Camino hasta la puerta del copiloto que me abre él, entro ycierra de un azote. Esta enojado. Me abrocho el cinturón cuando él entre y apenas se pone el suyo salimos disparadas hacia la calle haciendo chillar las llantas.Clavo las uñas en el asiento y miro con horror como se pasaun semáforo en rojo.—¡Baja la velocidad! -grito y me sostengo de donde puedo. Maneja muy deprisa y con violencia. No soy muy fanática de querer morir joven. -¡Ignacio!Él me ignora y sube la velocidad ¡¿Nos quiere matar o que?! Cinco minutos insoportables después, se detiene al fin. Miro por la ventanilla y me encuentro con un Starbucks.Ignacio abre la puerta de un jalón y yo me quito el cinturón de seguridad. Mis manos tiemblan y torpemente me quito la mochila. Me bajo y camino junto Ignacio mientras él refunfuñe algo entre dientes.—Estúpido...teléfono...ya sabía yo...peor...jodido...-Y sigue así hasta que entramos y me sienta en un sillón.Se pone enfrente de mi maldiciendo. Pero ¿a este que le pasa? ¿
Fase uno completada. Fase dos en marcha- ¡Dayan!... ¡¿Pero que demonios haces?! -Me deshago de este delitocontra el arte.Y dejo caer el cerillo.Ignacio ahoga un grito y pone ambasmanos en su cabeza. Observo como las llamas sobresalen delpobre deposito de basura y sonrío de lado al ver como el lienzo comienza aconsumirse.-i¿Sabes cuanto me costó?!.- Ruedo los ojos y me cruzo debrazos mientras sigo observando mi obra de arte.-Ni idea... -respondo y me encojo de hombros. -Tienes mucho dinero, puedes comprar otra y ya. O yo te puedo hacer una mil veces mejor que eso.- Escucho que suspira y lo miro de reojo. Pasa una mano por su cabello y toma mi postura.-Bien, ahora que has quemado mi antigua pintura ¿Qué quieres ahora?.- Lo pienso y sonrió.-Parque de diversiones.-¿Eso quieres? -pregunta y asiento -. Bien. Cámbiate y te veo en quinceminutos en la entrada.- Me ordena. No está muy feliz y me alegro. Esa pintura era horrenda.Ignacio entra a la casa y río al ver la mano que d
Muerdo mi lengua y canto una canción muy bajo. Give me lovede Ed Sheeran. Poco a poco subo el volumen de mi voz, hasta que el sonido deafuera se va y mi voz es la que domina en el auto.Gracias a dios me aprendí el caminoa la mansión. Y ahora que conduzcome doy cuenta de que hace un mes mecasé y mi vida cambió por completo.Ahora mi mundo es ser llamada señora Vicencio, me guste ono. Y ahora que menciono el apellido...los gemelos vendríanmañana y se irían quien sabe cuando. Sinónimo de que tengo que volver a dormircon Ignacio.Estar con él es como vivir con una explosiónbde emociones:enojo, ira, alegría, frustración... Me saca de quisio cuando se pone de pesadoy gruñón.Pero definitivamente esta semana ha sido un poco menosinsoportable. A sido amable y sonríe un poco más.Llegamos a la mansión y veo la horarápidamente en el celular de Ignacio Son pasadas las doce. Y tiene unmensaje de Gray.Oye lamento apenas avisar, peropudimos sacar permiso antes y llegaremos a las o
Zedd gruñe y camina en grandeszancadas hacia mi amiga, toma suspiernas y la hecha sobre su hombro.Angela chilla. Sus pequeños y redondos ojos verde oscuro setopan con los míos, y niego al ver que me piden ayuda.-¡Mattews!.- Río a carcajadas al ver como le pega él en eltrasero y Angela vuelve a chillar mientras se revuelve en su hombro.Ignacio solo niega con una pequeñasonrisa. Presiento que Angela y Zedd,terminarán juntos..............................Lunes otra vez.Sonrío para mis adentros cuandoentro al auto y Ignacio esta vestido tansofisticado como siempre.Yo solo me he puesto unos jeans, unablusa blusa de encaje rosa y unasVans blancas.-¿Tienes algo importante a las diez?.-Me mira y lo piensa por un momento.Luego niega y sonrío.-Necesito que vayas a la universidad.-¿Para que?-Unos asuntos de no sé que con unode mis profesores. Querían a mispadres, pero eres lo más cercanoa un padre.- Digo burlona y me fulmina con la mirada.Desde lo que paso lo del beso no
Cuando tenía cuatro años mi madre me dijo que saldría acomprar un pastel por mi cumpleaños... nunca volvió.Mi padre enloquecido llamo a mi tíaabuela y me entrego a ella. No queríahacerse cargo de una niña pequeñay estoy segura de que si me hubiesequedado con él moriría de hambre.Pase los mejores años de mi vida con ella hasta que murió yme dejo partede su dinero para que terminará laescuela. Pero al volver con mi padre todo fue un infierno. La primeravez que me golpeó fue porque se había enojado muchísimo conmigo porque me habíacomido una rebanada de pan.Tenía trece años. En esa corta edad me puse a trabajar en lacasa de la madre de Patrick y dormía la mayor parte del tiempo en casa deAngela porque el amoroso de mi padre me corría todo el tiempo y volvía por mi.Y así fue por años hasta hace tres meses cuando Ignacioapareció en mi vida.—¿Y a ti que te pasa?.- Miro a Gray con los ojos llenos delágrimas y las limpio de un manotazo de mis mejillas.-Es que... Teddy...
