Andrew llegó a la majestuosa mansión Cobain, con sus columnas de mármol y su imponente entrada, un poco sorprendido de por primera vez estar pisando ese lugar luego de haber tenido tan mala opinión de los dueños, pero quería ver a su novia, a Nia.

Nia le había dejado un juego de llaves de las entradas y unas habitaciones especificas, por lo que tenía acceso a casi todas las áreas importantes de la casa, por lo que se dirigió directamente hacia las escaleras principales luego de abrir la puerta principal. Mientras subía, escuchó ruidos provenientes de una de las habitaciones cercanas, sonidos de destrucción, objetos rompiéndose y gritos llenos de furia.

Lo peor era que… de hecho, pudo reconocer esos sonidos a la perfección. No era la primera vez que escuchaba algo así.

Siguiendo los sonidos, Andrew llegó a la puerta de la habitación de Nia. La mansión era conocida por su elegancia y opulencia, pero lo que encontró al abrir la puerta era un caos total. Nia, normalmente serena y cont