El sábado por la mañana, Evangeline se encontraba frente a su espejo, admirando su vestido de verano rojo con flores blancas y el elegante sombrero que había elegido. Había pasado parte de la noche anterior investigando la etiqueta de vestimenta para eventos de polo, y estaba segura de que su elección era perfecta. La campanilla de la puerta sonó y supo que Auguste había llegado a recogerla.Abrió la puerta y encontró a Auguste esperando, luciendo elegante en su atuendo casual de verano. Su sonrisa se amplió al verla. "Evangeline, te ves increíble. Ese vestido es una bendición para mi alma.""Gracias, Auguste," respondió ella, sintiéndose halagada. "Quería asegurarme de estar a la altura del evento.""Lo has logrado con creces," dijo él, ofreciéndole el brazo para guiarla hacia su lujoso auto convertible. "Vamos, el camino al club de polo es un poco largo, pero te prometo que vale la pena, es un lugar hermoso."Subieron al auto y pronto estaban en camino, dejando atrás la ciudad y dir
Evangeline Morales estaba teniendo un pésimo día. En realidad, era una semana terrible y no mostraba signos de mejorar. Su querida cafetera había decidido morir justo cuando más la necesitaba, dejándola sin su dosis matutina de cafeína. Sin embargo, con una presentación importante esa mañana, no podía permitirse llegar tarde ni que un mal comienzo de día arruine sus planes. Apresuradamente, se puso su vestido favorito y maquillándose lo mejor que pudo, mandando al carajo cualquier energía del universo que deseaba verla fracasar, tomó su bolso y salió corriendo de su pequeño apartamento en dirección a la cafetería más cercana.Mientras tanto, Jeremy Evans acababa de aterrizar después de un largo vuelo desde Londres. A pesar de la diferencia horaria y el jet lag, estaba decidido a aprovechar el día. No podía esperar para demostrar sus habilidades en la empresa familiar para callar los bocas de los que decían que era un hijito de papá, y su entusiasmo era palpable. Sin embargo, primero n
Evangeline intentó asimilar las palabras de Roberto. Su mente era un torbellino de emociones, principalmente de sorpresa, nerviosismo, y mucha de indignación. Había trabajado arduamente durante seis años, soportando las excentricidades de Beatriz White, su jefa y mentora, con la esperanza de algún día ocupar su lugar. Y ahora, en lugar de recibir la promoción que creía merecer, tendría que competir por ella.Esa era una maldita broma."¿Una competencia?", repitió Jeremy, su voz cargada de incredulidad y molestia. "Pensé que habíamos discutido esto, padre. Se suponía que yo tomaría el puesto."Roberto lo miró fijamente, su expresión imperturbable. "Jeremy, tienes que demostrar que puedes liderar. Esta es una oportunidad para ambos de mostrar lo que pueden hacer. La decisión final no se basará solo en tu experiencia o tus títulos, sino en tu capacidad para innovar y liderar un equipo."Evangeline sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de Roberto. Aunque le costaba admiti
Un par de días pasaron y la curiosidad de Evangeline le carcomía la cabeza. Sabía que Jeremy y su equipo estaban trabajando duro, pero la incógnita de lo que estaban haciendo la mantenía inquieta. No podía permitirse ser sorprendida por una idea brillante que Jeremy pudiera tener. Necesitaba información, un vistazo a lo que estaban planeando.Laura, siempre perceptiva, notó la preocupación de Evangeline. "Evie, ¿qué te tiene tan pensativa? Pareces estar tramando algo."Evangeline suspiró, dejando escapar la tensión acumulada. "Es Jeremy. No puedo dejar de pensar en lo que podría estar haciendo. Sé que tiene recursos y experiencia, pero necesito saber en qué están trabajando. Solo un vistazo, nada más."Laura levantó una ceja, intrigada. "¿Estás pensando en espiar a Jeremy? Sabes que eso puede ser un riesgo, ¿verdad?""Sí, lo sé. Pero necesito esa ventaja. Solo quiero asegurarme de que no nos sorprendan con algo que no podamos superar," respondió Evangeline, su voz llena de determinaci
