Noah y Agatha habían llegado en muy mal momento, justo cuando ella estaba con Remy, y Areliz se sintió mal por él, por que sabía lo que él sentía por ella, pero intento no mostrarlo. Todos se quedaron en un tenso silencio, hasta que Noah finalmente tomó aire y le quitó el periódico de las manos a su madre. —Mamá, por favor no te entrometas en la vida privada de Areliz… Lo que ella haga o deje de hacer no nos afecta ni a ti ni a mí. Nosotros solo vinimos a pasar tiempo con Nick y a almorzar ya que ella tuvo el amable detalle de invitarnos a comer algo también. —Claro. —Agatha carraspeó y luego de inmediato comenzó a buscar a Nick con la mirada. Tragando se su incomodidad, Areliz suspiró y fue a buscar a su hijo que se había quedado en la sala. Lo alzó en brazos y lo llevó al recibidor para que pudiera presentarlo formal mente con su abuela paterna. Era un poco irónico que a pesar de haber estado toda su vida lejos de su familia paterna, igual conociera primero a su abuela patern
Después de hablar con Remy, ambos volvieron a la mesa con los demás. Comieron el postre con cierta tensión en el ambiente, aun que no para Remy, que no dejaba de sonreír sin duda todavía feliz por los besos que compartieron en la cocina hace pocos minutos atrás apenas. Dylan estaba mirando sospechosa mente a Areliz, sin duda sabiendo que algo había pasado por esa gran intuición que tenía, por lo que ella le hizo una seña de que luego le explicaría todo. Al cabo de unos minutos Noah regresó, luciendo mucho más recompuesto, pero todavía muy serio. —¡Cheñor pato! —Nick llamó la atención de Noah de repente. Aún no se acostumbraba a decirle papá, pero Noah siempre parecía feliz con el solo hecho de que le hablara, por lo que de inmediato volvió a sonreír con sinceridad—. ¿No quiered jugar? —Claro, emm… ¿Qué tal si jugamos con los bloques que te regale el otro día? ¿Quieres jugar con los bloques?—¡Chí! ¡Chí quiero! Noah se sentó junto a Nick con una sonrisa en el rostro. —¡Claro, m
Areliz estaba muy indignada por la forma en la que Remy le había gritado a Noah a pesar de que él no había hecho nada malo más que el no contener a su madre, y eso hasta la dejo pensando por qué se enojaba tanto con él y no tanto con Noah a pesar de que Remy tenía razón en que todo era su culpa. ¿Por qué su corazón tenía que estar tan dividido en dos a pesar de que se suponía que la decisión debería ser fácil?—Lizzy… —Remy la sacó de sus pensamientos llegando detrás de ella y abrazándola por la cintura, apoyando la cabeza en su hombro—. Lo siento, yo no… no quise molestarte… Es solo que ese Noah real mente me saca de quicio, no puede ser que después de todo lo que te hizo aún tenga el descaro de querer volver a estar contigo y yo… —Remy, Noah no te dijo nada —lo interrumpió, zafándose de su abrazo y volteando a ver lo con molestia—. Fue Agatha, y sí, ya sé que es una señora insoportable pero hay que aprender a tolerar la por que nos guste o no es la abuela de mi hijo y a él sí lo qui
Finalmente llegó el lunes y Areliz empezaría a trabajar en su antiguo hospital, aquel en el que trabajaba antes de que Noah la obligara a irse a trabajar a su clínica para tratar la enfermedad de la ahora difunta Emma. Por suerte, también Remy había sido aceptado para volver a su puesto de enfermero, y ambos pudieron reunirse con sus antiguos compañeros de trabajo, los cuales todos tenían preguntas respecto al mediático juicio que Areliz estaba enfrentando ahora por culpa de Nia y sus planes retorcidos de querer hacerla responsable por la muerte de Emma. Como estos eran sus amigos y no retorcidos periodistas, Areliz no tuvo problemas en contarles la verdad, que Nia era una falsa y mentirosa que había armado todo eso por que por alguna razón la odiaba y quería verla sufrir y estaba poniendo mucho dinero y muchas de sus influencias en acabar con ella, todo mientras estaba escondida en algún otro país sin querer dar si quiera la cara. —Lastimosa mente es muy probable que nunca la at