—¿Y esa maleta? —pregunta mirándola.Miro su rostro y deparó en su cuellodonde tiene un chupeton. Vale, respira.—Es obvio-respondo y comienzo abajar las escaleras—. Me voy.Escucho sus pasos y mi muñeca esrodeada por sus largos dedos.—¿Como que te vas?-dice con el ceñofruncido—. No te puedes ir.—Claro que puedo —replico y lo miroa los ojos—. No quiero ser molestiapara ustedes..- Me safo de su agarre y bajo las escaleras lomás rápido que puedo. Roth me mira y le pido que me lleve a casa de Carlo. Apenassubo a la camioneta Ignacio sale como alma que lleva al diablo y corre a mipuerta.Cuando veo sus intenciones pongo el seguro y él comienza agritarcomo loco que abra.-Arranca —le ordeno a Roth.Él duda al ver a su jefe hecho una furia mientras intentaabrir la puerta.-NO TE ATREVAS A IRTE, DAYAN!!!—¡Roth que arranques! ¡sácamede aquí!.- Él lo hace sin rechistar. Se que al pobre lo e metido en problemas, pero lo menos quequiero en estos momentos es estar junto a Ignac
Vale, habían pasado unas semanas yya habíamos llegado a las vacacionesde invierno.Me despido de Merie y Tori con unabrazo. Me giro y corro a los brazosde Patrick. Después de decirle que lellamaría en cuanto llegara acepto yluego de un sonoro beso me solto.Subo al auto y me despido de ellos con la mano. Tori melanza un beso.Las semanas se me fueron volando yen todo este tiempo no volví a dirijirlela palabra a Ignacio. Nuestras miradassiempre conectaban, pero ningunodaba su brazo a torcer y no sería laprimera.Se que me llamo puta por despecho y que yo dije cosas de lasque me arrepiento ahora. Pero soy demasiado terca y testaruda para hablarle odisculparme. Pasaría un mes completo más cerca de él, ya queen estas semanas dormir en habitaciones separadas y tras dar una largaexplicaciones de parte de Ignacio a los gemelos...dejaron de preguntar porquela lejanía. No lo quería cerca de mi. Las risas y bromas terminarondesde ese día y la tensión era palpable para todo aq
—Desde el primermomento en el que te vi me has atrapado. Te veo sonreír y juraría que es ver aun lindo ángel que se comporta como un pequeña fiera cuando se enoja —dice conunasonrisa ladeada. Eso me arrebata una sonrisa. — Juro quenunca me enamoraría después de que me dejaron con el corazón hecho trizas en elaltar...pero has llegado tú y has mandado al carajo mis planes.- Río y Ignaciosonríe. —¿Por que eres tan hermosa?Me ruborizo y niego. Debe de estarborracho. Miro sus ojos y un escalofrío me recorre al verque no es así. Esta siendo sincero en su estado sobrio.-Dímelo tu-replico y sonríe más. Seve más relajado así—. Tú me elegistecomo tu esposa.Toma mi rostro entre mis manos y susojos brillan fascinados al ver comoruedo los ojos.-Te elegí por más de mil razones.—¿Y esas mil razones son buenas?-La mayoría. Si.- Lo miro mal y termino riendo. Me gustaesto. Me gusta no pelear y gritar con él. —Perdona lo del otro día.- Suspiro yniego. No quiero recordaraquello. —He