El día del aniversario de la empresa había llegado, y todos estaban emocionados por la gran fiesta que Roberto Evans había organizado. Evangeline, aunque nerviosa por la competencia, estaba decidida a disfrutar del evento. Había pasado las últimas semanas inmersa en su trabajo, y una noche de celebración podría ser justo lo que necesitaba para despejar su mente.La fiesta se celebraba en un elegante salón de eventos, decorado con luces centelleantes y elegantes arreglos florales. Al entrar, Evangeline no pudo evitar sentirse un poco abrumada por la grandiosidad del lugar. Llevaba un vestido azul oscuro que acentuaba su figura, y su cabello estaba perfectamente peinado en ondas suaves. Se sentía segura y lista para enfrentar cualquier cosa, incluso a Jeremy.Mientras saludaba a sus colegas y disfrutaba del ambiente festivo, Evangeline se dirigió al buffet, donde una variedad de exquisitos platos la esperaba. Estaba sirviéndose un poco de ensalada cuando sintió una presencia familiar a
Evangeline llegó a las puertas de la empresa con la cabeza en alto, decidida a enfrentar el día a pesar del bochornoso incidente en la fiesta del aniversario. Todavía podía sentir los residuos de salsa en su vestido, a pesar de haberlo limpiado lo mejor que pudo. Mientras entraba al edificio, vio a Jeremy llegar al mismo tiempo, su expresión igual de determinada.“Buenos días, Jeremy,” dijo Evangeline con una sonrisa que no llegó a sus ojos. “Espero que hoy no te tropieces con más comida.”Jeremy la miró con desdén. “Buenos días, Evangeline. Tal vez deberías considerar un curso de etiqueta. Parece que lo necesitas.”“No te preocupes por mí,” replicó Evangeline, manteniendo su tono cortante. “Estoy perfectamente capaz de manejar cualquier situación, incluso las que tú causas.”El intercambio sarcástico no pasó desapercibido para los empleados que estaban cerca. Varios de ellos intercambiaron miradas divertidas, claramente disfrutando del espectáculo. Los rumores sobre la pelea de comid
La tensión era palpable mientras Evangeline y su equipo se preparaban para la presentación de sus ideas. Sabían que la competencia sería feroz y que cada detalle debía ser perfecto. Cuando llegó el día de la presentación, Evangeline se aseguró de que todos estuvieran listos y que no hubiera ningún cabo suelto.En el vestíbulo, esperando para ser llamados, Evangeline y Jeremy se encontraron nuevamente. Se saludaron con frialdad, sus sonrisas forzadas y sin calidez."Buenos días, Jeremy," dijo Evangeline, tratando de mantener un tono neutral."Buenos días, Evangeline," respondió Jeremy, con una ligera inclinación de cabeza. "¿Lista para perder?"Evangeline soltó una risa seca. "Eso es algo que no está en mi vocabulario. Espero que tú estés listo para una competencia de verdad."Antes de que la conversación pudiera intensificarse, el asistente del gerente general apareció y los llamó para entrar. Evangeline, Jeremy y sus equipos caminaron hacia la sala de conferencias, donde Roberto Evan
Evangeline se despertó con la alarma de su teléfono, recordándole la importante reunión que tenía programada con Jeremy y los encargados del laboratorio. Se levantó, preparó su café y se tomó un momento para revisar sus notas y asegurarse de que estaba lista para enfrentar lo que seguramente sería un encuentro tenso.Sabia de sobra que Jeremy esta igual que enojada que él por como salieron las cosas y con lo poco que lo conocía, estaba segura de que la iba a provocar.Evangeline hizo el ademan de que estaba en pedio de una pelea de box."Ese idiota no vera de donde le cayo el golpe" se dijo a sí misma al espejo.Después de su noche en el bar con Laura y el desagradable encuentro con Daniel, Evangeline se sentía más determinada a que tenía que superar las cosas, despues del trabajo terminaría de sacar todas sus pertenencias de las cajas de mudanza y posiblemente cambiaria la decoración de su departamento. Era un momento perfecto de empezar nuevas facetas en su vida.Terminó de preparar