Dayan pov's
¿Por que el mundo se empeña en hacerme esto?
Gimo de dolor y me hago pequeña en el piso. Papá grita una vez más antes de salir y cerrar de un puertazo.
Y así comienza mi cumpleaños, con golpes del salvaje que llamó papá y unas palabras de aliento para quitarme la vida. Es una lastima, aunque quisiera cumplir sus deseos...no lo haré.
No echaré a la basura nueve años de esfuerzo por sobrevivir, solo para que los mande al carajo en cuestión de segundos. Soy cobarde, pero no estúpida.
Me aferro a lo que llamo vida aunque siga sufriendo y trato de sonreírle a la vida que llevo.
La vida es una m****a.
El pequeño aparato que llamó teléfono comienza a timbrar y
me levanto con cuidado del piso.
M*****a sea, me duele todo.
Tomo el teléfono y gruño al ver el nombre de Angela. Bonito momento para llamar, Angie.
●○●○● Llamada telefónica ●○●○●
-¿Qué? -gruño apenas contesto.
-Vaya...alguien no está de humor.- No. La verdad es que no.
-¿Qué sucede, Angela? -hablo un poco más tranquila.
Me dejo caer en la pequeña cama y miro el techo lleno de moho. Hago una mueca y bajo la mirada al pequeño estante lleno de libros.
-Hay que celebrar que cumples 22 años, Tonta...
-Que no me digas así -gruño y toco mi abdomen.
Alejo la mano apenas toco y reprimo un quejido. Esta vez, abra un lindo cardenal.
-Vale, ya -dice y la imagino rodando los ojos.- ¿Entonces hoy?
Me lo pienso y respondo que no. Ni hablar, no quiero mas golpes por hoy. Si sabe que e salido esta vez si me mata.
-Anda, vamos. Iremos Jacob, Patrick, tú y yo-suplica y muerdo mi labio.
Odio que suplique, Suspiro resignada luego de diez súplicas
y Angie chilla alegre. Además ¿Qué malo puede pasar? Solo será una noche y no creo que se de cuenta ¿verdad?
□■□■□■ Ignacio pov's ■□■□■□
Que se joda la mesa directiva. Que se joda mi padre. Que se joda Savanna. Que le den a todo el puñetero mundo de m****a. Definitivamente la vida es una m****a, no podrían ponermela más difícil.
Desde la mañana todo se a ido al carajo, empezando por la junta de mi
padre y la mesa directiva.
-i¿Qué yo que?! -grito incrédulo y me levanto de un tirón.- Ni de broma.
-Ya no tienes cinco años. Necesito que el próximo dueño de esta empresa sea alguien maduro y que siente cabeza.-Dice mi padre y todos asienten. Jodidos lambe botas...
-¿Y Ostin es el que puede llevar todo esto? -digo y señalo todo a nuestro alrededor
-. Es tan sólo un crió en el cuerpo de alguien de 24. -Estoy hecho una furia. -Pero tu hermana Jane no puede llevarbtodo ella sola -gruñe
papá.
No. Pero de seguro Peter si. Mi hermana mayor tan solo por
dos años ya esta casada. Aún no tiene hijos, eso se me hace raro. Pero da igual, ya esta grandecita y sabrá tomar decisiones.
-¡Por supuesto que no! -lo miro con horror cuando vuelve a decir
"matrimonio".- ¡Puedo llevar esta empresa perfectamente sin necesidad de una mujer!
Todos en la sala me miran con miedo, excepto mi padre. Él no se inmuta por la mirada que le lanzo.
-Ya he dicho. Tu sabrás si lo haces o no.- Dice entre dientes y se levantan. Todos lo siguen-. Tienes hasta dentro de un mes para casarte... No, espera, dos semanas.
Abro los ojos de golpe y él sale. Debe estarme tomando el pelo ¡¿2 jodidas semanas?! ¡Esta loco! No pienso pedirle matrimonio a
Savanna.
La chica con la que paso buenos ratos.
Me dejo caer en la silla apenas la puerta se cierra y suelto
un largo gruñido. Joder... Saco mi celular y le mando un mensaje a Savanna diciéndole que la veo en casa.
Vale, me casare con ella. Se que a ella le va a encantar la
idea de volverse asquerosamente rica y le bajare los humos un mes o dos después de casarnos.
