Pareja

Cael

Pudimos salir de la manada rumbo la manada de ese infeliz, yo iba con muy mal genio, con horas de retraso, esto gracias a Verónica la cual no se tomó bien mi rechazo, élla amenazó a cuanta hembra en la manada, de que sí se acercaba a mí iba a ser destarrada. Ya que ella era mi luna.

Luego de solucionar ese problema y de aclararle a Verónica que ella era nada para mí, pude salir a mi compromiso. Tanto como Sax como Fred, se burlaban de mí, ya que siempre tuve inclinaciones por tomar a lobas mas conflictivas y tóxicas, como ellos mencionaban, además me dijerón que el día que la diosa luna me otorgara una compañera, sería la más sumisa de todas. Esto me ponía mal, ya que no quería una loba sumisa, quería una loba fuerte, bella, una guerrera, una alfa, eso es lo que yo quería para mi manada y eso es lo que iba a conseguir, no aceptaría nada menos.

-¿te has calmado un poco?-pregunto Fred, mi beta.

-estoy realmente cabreado con la actitud de Verónica, debería haber terminado mucho antes esta situación pero ella es muy buena en la cama y con su boca, por lo tanto me acostumbré, ahora tengo que pagar ese error-explicaba a mi sonriente beta.

-bueno si miramos por un lado, primero no deberías haber buscado a una loba como Verónica, sabes que ella siempre le gustan los alfas, segundo deberías haber seguido buscando lobas fuera de la manada para tu placer, algún día vas a tener a tu compañera y a ella no le va a gustar saber que prácticamente te acostaste con todas las hembras de la manada-decía Fed sonriendo.

-bueno sí es una loba como la que quiero, va a aceptar, ella tiene que aprender que yo no estoy dispuesto a aguantar nada. Y si me dan las ganas voy a tener sexo con quien yo quiera, es más, hasta puedo tener alguna concubina mientras ella no quiera tener cumplir con sus obligaciones- decía Cael.

-creo que estás tan equivocado amigo mío, solo espero que no sufras tanto en el proceso-decía Fred.

-no voy a sufrir, lo tengo planeado, si la loba que me entregue la diosa, no es lo que yo espero, la rechazaré, no me interesa las consecuencias, somos una manada fuerte, joven, por lo tanto no va a haber daño, pues si es posible buscaré una loba que sí me complemente, que pueda ayudar a engrandecer y formar una manada diferente, recuerda somos una manada de guerreros, por más que intentaron no hay ningún omega en nuestra manada, los pocos omegas compañeros que llegaron no pudieron seguir el ritmo y decidieron marcharse con sus compañeros. Todos en la manada tienen que ser fuertes, empezando por la luna, no aceptaré a nadie inferior-decía Cael.

-ese es un tremendo error que tenemos como manada. Las manadas tienen que ser mezclas de todos los rangos Cael, mira lo que hizo Ammos, él aceptó rechazados, desterrados, mestizos, humanos, omegas y su manada se ha engrandecido tanto que está rivalizando con la manada real. Nosotros somos fuertes, somos una manada de guerreros, siempre lo hemos sido pero si te fijas no tenemos niños. Los más pequeños están por cumplir 18 años, no tenemos rangos inferiores, humanos o mestizos y los pocos omegas que resultaron ser compañeros decidieron marcharse, llevándose con ellos sus compañeros a otras manadas. Creo que encontraremos a muchos en nuestros ex compañeros de manada en la manada del Alfa Ammos McVoy-decía Fred.

-no me lo recuerdes, muchos de los míos están acá, pero eran todos débiles y resulta que los recibió con brazos abiertos, detesto a ese infeliz-decía Cael.

Una vez llegada al centro de de distribución y abastecimiento, ellos se quedaron a pasar la noche, ya que al día siguiente podrían ingresar a la manada tranquilamente, venían cansados de tanto viajar. La manada Darkness era vecina de la manada Sunrise, una manada con la que siempre tuvieron problemas de límites y por la actitud del Alfa y su codiciosa luna.

-hemos llegado-dijo Fred-¿ dónde quieres establecerte por esta noche?

-lejos lejos de los Sunrise, no quiero olfatear el olor de ambición y podredumbre de ese Alfa y su m*****a luna, realmente no sé qué esperan viniendo, estoy seguro de que son ellos los que están corriendo los límites. Y nos han estado robando los últimos envíos-decía Cael.

Luego de establecerse en el extremo opuesto los guerreros, Cael y su beta fueron a comer algo al improvisado comedor que habían dispuesto. Fue de ahí cuando pudo ver como la luna Sara de la manada Sunrise, entablaba relación muy estrecha con el Alfa Magnus, un bastardo decrepito y viejo, pero con mucho dinero algo se tramaba esa m*****a luna.

-¿te cuento lo que escuché?-comentó Fred a un Cael muy molesto.

-no me gustan los secretos y tampoco las adivinanzas, no estoy de ánimo, realmente no sé qué m****a estoy haciendo acá, todo por imbécil de Remo que me obligo asistir hacia esta m*****a asunción de esa pobre loba, futura pobre luna que puso sus ojos en el imbécil de Ammos McVoy.

-bueno ya que estamos en espíritu festivo-comentó sarcásticamente Fred-te contaré, resulta que la luna Sara está ofreciendo a su hija, que no sabía que tenía, al Alfa Magnus a cambio de unos tratados de comercio, que serían muy beneficioso para ellos ya que prácticamente están sin un recursos, así es que por lo visto tendremos un nuevo emparejamiento.

-pero esa luna no tiene hijas, según los informes había una pequeña, que había desaparecido hace un par de años y nunca más se supo nada de ella-explicaba Caél.

-bueno parece que la luna, muy astutamente ocultó la existencia de su hija, está con ellos ahora, tiene alrededor de 17 años y ya fue entregada a ese maldito, siempre le gustaron jóvenes, lo lamento por la pequeña hembra, no durará una semana en manos de ese asesino-decía Fred.

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