Morgan
Cómo era de esperar mi madre me mandó a dormir sin cenar, se excuso diciendo a los demás de que había comido mucho en el camino y que me sentía mal. Dijo que si seguía comiendo prácticamente iba a tener que entrar rodando a la ceremonia de Asunción de la nueva luna.Fui al dormitorio que compartíria con una de las guerreras, me quedé ahí, tirada sobre la cama, no fui capaz de quitarme la ropa, hasta que apareció mi madre muy molesta diciéndome que me colocara el pijama que habia comprado para mí y que quedara ahí esperando, que era probable que me fueran a buscar, que si alguien iba a verme tenía que abrirle la puerta, cuando le quise preguntar a qué se refería, mi madre me golpeó.... fue la primera vez que sentí su furia en mí, tenía mi labio partido, pude sentir a los guerreros presentes cómo empezaron a tensar sus cuerpos a ver que mi madre me golpeaba. Como no me moví entonces volvió a golpearme, esta vez en mi mejilla, para luego volver a preguntar:
-¿por qué haces esto, por qué quieres que reciba un extraño en pijama? no lo entiendo, por una vez por favor respondeme-dije sin importar las consecuencias. Mi madre enfurecida volvió a golpearme y dice:
-eres una inservible, una inútil, lo que quiero es que te pongas ese maldito pijama, más tarde vendrá un alfa a verte, si eres lo que quiere, te puedo sacar de encima por fin hoy-decía mi madre.
-un alfa,¿quién?-pregunté, sin importar de que volvía a recibir un nuevo golpe de mi madre, esta vez pude sentir como mi ojo se empezaba a inflamar. -el Alfa Magnus, es un Alfa, su manada no es muy grande pero es suficientemente poderoso y tiene mucho dinero, los cual nos estaría beneficiando con algunos tratados de comercio, es bueno para ti ya que es un Alfa adulto y sabrá mantenerte a raya-dijo mi madre con una sonrisa siniestra. -el alfa Magnus, pero él tiene alrededor de 70 años madre, puede llegar a ser mi abuelo, ha tenido otras esposas y todos han muerto-dije asustada y recibí otro golpe, esta vez en mi otra mejilla. -el alfa Magnus es el indicado, a él le gustan jovenes y rebeldes-decía mi madre-hasta ahora ninguna a soportado tantos golpes, por lo que espero que tú tampoco lo hagas, por lo que me corresponde a mí, tú estás siendo prácticamente desligada de mí, afortunadamente no tienes muchas cosas que pueda quemar, ya han limpiado tu habitación, además él se va a hacer cargo de tí, recibelo en el pijama que te indique, te va a venir a ver alrededor de la medianoche-sin más mi madre se fue dejándome sola en la habitación, los guerreros me miraron al cerrar, nadie dijo nada.No sabía qué hacer, pero para no volver a tener más problemas con madre me puse el pijama casi transparente que ella me había comprado,me puse el peor pijama, el que traje escondidas, de contrabando y era completamente entero, de franela de rayas de colores y en las puntitas de cada una, tenía lunares verdes, era prácticamente un payaso andante, ese era mi pijama favorito, así me quedé sentada en la cama, pasaron las 7:00, pasaron las 8:00, pasaron las 9:00 de la noche y podía sentir la ebullición afuera, diferentes manadas encontrándose, diferentes alfas. Además de muchos guerreros, toda la tensión, pude escuchar como algunos habían encontrado finalmente a sus compañeros predestinados, algo que nunca me iba a pasar gracias a madre.
-tranquila lo más seguro es que tu compañero aparezca cuando tú menos lo esperes-dijo una voz muy divertida dentro de mi cabeza. -¡qué m****a! ¿quién eres?-pregunté- no lo puedo creer, sé quién eres-volví a decir. -soy lo mejor que te ha pasado en esta vida pequeña, mi nombre es Milca. -o Milca, has llegado en un momento muy difícil, agradezco la diosa por haberme dado a mi compañía porque estaba que me volvía loca estando sola-decía alegremente. -tranquila pequeña, escucha lo que dijo esa mujer que se hace llamar tu madre pero no lo es, olvidalo nada te pasará, te lo prometo, ningún macho horrible va a poner un dedo sobre tí, porque le voy a arrancar la cabeza- decía Milca. -¿como que no es mi madre?-pregunte.-pequeña hay tanto que debemos hablar-decía mi loba.