Savanna me responde que la veo en la noche. Bien.
Termino de hacer todo, pero mi humor sigue igual. No quiero
que se me acerquen. Salgo a las ocho de la oficina, tomo el Jet y llego a la ciudad en menos de dos horas.
Tuve que venir a la otra ciudad por ciertos motivos de
m****a que terminaré en casa. Newton me recoge en el aeropuerto y apenas lo saludo.
El viaje a casa es una hora mas y eso me tranquiliza un poco. Me encerrare en casa, pondré música a todo volumen en mi iphod y mandare a Savanna al carajo apenas le diga el plan.
Claro que no diré sobre dejarla en menos de un mes, hará un
escándalo y es lo menos que quiero en estos momentos.
-Dalton... -lo llamo y el me mira dereojo-. ¿Por que esta el
auto de mi hermano aquí?
Su convertible negro esta estacionado justo enfrente de la puerta de la
mansión y yo que sepa no vendría hasta mañana.
-No lo sé -responde-. Cuando fui al aeropuerto no estaba.
Me agrada que Dalton me hable de manera informal. Pero ¿que demonios hace Ostin aquí?
El auto se detiene y bajo después de tomar mis cosas.
La puerta se abre al instante y veo a Margaret recibirme con un cálido
abrazo. En estos momentos no se lo puedo rechazar. Me agrada esta mujer, es como mi segunda madre.
-¿Quieres la cena? -me pregunta amable.
Niego y le sonrió un poco antes de dirigirme a las escaleras ¿Donde estará?
Las subo en pocos segundos y camino por el largo pasillo. Apenas paso la primera puerta me detengo al escuchar un gemido. O es que
estoy sordo o ¿Eso fue un gemido? Sacudo la cabeza y camino a la puerta de donde salen esos sonidos tan conocidos.
Tomo la manija y pego mi oído a la puerta.
-¡Si... Si... Más, duro!... ¡Dios, Ostin!.- Vale, esto no pinta bien.
Abro la puerta de golpe y elevo las cejas al ver lo que tengo enfrente de mi.
Savanna tirada en la cama, desnuda, con las piernasnelevadas
y sostenidas por...Ostin, que también está desnudo.
-¡Vaya!¡Que sorpresa! -digo mientras me acomodo en el marco
de la puerta.
Se aleja y Savanna comienza a decir un montón de cosas.
Ostin solo sonríe y se encoje de hombros. Reprimo una sonrisa y me pongo más serio.
El maldito me a hecho en parte un gran favor, pero mis
planes se han ido al carajo.
-...amor. Yo no quería -dice la chillona voz de la morena.
Hago una mueca cuando veo que se acerca a mi, desnuda. No tiene
mal cuerpo, pero esta demasiado operada para mi gusto. Coge bien,
pero no tan bien.
-¿Me dirás que mi hermano te puso una pistola en la cabeza para que te acostaras con él y fingirás chillar de placer? -pregunto burlón.
Ella se queda petrificada y doy media vuelta. Necesito salir. Savanna me sigue hasta mi habitación que esta al final del pasillo.
-¡Hey! -chilla y la ignoro olímpicamente.- ¡Te estoy hablando!
Cierro la puerta en sus narices. Tomo el teléfono, hago una llamada y cuelgo apenas me dan la dirección. Doy grandes zancadas hasta mi vestidor, me quito el traje y me pongo ropa cómoda.
Salgo de la habitación y camino rápidamente hasta la planta de abajo,
hacia la cocina. Tomo las llaves de uno de mis autos y medio corro al garaje.
Lo que menos quiero en estos momentos es un encuentro con la
escandalosa de Savanna.
Abro la puerta del Audi, subo y arranco a toda velocidad
apenas las puertas se corren para dar paso a mi salida.
Por el retrovisor logro ver a la loca morena chillar y maldecir cuando me ve alejarme.
