Vale, estaba enojada. Más que enojada estaba furiosa, era el mejor termino para como me siento en este momento.
Y no es para tomarse a la ligera el hecho de que tu propio padre te haya vendido por un par de ceros...pero era esperarse de él.
-Se supone que hoy es tu día querida, sonríe -me dice con dulzura Margaret.
Margaret es algo así como...una segunda madre para el señor con el que me casare. Si, me casare y con un tipo que ni siquiera conozco. Acepté el trato, pero nunca me imagine que el trato sería casarme con él.
No sé si matarlo o darle las gracias en el momento en el que
lo vea. Me sacó del infierno del que vivía, pero ahora que lo pienso...creo que me he metido en otro. Solo rezo porque este idiota no sea un ogro gruñón, porque suficiente tuve con mi padre.
Hace tres días que me fui de casa y me trajeron a "una casa" aunque, claro, a esto no se le puede llamar casa. Este lugar es una m*****a mansión que tiene al menos diez o más habitaciones.
-Diez minutos -medio grita la organizadora.
Ella tan poco estaba muy feliz que digamos.
Se puede decir que yo no coopero mucho...me puse como fiera cuando tiñeron mi cabello a negro azabache, así que ahora me
veo más pálida de lo normal y mis ojos se ven más llamativos.
Pero no solo eso me a hecho enfurecer, nooo. Me han embutido
en un vestido que apenas me deja respirar es hermoso, pero no me deja caminar y tiene un gran escote que termina en mi cintura.
Me han echado maquillaje en los moretones, depilado por
completo y me han obligado a ponerme unos tacones que son un peligro.
De milagro aún no me caigo de bruces. Pero también esta el hecho, de
que, no dejan que Angela este conmigo.
Eso también fue el colmo.
-¡Entra la novia!
Trato de relajarme y pongo la sonrisa más falsa que logro en mi vida. Muy bien. Tengo que fingir estar locamente enamorada de él aun que no lo ? conozca, perfecto.
Un chico de cabello castaño oscuro y ojos marrones se pone a mi lado y me sonríe. Lo miro y frunzo el ceño ¿Y este quien es?
—Soy Ostin...tu futuro cuñado.- Me a leído el pensamiento.
Asiento y me tiende su brazo. Lo tomo y suspiro para mis
adentros.
Espero que este día no sea tan largo.
La música comienza a sonar y camino con Ostin por el largo pasillo repleto de personas...y flashes. A penas doy dos tres pasos logro ver al hombre que esta junto al cura (si, me voy a casar por la iglesia y civil) Pero creo que siente mi mirada porque se gira y me detengo de golpe.
¿Enserio es él? i¿Enserio?! ¡Dios santo! ¡Pero si debe de
tener unos veinticinco!
Y ES JODIDAMENTE GUAPO. Matame, por favor. Ostin tira de mi y seguimos caminando.
Joder... Es él —chilla mi mente. Sus ojos me recorren por completo y
siento mi cara arder cuando se detiene en el escote. M*****a
María... ella fue la que escogió este vestido y el otro.
Aunque el otro fue más por mi gusto. Pero, no me jodas. Esta guapísimo ¡y me casare con él! ¡Dios!
—Hermano...-Ostin se detiene y yo con él.
Observo como mi mano termina sujetada por una más grande,
cálida y bastante masculina.
Sus largos dedos se entrelazan con los míos y observó
fascinada como encajamos perfectamente.
Levanto la mirada y me encuentro con unos azules. Un azul
más claro que el mío. Pero dios...
Mientras todo comienza, seguimos igual, de frente y con las manos
entrelazadas. Debo de parecer una estúpida mirándolo fijamente. Su
mandíbula es cuadrado, labios carnosos, cabello corto castaño, sus
pestañas son normales, pero rizadas, nariz recta, pómulos altos y sus cejas están un poco pobladas. Pero es jodidamente perfecto.
—¿Señorita Veas?
—¿Qué?—balbuceo sin apartar mis ojos de él.
—¿Acepta al señor Vicencio como su esposo?-pregunta.
¿Es aquí cuando tengo que decir "si, acepto"? O ¿debo salir corriendo ahora que puedo? O ¿decir yo me opongo cuando pregunte? Carajo, no sé qué hacer. Estoy a tiempo de echarme para atrás y romper el estúpido trato que hice con él.
Pero... Irme significa que probablemente el alcohólico de mi
padre me busque. Demonios... Puedo vivir con Angela, Patrick y Jacob (él último es gay) Pero...
—Si, acepto —respondo con voz firme.
Él irá a buscarme y me iría mucho peor que las otras veces.
Antes de irme me amenazó y si lo creo capaz.
—Si, acepto —dice el señor de ojos bonitos.
Su voz... ¡Dios! ¡Que voz! Es suave, grave y firme.
