Kerrie llegó al teatro luego de que Luther la llamara para pedirle un favor, que lo ayudara a cuidar de los actores. Kerrie no se negó ya que de cierta forma se lo debía a Luther luego de haber cuidado a sus hermanos. Por esa razón no se negó. Además, ahora tenía más tiempo libre ya que no cubría los turnos en el restaurante todos los días, más bien tres veces a la semana. El dinero que Hudson pagaba por sus servicios era más que suficiente. Así que al salir de la universidad corrió hacia el teatro.Luther la esperaba en la entrada y cuando la vio la saludó con un abrazo.—¿Estás bien? — La joven asintió mostrando una sonrisa. —¿Qué te hiciste? Te ves más guapa. — Ella le mostró una sonrisa ladina. Luther era un tipo muy caballeroso. La joven le dio un golpe en el brazo.—No bromees así.—Pero no bromeo. — Comenzaron a caminar hacia dentro. —Eres una chica muy guapa.—¿En serio? Llevo gafas que cubren más de la mitad de mi cara y soy muy flacucha. No creo ser un buen prospecto.—Tiene
Kerrie despertó en un lugar oscuro. Ni siquiera sabía dónde estaba, no podía ver absolutamente nada, sintió miedo y pánico, pero sabía qué un ente malvado la había arrastrado hasta ese lugar. No podía mostrarse tan débil frente a ese ente, especialmente cuando tenía a sus hermanos esperando por ella. Se levantó con dificultad. Sentía el cuerpo pesado y al estar de pie intentó adaptar sus vista al lugar. Una luz blanquecina apenas perceptible por encima de donde estaba lograba iluminar a cierto alcance el espacio.Kerrie notó que se trataba de una especie de cobertizo o algo parecido. Había telones doblados, sacos que servían como contrapeso en algunas partes del teatro, utilería vieja como disfraces, incluso un maniquí se encontraba medio vestido e inclinado en una esquina―¿Dónde diablos estoy? ― Rascó su cabeza preocupada. Había una puerta frente a ella, por lo que caminó hacia ella para abrirla, pero parecía estar atrancada con algo. Intentó empujarla y nada. Luego decidió embestir
Kerrie y sus hermanos se encontraban en la casa de Hudson. Una casa que él había comprado hace un tiempo y no usaba, según las palabras de Luther. Luego de que aquella noticia se disparara por redes sociales, la prensa se volvió loca. Por suerte, Luther fue capaz de sacar a sus hermanos de la casa sin que esta lo notara. Kerrie se sentía mal por tener que huir de la prensa junto con sus hermanos, quienes no eran responsables de absolutamente nada.―Esto es genial. ― Molly y Dylan admiraban la enorme pantalla plana que se ubicaba en uno de los muros de la sala. ―¿Podemos ver películas en línea?―Claro, vean lo que sea que su hermana les permita ver. ―Hudson le dio el control remoto a Dylan y luego junto con su hermanita tomaron asiento en el sofá.Kerrie los veía a una distancia prudente desde la mesa de la cocina. Se sentía culpable, se sentía enferma y preocupada. Todo esto se estaba volviendo una total locura no solo para ella, si no que también para sus hermanos. Agradeció a Hudson
Sus hermanos se encontraban jugando por el resto de la casa. Kerrie se sentía mal por estar escondida ahí. Debía buscar un nuevo lugar para ella y sus hermanos. No podía aprovecharse del gesto de Hudson, quien no se había presenciado en lo absoluto durante los últimos cuatro días. Ella lo llamó, pero no respondió. Simplemente le envió un mensaje de texto diciéndole que podía descansara ya que él estaría ocupado. Volvió a llamarlo ya que no podían pasar su investigación, no a esas alturas, pero él fue claro.―¡Mira Kerrie! ¡Es Hudson! ―Molly señaló la televisión que estaba encendida desde que hace un rato. La joven enfocó su mirada en la pantalla. Hudson estaba ahí parado, el noticiero mostraba que se trataba de las declaraciones del actor respecto a su supuesta relación.―Buenas tardes a todos. Agradezco mucho su presencia en este lugar. ― Tomó aire. ―Últimamente han surgido demasiados rumores debido a unas fotografías que fueron tomadas sin mi permiso. Por ello quiero aclarar dos cos
