—No me disgusta la idea, Will, pero no he armado todo este circo para después matarlo sin más —le dije a mi mano derecha—. Además, Margaret jamás me dejaría olvidarlo y voy a pasar el resto de mi vida conectado a esa mujer, ¿recuerdas?—No me refiero a que muera en el completo sentido de la palabra —rodó los ojos—. Podemos hacer una explosión o un incendio, luego Margaret puede reconocer que en verdad su hermano sí está muerto, pero Mike solo se iría de Rusia.Leonid rió antes de decir lo obvio —Ese marica no va a durar más de media hora fuera de Moscú. Nos hemos vuelto suaves a comparación de cómo éramos. Se lo comerán vivo.—Entonces yo ya aporté mi parte aquí —dijo Will—, yo ya dije mi plan, ustedes propongan otro. —A mí me gusta ese plan —comentó Roland—. Así los malditos nazis nos dejarán en paz, pero el maldito de Arnold sigue enojado por lo de Tyler y el dinero, ¿qué vamos a hacer sobre eso?—¿Ya tenemos a alguien que nos haga acceder a las cuentas de las Islas Caimán que tie
—La banda fue fundada durante la primera Guerra Mundial, luego de que la única hija de Alec Ivanov fuera violada, torturada y asesinada. Él y sus más cercanos amigos encontraron al grupo de hombres que lo había hecho y todos pagaron por su crimen. Poco después, la voz se corrió de qué justicia se había hecho por la pobre Elvira Ivanov. Comenzaron a aparecer sicarios criminales como violadores y hombres que disfrutaban de golpear y abusar niños; muertos por obra de los miembros de la banda, ya ves que no es una banda criminal, a pesar de que usamos el narcotráfico para sobrevivir y tener dinero. Nunca se supieron los nombres, nadie más que los mismos miembros y su familia directa lo sabía, pero como dije; había una guerra a la cual ir, así que los hombres partieron voluntariamente para servir el país y quedó en sus hijos seguir con la banda y estos la siguieron, elaboraron sus reglas que hasta hoy siguen.>>No se sabe mucho de las cosas a las que se dedicaban en ese tiempo l
No tenía la menor idea de cómo funcionaba en el negocio de Laika, sólo sabía lo que ella me había explicado y las chicas nunca decían nada, cada una le era leal. En las fiestas de nuestra hermandad, de las pocas con las que había conversado, me habían hablado maravillas de Laika y cuando le pregunté si estaban ahí por voluntad propia, todas me respondieron que sí; que si ellas no querían estar allí o si cambiaban de opinión, lo único que tenían que hacer era llamarla e irse, el cliente recibiría su dinero de regreso y las chicas irían a casa.En mi opinión esas mujeres no estaban en ninguna mala situación trabajando para Laika. Tenían dinero para sus gastos y más, tenían suerte de no tener que trabajar para algún bastardo que las usaría y golpearía solo porque podía.—¿Eso responde tus preguntas?—Sí.—Entonces ahora, sobre el hombre que intentó matarnos —inspiré hondo y miré a Margaret, dándome cuenta de que sus niveles de ansiedad habían subido considerablemente, desde que comencé
MargaretSeguía mirando el techo de la habitación después de mínimo, una media hora.Claro, pero a diferencia de cuando entré, ahora no estaba llorando por la indiferencia de Nikolay y su frío trato.Ni siquiera me importaba la frialdad y lo único que en verdad me dolió, fue el sentirlo más cerca y abierto a mí; sentir tus labios y al segundo siguiente, sin siquiera saber la razón, fui tratada con más frialdad y desprecio que mucho tiempo. Mierda, literalmente me había echado de su oficina.Solo segundos después de subir a mi habitación, lo escuché irse. No me molesté en asomarme por la ventana para verlo partir."Los muertos no importan, Margaret"Sus palabras; frías como el hielo y cortantes como una cuchilla, resonaron en mi cabeza justo como lo habían hecho desde que salieron de la boca de Nikolay.Si ella era la mujer que Nikolay amaba y ahora estaba muerta, ¿qué me salvaría a mí? ¿Qué evitaría que me mataran?Yo no quería morir, quería vivir por muchos años más, no quería morir