—Por el poder que se me a concedido, yo los declaró, marido y mujer —dice y nos sonríe—. Puede besar a la novia.
¿Qué? Eso no estaba en el trato... Pero puedo asegurar que
besa muy... ¿a que vienen estos pensamientos?
Antes de que me niegue, sus labios ya están sobre los míos. Yo estoy
petrificada mientras escucho los aplausos y silbidos.
Siento su mano meterse en mi cabello rizado, su otro brazo
rodea mi cintura, pegándome a su pecho y acaricia mi labio inferior con su lengua. Involuntariamente se me sale un leve gemido.
Dios... siento fuego con cada movimiento de sus labios y yo
torpemente le sigo el beso. Nunca había besado a alguien, patético ¿verdad?
Termina el beso tirando de mi labio y me siento como una nube flotando. Eso fue un buen beso ¡y como no! Si besa de manera espectacular.
Luego de esquivar a todo mundo, subimos a una camioneta negra y
abrocho mi cinturón.
-Quiero que sonrías como nunca en tu vida —me dice señor ojitos bonitos.
—No tienes que decirlo-medio gruño y miro por la ventanilla todo el viaje.
Ahora que no me ve nadie (solo él) dejo salir mi ira. Estoy
segura que parezco un tomate de lo roja que debo estar por la ira, pero decido descargarlo cuando estemos solos completamente.
El chófer conduce y parece sumido en sus pensamientos. Pero no quiero tentar a la suerte.
Al llegar no espero que abran mi puerta y bajo por mi cuenta. En pocos
instantes estoy siendo arrastrada a una 'habitación por María. Ahora el vestido sencillo.
Suelto un largo suspiro cuando soy liberada del ajustado
vestido y me meto en uno mas practico.
Es bonito, tiene un listón negro en la cintura, escote en
forma de corazón, solo es justo de la cintura y de ahí cae como campana. Es sencillo, como yo.
Mientras María ata el listón, observo los anillos en mi dedo
anular. Tiene una bonita piedra, demasiado exagerada y el otro esta lleno de ¿diamantes? Sepa dios, pero son hermosos. Duele aceptarlo.
—Ya estas. Lista —dice María mirándome por completo—. ¿Quieres
seguir con los zapatos?
—NO—digo con horror.
María ríe. Me cambio los peligrosos zapatos por unos planos y me hacen un moño despeinado. Salgo de la 'habitación y me veo metida en otra.
—¿Pero que demonios te pasa?- Angela sonríe y me abraza. Creí que me echaría la bronca oalgo así, pero no.
-Sé que esto es un acuerdo..-susurra en mi oído—. Pero vi como se miraban en la iglesia y si parecían enamorados.
Si, claro, enamorada de Ojitos bonitos... y mi mamá no me
abandono. Claro.
—Si, si, si, Angela —digo alejándome de ella.
Escucho pasos frenéticos afuera y a que puedo adivinar quien
es.
—Vamos ya, que de seguro Don neurotico me debe de estar
buscando como loco —digo mientras tiro de su mano.
Angela se ríe y cuando salimos, no me equivocaba. Esta abriendo puerta por puerta, al verme sus ojos se encienden.
Y no por cariño. Hay enojo en esos bonitos ojos.
—Yo los dejo-dice Angela y desaparece por el largo pasillo.
Me miro fijamente con Don neurótico, hasta que él pierde el contacto y me mete de nuevo a la habitación.
-Debes de estar conmigo siempre -me espeta.
Me cruzo de brazos y elevo las cejas. Si cree que me dejare mangonear por él...se equivoca. Han hecho conmigo
lo que se les vino en gana desde hace tres días.
—Ah... ¿si?
—Si -gruñe y me mira impaciente.
—Pues ¿que crees? Me importa una m****a.
—¡Cuida esa boca!.- Formo las manos en puños y lo miro con
odio.
—¡A mi no me gritas, idiota!
—¿Que cuides esa puta boca!
—¡Tu también estas diciendo groserías! —respondo a gritos.
Él se pasa sus manos por su corto cabello y tira de él en la parte de arriba.
Vaya que esta enojado
—Esto no nos llevará a nada —dice con los dientes apretados. Solo no
te separes de mi.
Y con eso sale. Bufo y salgo detrás de él. Pero a mitad de
las escaleras aparece una señora muy parecida a Él.
Creo que es su madre.
-Aquí están —dice con una enorme sonrisa y me mira—. Has escogido bien, hijo. Esta señorita es muy guapa.- Miro de reojo como él rueda los ojos.—¿Como te llamas, linda?Este tonto no me a dicho nada sobre ti.- Miro a el señor gruñón.
—Mamá ¿no tienes que ir con Jane?.- Su madre lo ve mal.
