí a su hermana, Jane, me agrada.
Jane me dijo que a pesar de que su hermano es un gruñón (vaya que lo es) es alguien bueno y dulce.
Pues bueno, lo dudo. Pero estar con Jane tiene sus ventajas, se que su mamá se llama Lisa y su padre Thomas, y que son cinco hermanos en total y que ella es la única mujer, además de su madre claro.
Jane esta casada con Peter desde hace unos meses y es la mayor de todos,
—¿Vez a esa chica de ahí?.- Sigo la dirección que me indica
Angela y asiento. Esta metida en un diminuto vestido que no deja mucho a la imaginación y esta como perra encelo detrás de cada hombre. -Pues bien, hace media hora me habló y me dijo que la hermana de tu "amor" —dice y hace comillas con sus dedos.- Es una reverenda puta. Entonces me moleste y le dije puta a ella. Y se enojo.- Termina con el ceño fruncido y niego con la cabeza divertida. Tan directa como siempre y me gusta eso.
—¿De que hablan?
Mi AMOR se sienta a mi lado y nos mira a las dos con sus
fríos ojos miel. Yo lo ignoro y comienzo a girar mi anillo.
-Hablamos de putas que se emputan cuando las llamas putas —dice Angela con una mueca.
Miro de reojo a AMOR y juraría que vi una pequeña sonrisa. Yo sonrió y miro a mi mejor amiga. Angela se encoje de hombros, me lanza un beso cuando se levanta y se va.
—¿Seguirás comportándote como una niña o me miraras al menos? .-
Lo miro y sonrío falsamente. Él entrecierra sus ojos y me observa.—La hipocresía no te va —suelta y ahora yo entrecierro los ojos.
—No, la verdad es que no .- Suspiro y entrelazo mis dedos. Pero hoy es mi día, tengo que fingir amor por alguien a quien odio... Así que, seré hipócrita por un día.
Sus ojos me mira y veo como brillan con malicia. Lo miro sin entender
cuando se levanta y me da su mano. A regañadientes la tomo y me lleva hasta la pista de baile.
Ya es de noche y todos estamos bailando, pero cuando llegamos, todos se van. Amor se detiene en medio de la pista y tira de mi hasta que estoy pegada a su pecho. Con los zapatos bajos le doy a mitad de la mejilla, y calculo que debe de medir uno ochenta o uno ochenta y cinco.
Una canción comienza a sonar y le lanzo dagas cuando
reconozco que es Say you love 'me de Jessie Ware. Ya quisiera...
—Odio a las personas hipócritas.
Susurra bajo en mi oído. Su cálido aliento me golpea y me estremezco.
—Entonces es una lastima...lo estoy siendo en este momento. Así que
ódiame-digo bajo y contengo el aliento cuando siento su nariz
recorrer mi cuello.
—No te odio. Pero tu a mi si.- Y no pudo haberlo dicho mejor.
—¿Qué comes que adivinas?
—Esto sonará cruel, pero lo soy... Solo te estoy utilizando, que eso te
quede claro-sentencia y me gira de modo que mi espalda queda pegada a su pecho—. Solo eres una más del montón. Claro que...tu conseguiste ser la señora Vicencio
Cierro los ojos con fuerza y reprimo la ira. Lo odio. Lo odio, m*****a sea. Lo odie desde el momento en que lo vi parado en el altar y sus
palabras solo han hecho crecer mi odio hacia él.
Que daría por tener un cuchillo y clavárselo hasta dejar que
se desangre lentamente...
Señor, dame paciencia, porque si me das fuerza también necesitaré dinero para la fianza.
○●○● Ignacio pov's ○●○●
No me gusta que me desafíen y es lo que a ella le gusta. Los
hipócritas no van conmigo, y ella lo esta haciendo en este momento.
Me puse furioso cuando desapareció y tuve que decirle a
mibfamilia que no se sentía bien. Aunque, claro, la princesa le gusta sacarme de quicio.
Pero, no podía mirarla con tristeza o pena. Sé lo que hice,
la compre. Me gané su odio fácilmente.
Ostin termina su discurso y yo aplaudo sin ganas. A mi lado,
Dayan aplaude y sonríe de verdad. Claro, mi hermano la a hecho reír con sus historias de mi de cuando eramos niños.
Observo el papel color marfil con perfecta caligrafía.
Mr&Mrs Vicencio.
Nunca pensé ver ese estúpido papel con mi apellido en él. Si lo vi, en la
renovación de votos de mis padres
-Señor...-Sacudo la cabeza y veo a María, la organizadora, sonreírme sonrojada y elevo una ceja. —El auto esta listo. Asiento y ella desaparece.
Respiro hondo y tomo la mano de Dayan. Ella me mira y muevo la cabeza para decir que se levante. Lo hace con cuidado y me mira con sus cejas elevadas. Le queda bien el negro.