Margaret—¿Sabes cómo llegó toda esa sangre a la camisa de Nikolay? —pregunté de una manera increíblemente tranquila, después de comprobar que no tenía heridas.—No tengo idea, cuando me escribió ya estaba así, además, lo había perdido para cuando llegué. —¿No tenías que te matara en el momento en el que cruzaras esa puerta?—No le tengo miedo a morir; sabía en qué me metía cuando respondí su mensaje, tenía las cosas claras —respondió y sus ojos se volvieron igual de fríos qué los de Nikolay, como cuando tocaba un tema que él odiaba.—Pero sabiendo que nada aseguraba que salieras vivo de aquí, ¿por qué viniste?—Porque tampoco tenía algo que me aseguraba que saldría muerto.—Creo que sabes que el chance de que salieras vivo de aquí, era mucho menor al otro.—No podía no venir, me he ganado cada gota de odio que recibo, pero puedo tener esperanzas, existía la posibilidad de que incluso después de tantos años, ahora quisiera escucharme.—Debió ser horrible —dije con voz suave, porque e
Nikolay Dolor.Era lo único que podía sentir en mi cabeza, latiendo con fuerza.—¡Necesitamos que des la orden para atacar, Will! Maldita sea, Nikolay podría despertar todavía en horas y los hombres que intentaron matarlo siguen sueltos. ¿Qué clase de imagen damos?—Te recuerdo que cuatro de esos hombres ya están muertos, Roland.Las voces eran distantes, poco a poco las escuchaba más claramente.No recordaba mucho de lo que pasó antes de quedar inconsciente, sólo recordaba estar enojado como nunca en mi vida y tenía vagos recuerdos de la voz de Margaret.—Cosa que le debemos a Levy, quien tenía prohibido estar aquí, pero estaba de lo más cómodo con su hija, tu mujer y Margaret en la habitación de al lado. Nikolay nos va a matar por permitirle quedarse.Sus palabras me hicieron abrir los ojos abruptamente, ignoré el dolor de cabeza latente y como mis músculos me gritaban que no me moviera, como pude me senté en la cama y miré ambos hermanos frente a mí, me esforcé en hablar y me cost
Una vez que me bañé y tomé pastillas para el dolor de cabeza, me encaminé a la sala de reuniones. No estaba de buen humor, así que esperaba que los hermanos se dignaran a escuchar en vez de joder.Abrí la puerta y todos ya estaban sentados alrededor de la mesa, tomé mi asiento en la cabecera y aclaré mi garganta.—Primero lo primero, señores. Arnold Kraus; de ahora en adelante, su cabeza tiene precio, al igual que la de sus hombres. No voy a tolerar más esta mierda, se atrevieron a ir a mi casa dos veces, eso significa guerra. Necesitamos joder su imperio, vamos a acabarlo y juntos vamos a idear cómo. Ese es el problema grande, pero para acabar con el problema grande, debemos eliminar a los demás pequeños primero, ¿alguna sugerencia para estos?—Necesitamos deshacernos de Mike —Leonid fue el primero en hablar—. Ya tengo pensado en cómo actuar sobre eso, solo necesitamos una explosión y que Margaret colabore. Si Mike muere, ya no necesitamos matar a Arnold.—Arnold Kraus va a morir —de
NikolayJodida Margaret. Ella y sus labios que me volvían loco, al igual que sus ojos, su cuerpo, sus gemidos donde mi nombre estaba enlazado…Esta mujer me había hecho algo, nunca me había sentido así, habían pasado muchos años desde que había estado tan tranquilo y satisfecho.Tener a la desnuda, excitada y hermosa mujer en mis brazos, sólo me había hecho perder el control.Habíamos tenido sexo brusco y completamente caliente, no pude retenerme; la quería, la necesitaba e iba a conseguirla. Esta mujer era mía, el bebé que crecía en ella era mío, ella quería intentarlo conmigo y yo con ella; nos estábamos dando una oportunidad.Y no había nada en mis planes para joder eso. De ninguna manera.Tú no dañas cosas que valen la pena, las cuidas; cuando encuentras diamante los cuidas, eso pretendía hacer con Margaret, yo no iba a ir a ninguna parte y no me iba a despedir de la sensación que ella había revivido en mi pecho.Durante la hora que llevaba despierto, revivía en mi mente lo de an