Kerrie estaba preocupada. Había pensado sobre las notas que sus amigos habían recibido y eso le daba mal augurio. Siendo honesta consigo misma, estaba poniendo en peligro a sus amigos. Pero para advertirles, debía de contarles su secreto, pero no estaba segura de poder hacerlo. Si lo hacía, podrían tacharla de loca o peor de mentirosa.―Esto es una pesadilla― Murmuró para sí misma mientras se dejaba recostar sobre la mesa. La dejar su mejilla pegada a esta pudo divisar a una chica que parecía perdida. Llevaba unos jeans y una sudadera rosa grande. Sin embargo, eso no fue lo que llamo su total atención, la chica tenía las manos blancas, demasiado como si la sangre ya no corriera por su cuerpo y entonces giró su vista a ella mostrándole unos ojos completamente negros. Kerrie ahogó un grito y miró hacia enfrente mientras intentaba convencerse de que no había visto a ese fantasma. Sin embargo, la fría presencia llegó a su lado. Se sintió nerviosa y con un nudo en el estómago.“No por favo
Lo primero que pensó Kerrie es que los chicos le dirían que estaba completamente loca. Sin embargo, ambos se quedaron en silencio con los ojos bien abiertos. Obviamente estaban aterrados.―Sé que suena una locura. ―La pelinegra subió el puente de sus gafas mientras suspiraba. ―Pero lo que digo es cierto. Es por esa razón que a veces parezco estar asustada o incluso me desaparezco. Soy capaz de ver cosas que ustedes no ven y esa chica, está justo detrás de tuyo.―¿Intentas burlarte? ―Hazel sorbió su nariz.―Nunca haría eso. Puedo probarlo si no me creen. ―Los dos compartieron miradas y luego le devolvieron el gesto a Kerrie.―Te creemos.―Entiendo que no me crean, pero… ―Detuvo su vómito verbal y parpadeó varias veces. ―¿Hablan en serio?―Creo que tiene sentido. ―Hazel tomó las manos de Kerrie. ―Siempre sentía unas vibras extrañas viniendo de ti, en el sentido de que había mucha tristeza. ―Kerrie tragó duro. No esperaba ese comentario.―No te lo tomes a mal. ―Dante meneó las manos de u
Kerrie sabía que las mentiras eran malas, especialmente las que se hacían para esconder algo a personas allegadas. Ahora que Hudson estaba ahí frente a sus dos amigos ya no había nada más qué esconder. Hazel y Dante se encontraban de brazos cruzados.Luego del escándalo de Hudson, su amiga se despertó así que ahora parecían dos padres que habían atrapado a su hija entrando al novio a su habitación sin permiso.―Esto era lo otro que quería decirles. ―Kerrie suspiró. ―Trabajo para Hudson ya que un fantasma lo persigue. ―Hudson la miró con los ojos bien abiertos. Ella le dio un par de palmadas y asintió. ―Tranquilo ya lo saben.―¿Cómo lo saben?―Larga historia.―No se desvíen del tema. ―Interrumpió Hazel.―Ah sí. La cuestión es que cómo estaba tan enfada con tu hermana y Nash decidí usar un novio falso y Hudson aceptó a cambio de bueno que yo trabajara para él.―¿Así que fue una especie de relación contractual? ―Preguntó el pelinegro y Kerrie asintió.―Un momento ―Hazel entrecerró los oj
Kerrie no borró su sonrisa en ningún momento luego de aquel pequeño beso. Ra el primer contacto cariñoso que tenía con un chico que le gustaba. Su corazón aun latía con fuerza y no podía sentirse más feliz. Hudson notó aquella expresión.―¿Te pasó algo bueno?―Algo, sí. ―Respondió mientras batía los huevos. ―Oye, tú has tenido novias antes ¿verdad? ―Hudson se atragantó con el café. Ella le pasó una servilleta para que pudiera limpiarse.―¿Ah qué viene la pregunta?―Bueno, quisiera saber qué señales dan los hombres cuando una chica les gusta. ―Hudson se enderezó mientras pensaba. Kerrie se dio la vuelta para poder cocinar los huevos. Finalmente los sirvió en un plato para cada uno junto a unos panes tostados.―¿Entonces?―¿Tienes a alguien en específico? ―Se encogió de hombros.―Tengo curiosidad, la verdad. ―Hudson tomó un poco de huevos mientras lo pensaba.―Bueno, cuando le gustas a un chico, es diferente, cada chico tiene su forma de expresarlo. Algunos elogian a la persona que les