—Nos vamos.
—¿Donde dormiras tu?.- Me giro y la miro.
-Ahí —señalo la cama y me quito la pajarita.
Me deshago de la chaqueta y entro al vestidor. Me quito la ropa, saco un pantalón de algodón y busco ropa para Dayan
Se supone que dormiríamos en habitaciones separadas, pero mi familia tuvo la genial idea de querer quedarse aquí lo que resta del verano.
Osea, dos semanas. Dos semanas durmiendo con Dayan
Tomo una playera roja de pijama al azar y otros pantalones de algodón de cuadros. Salgo y me cuento con Dayan mirando la cama aun.
Ella se gira y casi chillando me dice:
—Ni loca duermo contigo.- Frunzo el ceño y lanzo la ropaba
la cama.
—Deja de decir tantas malas palabras —digo entre dientes y camino al baño. Ella me sigue aúnvestida de blanco.
—¡No dormiré junto a ti! -chilla y pone sus brazos en
jarras.
La ignoro y lavo mis dientes. Me tomo mi tiempo y la miro de reojo. Me esta viendo sin ningún pudor y cuando se da cuenta que la atrape, se sonroja y sale rápidamente. Sonrío para mis adentros y termino de hacer mi rutina.
Cuando regreso, ya esta cambiada. Se ve mucho más joven y pequeña con mi ropa que le queda enorme.
—No. Dormiré. Contigo —espeta furiosa. Me detengo a mitad de la habitación.
-Pues duerme en el piso —digo sin más y me acerco a la cama.
-¡No!-grita y gruño. A eso me refiero
- ¡Tú duerme en el piso!
Respiro hondo un par de veces y me meto en la cama.
—No dormiré en el piso, hazlo tu si gustas, pero ni sueñes que yo lo haré cuando tengo una cama propia muy cómoda —le digo y me pongo de lado.
Escucho sus fuertes pisadas y sus palabras sin sentido. Necesito
paciencia y esta mujer esta a punto de acabar con ella.
—Ok. Entonces me voy a otra de las tantas habitaciones.
¿Qué? M****a.
Me levanto y la tomo del codo apenas llega a la puerta. Ella me mira con ira y me trago mi furia.
—No puedes dormir en otra habitación. Mi familia esta aquí
¿Y que pensaranbcuando te vean en otra habitación? — gruño y ella me mira fría.
—Pensaran que eres un idiota e hiciste algo para enojarme-responde.
Hasta aquí.bMe agacho un poco y de un movimientobrápido la
pongo sobre mi hombro.
Dayan grita y chilla mientras se retuerce en mi hombro. Pongo el
pestillo y doy grandes zancadas hasta
la cama.
Ahogo un grito cuando sus dientes se encajan en mi nalga
derecha.
La arrojo en la cama sin la mínima delicadeza y la miro furioso.
- ¡¿Por que m****a me muerdes?!
- ¡¿Y tu porque me cargas?!
—¡Porque te comportas como una
niña malcriada!
—¡Y tu como un salvaje!.- Toma una almohada y me la arroja.
La esquivo y no logro esquivar las siguientes. Dayan me lanza todos los cojines y almohadas con furia, mientrasbme dice todos los
insultos conocidos.
—¡Hasta aquí!
Tomo la corbata y me acerco a ella. Dayan al ver mis intenciones se lanza contra mi, rasguñando mis brazos y torso.
Gruño y me lanzo sobre ella. La inmovilizo con mi cuerpo y con una
mano tomo sus muñecas mientras me pongo a horcajadas sobre ella. Dayan chilla y maldice mientras hato sus muñecas con la corbata al cabezal de la cama.
—¡Sueltame maldito idiota! -grita, roja de la furia.
—¡Esa puta boca!
Ella sigue maldiciendo y gritando y mi
poca paciencia estalla.
Voy al vestidor, abro uno de los cajones, saco lo que
buscaba y regreso con la fiera. Al ver lo que traigo en las manos se retuerce con violencia gritando.
Me subo de nuevo sobre ella, meto el calcetín en su boca y ato sus pies. Empato las dos corbatas y las ato en uno de los tubos que esta a los pies de la cama. Miro mi obra de arte y sonrío con satisfacción al ver a la pequeña fiera amordazada y atada.
Dayan no esta para nada contenta y lo sé aparte de la mirada asesina
que me da.
—Haber si así aprendes.
Me acomodo en la cama y cierro los ojos. La pequeña fiera se retuerce por un rato mas hasta que doy por hecho que se a dormido y no tardó mucho en acompañarla.