Conduzco hasta el club que me a dicho Zedd y entro sinningún problema. Siento varios ojos puestos en mi, pero las ignoroy voy a la zona Vip.Dejo caer mi trasero alado del rubio de ojos verdes y de inmediato tengo una cerveza en mis narices.-¡Es bueno verte!.- Asiento y miro como Zedd saca unos¿binoculares? ¿Qué demonios hace con eso? Lo miro arqueandouna ceja y él se encoje de hombros.-No quiero preguntar -niego y él muestra su amplia sonrisa.Doy largos tragos a mi cerveza hasta que la termino y aparece otra como por arte de magia. Sigo así por un largo tiempo hasta que me aburro y le pido los binoculares a Zedd. Me los pasa y veo antes de apartar la mirada de él, como unarubia falsa se sienta en sus piernas. Con los binoculares observo todo y me detengo en la pista de baile, bueno, más bien alguien.Una chica de vestido negro se mueve de una manera envolvente...me atrae mejor dicho. La forma en que se pierde en la música me hace mirarla pormucho tiempo....Recorro su cuer
Vale, estaba enojada. Más que enojada estaba furiosa, era el mejor termino para como me siento en este momento.Y no es para tomarse a la ligera el hecho de que tu propio padre te haya vendido por un par de ceros...pero era esperarse de él.-Se supone que hoy es tu día querida, sonríe -me dice con dulzura Margaret.Margaret es algo así como...una segunda madre para el señor con el que me casare. Si, me casare y con un tipo que ni siquiera conozco. Acepté el trato, pero nunca me imagine que el trato sería casarme con él. No sé si matarlo o darle las gracias en el momento en el quelo vea. Me sacó del infierno del que vivía, pero ahora que lo pienso...creo que me he metido en otro. Solo rezo porque este idiota no sea un ogro gruñón, porque suficiente tuve con mi padre.Hace tres días que me fui de casa y me trajeron a "una casa" aunque, claro, a esto no se le puede llamar casa. Este lugar es una maldita mansión que tiene al menos diez o más habitaciones.-Diez minutos -medio grita la
La fiesta...me pone abrumada. No conocía a nadie, solo aAngela, la mamá de "amor" Y Ostin. Solo ellos tres. Pero hace media hora conocí a su hermana, Jane, me agrada.Jane me dijo que a pesar de que su hermano es un gruñón (vaya que lo es) es alguien bueno y dulce.Pues bueno, lo dudo. Pero estar con Jane tiene sus ventajas, se que su mamá se llama Lisa y su padre Thomas, y que son cinco hermanos en total y que ella es la única mujer, además de su madre claro. Jane esta casada con Peter desde hace unos meses y es la mayor de todos,—¿Vez a esa chica de ahí?.- Sigo la dirección que me indicaAngela y asiento. Esta metida en un diminuto vestido que no deja mucho a la imaginación y esta como perra encelo detrás de cada hombre. -Pues bien, hace media hora me habló y me dijo que la hermana de tu "amor" —dice y hace comillas con sus dedos.- Es una reverenda puta. Entonces me moleste y le dije puta a ella. Y se enojo.- Termina con el ceño fruncido y niego con la cabeza divertida. Tan dire
○●○●○ IGNACIO pov's ○●○●○Gateo hasta el otro lado de la cama y me subo de nuevo sobre ella. Doy leves golpes en sus mejillas y sus ojosse abren de golpe. Sus ojos cafe me miran somnolientos, pero luego se oscurecen de ira.—¡Mi madre va a entrar! -grito en un susurro.Sus ojos se abren de golpe, pero luego me mira burlona mientras desato sus pies. Quito el calcetín de su boca y me sorprende que no comience a gritar.Desato sus manos y meto las cosas en el cajón de la mesa dealado. Escucho la manija de la puerta moverse y me tiro junto a Dayan.Escucho un "clic" y de un movimiento subo a Dayansobre mi pecho.- ¡¿Pero que haces?!—medio grita.—Cállate y hazte la dormida -digo mientras me acomodo.Ella me mira con odio y luego cierra sus ojos. Cierro los ojos cuando la puerta se abre y enrosco mis brazos alrededor de su cintura.○●○●○●Dayan pov's●○●○●○Estaba poniendo de todas mis fuerzas para no reír. Vaya que le tiene miedo a su madre...podría sacar ventaja de eso ¿no?Su pecho sub