Ahora me doy cuenta que me case con alguien que no sabe mi nombre y ni yo el suyo. Ni siquiera se como se llama su madre. Solo sé que su apellido es Vicencio
-Su nombre es Dayan, mamá.- Lo miro sorprendida. Vaya...si sabe mi
nombre, pero yo no el suyo.
—Que bonito nombre—me elogia y luego mira a su hijo—. Los veo pronto.
Con eso da media vuelta y se va. Apenas desaparece de mi vista, me giro hacia el gruñón.
—¿Cual es tu nombre? —le pregunto.
—Solo dime "amor"
Y se va, dejándome con la palabra en la boca. Cabrón...
La fiesta...me pone abrumada. No conocía a nadie, solo aAngela, la mamá de "amor" Y Ostin. Solo ellos tres. Pero hace media hora conocí a su hermana, Jane, me agrada.Jane me dijo que a pesar de que su hermano es un gruñón (vaya que lo es) es alguien bueno y dulce.Pues bueno, lo dudo. Pero estar con Jane tiene sus ventajas, se que su mamá se llama Lisa y su padre Thomas, y que son cinco hermanos en total y que ella es la única mujer, además de su madre claro. Jane esta casada con Peter desde hace unos meses y es la mayor de todos,—¿Vez a esa chica de ahí?.- Sigo la dirección que me indicaAngela y asiento. Esta metida en un diminuto vestido que no deja mucho a la imaginación y esta como perra encelo detrás de cada hombre. -Pues bien, hace media hora me habló y me dijo que la hermana de tu "amor" —dice y hace comillas con sus dedos.- Es una reverenda puta. Entonces me moleste y le dije puta a ella. Y se enojo.- Termina con el ceño fruncido y niego con la cabeza divertida. Tan dire
○●○●○ IGNACIO pov's ○●○●○Gateo hasta el otro lado de la cama y me subo de nuevo sobre ella. Doy leves golpes en sus mejillas y sus ojosse abren de golpe. Sus ojos cafe me miran somnolientos, pero luego se oscurecen de ira.—¡Mi madre va a entrar! -grito en un susurro.Sus ojos se abren de golpe, pero luego me mira burlona mientras desato sus pies. Quito el calcetín de su boca y me sorprende que no comience a gritar.Desato sus manos y meto las cosas en el cajón de la mesa dealado. Escucho la manija de la puerta moverse y me tiro junto a Dayan.Escucho un "clic" y de un movimiento subo a Dayansobre mi pecho.- ¡¿Pero que haces?!—medio grita.—Cállate y hazte la dormida -digo mientras me acomodo.Ella me mira con odio y luego cierra sus ojos. Cierro los ojos cuando la puerta se abre y enrosco mis brazos alrededor de su cintura.○●○●○●Dayan pov's●○●○●○Estaba poniendo de todas mis fuerzas para no reír. Vaya que le tiene miedo a su madre...podría sacar ventaja de eso ¿no?Su pecho sub
Ignacio toma un libro que estaba en una pequeña mesa y sesienta en el sillónbque esta a lado de la mesita.Pasan tres minutos, o eso creo, en los que lo sigoobservando parada junto a la puerta y él sigue leyendo.—Hay muchos libros...toma uno-me dice sin apartar los ojos del libro.Suelto un suspiro y camino hasta unamhilera de libros perfectamente acomodados en una mesa.Tomo uno al azar y camino hasta el pequeño sillón individualque esta enfrente de Ignacio Me siento y miro el título del libro"Placeres de la vida". Comienzo a leer y la voz de Ignacio me hace mirarlo.—Leer es el segundo placer más grande la vida.- Lo miro con sorpresa y él sigue leyendo su libro.-¿Enserio? ¿Y cual es el primero?.- Sus ojos abandonan el libro y se clavan en los míos. Sonríe de lado y sus ojos brillan con malicia.—El sexo. O tú debajo de mi gimiendo...-Abro los ojos comoplatos y siento como el color sube por mis mejillas. Ignacio sonríe y sigue leyendo. Oh maldito hijo de...Respiro hondo y s
○●○●○● 1 SEMANA DESPUES ○●○●○●—¡Pero que bonitos ojos!.- Miro con horror al hermano mayorde Ignacio.Lleva una camisa rosa chillón, pantalones azul eléctrico y un sombrero con una pluma rosa. Ese es Carlo.—Carlo....- Ignacio lo ve boquiabierto, al igual que yo.- Dayan ¿cierto?-pregunta con una sonrisa. Asiento—. Encantadode conocerte.Estrecho su mano y me mira con un brillo extraño en sus ojos colormiel. Es gay.-Carlo, no la asustes.- Dice Ignacio, Carlo Pone los ojos enblanco y mira mal a su hermano menor.—Tranquilo, Ignacio ¿Me la puedo robar?Me rio al ver la cara que pone. Hace un puchero y pone cara de perritomientras sujeta mi mano. Los ojos de Ignacio vuelan de mí a su hermano. Lo hace al menos cinco veces. Al final asiente. Miro con terror a mi cuñado gay de colores chillones, mientras él, sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.– Te la regreso antes de las de las... - mira su reloj de muñeca-. Siete.-Collin asiente y Carlo me arrastra hasta