Unos golpes me hacen despertar y tallo mis ojos mientras me estiro. Miro a mibalrededor y gruño cuando un rayo debsol me da en los ojos. Mis ojos deparan en la maraña de cabello negro y piel pálida que duerme más tranquila que ayer apenas me acostumbro a la luz.
Vaya que es una fiera cuando está enojada.
Otra vez tocan la puerta y estaba a punto de mandar al diablo a quien
tocaba cuando hablan.
—Hijo...
¡Mierda!¡Mi madre! Miro a Dayan que aún sigue atada. Carajo. Si mi madre la ve así tendré graves problemas...
○●○●○ IGNACIO pov's ○●○●○Gateo hasta el otro lado de la cama y me subo de nuevo sobre ella. Doy leves golpes en sus mejillas y sus ojosse abren de golpe. Sus ojos cafe me miran somnolientos, pero luego se oscurecen de ira.—¡Mi madre va a entrar! -grito en un susurro.Sus ojos se abren de golpe, pero luego me mira burlona mientras desato sus pies. Quito el calcetín de su boca y me sorprende que no comience a gritar.Desato sus manos y meto las cosas en el cajón de la mesa dealado. Escucho la manija de la puerta moverse y me tiro junto a Dayan.Escucho un "clic" y de un movimiento subo a Dayansobre mi pecho.- ¡¿Pero que haces?!—medio grita.—Cállate y hazte la dormida -digo mientras me acomodo.Ella me mira con odio y luego cierra sus ojos. Cierro los ojos cuando la puerta se abre y enrosco mis brazos alrededor de su cintura.○●○●○●Dayan pov's●○●○●○Estaba poniendo de todas mis fuerzas para no reír. Vaya que le tiene miedo a su madre...podría sacar ventaja de eso ¿no?Su pecho sub
Ignacio toma un libro que estaba en una pequeña mesa y sesienta en el sillónbque esta a lado de la mesita.Pasan tres minutos, o eso creo, en los que lo sigoobservando parada junto a la puerta y él sigue leyendo.—Hay muchos libros...toma uno-me dice sin apartar los ojos del libro.Suelto un suspiro y camino hasta unamhilera de libros perfectamente acomodados en una mesa.Tomo uno al azar y camino hasta el pequeño sillón individualque esta enfrente de Ignacio Me siento y miro el título del libro"Placeres de la vida". Comienzo a leer y la voz de Ignacio me hace mirarlo.—Leer es el segundo placer más grande la vida.- Lo miro con sorpresa y él sigue leyendo su libro.-¿Enserio? ¿Y cual es el primero?.- Sus ojos abandonan el libro y se clavan en los míos. Sonríe de lado y sus ojos brillan con malicia.—El sexo. O tú debajo de mi gimiendo...-Abro los ojos comoplatos y siento como el color sube por mis mejillas. Ignacio sonríe y sigue leyendo. Oh maldito hijo de...Respiro hondo y s
○●○●○● 1 SEMANA DESPUES ○●○●○●—¡Pero que bonitos ojos!.- Miro con horror al hermano mayorde Ignacio.Lleva una camisa rosa chillón, pantalones azul eléctrico y un sombrero con una pluma rosa. Ese es Carlo.—Carlo....- Ignacio lo ve boquiabierto, al igual que yo.- Dayan ¿cierto?-pregunta con una sonrisa. Asiento—. Encantadode conocerte.Estrecho su mano y me mira con un brillo extraño en sus ojos colormiel. Es gay.-Carlo, no la asustes.- Dice Ignacio, Carlo Pone los ojos enblanco y mira mal a su hermano menor.—Tranquilo, Ignacio ¿Me la puedo robar?Me rio al ver la cara que pone. Hace un puchero y pone cara de perritomientras sujeta mi mano. Los ojos de Ignacio vuelan de mí a su hermano. Lo hace al menos cinco veces. Al final asiente. Miro con terror a mi cuñado gay de colores chillones, mientras él, sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.– Te la regreso antes de las de las... - mira su reloj de muñeca-. Siete.-Collin asiente y Carlo me arrastra hasta
Me iba a divertir en grande... Dos meses con Ignacio como mi esclavopersonal ¡venganza!Había pasado una semana desde que lo encontré con esa mujer...fue extraño y muy vergonzoso.Cuando se cayó, un pecho se le salió del diminuto conjuntode ropa interior que juraría que explotaría en cualquier momento. En serio que fue muy penoso. Esa misma noche hablé con Amory le dije que no requería de sus servicios aún.Pero, hoy comenzaba mis clases y hoy comenzaba como miesclavo personal.Eso me saca una sonrisa malévola.--¿Por que sonríes?.- Parpadeo y mis ojos se conectan conunos ojos mieles muy claro. Ignacio me ve con el ceño fruncido y la boca de un modogracioso ya que esta comiendo.Son más o menos las siete de la mañana y estamos comiendo"tranquilamente" en el jardín. Aunque, claro, estas últimas semanasnos llevamos ¿bien?Bueno, si bien significa pelear con él cada dos por tres...entonces nosllevamos ¡super bien! Hace unos minutos estaba a punto de lanzarle mi desayuno por la
