Luego de mucho tiempo, Areliz y Noah se estaban besando, después de que ella escuchará sus disculpas y viera lo mucho que la culpa lo estaba consumiendo, no pudo contenerse a sí misma de desatar ese fuerte sentimiento que en realidad nunca la abandonó, ese sentimiento de amor que no podía evitar sentir incluso a pesar de las heridas del pasado.

Fue un beso lento, un beso lleno de nostalgia y sentimientos reprimidos al fin siendo liberados, por lo que ambos pronto aumentaron la intensidad del beso, comenzando a acariciarse los rostros y luego bajando las manos a acariciarse más y más profunda mente, hasta que Areliz comenzó a sentir una vez más ese fuego y esa pasión típica de su relación con Noah, y eso la hizo recordar que… de hecho, ellos ya no tenían ninguna relación, se suponía.

Recordó que su relación ahora era con Remy, que él era su novio que debía estar muy preocupado por ella y… la culpa la golpeó con fuerza, fuerza suficiente para apartar a Noah de golpe y mirarlo con páni