Muchas gracias a mis hermosas lectoras que le han dado la oportunidad a mi historia. Quiero recordarles que pueden seguirme en mis redes donde me encuentran como Lj Amesty letras, para poder compartir sobre esta y muchas otras historias.
Consumación ¿De verdad se podía amar a una persona apenas después de cinco días? La forma en que le veía sufrir de manera sentida mientras me penetraba con pasión me dejaba en claro que sí, no porque la entrega en la cama significase algo respecto al amor, pero si cuando aquellos ojos dejaban a la vista el brillo de vida y e ilusión que solo yo podía interpretar. Era un lenguaje mudo que entre él y yo adquirir un significado poderoso, que trascendía las palabras, los sentidos e iba mucho más allá, más allá de las verdades y las mentiras y que llegaba a comunicarnos donde solo el lenguaje esencial podía tener un mínimo de significancia.Su cuerpo entero se convirtió para mí en una canción de amor, una declaración irrevocable del más puro y sincero sentido de entrega y abnegación, que me embestía con pasión renovada y un deseo recién descubierto. Con esa apenas podíamos contar con una mano las veces que habíamos intimado, pero a pesar de eso habíamos pasado a un próximo nivel, donde lo
Sosiego La noche aún podía ser joven, pero nuestros cuerpos habían sido saciados por el regalo de la vida más pura y elemental que emana de la integración de dos almas enamorada. Por eso solo hizo falta una sonrisa y una caricia para que después de que el señor Cavill reaccionara de manera calmada y sosegada por mi atrevimiento repentino, los dos nos sumiéramos en el más profundo silencio que mi vida llegó a conocer, sin embargo, a diferencia y en contra de cualquier pronóstico, aquel silencio fue el momento en donde mi alma descubría la mayor cantidad de verdades del señor Cavill. Él no se había ido como todas las veces anteriores, a mi lado permaneció incluso después de que su miembro que aún permanecía dentro de mí comenzara a perder su particular dureza y complexión para volver a su estado normal, aun en esa condición de vulnerabilidad y exposición, el señor Cavill se quedó junto a mí. Aquello me decía mucho, me hablaba de su cambio experimentado y de la renovación
Tercero en discordiaQuede impresionada al descubrir el derroche de vida y alegría que era capaz de encontrarse en aquel rostro que antes de todo eso solo me había permitido descubrí visos de una posible esperanza de vida. Ahora quedaba en claro que debajo de toda esa coraza de indolencia e insensibilidad, siempre había existido un hombre con un corazón amoroso y pasional y que solo había estado oprimido por las inclemencias de una crianza que le había sometido de manera cruel e insensible a una vida sin desahogo para todo ese amor.Debía haber sido una verdadera tortura para él todo ese tiempo, estar deseoso de amar y ser amado y no encontrar la forma de sobreponerse a la mecanización que le había sido impuesta desde niño.En la mirada de él descubrí que había mucho que necesitaba decir o hacer, pero que él no sabía cómo hacerlo. Realmente no era tiempo de presionarlo, por lo que solo di un paso más para quedar frente a él y abrazarlo con ternura.―Buenos días ―le dije recostando mi
Un día difícilMi corazón y mi alma quedaron destrozados cuando el señor Cavill se fue por esa puerta. Era irremediablemente insospechado anticipar que iba a estar sintiendo esa agonía por estar alejada del hombre que apenas minutos antes me había estado estrechando en sus brazos. Era una realidad que me golpeaba de lleno y que me dejaba convencida de que la vuelta atrás sencillamente ya no existía. El señor Cavill se había metido demasiado profundo en mi ánimo como para considerarlo algo pasajero o momentáneo, aquello era algo ineludiblemente real y lo suficientemente genuino como para hacerme sentir ese embate de nostalgia y melancolía mientras miraba la distancia donde había dejado de ver al hombre del que ya esperaba su regreso.A solas terminé de disfrutar el desayuno que el señor Cavill había preparado para ser disfrutado entre los dos. Mis sentidos tuvieron el privilegio de disfrutar el regalo del deleite que él había premeditado con antelación, pero ni siquiera el deleite de m
