Después de quedarse rato así abrazados, Abigail y el mafioso subieron a su habitación, Aby ya llevaba puesta su pijama, así que se quedó mirando cómo el hombre se ponía la suya, aúnque sintió un cosquilleo entre las piernas al ver su firme trasero y su polla que aunque estaba dormida le provocaba tocarla, no podía negar que todavía le dolía el cuerpo por la intensa noche que habían recién pasado

Sasha se metió entre las sábanas atrayendo a Aby a sus brazos, deseo hacerte el amor pero hoy no voy a tocarte, sé que estás adolorida todavía, descansa en mis brazos, princesa.- la sensual voz del mafioso relajó a la joven Montesinos de forma que ni ella esperaba

Aby después de haber dado mil vueltas sin poder conciliar el sueño, se quedó profundamente dormida en los brazos de su ex esposo, Sasha pudo escuchar la respiración pausada de su mujer, supo de inmediato que ya se había dormido

¿Y dices que no me amas? ni siquiera puedes dormir sin mí, mujercita rebelde. - el mafioso dió un beso en l