MorganEran las 10:00 de la noche y seguía con mi pijamas de franela rayas, esperando a que vinieran a buscarme. No tenía hambre, porque había comido gracias a todos los guerreros en el camino. Mi madre sospechaba de que estaba prácticamente famelica y no podría hacer mucho, todavía me rondaban las palabras de Milca, donde me explicaba que madre no era mi madre real. Y eso todavía me había dejado aún más confundida, aunque en el fondo siempre supe que el odio de madre hacia mí no era sano y tampoco natural.-¿estás segura de lo que dices?-le pregunté a mi loba.-sí, no siento que ella sea tu madre, puedo sentir que el Alfa es tu padre pero tu madre no es la luna, esa mujer que vino no se siente como tu madre, no está el lazo que te une a tus padres-explicaba Milca.-oh, eso explica algunas cosas-dije recordando las veces que madre se refirio a mi como la bastarda.-la verdad no entiendo mucho, pero nosotros los lobos podemos sentir el vínculo con nuestros padres, pero tú no tienes nin
CaelPudimos salir de la manada rumbo la manada de ese infeliz, yo iba con muy mal genio, con horas de retraso, esto gracias a Verónica la cual no se tomó bien mi rechazo, élla amenazó a cuanta hembra en la manada, de que sí se acercaba a mí iba a ser destarrada. Ya que ella era mi luna.Luego de solucionar ese problema y de aclararle a Verónica que ella era nada para mí, pude salir a mi compromiso. Tanto como Sax como Fred, se burlaban de mí, ya que siempre tuve inclinaciones por tomar a lobas mas conflictivas y tóxicas, como ellos mencionaban, además me dijerón que el día que la diosa luna me otorgara una compañera, sería la más sumisa de todas. Esto me ponía mal, ya que no quería una loba sumisa, quería una loba fuerte, bella, una guerrera, una alfa, eso es lo que yo quería para mi manada y eso es lo que iba a conseguir, no aceptaría nada menos.-¿te has calmado un poco?-pregunto Fred, mi beta.-estoy realmente cabreado con la actitud de Verónica, debería haber terminado mucho ante
CaelLuego de comer, Cael y su beta empezaron a salir pero como era de esperar siendo él un alfa joven, de una manada fuerte y además hermano del rey, muchos saludaron y trataron de buscar su simpatía, algunos con chistes, otros consultando por posibles tratados comerciales y otros simplemente mostrándole o presentándole a sus hijas e hijos.Como era de esperar a Cael, no se lo tomó muy bien y siguió avanzando, saludándo a algunos fue Fred quien diplomáticamente trataba de desligarse de cualquier responsabilidad, convenio, contrato o compromiso que estos lobos pudieran lograr. Llegaron a su cabaña y realmente Fred estaba agotado, Cael, por su parte estaba tan arrepentido y molestó con su hermano por obligarlo a ir a esta celebración.Poco antes de medianoche sus lobos estaban nerviosos, muy nerviosos el lobo de Cael, Kratos en un momento le dijo que se pusiera en marcha, porque se venía un ataque.Todavía no se escuchaba nada, Cael despertó a sus guerreros y todos salieron hacia fuera
Morgan Corrí, corrí, corrí... no sé qué pasó, no sé lo que sentí, solo sé que algo me unía a ese gran lobo que estaba lastimado, pero no iba a perder mi libertad, que estaba a punto de conseguir por algo, una ilusión que tal vez sea peor de mi actual realidad.Cuando pude llegar al otro lado del lugar donde estabamos, pude descubrir con horror que capitán Roger estaba herido, tenía parte de su brazo muy lastimado, además tenía el hombro dislocado, no pude seguir corriendo y dejarlo atrás, él era un amigo, un miembro de la manada me acerqué y traté de ayudarlo, cuando él me vió no lo podía creer, me tomó del brazo llevándome al lugar donde, pude ver con alegría, que muchos de los guerreros estaban ahí, guerreros de mi manada que al verme suspiraron aliviados.-¿estás bien? pensamos que te habíamos perdido, gracias a la diosa que estás bien Morgan-dijo uno de los guerreros.-¿muchacha qué haces saliendo con una mochila a estas horas? deberías de haberte quedado en la cabaña- dijo otro