Me iba a divertir en grande... Dos meses con Ignacio como mi esclavopersonal ¡venganza!Había pasado una semana desde que lo encontré con esa mujer...fue extraño y muy vergonzoso.Cuando se cayó, un pecho se le salió del diminuto conjuntode ropa interior que juraría que explotaría en cualquier momento. En serio que fue muy penoso. Esa misma noche hablé con Amory le dije que no requería de sus servicios aún.Pero, hoy comenzaba mis clases y hoy comenzaba como miesclavo personal.Eso me saca una sonrisa malévola.--¿Por que sonríes?.- Parpadeo y mis ojos se conectan conunos ojos mieles muy claro. Ignacio me ve con el ceño fruncido y la boca de un modogracioso ya que esta comiendo.Son más o menos las siete de la mañana y estamos comiendo"tranquilamente" en el jardín. Aunque, claro, estas últimas semanasnos llevamos ¿bien?Bueno, si bien significa pelear con él cada dos por tres...entonces nosllevamos ¡super bien! Hace unos minutos estaba a punto de lanzarle mi desayuno por la
Camino hasta la puerta del copiloto que me abre él, entro ycierra de un azote. Esta enojado. Me abrocho el cinturón cuando él entre y apenas se pone el suyo salimos disparadas hacia la calle haciendo chillar las llantas.Clavo las uñas en el asiento y miro con horror como se pasaun semáforo en rojo.—¡Baja la velocidad! -grito y me sostengo de donde puedo. Maneja muy deprisa y con violencia. No soy muy fanática de querer morir joven. -¡Ignacio!Él me ignora y sube la velocidad ¡¿Nos quiere matar o que?! Cinco minutos insoportables después, se detiene al fin. Miro por la ventanilla y me encuentro con un Starbucks.Ignacio abre la puerta de un jalón y yo me quito el cinturón de seguridad. Mis manos tiemblan y torpemente me quito la mochila. Me bajo y camino junto Ignacio mientras él refunfuñe algo entre dientes.—Estúpido...teléfono...ya sabía yo...peor...jodido...-Y sigue así hasta que entramos y me sienta en un sillón.Se pone enfrente de mi maldiciendo. Pero ¿a este que le pasa? ¿
Fase uno completada. Fase dos en marcha- ¡Dayan!... ¡¿Pero que demonios haces?! -Me deshago de este delitocontra el arte.Y dejo caer el cerillo.Ignacio ahoga un grito y pone ambasmanos en su cabeza. Observo como las llamas sobresalen delpobre deposito de basura y sonrío de lado al ver como el lienzo comienza aconsumirse.-i¿Sabes cuanto me costó?!.- Ruedo los ojos y me cruzo debrazos mientras sigo observando mi obra de arte.-Ni idea... -respondo y me encojo de hombros. -Tienes mucho dinero, puedes comprar otra y ya. O yo te puedo hacer una mil veces mejor que eso.- Escucho que suspira y lo miro de reojo. Pasa una mano por su cabello y toma mi postura.-Bien, ahora que has quemado mi antigua pintura ¿Qué quieres ahora?.- Lo pienso y sonrió.-Parque de diversiones.-¿Eso quieres? -pregunta y asiento -. Bien. Cámbiate y te veo en quinceminutos en la entrada.- Me ordena. No está muy feliz y me alegro. Esa pintura era horrenda.Ignacio entra a la casa y río al ver la mano que d
Muerdo mi lengua y canto una canción muy bajo. Give me lovede Ed Sheeran. Poco a poco subo el volumen de mi voz, hasta que el sonido deafuera se va y mi voz es la que domina en el auto.Gracias a dios me aprendí el caminoa la mansión. Y ahora que conduzcome doy cuenta de que hace un mes mecasé y mi vida cambió por completo.Ahora mi mundo es ser llamada señora Vicencio, me guste ono. Y ahora que menciono el apellido...los gemelos vendríanmañana y se irían quien sabe cuando. Sinónimo de que tengo que volver a dormircon Ignacio.Estar con él es como vivir con una explosiónbde emociones:enojo, ira, alegría, frustración... Me saca de quisio cuando se pone de pesadoy gruñón.Pero definitivamente esta semana ha sido un poco menosinsoportable. A sido amable y sonríe un poco más.Llegamos a la mansión y veo la horarápidamente en el celular de Ignacio Son pasadas las doce. Y tiene unmensaje de Gray.Oye lamento apenas avisar, peropudimos sacar permiso antes y llegaremos a las o