Camino hasta la puerta del copiloto que me abre él, entro ycierra de un azote. Esta enojado. Me abrocho el cinturón cuando él entre y apenas se pone el suyo salimos disparadas hacia la calle haciendo chillar las llantas.Clavo las uñas en el asiento y miro con horror como se pasaun semáforo en rojo.—¡Baja la velocidad! -grito y me sostengo de donde puedo. Maneja muy deprisa y con violencia. No soy muy fanática de querer morir joven. -¡Ignacio!Él me ignora y sube la velocidad ¡¿Nos quiere matar o que?! Cinco minutos insoportables después, se detiene al fin. Miro por la ventanilla y me encuentro con un Starbucks.Ignacio abre la puerta de un jalón y yo me quito el cinturón de seguridad. Mis manos tiemblan y torpemente me quito la mochila. Me bajo y camino junto Ignacio mientras él refunfuñe algo entre dientes.—Estúpido...teléfono...ya sabía yo...peor...jodido...-Y sigue así hasta que entramos y me sienta en un sillón.Se pone enfrente de mi maldiciendo. Pero ¿a este que le pasa? ¿
Fase uno completada. Fase dos en marcha- ¡Dayan!... ¡¿Pero que demonios haces?! -Me deshago de este delitocontra el arte.Y dejo caer el cerillo.Ignacio ahoga un grito y pone ambasmanos en su cabeza. Observo como las llamas sobresalen delpobre deposito de basura y sonrío de lado al ver como el lienzo comienza aconsumirse.-i¿Sabes cuanto me costó?!.- Ruedo los ojos y me cruzo debrazos mientras sigo observando mi obra de arte.-Ni idea... -respondo y me encojo de hombros. -Tienes mucho dinero, puedes comprar otra y ya. O yo te puedo hacer una mil veces mejor que eso.- Escucho que suspira y lo miro de reojo. Pasa una mano por su cabello y toma mi postura.-Bien, ahora que has quemado mi antigua pintura ¿Qué quieres ahora?.- Lo pienso y sonrió.-Parque de diversiones.-¿Eso quieres? -pregunta y asiento -. Bien. Cámbiate y te veo en quinceminutos en la entrada.- Me ordena. No está muy feliz y me alegro. Esa pintura era horrenda.Ignacio entra a la casa y río al ver la mano que d
Muerdo mi lengua y canto una canción muy bajo. Give me lovede Ed Sheeran. Poco a poco subo el volumen de mi voz, hasta que el sonido deafuera se va y mi voz es la que domina en el auto.Gracias a dios me aprendí el caminoa la mansión. Y ahora que conduzcome doy cuenta de que hace un mes mecasé y mi vida cambió por completo.Ahora mi mundo es ser llamada señora Vicencio, me guste ono. Y ahora que menciono el apellido...los gemelos vendríanmañana y se irían quien sabe cuando. Sinónimo de que tengo que volver a dormircon Ignacio.Estar con él es como vivir con una explosiónbde emociones:enojo, ira, alegría, frustración... Me saca de quisio cuando se pone de pesadoy gruñón.Pero definitivamente esta semana ha sido un poco menosinsoportable. A sido amable y sonríe un poco más.Llegamos a la mansión y veo la horarápidamente en el celular de Ignacio Son pasadas las doce. Y tiene unmensaje de Gray.Oye lamento apenas avisar, peropudimos sacar permiso antes y llegaremos a las o
Zedd gruñe y camina en grandeszancadas hacia mi amiga, toma suspiernas y la hecha sobre su hombro.Angela chilla. Sus pequeños y redondos ojos verde oscuro setopan con los míos, y niego al ver que me piden ayuda.-¡Mattews!.- Río a carcajadas al ver como le pega él en eltrasero y Angela vuelve a chillar mientras se revuelve en su hombro.Ignacio solo niega con una pequeñasonrisa. Presiento que Angela y Zedd,terminarán juntos..............................Lunes otra vez.Sonrío para mis adentros cuandoentro al auto y Ignacio esta vestido tansofisticado como siempre.Yo solo me he puesto unos jeans, unablusa blusa de encaje rosa y unasVans blancas.-¿Tienes algo importante a las diez?.-Me mira y lo piensa por un momento.Luego niega y sonrío.-Necesito que vayas a la universidad.-¿Para que?-Unos asuntos de no sé que con unode mis profesores. Querían a mispadres, pero eres lo más cercanoa un padre.- Digo burlona y me fulmina con la mirada.Desde lo que paso lo del beso no