Morgan No sé qué sentir, mi padre prácticamente no habla y no mira a nadie, solo está al lado del cadáver de su compañera, mi madre, los guerreros nos escoltaron y llegamos a la manada Dark Moon, allí nos dieron a cada una de las delegaciones lugares donde dormir, mientras esperábamos que todo se recuperara. Sabíamos que estábamos todos en peligro, hasta la misma luna de la manada Dark Moon había sido secuestrada y atacada, esto era un desastre. Las brujas estaban ayudando, era la primera vez que veía a una bruja de cerca y fue impactante. El rey estaba junto a los demás alfas ayudando a organizar todo. Mi padre no fue llamado, eso dejo a mi manada al margen, cuando el alfa Cael quizo hablar por mi manada ordenar a Roger y los guerreros unirse a él, descubrió la lealtad de todos ellos hacia mí. Esto fue un sock para todos esos alfas presuntuosos. Nos habían traicionado a lo grande, el secuestro de la luna y altaque de los cazadores fue a gran escala, nos salvamos por la organizació
Morgan Santa mierda, ese alfa no puede ser mi compañero, pense mientras lo veía caminar entre los demás guerreros. Era realmente poderoso y muy atractivo.-compañero-dijo Milca, mirando hacia la misma dirección que yo.-no puede ser Milca, él sobre todos los demás, no puede ser, no sé qué es peor, si el alfa Magnus o el alfa Cael, él nos odia-trataba de explicarle a mi loba. Y una vez más oculté mi olor, no deseaba que él me olfateara, corrí hacia la cabaña donde nos encontrábamos a esconderme. A lo lejos pude escuchar que el alfa Cael gritaba, llamando a alguien, me paralicé porque pensé que era yo, cuando giro lo veo parado en medio de la calle, olfateando hacia arriba, buscando algo, mierda me había olfateado, había encontrado mi rastro, solo rogaba para que se esfumara con tantos lobos cerca y perdiera el rastro.-¿por qué no vamos a hablar con él? tal vez sea amable, las apariencias muchas veces engañan Morgan- decía Milca.-no lo entiendes, mi vida siempre ha sido un asco y ese
MorganPor fin pudimos salir de la manada Dark Moon con el cuerpo de madre, mi padre venía con sedantes ya que se volvió loco cuando quisieron tomar el cuerpo de su luna. Me despedí tanto del Rey como del Alfa Ammos, antes de partir el rey me volvió recordar que debía de tomar un compañero o él se haría cargo, no había otra opción, le dije para su calma que ya lo estaba viendo, luego sin más me marche.Roger había conseguido un elixir con las brujas, el cual ocultaba mi olor de mi compañero, por más que él estuviera a mi lado no me reconocería y lo confundiría. Sabiendo que él me había visto esa noche no estaría seguro de que era yo, aunque no lo pudimos comprobar, tenía miedo y aún recordaba lo doloroso que fue verlo y sentirlo con otra loba.Fuimos escoltados hasta nuestra manada, por un grupo de guerreros de elite, el viaje fue tenso, siempre alertas de que los cazadores nos ataquen. La manada Darkness saldría al día siguiente, ya que ellos no quisieron viajar junto a nosotros, co
Morgan Luego de chequear las patrullas de vigilancia y de que instaurar una ley donde todos tendrían que defenderse y entrenar, no fue sorpresa descubrir de que nuestras arcas estaban vacías, estábamos en deuda con otras manadas, teníamos contratos que no habíamos cumplido, habíamos sido demandados por otras manadas, no había suficiente alimento para pasar el invierno, no sé cómo lo hacían mis padres, lo más seguro es que esperaban que mi venta hacia el alfa Magnus, los podría haber ayudado, pero todo se fue al traste. Por lo tanto, teníamos que ingeniarnos y hacer algo de forma inmediata.Busqué dentro de la manada a todas las hembras jóvenes o solteras, las cité a al salon de audiencias de mis padres, ya que era grande, una vez que llegaron todas, algunas muy nerviosas, otras de manera curiosa, les conté mi idea. Lo cual fue muy bien recibida, así es que salieron más que rápido a cumplir sus deberes.Luego me reuní con los ancianos, los más antiguos y a ellos le encomendé la tarea