Ignacio toma un libro que estaba en una pequeña mesa y sesienta en el sillónbque esta a lado de la mesita.Pasan tres minutos, o eso creo, en los que lo sigoobservando parada junto a la puerta y él sigue leyendo.—Hay muchos libros...toma uno-me dice sin apartar los ojos del libro.Suelto un suspiro y camino hasta unamhilera de libros perfectamente acomodados en una mesa.Tomo uno al azar y camino hasta el pequeño sillón individualque esta enfrente de Ignacio Me siento y miro el título del libro"Placeres de la vida". Comienzo a leer y la voz de Ignacio me hace mirarlo.—Leer es el segundo placer más grande la vida.- Lo miro con sorpresa y él sigue leyendo su libro.-¿Enserio? ¿Y cual es el primero?.- Sus ojos abandonan el libro y se clavan en los míos. Sonríe de lado y sus ojos brillan con malicia.—El sexo. O tú debajo de mi gimiendo...-Abro los ojos comoplatos y siento como el color sube por mis mejillas. Ignacio sonríe y sigue leyendo. Oh maldito hijo de...Respiro hondo y s
○●○●○● 1 SEMANA DESPUES ○●○●○●—¡Pero que bonitos ojos!.- Miro con horror al hermano mayorde Ignacio.Lleva una camisa rosa chillón, pantalones azul eléctrico y un sombrero con una pluma rosa. Ese es Carlo.—Carlo....- Ignacio lo ve boquiabierto, al igual que yo.- Dayan ¿cierto?-pregunta con una sonrisa. Asiento—. Encantadode conocerte.Estrecho su mano y me mira con un brillo extraño en sus ojos colormiel. Es gay.-Carlo, no la asustes.- Dice Ignacio, Carlo Pone los ojos enblanco y mira mal a su hermano menor.—Tranquilo, Ignacio ¿Me la puedo robar?Me rio al ver la cara que pone. Hace un puchero y pone cara de perritomientras sujeta mi mano. Los ojos de Ignacio vuelan de mí a su hermano. Lo hace al menos cinco veces. Al final asiente. Miro con terror a mi cuñado gay de colores chillones, mientras él, sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.– Te la regreso antes de las de las... - mira su reloj de muñeca-. Siete.-Collin asiente y Carlo me arrastra hasta
Me iba a divertir en grande... Dos meses con Ignacio como mi esclavopersonal ¡venganza!Había pasado una semana desde que lo encontré con esa mujer...fue extraño y muy vergonzoso.Cuando se cayó, un pecho se le salió del diminuto conjuntode ropa interior que juraría que explotaría en cualquier momento. En serio que fue muy penoso. Esa misma noche hablé con Amory le dije que no requería de sus servicios aún.Pero, hoy comenzaba mis clases y hoy comenzaba como miesclavo personal.Eso me saca una sonrisa malévola.--¿Por que sonríes?.- Parpadeo y mis ojos se conectan conunos ojos mieles muy claro. Ignacio me ve con el ceño fruncido y la boca de un modogracioso ya que esta comiendo.Son más o menos las siete de la mañana y estamos comiendo"tranquilamente" en el jardín. Aunque, claro, estas últimas semanasnos llevamos ¿bien?Bueno, si bien significa pelear con él cada dos por tres...entonces nosllevamos ¡super bien! Hace unos minutos estaba a punto de lanzarle mi desayuno por la
Camino hasta la puerta del copiloto que me abre él, entro ycierra de un azote. Esta enojado. Me abrocho el cinturón cuando él entre y apenas se pone el suyo salimos disparadas hacia la calle haciendo chillar las llantas.Clavo las uñas en el asiento y miro con horror como se pasaun semáforo en rojo.—¡Baja la velocidad! -grito y me sostengo de donde puedo. Maneja muy deprisa y con violencia. No soy muy fanática de querer morir joven. -¡Ignacio!Él me ignora y sube la velocidad ¡¿Nos quiere matar o que?! Cinco minutos insoportables después, se detiene al fin. Miro por la ventanilla y me encuentro con un Starbucks.Ignacio abre la puerta de un jalón y yo me quito el cinturón de seguridad. Mis manos tiemblan y torpemente me quito la mochila. Me bajo y camino junto Ignacio mientras él refunfuñe algo entre dientes.—Estúpido...teléfono...ya sabía yo...peor...jodido...-Y sigue así hasta que entramos y me sienta en un sillón.Se pone enfrente de mi maldiciendo. Pero ¿a este que le pasa? ¿