Dispuesta a todoEl comentario del señor Cavill dejaba en claro que, a pesar de ese arranque difícil en presencia de Arthur que evidenciaba que aún le costaba reconocer sus sentimientos en público, las cosas podían comenzar bastante bien para el resto de la noche. Su disposición a dejar latente de manera directa lo que debía ser un acumulado de todo un día me llenó de ánimo y de expectación, tanta que sin darme cuenta me quedé obnubilada y sin poder reaccionar de manera coherente a lo que habían sido sus palabras expresivas.Sus ojos eran un deleite para mí que contribuía a acentuar ese despiste que me sostuvo por espacio de un par de segundos que alcanzaron a ser percibidos por él como un motivo suficiente para hacerle sonreír.― ¿Te comió la lengua el ratón? ―preguntó en tono jocoso, dejando en claro que los CEO ricos y millonarios también podían hacer uso de la jerga popular.Sonreí para liberar la tensión y volver a tomar posesión de mi cuerpo que parecía haber quedado en un tranc
En los brazos del amorNo era la primera vez que hacía un intento en la cocina. De hecho, eran varias las ocasiones en las que había intentado aventurarme en esa experiencia que en teoría debía corresponder a las «buenas costumbres» de una «buena mujer»; sin embargo, ya estaba más que resignada que mi fuerte era en otras áreas y que la cocina no estaba destinada a ser mi amiga de ninguna manera. Apenas llegué para hacer frente a ese reto enorme que había asumido como toda una campeona, me sentí de golpe superada por ese cúmulo de rabia y frustración que ahora me hacía sentirme diminuta y arrepentirme por ser boca floja: sin duda alguna había sido una metida de pata ofrecerme para cocinarle al Señor Cavill.Por suerte, para mí, las ventajas tecnológicas aportan oportunidades que se convierten en puertas de escape en momentos de verdaderas vicisitudes y aunque yo le había dicho al señor Cavill que estaba decidida a convertirme en una cocinera profesional para complacerle, realmente lo q
Agradable compañíaEl cambio de actitud de él era notorio y reconfortante. Era algo impresionante y que dejaba en claro que su ánimo ahora estaba siendo tocado e influenciado de manera efectiva por el sentir de su propio corazón, aunque él se empeñaba en atribuirme a mí toda la responsabilidad de ese cambio.Desde el inicio el señor Cavill había demostrado ser un hombre impredecible y con disposiciones de ánimo bastante cambiantes y difíciles de anticipar. Incluso en lo que había sido nuestro primer encuentro había estado dispuesto a darme una nalgada después de haberme cargado y apoyado en su escritorio, definitivamente había sido la mejor presentación para poder prepararme respecto a lo que se podía esperar de ese hombre de misterio insondable. Ahora, sin embargo, me tocaba de golpe la tarea que adaptarme a lidiar con lo que parecía ser un hombre completamente renovado y cambiado, cuya mentalidad daba muestras de que la lucha campal que se desarrollaba en su interior no era suficien
Mi hombreDespués de haberle dicho eso último, sentí un fuerte impulso de dejar todo atrás y salir corriendo de esas cuatro paredes que me encerraban junto a lo que había sido una gran osadía de mi parte. No tenía forma de revertir las palabras que ya habían sido pronunciadas sin vuelta atrás, ahora solo podía quedarme sentada ahogándome en mis propios miedos en ese par de segundos que trascurrieron después de haber dicho eso.No era nada del otro mundo lo que yo había dicho. En un contexto de relación «convencional» incluso podía ser algo obvio y notorio, pero en mi relación con el señor Cavill no terminaba de quedar en claro nada, por eso no podía anticipar cuál podía ser la reacción de él al escucharme refiriéndome a él en esos términos tan vinculantes y que dejaban implícito una vinculación innegable que me unía a él y que a él lo unía a mí.Mis pies apenas afincados sobre la superficie de la alfombra que recubría aquel suelo, sintieron el peso de un millón de toneladas de miedos