Areliz llegó al juzgado acompañada de Remy, con quién cada vez se sentía más y más cómoda a pesar de que aún no se comparaba a lo que sintió en el pasado por su ex esposo. Al llegar allí se encontró con Noah y el matrimonio de abogados, que ya llevaban algún tiempo esperándolos.El ambiente en el juzgado estaba tenso. Cuando Noah vio a Areliz llegando tomada de la mano de Remy, su rostro se tensó, y miró fijamente a sus manos entrelazadas. Areliz evitó su mirada, decidida a dejar claro que su relación con Remy era lo que estaba en su vida en ese momento, y Noah debía aceptarlo, pero Remy, percibiendo la incomodidad, decidió romper el hielo.Remy dirigió una mirada a Noah y dijo con un tono educado, pero firme: —Hola, Noah. Espero que podamos mantener las cosas civilizadas hoy. Lo siento por los gritos del otro día. Espero que no hayan rencores. Noah asintió, pero su expresión seguía siendo tensa. —Sí, Remy, por supuesto. —Ni siquiera lo miraba, su mirada estaba fija en Areliz, que s
Lo impensable había pasado, el señor Nelson Cobain, contra todo pronóstico, estaba presente en el juicio, allí en medio del resto de los espectadores como si fuera solo otra persona normal, pero Areliz sabía que muy seguramente él estaría allí con un motivo mucho más siniestro, siniestro como él siempre fue con esas miradas y sonrisas intimidantes típicas de su persona. Con el temor de que ese hombre estuviera allí para afectar de forma negativa al juicio, Areliz se acercó a Noah que estaba intentando aparentar normalidad mientras se sentaba en su puesto y entonces ella también se sentó a su lado, inclinando se un poco para susurrarle al oído.—Noah… ¿Qué está haciendo aquí tu padre? ¿No deberían al menos haber dicho en los medios de comunicación ya sea en una revista o en la tele que Nelson Cobain regresa al país? —No podía creer que hubiera pasado tan desapercibido con toda la fama que tenía. —La prensa solo dice lo que mi padre quiere que digan, Liz. —Noah negó con la cabeza, vién
Después de que el testimonio de Agatha no sirviera para nada por culpa de la presencia de su marido el señor Nelson Cobain allí en el tribunal para obviamente intimidarla, Areliz se quedó con el temor de qué tan poderoso podría ser ese hombre... y si era capaz de incluso comprar al juez y al jurado, a pesar de que Noah parecía bastante seguro de que eso no era posible, pero... su padre parecía en verdad muy poderoso, y eso llenaba de miedo a Areliz. El juicio continuó con varios testigos y con Noah y Areliz declarando una vez más, hasta que por fin todo terminó y lo primero que hizo Noah al salir del tribunal fue intentar encarar a su padre, pero sus guardias de seguridad le impidieron acercarse y su padre solo le sonrió y se fue como si nada. De verdad que era un hombre despreciable, burlándose de su propio hijo antes de tener el valor de encararlo frente a frente. —Me alegra que no hayas traído a Nick al juicio hoy… —murmuró Noah con cansancio al acercarse a ella, luciendo un poc
La cita con Remy continuó, por lo que Areliz intentó no seguir pensando en sus nervios por la situación con los Cobain. Areliz decidió que sería una buena idea traer un postre para culminar la cena. Fue a la cocina y regresó con dos rebanadas de pastel de chocolate que había comprado ayer (más bien por un antojo que le dio debido al estrés del juicio), dispuestas en platos individuales. La conversación había girado hacia temas más livianos, como el trabajo en el hospital y sus compañeros y pacientes, pero de repente, Remy comenzó a abrazarla, pasando su brazo por sus hombros, y luego empezó a darle besitos tiernos en la mejilla. Ella se sintió incómoda, su mente todavía luchando contra las emociones confusas que la invadían, pero los besitos de Remy no eran pervertidos ni trataban de llevar a más, simple mente eran tiernas muestras de afecto ¿cómo podría apartar lo cuando estaba siendo tan tierno? Aun que se sentía un poco incómoda, pero… él era su novio, no debería sentirse así.R